Todo le daba vueltas, Serena se precipitó al suelo, pero
justo Andrew llegó para atraparla.
-Serena ¿Estás bien mi amor?- dijo Andrew sosteniendo a Serena
en sus brazos.
-¿Mi...mi amor...?- tartamudeó Serena
-Parece que no te recuerda, Andrew- dijo sarcásticamente Darien.
Michiru se arrodillo junto a Serena.
-Serena ¿Recuerdas a Andrew, tu novio?-
-¡¿Novio?!- dijo Serena con los ojos bien abiertos y las
pupilas dilatadas por la sorpresa -¿Qué clase de sueño es
este? ¡Quiero despertar!- los ojos de Serena se llenaron de
lagrimas -Darien yo...- dijo Serena entre sollozos -...no puedo
ser la novia de Andrew porque... ¡Yo te amo!-
-¡¿Que?!- exclamó Darien asombrado.
-Serena- dijo Michiru -estás confundida por el golpe, al que
amas es a Andrew, después de todo estás comprometida con él-
-¡¿Comprometida?!-
Serena no podia creerlo, todo su amor por Darien ¿no
significaba nada? ¿Como era posible que lo amara tanto y
estuviera comprometida con su mejor amigo? Rompió en llanto y
hechó a correr; Darien trató de ir tras ella, pero Michiru lo
detuvo.
-Deja que esto lo arreglen ellos, Darien. Esto no nos incumbe-
Darien miró con tristeza como Serena se alejaba llorando y
pensó que en realidad le correspondia hacer algo...
Serena corria velozmente por las calles. Nada le importaba si
no podia estar con Darien. Pensó en todos los momentos
maravillosos que pasaron juntos y en como todos terminaron en el
olvido. No podia ver, tenia los ojos cubiertos de lagrimas, por
lo que se le nublaba la vista. Las personas parecian destellos a
su alrededor, las luces y los ruidos no tenian sentido para ella,
que caminaba sin dirección, solo queria alejarse de alli.
No distinguia una luz verde de una roja, por lo que al cruzar
la avenida no le importó que algo fuera a pasarle. Un auto se
detuvo bruscamente al verla cruzar tan descuidadamente, quedando
detenido a tan solo unos centimetros de ella. Serena alzó la
vista y al ver al automovil tan cerca, perdió el equilibrio y
cayó sentada al suelo.
-¿Estás bien?- pregunto el apuesto joven que salió del
auto, para tenderle la mano -Ten más cuidado, podrias matarte al
ser tan descuidada para cruzar la calle-
-¿Eh?- balbuceó Serena. El chico que le tendia la mano era muy
apuesto, y le parecia muy familiar.
-Hola, soy Haruka Tenou, encantado de conocerte-
-¡Haruka!- dijo Serena mirando a la muchacha, que al parecer aun
disfrutaba vistiendose de hombre.
-Ese soy yo ¿Y tú? ¿como te llamas, cabeza de bombón?- dijo
Haruka sonriente mientras la ayudaba a incorporarse.
Cabeza de bombón... era lo único, hasta el momento, que la
hacía sentir como en casa. Era extraño ver a Haruka sin
Michiru, como ver a un árbol sin sus hojas, pero siendo las
circunstancias lo que eran, era un poco difícil que ambas
estuvieran juntas. Era difícil para Serena pensar que Michiru
estaba con Darien, ella siempre pensó que ella y Haruka habian
nacido para estar juntas, al igual que ella misma y Darien.
-Por favor, dejame llevarte hasta tu casa...-dijo Haruka
-Esta bien- aceptó Serena, después de todo le haria bien
descanzar en su propia casa, y que no la matase otro auto por el
camino. Habia sido un día muy agitado.
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Serena despidió a Haruka desde la entrada a su casa. Quizas
una buena siesta la ayudaria a aclarar su mente. ¿Habia sido esa
voz la que cumplia su deseo? ¿O solo lo estaba soñando? Serena
rezaba porque fuera lo último, pero parecia muy real para ser un
sueño, se sentia despierta en todo momento.
- Hola Serena-
- Hola mamá-
-Serena- dijo mamá Ikuko- te llamó Andrew por teléfono, sonaba
muy preocupado. Le dije que lo llamarias en cuanto llegaras
¿Qué pasó ahora Serena? ¿Te peleaste?-
-No mamá, no pasó nada. Ya lo llamaré- dijo Serena tristemente
mientras se dirigia a su habitación.
Ya en su cuarto, Serena se avalanzó sobre la cama y lloró en
silencio. No podia creer todo lo que le estaba pasando, era algo
horrible que no le deseaba a nadie.
-¡Serena!- grito mamá Ikuko -¡Te buscan! ¡Es Kelvin!-
Serena bajó corriendo para ver a Kelvin, si habia una persona
que no cambiaria sin importar las circunstancias, ese era Kelvin;
y Serena necesitaba un poco de normalidad, si es que a Kelvin se
lo pudiese considerar normal.
-¡Kelvin!- dijo Serena alegremente -¿Cómo estás?-
-Bien, señorita Serena, le traje mi boletín de calificaciones
de regalo-
-Emmm... ¡Que lindo, Kelvin!- dijo Serena con desagrado -¿Qué
tal si salimos un rato a caminar?- dijo tomandolo del brazo.
-Bueno, señorita Serena-
Ambos caminaban lado a lado por un estrecho sendero en el
parque número 10. Serena notaba algo extraño en Kelvin, ya no
nombraba a Molly en cada oración como solia hacerlo, ni
alardeaba de sus buenas notas frente a ella.
-¿Cómo están las cosas con Molly, Kelvin?- preguntó Serena
-¿Qué cosas, señorita Serena?-
Serena recordó que si su deseo se habia hecho realidad, ella
nunca fué sailor moon, por lo que Kelvin nunca tuvo que
arriesgar su vida para salvar a Molly, y nunca se enamoraron.
Todo era como antes de que ella fuera sailor moon. O sea que
Kelvin todavia sentia algo por Serena, como solia hacerlo antes
de Molly.
-Señorita Serena...-
-¿Si, Kelvin?-
-Yo...-
Serena miró fijo a Kelvin por un instante, pero su vista se
desvió hacia una pareja que estaba sentada en un banco detrás
de ellos. ¡Eran Mina y Armand! Tenia que ser él, era tal como
Mina lo describió.
-Disculpa Kelvin, tengo que irme... ¡Dejé el horno encendido!-
-Pero...-
Serena corrió rapidamente hacia el lugar donde Mina y Armand
se encontraban. Mina estaba muy bonita, tenia un vestido amarillo
con pequeños lazos rosas, llevaba el cabello recogido en su
inconfundible moño rojo. Armand se veia mejor de lo que Serena
se imaginaba, llevaba una campera de cuero y estaba peinado con
la raya al medio. Serena se escondió detrás de un árbol para
escuchar con atención a lo que decian.
-Me alegro mucho, Armand, que hallas decidido dejar Inglaterra
para venir a vivir conmigo a Japón- dijo alegre Mina.
Armand tomo sus manos y la besó en la mejilla.
-Yo iria hasta el mismo infierno por ti Mina- y se besaron
dulcemente en la boca.
-Ahhh (suspiro), me alegro que aunque sea a Mina le valla bien
¡Bien por ella!- pero Serena no podia ocultar su tristeza por el
abandono de Darien, era algo que la mantenia constantemente
triste, algo con lo que no podia vivir, no podia vivir...
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