[comienza a sonar la estrella musical]
El castillo estaba alumbrado como nunca antes, la luna
observaba celosa desde el cielo, parecia recordar cuando era
hogar de fiestas y de gala, romances y aventuras; ya todo se fue,
pero sigue intacto el recuerdo.
Una pareja baila agraciadamente en el salón; una multitud los
observa con admiración, pero para ellos no existe nadie mas.
-No podria ser más feliz- dijo la hermosa mujer -Estoy junto a
mi querido Darien y la felicidad parece eterna- cerró los ojos y
se aferró con fuerza al cuerpo de su pareja que la miraba
sonriente.
-¿Dónde está Rini?- dijo con una cara un poco mas seria
mientras miraba por el salon buscando a la Pequeña Dama.
Serena miro a su rey a los ojos con expresión graciosa.
-No eres muy romántico ¿No, Darien?-
[gota]
-Discúlpame Serena, es que estoy preocupado por nuestra hija-
-¡Siempre le prestas más atención a Rini que a mi!-
A lo lejos se escucha la voz de Luna -Parece que Serena no a
madurado como pensaba-
[gota]
[termina la estrella musical]
Sopla una suave brisa en el jardín; las manos de la joven se
sumergen en el agua del estanque iluminado por la luna, algunos
fuegos artificiales se reflejan en el también.
La muchacha se llena las manos con agua y luego las pasa por su
rostro...
-Ooaahh (bostezo)... estoy muy cansada, creo que me bañare en el
estanque para relajarme-
Comenzó sumergiendo una pierna al helada agua mientras se
quitaba el largo vestido blanco. Cuando el vestido pasó por su
cabeza hizo que su cabello se soltara para que cayera hasta sus
rodillas. Su cabello era largo y lacio, igual que el de su madre,
solo que de color rosado y brillaba con intensidad.
Su cuerpo estilizado se sumergía en el agua. Ya no era una
niña, aunque papá y mamá pensaran lo contrario, se sentía
atrapada. Su madre decía que la suya era una edad difícil, que
ella vivio cosas muy duras a su edad, que descubrio el amor y a
la muerte, pero Rini pensaba que nadie podría jamás entender lo
que le pasaba, que era difícil ser una princesa y que por eso
actuaba de manera tan malcriada.
-Si solo pudiera volver con Serena al siglo XX- pero era
imposible, su madre le habia prohibido interferir con el curso de
la historia -Sueño con volver... ¿Es que acaso no lo
entienden?- su grito se escucho en todo el jardín, y varias aves
volaron despavoridas por el alarido.
Rini comenzo a llorar -Yo solo... quiero volver... sueño con
volver a ver los libros que me prestaba Ami, los consejos de Rei,
la comida de Lita, los chistes tontos de Mina... Ellas están
ahora, pero no es lo mismo, ya tienen sus propios hijos y no
pueden ocuparse de mi... las extraño mucho... Serena...- sus
ojos se llenaron de más lagrimas.
-Serena tonta- estalló en llanto mientras se cubria la cara con
las manos.
-No llores Rini- dijo una voz familiar.
-¿Quien está ahi?- Rini levanto el rostro lleno de lagrimas
buscando a alguien, pero no habia nadie cerca de ella -¿Quién
dijo eso?-
Una luz dorada ilumino el cielo, caian plumas blancas que
brillaban como el sol. Rini levantó la cabeza buscando el origen
de las plumas.
-¿Quién eres?- gritó Rini mirando hacia arriba, pero una luz
cegadora la cubrio por completo. Despues todo fue oscuridad.
-Rini, ¿Estás segura?-
-¿Quién eres? No puedo verte-
-Rini... ¿Lo estás?-
-¿Segura de qué?-
-De volver...-
-¿De volver?-
-Adios Rini...-
-¿Helios?-
Rini sentía que caía, el vacío en su estómago se lo decía,
abrió los ojos rápidamente y sólo vio oscuridad, lo único que
alcanzó a gritar en su caída fue:
-¡¡¡Helioooooos!!!-
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Rini cayó golpeándose fuertemente contra el suelo. Abrió
los ojos intentando recobrarse de la ceguera momentánea que tuvo
causada por aquella luz tan fuerte.
Una vez que abrio los ojos observó que no estaba más en Tokyo
de Cristal, sino en Tokyo, el antiguo Tokyo en el que habia
soñado tanto estar momentos atrás.
Rini estaba alegre, sonrió mientras observaba a la gente que
pasaba a su lado; hasta que la gente comenzó a pararse frente a
ella para mirarla.
-¿Qué pasa?- dijo Rini extrañada -¿Que es lo que miran?-
gritó fuertemente mientras se paraba de un brinco. Ya de pie,
notó que se encontraba desnuda, recordó que habia sido
transportada desde el lago donde se estaba bañando.
[Gota]
Su cara se puso roja, no le bastaban las manos para cubrirse el
cuerpo, una multitud se iba formando a su alrededor mientras
gritaba histericamente.
De pronto un saco cayó sobre sus hombros cubriendo su cuerpo
desnudo. Se escuchaba el abucheo de los hombres presentes, la
verguenza de Rini crecia y crecia, por lo que volteo para ver a
la unica persona que le habia ofrecido ayuda en tan deseperante
situacion.
-¡Darien!-
-Pe...perdon, ¿Nos conocemos?- dijo Darien nervioso notando que
a la joven tenia el saco abierto dejando poco a la imaginacion.
-Darien, ¿No me reconoces?-
-Disculpa, pero no te conozco- el muchacho, viendo la cara de
decepcion de la joven, acotó -Pero eso no importa ahora, lo mas
importante es encontrarte algo de ropa- y mientras decia esto la
tomo por los hombros y la llevo lejos de la multitud.
Ya escondidos en un callejon, Rini comenzo a acomodarse el
saco haciendolo parecer un vestido. Darien la observaba
extrañado ¿Quien era esta chica? ¿Por qué estaba desnuda en
la calle y por que decia conocerlo? Su primera impresion era la
de estar frente a una maligna o villana enviada por algun ente
del mal, pero el pensaba que despues de Galaxia no deberian
enfrentarse a nadie mas...
Su casamiento con Serena estaba a unos días, sin dudas Serena no
podia verlo con esta chica desnuda en un callejon, debia
conseguirle un lugar donde dejarla.
-¿Como te llamas?- pregunto Darien
Rini lo dudo un momento, pero luego dijo con seguridad - Misato -
-¿Misato? Bonito nombre- dijo Darien -Bueno, Misato, te llevare
a casa de un amigo, el de seguro te ayudara-
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