Palacio de Salinas


  

 

        

Nosotros Acudimos al Palacio de las Salinas atraídos por la magnifica estampa del edificio y por el atractivo entorno natural donde esta situado. También fuimos un poco reticentes debido a algunas opiniones muy adversas que pudimos ver en Internet. Es evidente que cada uno ve la fiesta según le va en ella. Por lo que a nosotros respecta, solo podemos decir que la experiencia fue excelente en todos sus aspectos.

La llegada no puede ser más impresionante: cruzas la cancela de la valla y te das de bruces con el impresionante edificio del balneario. El jardín es inmenso, pero el edifico parece llenarlo todo. Te sientes transportado a otro siglo y no puedes evitar la pequeña vanidad de aparcar el coche en la misma puerta de entrada y esperar a ver si aparece un mayordomo con librea. Como no aparece nadie, bajamos las maletas, pedidos nuestra habitación y nada mas llegar tuvimos nuestra primera y única experiencia desagradable. Después de llenar nuestros ojos con la vista del jardín y las fuentes, nos han asignado una habitación pequeña, en un lateral del edificio y con vistas al aparcamiento y a una zona de obras. Con la mosca detrás de la oreja bajamos a recepción y solicitamos que nos cambien de habitación. Ningún problema. Y ahora si que merece la pena. Tenemos unas vistas magnificas de la piscina y el bosque de pinos situado detrás del balneario. De todas maneras, las mejores habitaciones son las de la primera planta que dan a la fachada principal. Y en particular hay un par de habitaciones con una gigantesca terraza particular. No se a quien habrá que sobornar para conseguirlas.

El balneario no es muy grande. Tan solo tiene unas pocas habitaciones. Como es habitual esta dividido en dos partes: el hotel propiamente dicho y la zona de aguas. El edificio del hotel, como he comentado, es impresionante en todos sus aspectos y ha sido restaurado recientemente. Está distribuido en torno a un pasillo que recorre toda la longitud del edificio, con la recepción en su parte central. Dispone de un salón comedor, una sala de juegos, una sala de lectura y una gran cafetería. El ambiente de la cafetería es muy acogedor, con grandes butacones de mimbre, pero el mobiliario de la sala de juegos y del comedor no esta a la altura. En la sala de lectura se pueden encontrar los periódicos del día, pero ni un solo libro. La recepción es también bastante fotogénica. Hay pequeñas exposiciones de objetos antiguos y una maqueta del edificio en las zonas comunes. Lo mas interesante del edifico son los artesonados de los techos, los suelos con las típicas baldosas blancas y negras, y las arañas de cristal. Las habitaciones no destacan. Nuestra habitación era espaciosa, limpia y confortable. Tenia todo lo necesario: televisión, secador de pelo (no hay mini-bar, ni falta que hace), pero ni el mobiliario, ni la decoración eran destacables. Eso sí, las paredes parecen papel de fumar; se oye todo. El cuarto de baño era correcto, pero pedía a gritos una renovación. Lo dicho, lo mejor las vistas.

La zona de baños es bastante pequeña, necesita una renovación profunda y aunque todo esta muy limpio, desmerece el valor artístico del resto del complejo. De hecho las obras de la ampliación se encuentran muy avanzadas y se prevé  que pueda inaugurase una nueva zona de baños este mismo año. Actualmente dispone de una piscina termal, no muy grande, una bañera tipo jacuzzi y varias habitaciones para los tratamientos. Nosotros, además de la piscina probamos el jacuzzi, el baño turco, el masaje manual y los chorros. En total no más de dos horas.

El jardín como he dicho es enorme. Se compone de una gran pradera de hierba, unos cuantos pinos, un par de fuentes de pedestal y una larga fuente con chorros. También hay una gran piscina circular de verano en la parte de atrás. Todo ello parece estar diseñado para que se vea el edificio principal desde cualquier ángulo y poder obtener la mejor fotografía. Sin embargo como jardín resulta un poco monótono.

El precio de la noche de hotel suele incluir la pensión completa. La comida no es muy destacable, aunque tampoco es peor que en otros establecimientos similares. El desayuno, sin embargo es excelente.

Por ultimo es necesario destacar una de las grandes ventajas del establecimiento: la amabilidad de su personal. Tanto en la zona de baños, como en la recepción o el comedor el trato siempre fue muy atento y afectuoso.

 


Last Updated 13/03/2007