Parte 6. El aroma de una mujer.
Casa de los Tendo; Akane le pide a Happosai que esté quieto para no pincharle mientras le cose un parche a la espalda de su jersey; Happosai está feliz por lo que le hace Akane, pero entonces le interroga sobre lo que hablaron anoche ella y Ranma-h: "Anoche estuviste hablando con Ranma sobre vengaros de mí ¿verdad? Cuéntamelo, ¿qué ha planeado Ranma?"; Akane recuerda las palabras de Ranma-h mostrándole un sobre: "Es algo que cogí en un herbolario en China; quiero que lo apliques secretamente a las ropas del viejo. Es una hierba que produce un aroma que espanta a las mujeres cuando se calienta con la piel humana."; Akane se pregunta cual es el plan de Ranma-h mientras corta el hilo y anuncia el fin de la faena. Happosai mira en un espejo la figura que le ha cosido Akane: "Oh, que cerdito más mono.", comenta; "Es un perro.", dice Akane contrariada.
Happosai sale a la calle para su caza diaria y se acerca a un grupo de colegialas: "¡Hola, chicas! ¡Qué monas sois!"; pero a las chicas les entran náuseas por efecto de la hierba y se retuercen de dolor hasta salir corriendo; Happosai se acerca a otra mujer que sale de un supermercado, pero también sale corriendo por efecto del olor; igual le pasa con otras mujeres; los hombres le miran curiosos, preguntándose si ha hecho algo. Happosai está viviendo su peor pesadilla: "Chicas... ¡huyendo de mí!". Ranma-h cae entonces sobre su cabeza y le pregunta cómo va el repelente de mujeres; Happosai se enfada y sale persiguiendo a Ranma-h por los tejados de la ciudad. Ranma-h se vuelve hacia él, y cuando se le lanza, usando un abanico que lleva consigo lanza al maestro por los aires. Ranma-h sonríe satisfecho: "¡Te pillé! ¡Para que te enteres, viejo!".
Pero una patada de su padre en toda la cara le borra la sonrisa: "¡Eso ha sido inútil!"; Ranma-h replica con otro golpe. Soun también está sobre el tejado, y le explica que lo que ha hecho ha sido usar el truco preferido del maestro: usar la inercia del ataque del rival para arrojarlo por los aires. Se montan una sesión de té mientras le explican que los que inventan esas técnicas inventan el modo de contrarrestarlas; "Conociendo al maestro...", dice Genma, "...en este momento estará..."; pero Happosai cae inconsciente sobre la cabeza de Ranma-h, y modifica las palabras de Genma: "O quizá no."; Soun y Genma se lían a patadas con el maestro, pero paran al verlo sobre sus hombros dando ánimos; Genma le estrecha las manos, diciendo que celebra verlo bien, mientras Soun se da cuenta de que estaban pateando a Ranma-h, el cual recibe un tremendo martillazo de Happosai y se lanza a perseguirlo. "Así Ranma recurre a sus métodos habituales.", concluye Genma.
Ranma-h lanza una patada al maestro, que se burla de él... pero de repente se siente mal y recibe el impacto; Soun y Genma se dirigen hacia donde ha quedado tumbado el viejo con sendos martillos; Ranma-h pregunta que ocurre, pero Happosai, con el rostro desencajado, se los quita de encima y salta hacia unas chicas que salen despavoridas a causa del repelente; "De... dejadme... tocaros...", ruega el maestro, que parece al borde de la muerte. Soun y Genma se acercan y dan la razón: "¡Síntomas del síndrome de abstinencia!"; Ranma-h se encara al maestro, pero su padre le dice que Happosai no es un pervertido cualquiera, sino un adicto y que no tocar una mujer para él es como si no pudiera respirar. Genma parece compadecerse: "Pobre maestro...", pero entre él y Soun lo empaquetan en una caja y le dicen que lo van a mandar al polo norte.
Ranma-h les sorprende entonces y les arrebata la caja, saliendo volando con ella, mientras el maestro sale y lo llama agradecido; en un solar cercano, Ranma-h le dice que no puede soportar aplastar a alguien incapaz de defenderse, y que le quitará el aroma; Happosai llora de agradecimiento: "¡Siento haber sido malo contigo!", dice abrazándole. Pero sobre la ciudad se han formado nubes de lluvia que empiezan a descargar; y Ranma-m empieza a notar el efecto del repelente mientras Happosai la toca con satisfacción: "¡Un cuerpo femenino!". Happosai se pone en guardia contra Ranma-m, que apenas es capaz de resistir el olor del repelente; "Ahora que estoy mejor... es hora de vengarse.", dice el viejo sonriendo con maldad.