15/Febrero/2005

COLABORACIONES/ COLLABORATIONS

Ni Guillermo Gómez Rivera
Academia Filipina de la Lengua
Correspondiente de la R. A. E.

Manila
 
EL ESPÍRITU QUIJOTESCO DE DOS ESCRITORES FILIPINOS: JOSÉ RIZAL, PROSISTA, Y FRANCISCO ZARAGOZA, POETA
 

1. DESFACER ENTUERTOS.
    El espíritu del Quijote que, a veces se invoca con la expresión de “es quijotesco” , se cifra en un noble quehacer humano: “desfacer entuertos”.
    En un mundo tan materialista, como el de nuestros días, la misión de “desfacer entuertos” no es solamente una misión santa y noble. Es también una misión peligrosa porque los agentes del mal, y del entuerto, también se han modernizado.
    Lo que se conoce hoy día con el nombre de “imperialismo económico”, o “neocolonialismo” (globalización), puede considerarse como el mayor entuerto de nuestros tiempos.
    No cabe duda que es hoy, más que en tiempos pasados, cuando el espíritu del Quijote urge y se hace más pertinente. La lucha con los viles molinos del imperialismo económico, o el neocolonialismo, es más cruenta. Estamos en un mundo que es, más bien, un mundo de pancistas que de quijotes, y siempre se tiene que equilibrar el uno contra el otro. De otro modo, este mundo se perdería a la larga con esas bombas nucleares de los pancistas que también son los invasores a temer hoy día.
    El idealismo, representado por el espíritu de Quijote, fue concretizado en España por Miguel de Cervantes. Lo mismo decimos del modesto materialismo, representado por Sancho Panza, que, por intervención del Gran Arquitecto, se vio increiblemente “ampliado y profundizado” hasta hacerse, ahora, santo y seña, signo y emblema, del banquero neocolonialista WASP usense.
    Y como Filipinas ha compartido con España e Iberoamérica, por cuatro siglos casi, la misma lengua y cultura que produjo el Quijote, no es de extrañar el que se manifieste ese espíritu quijotesco en, por lo menos, dos figuras literarias de estas Islas del Poniente. El espíritu del Quijote forma parte del estilo que resume lo que es la personalidad filipina. Es un espíritu que está dentro del corazón filipino.

2. EL ESPIRITU QUIJOTESCO DE JOSÉ RIZAL
    No menos que el más grande héroe nacional de Filipinas, José Rizal Mercado, ha manifestado tener como suyo el espíritu del Quijote. José Rizal escribió sus inmortales obras en la misma lengua del Quijote. Y la esencia de sus obras es la misma esencia del Quijote: “desfacer entuertos”.
    Leamos la dedicatoria que José Rizal hace a su pueblo al brindarle su obra, Noli me tángere (No me toques).
        A MI PATRIA
    “Regístrase en la historia de los padecimientos humanos un cáncer de un carácter tan maligno que el menor contacto le irrita y despierta en él agudísimos dolores.”
    “Pues bien. Cuantas veces en medio de las civilizaciones modernas he querido evocarte, ya para acompañarme de tus recuerdos, ya para compararte con otros países, tantas se me presentó tu querida imagen con un cáncer social parecido.”
    “Deseando tu salud que es la nuestra, y buscando el mejor tratamiento, haré contigo lo que con sus enfermos hacían los antiguos: exponíanles en las gradas del templo para que cada persona que viniese de invocar a la Divinidad les pusiere un remedio.”
    Y a este fin, trataré de reproducir fielmente tu estado sin contemplaciones. Levantaré parte del velo que encubre el mal, sacrificando a la verdad todo, hasta el mismo amor propio, pues, como hijo tuyo, adolezco también de tus defectos y flaquezas.”

    Esta dedicatoria fue escrita por José Rizal en Europa en el año 1886. Y su intención es “exponer” al mundo “el cáncer” que, según él, iba destruyendo a su Patria. “Exponer” en este caso, significa desenmascarar al enemigo y fustigarlo con la palabra impresa con miras de corregirlo, educarlo o matarlo de vergüenza (por si ese enemigo lo tenga) y desacreditarlo con el repudio.

3. EL ACTUAL CÁNCER SOCIAL DE FILIPINAS
    En comparación al cáncer que hoy despierta agudísimos dolores en todos los filipinos de nuestros días, aquel cáncer social fustigado por José Rizal, resulta ser un insignificante rasguño. Conociendo la sensibilidad de Rizal, y si él pudiera tan solamente percebir con sus sentidos lo que es el actual cáncer social que aqueja a su patria con la neocolonial imposición del idioma inglés junto con la imposición del monopolio de la electricidad, el agua potable y la gasolina, no haría ninguna falta aquel pelotón de fusileros indígenas que lo acribrilló en La Luneta de Manila porque él mismo, casi seguramente y con su propia mano, se pegaría el tiro en la cabeza.
    El cáncer de las Filipinas de nuestros días no solamente arruina al país moral y económicamente. Lo horrible es que ha logrado desnaturalizarle al filipino en la mayoría de los casos con el idioma inglés como su único medio de instrucción. Con el inglés como idioma obligatorio en su des-educación general (mis-education), en lugar del idioma tagalo, el filipino dejó de ser filipino. Ha retrocedido. Ahora se llama “Pilipino” o “Pinoy”. Perdió la F y perdió el idioma español y todo lo que representa dentro de su cultura y alma nacionales. Al perder el alma, quedó cadáver o vegetal. Por eso, el nuevo cáncer se expande con gusto nefasto.
    “Las comparaciones son odiosas” también escribió en alguna parte del Quijote el mismo Miguel de Cervantes. Para los que confunden la cobardía con la prudencia no cabe duda que las comparaciones pueden ser verdaderamente odiosas porque son, dentro de ese noble quehacer de “desfacer entuertos” no solo sorprendentes, sino peligrosas. Porque la exposición de la verdad, robusta y luminosa, viene a ser, en muchísimos casos cancerosos, la cura para el afligido de ese referido cáncer social...
    Y es lo que más necesita hoy día la cancerosa “Pilipinas”, o “The Philippines Islands”.
    Necesita con urgencia la verdad. El cáncer que José Rizal señalo y combatió era un cácer harto benigno porque sólo era de carácter superficial, físico. El cáncer, de la que ahora se llama “Pilipinas” o “Philippines”, en vez de FILIPINAS, es verdaderamente tenebroso porque es del espíritu. Es espiritual. Y para un pueblo, como el filipino, con cultura y tradiciones hispánicas a la Rizal, el cáncer espiritual, al par que físico, es su destrucción definitiva mediante la total putrfacción. Y una de las señales más escandalosamente delatadoras de esa evidente putrefacción “pilipina” o “Pinoya”, es su desnaturalización cuando se levantan unos educadores y políticos suyos, esclavos del nuevo colonialismo, demandando que se deje de enseñar regularmente el idioma español a la juventud filipina; esa misma juventud que José Rizal, como el Quijote filipino que es, calificó de “bella esperanza de la Patria mía”…

4. VERSOS CONTRA LOS INDIGNOS FILIPINOS
    Ante este estado de incultura y des-educación, tal como lo indican los mismos “caudillos educativos y políticos” de este país virtualmente arruinado, un poeta filipino, contemporáneo, convierte su lira en arco de guerra y sus versos en dardeantes proyectiles para lanzarlos a esos desnaturalizados “educadores y politicos de habla neocolonial inglesa…” El poeta filipino al que nos referimos es Francisco Zaragoza. Y reproducimos a continuación su enjundiosa “Carta Abierta a José Rizal”. Los versos que nos escribe hablan por si sólos.

CARTA ABIERTA A JOSÉ RIZAL
Desde esta mi atalarya, en donde vivo
Y donde veo desfilar la vida,
Con espantada perturbación, te escribo
Para enterarte de un complot suicida.

El idioma que tanto has exaltado
Y que amasta con tu último latido;
Aquél que, como artista, has cincelado,
Y como pensador, enaltecido,

aquel idioma universal y santo
Que tú, Maestro, con amor mimaste,
Que tantas veces enjugó tu llanto,
Y en el candor del corazón guardaste;

aquél de tus creaciones inmortales,
Que plenamente tu doctrina enlaza,
Que nos dio las simientes nacionales,
Para obtener la cohesión de raza;

aquél, hecho de miel y de harmonía,
con que hablabas a Dios desde tu exilio
más brillante que la luz del día,
y más dulce que un verso de Virgilio,

que esculpe el Evangelio Libertario
y nos inculca el pundonor patricio
desde la nueva cruz de tu Calvario
como una redención del sacrificio;

idioma de divinas inflexiones
con que diste tu Canto Postrero,
compuesto con la unción de tus pasiones,
y dúctil como arcilla de alfarero;

Idioma que en el NOLI es luz y cumbre
Que escudan la Justicia y el Resepto
Y en el FILI, la densa reciedumbre
Como si fuera un bíblico decreto;

Idioma de senécdoques y elipsis

Que ensortijaste con genial destreza
Para formar un nuevo Apocalipsis
Que devolviera al pueblo su grandeza;

que para honrar la prez de su linaje
dio a Jaena su acento lapidario
y a Del Pilar el firme caudillaje
de ser el prodigioso Panfletario;

verbo que fue la rara levadura
que fermentó su haz en la conciencia
por cumplir un destino de cultura
en la Historia, en las Artes y en la Ciencia;

el Verbo que, con cifras de diamante,
de luz esmalta nuestra Ley Orgánica;
ese Verbo imperial y palpitante
que nos enlaza con la Unión Hispánica;

el que trazó en nuestra frente
con unciones de amor y de confianza
y, en nuestro corazón, una Fe ardiente,
cual palpitante prenda de esperanza;

ese Verbo que, sobre el haz del mundo,
tanta atracción ejerce en Diplomacia
y es el ‘¡Ábrete Sésamo!’ fecundo
de lo que implica simpatía y gracia;

hoy afronta el vajámen y el quebranto
por un complot de encono y repugnancia,
que dará a la memoria eterno espanto
porque es la encarnación de la ignorancia!

Ya sé, Maestro, que tú, desde la altura
Donde, por tu virtud sin duda, moras,
Podrás para la trágica amargura
De esas maquinaciones vengadoras.

Una turba de indignos filipinos
Con rampante ignorancia de la Historia
Y alevosos instintos asesinos,
¡el oro quieren que se vuelva escoria!

Se dan en corromper las tradiciones
En accesos de artero vandalismo,
Pues, es la más feroz de las traiciones
Querer matar la ley del Hispanismo.

Es ignorar tus líricas preseas
Tirar al muladar nuestros caudales
Y convertir en cieno las ideas
Que son, por su grandeza, universales!

¡En nombre de la Patria y la Cultura,
a las que al alma entera has consagrado,
has que despunte en esta noche obscura
el destello Inmortal de ese Legado!

Incendia los relámpagos de tu ira
Para que, raudos, hieran y mutilen!
Y que las cuerdas de tu excelsa Lira
¡execración flamígera destilen!


Francisco Zaragoza Manila, 1985

5. EL POETA FILIPINO, FRANCISCO ZARAGOZA
    Francisco Zaragoza es en 1986 el máximo poeta de Filipinas. El idioma español por esa “turba de indignos filipinos” señalados por el poeta en estos tan contundentes versos suyos, ha retrocedido del uso oficial por una política equivocada implantada ochenta años antes por los seguidores del Presidente Mackinley.
    Lo exasperante es que los “indignos filipinos” en el actual sistema de educación de las islas no se dan cuenta, o no quieren darse cuenta por viles esclavos de los neocolonialistas WASP usenses, de la oficialidad del español en Filipinas por unas disposiciones de la misma Ley Orgánica del país (de 1935). Si solamente atendieran lo que dispone esta Ley Orgánica, todos los dueños y administradores de los colegios privados y los ministros y diputados del Minsterio de Educación y Cultura de Fiilipinas estarían enseñando, desde los niveles primarios a los niveles superiores, el dioma español.
   Pero, como bien nos indica el poeta Francisco Zaragoza, los aludidos no solamente violan lo que está dispuesto sino que todavía quieren matar la Ley del Hispanismo”. Y con la matanza de esa ley, también asesinan espiritualmente a José Rizal.
    Y eso de asesinar espiritualmente al; mismo José Rizal es peor que la matanza perpetrada por los fusileros que lo hicieron en La Luna de más de ochenta años desde esta parte.
    A José Rizal, no se le encumbra con la “matanza de su idioma” por parte de los “indignos filipinos” que le usan, nada más, como un símbolo de anti-Catolicismo y anti-Filipinismo ya que todas sus mentirosas calumnias contra los españoles de otros tiempos en nada les va a impresionar a los españoles de nuestros días. Por ese “mal uso” de Rizal como “objeto de odio e ignorancia” los incautos filipinos, que es la generalidad, terminan siendo víctimas del engaño que perpetran “esa turba de indignos filipinos” que como canes, con la rabia en los fauces, farfullAn en inglés sus aullidos contra la luna.

6. CARTA ABIERTA A DON QUIJOTE
    Mas, poco tiempo después de haber escrito la arriba reproducida poesía, el insigne poeta filipino en Francisco Zaragoza, escribe otra Carta Abierta. Y esta vez nos la dirige al mismo Don Miguel Cervantes Saavedra, Nuestro Padre y Señor Don Quijote de la Mancha.
    Como la primera, esta otra “Carta Abierta” también viene en magníficos versos. Es otra poesía donde el rencor se viste con un lenguaje olímpico y elegante digno del estro de Don Francisco Zaragoza y Carrillo. Tan solamente un poeta de su tremendo calibre es capaz de revistir todo lo que es indignación ante un verdadero crimen de lesa cultura filipina con un lenguaje que se enjoya de diamantes afiladamente prismatizados.
    Nos dice Don Francisco Zaragoza, actual honra y prez de las letras filipinas:

CARTA ABIERTA A DON QUIJOTE DE LA MANCHA
Escuálido manchego de insólitas proezas,
Desfacedor de agravios y orGullo de la raza,
Que realizaste todas las épicas empresas
Con solo tu bravura ¡que es más que tu coraza!

Pues eres la defensa del débil y el caido
Y siempre fue tu lanza terror de malandrines:
Porque amparo seguro de la mujer has sido
Y pena inexorable de inicuos y Caines

Y porque fuiste el digno Caballero Andante
De la Honra y la Justicia que, en divinas locuras,
Custodió los senderos sobre su Rocinante
Para vengar afrentas y plasmar aventuras.

Príncipe de la Triste Figura descarnada
Que ostentas el conjuro del Yelmo de Mambrino
Y quieres con tu escudo, como expresión sagrada,
Orlar de paradojas el árido camino.

Y porque tu alma se unge de estímulos constantes
Y eres el claro espejo de Ilusos en la tierra
Pues sabes convertir las aspas en gigantes
Y los mansos corderos, en falanges de guerra.

Y porque con aliento de leones te han nutrido
Y de tu vida has hecho la ciencia del Ensueño
Y, siempre vencedor, ninguna vez vencido,
Tuviste por emblema tu frágil Clavileño.

Y, pues que en ti se funden, a legendaria usanza,
Con el heróico esfuerzo la bélica bravura
¡enristra con denuedo la furia de tu lanza
contra los que maquinan talar nuestra cultura!

Esos son los malsines que tu, con irritada
Fuerza, perseguías en sus madrigueras
Con ímpetu tenaz, pero con alma honrada,
Como si el exterminio de la maldad tu fueras.

Esos son los bastardos, de avilantez sangrienta,
Que, con piel de patriotas, mutilan nuestra Historia.
¡Desata en sus conciencias tus iras de tormenta!
¡Que se hundan en su propia vilipendiada escoria!

¡Que arrastren en la ergástula cadenas de serpientes,
grilletes, encendidos en llasmas de averno!
¡Que se hundan en Estigias de ciénagas hirvientes
y que caiga sobre ellos el cataclismo eterno!

¡Padre Nuestro y Señor Hidalgo Don Quijote!
¡haz que estalle en centellas pontiagudas tu acero
y azufre y fuego lance, cual flamígero azote
contra ese malhadado tumulto traicionero!

Si tu nos socorres, la lengua que nos diste
Y que Rizal; amó más que a su propia vida,
Ante el constante asedio del mal, ¡ya no resiste!
¡Sin aliento caerá tronchada y dolorida!

Mabini, Plaridel, Burgos, Calderón, Recto
Y una legión del nacional estrado
Honraron esta lengua con singular afecto
Como lo sabe honrar el que es también honrado.

Mas, ¿qué honor puede dar el que sin honra vive,
Mercader de su propia descoyuntada crisma?
No se encuentra improperio que mejor lo adjetive
Que el nombre de ¡TRAIDOR! de su cultura misma.

¡Traidor! el que repudia la inestimable herencia,
El que quiere olvidar la merced recibida
Y que, por egoismo, retuerce su cnciencia
De todas las ruindades enferma y corrompida.

¡Traidor! El descastado que jamás agradece
el bien que se le otorga, y muerde hasta la mano
de aquel que lo alimenta, lo instruye y lo engrandece
y, en medio de la noche, lo arranca del pantano.

¡Traidor! El que en si alienta la fratricida envidia
y encharca el fundamento que le nutrió de ciencia.
El que en su pecho enrosca la cínica perfidia
Y elige la tiniebla sobre la transparencia.

¡Oh! Padre y Señor nuestro, glorioso Don Quijote,
el del férreo coraje y sólida coraza;
haz que en la madriguera de estos malsines brote
un átomo siquiera de respeto a la raza!

Tu lanza justiciera de insigne caballero
Vindicará, sin duda, el ultraje inferido.
Tu siempre has castigado lo que es un desafuero
Y, a toda apelación, tu siempre has respondido

Si flaco de entidad, macizo en la defensa.
Más que sangre, en tus venas corre un efluvio ardiente,
Ardiente vengar nacido cualquiera inicua ofensa
Con el violento impulso de tu vigor potente.

Que eres de aquella estirpe de hidalgos esforzados
Una mitad apóstol y, otra mitad, guerrero
Que la vida ponían al azar de los dados
Y todo lo fiaban al temple del acero.

¡Y te llamaste el Cid! Terror del agareno,
relámpago terrífico de hispánicas jornadas
que el valor de la raza concentras en tu seno
y eres el firme yunque de bélicas Iliadas!
¡Y fuiste Don Pelayo! ¡Libertador estóico
que, bajo el rudo lema del luchador pujante,
grabó en la historia a golpes de su cincel heróico
el imperial prestigio de su alma de gigante!

¡Y fuiste el de Javier! Que, bajo ignotos cielos.
Se fatigó de tanto administrar bautismos.
¡El incansable apóstol de célicos anhelos
que irradió en los herejes la luz del Cristianismo!

¡Y tú fuiste Colón! Tus altos avatares
te dieron un destino de nauta y misionero.
Y en busca de otros mundos, atravesaste mares
Para implantar la insignia del Inmortal Madero,

Porque tu eres la esencia, vibrante y encendida,
De la española estirpe, de excelsa ejecutoria:
Para las causas nobles, resuelto a dar la vida
Y pronto el pie seguro ¡para escalar la gloria!

Francisco Zaragoza, Manila 1985

7. VULGAR PERSECUCIÓN DEL IDIOMA ESPAÑOL
    El intento de eliminar la enseñanza y el uso del idioma español se ha repetido tantas veces, como razón de una vez al año, durante estos útimos 35 años. Ese “movimiento”, para justificarse hacia su nefasta dirección no se gana para sí nada más que el mote de “ una vulgar persecución del idioma español” en Filipinas. Y si el apasionamiento tras esa persecución hispanófoba se atreve a decir que es “un movimiento nacionalista”, bien seguros estamos, los que tenemos la verdadera historia filipina en la mano, que ese mismo apasionamiento es de bases falsas por inventadas a raiz de una servidumbre colonial en inglés a un moderno colonialismo destructor.
    El resultado de esa persecución, que quiere revestirse de “movimiento nacionalista” en contra del idioma de José Rizal, es la vergonzante esclavitud económica y moral de los filipinos del futuro que han de confundirse entre el que dice “Pilipinas”, “Pinoy” o “Philippines”.
    Tan hipócrita y tan ignorante es ese movimiento “nacionalista” en contra del idioma de José Rizal que se reviste hasta de discrimen “de raza, y de religión, en contra de los originarios filipinos que hablan y cultivan este idioma en Filipinas.
    Ante ese cuadro que nos producen “esa turba de indignos filipinos” se espera que después del Primer Congreso Asiático de Hispanistas, celebrado en 1996 en Seúl, Corea, el apartheid oficial en contra del idioma español bajo el gobierno en Filipinas no solamente se ponga de lado sino que antes se obedezcan las leyes particulares, se obedezca la voluntad de nuestros prohombres que fundaron las bases estatales de Filipinas, que, de por sí, reclaman su enseñanaza regular en la Secundaria y en la Terciaria (el colegiado universitario) y que su misma enseñanza también se reestablezca, junto con los idiomas nativos particulares, en la Primaria.

8. HISPANOS E HISPANISTAS ASIÁTICOS.
    Todos los que somos hispanistas en el mundo, particularmente los asistentes al Primer Congreso de Hispanistas Asiáticos, debemos tomar los debidos pasos, las debidas medidas, para que el idioma español no se pierda en Filipinas porque como asiáticos que somos, Filipinas, mi país, no es solamente la avanzada del Hispanismo aquí en Asia sino una avanzada del Asia dentro de la Hispanidad.
    Que sea deber nuestro colaborar con los hispanistas filipinos para la ilustración y educación de los “pilipinos”, o “pinoy”, que, por un complejo tien trasnochado y ridiculo en esta edad de acercamientos internacionales que vivimos y vemos, han sufrido la mayor desgracia de este siglo: la des-educación (mis-education en inglés), el retroceso y la reversión hacia el oscurantismo por descuido de sus caudillos actuales que, por la falsa historia filipina en que se des-educan, carecen de valores positivos y de una visión práctica.
    Como filipino que desea el bien de su Patria, pido la solidaridad de miss hermanos asiáticos en la hispanidad frente al crimen de lesa patria y cultura filipinas.
    Asia se va acercando a Latino-América cada dia que pasa. Y este Congreso Asiático de Hispanista es el primer mojón, es la primera piedra, de este puente de intercambio y unidad que se irá construyendo sobre la inmensidad del Oceáno Pacífico para mejor entendimiento de todos los países que se bañan de las aguas de este mencionado Oceáno, un tiempo denominado “el lago español”.
    Que así lo sea por nuestra común adhesión a ese idioma que ya no es sólo de España, ni de Latino-América, sino que también será otro idioma de todos los asianos progresistas como desde hoy intentamos serlo.
    Muchas Gracias. He dicho.


Collaborations/Colaboraciones by/de D. Guillermo Gómez Rivera:
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Ang identidad ng filipino... (tagalog) & Ang karahasan sa historia ng Filipinas (1) (2) (3) (4) (tagalog) &
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