Anexo 4

El lado oscuro del mundo Otaku.

Por: Diony Alvarado

Este "mundillo" del aficionado al anime y manga japonés es muy heterogéneo y variopinto. En él se pueden encontrar una infinidad de individuos que tiene diferentes formas de pensar y de actuar, pero existe un gran sector de esta comunidad que desgraciadamente compagina de manera perfecta con el significado etimológico de Otaku (Fanático).

El Otaku Fanático (por decirlo de alguna manera), a diferencia de lo que muchas personas creen, no es llevado a esta situación por el fenómeno Anime o Manga, ya que estos de por sí ya tenían cierta predisposición a la obsesión monotemática. Se puede detectar que los Otakus Fanáticos, generalmente, antes de entrar a la "Relativamente moderna sociedad Otaku Occidental", poseían otra inclinación ejecentrista hacia alguna otra tendencia del entretenimiento moderno (llámese Cine, Videojuegos, Cómic Occidental, etc.).

¿Pero por qué este auge del Fanático Otaku en nuestra Sociedad? La respuesta a esta interrogante la tenemos en el individuo como ser social (sin importar si es japonés, europeo o americano), y es que siempre han existido individuos con la misma características obsesivas en todas las Sociedades. El mundillo Otaku simplemente aglutinó a esa enorme masa de seres retraídos socialmente en una comunidad donde se podían sentir parte de un todo, y no acomplejarse con la idea de que son seres autoexcluidos de la vida social ortodoxa, a la cual temen y odian, y por eso escapan a su "Autista recreación del Universo", para olvidarse de ella.

El fanático por lo general es xenófobo con todo lo que no tenga que ver con el Manga o el Anime. En esos casos vemos a individuos que prefieren ver por millonésima vez una película Anime repetida, en vez de ver la película ganadora del Óscar, o desearle la muerte al Presidente de la República por interrumpir la transmisión regular de alguna serie japonesa con mensajes de sumo interés para los ciudadanos (lo que sucede es que ellos son ciudadanos de Otakulandia, por eso no es de su incumbencia).

Esto puede sonar algo "crudo y feo", pero es una parte Oscura del "Mundillo" que no podemos negar, ya que negarlo sería tapar al Sol con un dedo.

Ahora bien, es justo reconocer que existen una gran cantidad de personas que, a pesar de estar inmersos de una manera sustancial en el mundo del Manga y el Anime, saben equilibrar sus vidas para que esa delgada línea que diferencia al Aficionado del Fanático no se rompa. En esos casos tenemos aquellos que compaginan sus estudios y profesiones con su afición: Ej. Los Dibujantes o Diseñadores Gráficos que intentan crear e innovar con su trabajo en el desarrollo de mangas propios. Los Periodistas que crean publicaciones acerca del mundillo. Los Sociólogos, Filósofos, Abogados, Médicos, Ingenieros, Biólogos y pare usted de contar, que ven no sólo al anime y al Manga como un simple modo de distracción, sino que también como un mecanismo de expresión ideal como medio de comunicación. En fin, todo aquel que no vive única y exclusivamente para el Manga y el Anime, que lo sabe compaginar con su vida social y profesional.

La película del Gainax: Otaku no Video puede tener varias interpretaciones. Para mi modo de verla, esa película es muy mal interpretada, por esta razón envía en un mensaje negativo que afianza a los que piensan que "o se es totalmente Otaku, o no se es nada". Pero piensen, ¿cuándo fue el protagonista verdaderamente un Otaku Fanático? ¿Cuándo esta perdiendo todo en su vida por su obsesión improductiva al mundo Otaku? O... ¿Cuándo supo desarrollarse una vida de comerciante y empresario compaginando el mundo "real" de la industria y el comercio y el "mundillo Otaku"? Entonces... ¿Era más un empresario que Otaku? ¿O era más un Otaku que un Empresario? ¿Creen verdaderamente que alguien pueda levantar una empresa, si lo único que le interesa en la vida es saber cuántos capítulos tiene la serie completa de Dragon Ball?

Como dijo George Lucas a los fanáticos religiosos de la saga Star War que lo criticaron por su película The Phantom Menace: "A ver si aprenden a ser los protagonistas de sus propias vidas y no a vivir a través de una película".