Capítulo 21: Cuando todo termina.

Después de dos semanas del combate final con Annes y Arista, las chicas estaban reunidas en casa de Raye para estudiar. Incluso estaba Darien, pero la única que faltaba era Mina.

- ¡Hola chicas!

- ¡Llegaste al fin! - exclamó Artemis.

- Si, es que Andrew me invitó a comer helado.

- ¡¿Saliste con Andrew?! ¡¿Cómo pudiste Mina?!

- ¿Y por qué eso te molesta, Serena? - preguntó Darien.

- ¡Darien! Je je. Cierto que estás aquí. No, no es que me moleste si no que... esteee... Bueno, estoy cuidando de Mina.

- No me cuides tanto Serena... - dijo Mina, y todas empezaron a reírse. En eso, Mina sintió que tenía algo en el bolsillo y metió su mano en éste.

- ¿Qué es esto?

- ¿Qué sucede, Mina? - preguntó Lita.

- Es una carta. ¿Qué será esto?

- ¡Una carta que te dejó Andrew! - dijo Raye.

- No. - respondió Mina mientras abría la carta. - ¡Es de Annes y Arista!

- ¡¿Qué?! - exclamaron todos.

- Si. Es de ellos.

- ¿Y qué dice? ¡Léela! - dijo Luna.

- Dice: "Querida Princesa. Lamentamos no haberle escrito antes. Sólo queremos agradecerle por habernos hecho reaccionar y habernos enseñado lo importante que es el amor. En este momento estamos con Alan y Ann en el Árbol de la Oscuridad. Hemos decidido venir con ellos, y ahora estamos muy felices. Gracias.

Sólo le dije a Annes que no necesitábamos conquistar al mundo para ser felices. Que si la amaba tanto como decía, sabría entender sus deseos y que usted quería la paz y armonía para el mundo. Sólo nos necesitábamos a nosotros mismos y nuestro amor para conseguir la felicidad. Yo ya estaba bien y podía partir, así que decidimos irnos.

Por favor, cuídese mucho y utilice la Corona del Amor de Venus para buenos propósitos. Un saludo a las demás Sailors Scouts. Arista."

- Ya entiendo. - dijo Lita. - Veo que su antiguo sentido de felicidad era un poco retorcido.

- Afortunadamente al final teníamos a Arista de nuestro lado. - continuó Raye.

- Y gracias a Dios no fue necesario acabar con ellos. En el fondo eran buenas personas. - dijo Amy.

- Por cierto, Darien, nunca te agradecí por salvarme en el salón. Gracias. - dijo Mina.

- No es nada. Sólo hice lo correcto.

- Ahora sólo espero que más nunca sea necesario que ustedes se vuelvan a transformar en Sailors Scouts, que más nunca necesiten pelear. - dijo Luna.

- Eso esperamos. - dijeron los demás.

- Ahora, Darien. ¿Qué tal si nos invitas a comer? - dijo Raye tomándolo de un brazo.

- Sí, sería muy buena idea. - continuó Mina tomándolo del otro brazo.

- ¡Hey! - exclamó Serena enfadada. - ¡Darien es MI novio!

- Yo no creo eso, Serena. - dijo Amy riéndose.

- Serena, tienes que aprender a compartir... - le dijo Lita.

- ¡¡¡No!!!

- Calma, Serena. Yo las invito a todas.

- ¡No!

Serena se la pasó persiguiendo a las demás por toda la habitación de Raye toda la tarde. Finalmente, Darien puso orden y todos fueron a la nueva cafetería de la calle Nº 10.

- ¿Recuerdan que fue aquí la primera vez que vimos a Annes y Arista?

- Si, Mina. Pero ya más nunca los volveremos a ver. - respondió Luna.

- ¡Qué lástima! Me gustaría volver a verlos. No eran tan malos como parecían. - dijo Lita.

En eso, una persona entró por la puerta de la cafetería.

- ¡Hola chicos! ¿Por qué todos reunidos aquí?

- ¡Andrew! ¡Qué bueno que has venido! - le dijo Darien.

- ¡Sí! ¿Por qué no te sientas?

- ¡No seas tan disimulada, Mina! - le dijo Serena furiosa.

- ¡Ay! ¿De qué hablas, Serena?

- ¡Ya dejen de pelear! - dijo Amy. - Ahora debemos pensar en lo mucho que tenemos que estudiar para el examen.

- ¡Ay, Amy! ¡Tú no cambias! - exclamaron todos.

Se quedaron comiendo y conversando un rato. Estaban muy animados, porque todo esto había tenido un feliz desenlace. Lo único que les intrigaba era si alguna vez tendrían que volver a transformarse en las Legendarias Sailors Scouts...