LOS "TRES NIVELES" DEL MUNDO DE LA VIDA,

DE JÜRGEN HABERMAS (1)

Tomás Austin Millán

Sociólogo, Antropólogo Social

 

Para INTERNET: Diciembre del 2000

REvisado 10.1.2007


Este trabajo es continuación de uno anterior titulado DOS MOMENTOS EN LA TEORÍA DE JUNGER HABERMAS; su objetivo principal consiste en desarrollar el concepto de "Mundo de la Vida " según la teoría habermasiana y su relación con el concepto de "sistema", en el marco de la Teoría de la Acción Comunicativa.


          Habermas cree que la racionalización del mundo de la vida implica la diferenciación progresiva de sus diversos elementos. El mundo de la vida se compone de la cultura, la sociedad y la personalidad (apréciese la influencia de Parson y sus sistemas de acción). Cada uno de estos elementos hace referencia a pautas interpretativas o suposiciones básicas sobre la cultura y su influencia sobre la acción, a pautas apropiadas de relaciones sociales (la sociedad) y al modo de ser de las personas (la personalidad) y de comportarse. Comprometerse en la acción comunicativa y lograr la comprensión en cada uno de estos elementos conduce a la reproducción del mundo de la vida mediante el refuerzo de la cultura, la integración de la sociedad y la formación de la personalidad. Si bien estos componentes están inextricablemente ligados en las sociedades arcaicas, la racionalización del mundo de la vida implica la "creciente diferenciación entre la cultura, la sociedad y la personalidad".

          Un aspecto interesante en el análisis de Habermas es la cuestión sobre la reproducción de las estructuras simbólicas del mundo de la vida(2). Para Habermas, estas estructuras se reproducen por tres vías fundamentales: el aspecto funcional del entendimiento, esto es, la continuación del saber válido, la tradición y la renovación del saber cultural; el aspecto de coordinación de la acción, o la estabilización de la solidaridad de los grupos, y el aspecto de socialización, o la formación de actores capaces de responder de sus acciones. A cada uno de estos tres aspectos o procesos de reproducción simbólica le corresponde un componente estructural del mundo de la vida; a saber: la cultura, la sociedad, y la personalidad.

Reproducción de las estructuras simbólicas del mundo de la vida

Aspecto funcional del entendimiento

Aspecto de coordinación de la acción,

Aspecto de socialización

Continuación del saber válido, la tradición y la renovación del saber cultural

Estabilización de la solidaridad de los grupos

Formación de actores capaces de responder de sus acciones

Cultura

Sociedad

Personalidad

          Al unir estos tres conceptos con el cuadro desarrollado anteriormente, queda como sigue:

MUNDO DE LA VIDA

mundo objetivo

mundo social

mundo subjetivo

Como totalidad de las entidades sobre las que son posibles enunciados verdaderos

Como totalidad de las relaciones interpersonales legítimamente reguladas

Como totalidad de las propias vivencias a las que cada cual tiene un acceso privilegiado y que el hablante puede manifestar verazmente ante un público

criterios de verdad

verdad

rectitud

veracidad

Reproducción de las estructuras simbólicas del mundo de la vida

Aspecto funcional del entendimiento

Aspecto de coordinación de la acción,

Aspecto de socialización

Continuación del saber válido, la tradición y la renovación del saber cultural

Estabilización de la solidaridad de los grupos

Formación de actores capaces de

responder de sus acciones

Cultura

Sociedad

Personalidad

El "Sistema".

Mientras el mundo de la vida representa el punto de vista de los sujetos que actúan sobre la sociedad, el sistema implica una perspectiva externa que contempla la sociedad "desde la perspectiva del observador, de alguien no implicado"(5) En el análisis de los sistemas es preciso toma en cuenta la interconexión de las acciones, así como su significado funcional y su contribución al mantenimiento del sistema. Cada uno de los principales componentes del mundo de la vida (la cultura, la sociedad y la personalidad) tienen sus elementos correspondientes en el sistema. La producción cultural, la integración social y la formación de la personalidad tiene lugar en el nivel del sistema

El sistema tiene sus raíces en el mundo de la vida, pero en última instancia, desarrolla sus propias características estructurales. Entre estas estructuras figuran la familia, la judicatura, el estado y la economía. A medida que estas estructuras evolucionan se distancian cada vez más del mundo de la vida. Al igual que ocurre en el mundo de la vida, la racionalización en el nivel del sistema implica una diferenciación progresiva y una mayor complejidad. Aumenta también la autosuficiencia de estas estructuras. Cuanto más poder tienen, más y más capacidad de gobierno ejercen sobre el mundo de la vida. En otras palabras, estas estructuras racionales, en lugar de aumentar la capacidad de comunicación y lograr la comprensión, amenazan esos procesos al ejercer control externo sobre ellos .

Integración social (mundos de la vida) e integración del "sistema".

Tras analizar el mundo de la vida y el sistema, Habermas concluye: "El problema fundamental de la Teoría social es el modo de conectar satisfactoriamente las dos estrategias conceptuales que entrañan las ideas de "sistema" y "Mundo de la vida" . Habermas denomina esas dos estrategias conceptuales: "la perspectiva de la integración social" y la "perspectiva de la integración del sistema".

La perspectiva de la integración social se centra en el mundo de la vida y los modos en los que el sistema de la acción se integra por medio de un consenso garantizado normativamente o alcanzado mediante la comunicación. Los teóricos convencidos de que la sociedad se integra mediante la integración social parten de la acción comunicativa y consideran la sociedad como el mundo de la vida. Adoptan la perspectiva interna de los miembros del grupo y emplean un enfoque hermenéutico para poder relacionar su comprensión con la de los miembros del mundo de la vida. La reproducción constante de la sociedad se considera, pues, como un resultado de las acciones realizadas por los miembros del mundo de la vida para mantener sus estructuras simbólicas. Se contempla esta reproducción únicamente desde su perspectiva. Por tanto, lo que se ignora en este enfoque hermenéutico es el punto de vista del que está fuera, así como una percepción de los procesos reproductores que tienen lugar en el nivel del sistema.

La perspectiva de la integración del sistema hace referencia al sistema y al mundo en que se integra mediante el ejercicio de control externo sobre las decisiones individuales no coordinadas subjetivamente. Los que adoptan esta perspectiva contemplan la sociedad como un sistema autorregulador. Adoptan esta perspectiva externa del observador , (lo que incluye las metodologías cuantitativas de investigación) y esto les impide captar las pautas estructurales que sólo pueden comprenderse hermenéuticamente desde la perspectiva interna de los miembros del mundo de la vida.(6)

De este modo, Habermas concluye que aunque ambas perspectivas tienen algo que ofrecer, ambas tienen serias limitaciones. Sobre la base de su crítica a la integración social y sistémica, Habermas ofrece su alternativa, cuyo objetivo es integrar estas dos orientaciones teóricas y que considera:

La sociedad como un sistema que tiene que cumplir condiciones par el mantenimiento de los mundos de la vida socioculturales. Las sociedades-fórmula son complejos sistemáticamente estabilizados de acción de grupos socialmente integrados... Defiendo la propuesta heurística de que consideremos la sociedad como una entidad que, en el transcurso de la evolución social, se va diferenciando como sistema y como mundo de la vida. (151-152)

Tras su declaración de interés tanto por el sistema como por el mundo de la vida, Habermas aclara que también preocupa la evolución de ambos. Mientras ambos evolucionan hacia una mayor racionalización, esta racionalización adopta diferentes formas en el mundo de la vida y en el sistema, y tal diferencia constituye el fundamento de la colonización del mundo de la vida.

La colonización del mundo de la vida.

         Para comprender la idea de colonización es crucial tener en cuenta el hecho de que Habermas considera la sociedad como una entidad compuesta de ambos elementos: el mundo de la vida y el sistema. Si bien en la sociedades arcaicas ambos estaban estrechamente entretejidos, en la actualidad se aprecia una divergencia cada vez mayor entre ellos; se ha "desacoplado". aunque ambos han emprendido un proceso de racionalización, ese proceso ha adoptado diferentes formas en los dos reinos. Habermas aprecia una relación dialéctica entre el sistema y el mundo de la vida (ambos se limitan y se abren nuevas posibilidades nuevamente), por su preocupación central es el modo en que en el mundo moderno el sistema controla el mundo de la vida. En otras palabras, su interés central es la ruptura de la dialéctica entre el sistema y el mundo de la vida y el creciente poder del primero sobre el segundo.

Habermas compara la racionalización creciente del sistema y del mundo de la vida. La racionalización del mundo de la vida implica un aumento de la racionalidad de la acción comunicativa. Además, la acción orientada hacia la comprensión mutua se libera cada vez más de la constricción normativa y se basa cada vez más en el lenguaje cotidiano. En otras palabras, la integración social se hace cada vez más posible mediante los proceso de la formación del consenso en el lenguaje.

Pero el resultado de este es el hecho de que las demandas en el lenguaje crecen y llegan a agotar su capacidad. Los medios no lingüísticos (especialmente el dinero y el poder) --que emanan del sistema y se diferencia en él --llenan el vacío y reemplazan, al menos en cierta medida, el lenguaje cotidiano. En lugar de ser el lenguaje el que coordina la acción, el sistema, cada más complejo, "libera imperativos sistémicos que agotan la capacidad del mundo de la vida que instrumentalizan"   Así, Habermas escribe sobre la "violencia" que ejerce el sistema sobre el mundo de la vida mediante los modos en los que restringe la comunicación. Esta violencia, a su vez, produce "patologías" en el mundo de la vida.

Perturbaciones o crisis del proceso de reproducción.

        En el análisis de Habermas, es interesante el estudio de las perturbaciones de los distintos componentes estructurales; perturbaciones o crisis del mundo de la vida en sus tres dimensiones: cultura, sociedad y personalidad. La crisis de la cultura es la "perdida de sentido", la de la sociedad la "carencia de normas" (anomia), y la de la personalidad las "psicopatologías". Todas ellas tienen en común una racionalización, una colonización sistémica del mundo de la vida.

Habermas enmarca este desarrollo dentro de su visión de la historia del mundo:

El enorme desacoplamiento del sistema del mundo de la vida constituía una condición necesaria para la transición de las sociedades estratificadas en clases del feudalismo europeo a la sociedades de clases económicas de los inicios del periodo moderno; pero la pauta capitalista de la modernización está marcada por una deformación, una reificación de las estructuras simbólicas del mundo de la vida bajo los imperativos de los subsistemas que se diferencian a partir del dinero y el poder y que se convierten en autosuficientes. (1987:283)

Crítica de Ritzer.

A lo anterior Ritzer agrega que, "merece la pena señalar que al vincular la deformación al capitalismo Habermas opera todavía, al menos en este sentido, dentro de una orientación neomarxista". Sin embargo, cuando analiza el mundo moderno, Habermas se ve en la obligación de abandonar el enfoque marxista, ya que concluye que la deformación del mundo de la vida "ya no puede identificarse en términos específicos de clase"(333) Debido a esta limitación, y en consonancia con sus raíces en la teoría crítica, Habermas demuestra la profunda influencia de la teoría de Weber en su teoría. De hecho, señala que la distinción entre el mundo de la vida y el sistema, y la colonización última del mundo de la vida, nos permite enfocar con una luz distinta la tesis weberiana "de una modernidad en desacuerdo con ella misma"(299) En la teoría de Weber esta idea reside en el conflicto entre la racionalidad formal y la sustantiva y en el triunfo de la primera sobre la segunda en el mundo occidental. Para Habermas, la racionalización del sistema se impone sobre la racionalización del mundo de la vida por parte del sistema."(7)

Habermas concreta sus reflexiones sobre la colonización cuando señala que las principales fuerzas en el proceso son "dominios formalmente organizados de acción" en el nivel del sistema, tales como la economía y el estado. En términos marxistas tradicionales, Habermas cree que la sociedad esta sujeta a crisis sistémicas recurrentes. En su análisis de estas crisis, instituciones como el estado y la economía emprenden acciones contra el mundo de la vida y producen en él patologías y crisis. En lo fundamental, estos sistemas despojan al mundo de la vida y la acción comunicativa se orienta cada vez menos hacia el logro del consenso. La comunicación se hace menos flexible, se empobrece y se fragmenta cada vez más y el mundo de la vida aparece como un mundo envenenado al borde de la disolución. Este ataque contra el mundo de la vida inquieta enormemente a Habermas debido a su preocupación central por la acción comunicativa que tiene lugar en él. No obstante, por mucho que aumente la colonización del mundo de la vida por parte del sistema, el mundo de la vida nunca será totalmente despojado"(311)

Si el problema fundamental del mundo moderno es el desacoplamiento del sistema y el mundo de la vida y la dominación del sistema sobre el mundo de la vida, las soluciones son evidentes. Por un lado, el mundo de la vida y el sistema requieren un restablecimiento de manera que en lugar de tener un mundo de la vida deformado por el sistema, se conviertan ambos en mutuamente enriquecedores. aunque ambos estuvieron ligados en la sociedad primitiva, el proceso de racionalización que se ha producido en los dos hace posible que el futuro reacoplamiento de lugar a un tipo de sistema, de mundo de la vida y de su interrelación sin precedentes en la historia humana.

Así, de nuevo, Habermas retorna a sus raíces marxistas. Sin lugar a dudas, Marx no volvió la vista atrás en la historia para buscar el estado ideal, pero sí miraba hacia el futuro y lo vislumbraba bajo la forma de comunismo y de florecimiento pleno del ser genérico. En su búsqueda del estado ideal Habermas tampoco se remontó a las sociedades arcaicas, donde el sistema y el mundo de la vida racionalizados se encontraban más unidos, sino que entrevé un estado futuro que implique una unificación mucho más satisfactoria de un sistema y un mundo de la vida.

Habermas también reinterpreta la teoría marxista de las luchas básicas en el seno de la sociedad. Por supuesto, Marx acentuó el conflicto entre el proletariado y los capitalistas, así como la naturaleza explotadora del sistema capitalista. Habermas se centra no sólo en la explotación sino también en la colonización, y arroja una nueva luz sobre las luchas que se han venido produciendo durante las últimas décadas. Es decir, considera los movimientos sociales orientados, por ejemplo, en pro de una mayor igualdad, una mayor autorrealización, de la preservación del medio ambiente y la paz como "reacciones a los ataques del sistema contra el mundo de la vida. A pesar de la diversidad de intereses y de proyectos políticos de estos grupos heterogéneos, se han opuesto a la colonización del mundo de la vida" (Seideman, 1989:25). el futuro se encuentra en la oposición a la invasión del mundo de la vida y en la creación de un mundo en el que el sistema y el mundo de la vida estén en armonía y se enriquecían mutuamente en un grado histórico sin precedentes.

Recapitulando, podemos decir, que:

  1. Habermas ve a la sociedad humana constituyéndose a partir de unidades mínimas de acción, como Mead y Parson, pero esta acción no es la del individuo aislado, sino la de individuos en comunicación, los que definen acciones mínimas y significativas, simbólicamente estructuradas.

  2. La acción comunicativa existe porque se da un consenso no consciente en el significado de lo hablado(8), de allí que se diga que es problemático.

  3. Este consenso problemático, no consciente, a su vez, es posible porque se comparte criterios de verdad; convirtiendo a la temática de la verdad en la acción comunicativa, en un importante tema de discusión para diversos autores, porque proporciona los conceptos necesarios para enfrentar el problema de la falsa conciencia (Marx) y la reificación (Lukács).

  4. Cuando la comunicación se problematiza, es decir, no hay consenso, surge la importancia del tema del argumento en la comunicación, que Habermas toca en el comienzo de su trabajo.

NOTAS

  1. Ud. descubre los potenciales socioculturales de la moderna evolución cultural y social en el proceso de racionalización comunicativa del mundo de la vida. Y ese proceso lo ve usted articulado en tres nivelas, de modo correspondiente al concepto, básico para usted, de acción comunicativa. Jünger Habermas, LA NECESIDAD DE REVISIÓN DE LA IZQUIERDA, Tecnos, 1991, Pág. 125

  2. "La acción educativa desempeña aquí un papel básico", agrega Joan-Carles Mêlich, citado, Pág. 49. J. Habermas II, Pág. 200.
  3. Joan-Carles Mêlich ,citado, Pág. 50, destaca en este punto "...cómo los tres procesos de reproducción simbólica del mundo de la vida están íntimamente relacionados con la educación, aunque Habermas no lo explicite. ... los tres proceso son educativos. La educación es, desde esta perspectiva, el conjunto de procesos de reproducción simbólica en sus tres momentos: cultura, sociedad y personalidad"

  4. Habermas, 1987, Pág. 117, citado por Ritzer, citado, Pág. 508. Encuentro interesante la forma en que Habermas va combinando dialécticamente las tradiciones de las ciencias sociales y sus características; en este caso, se ha dicho repetidamente que Marx y Weber teorizaron desde el punto de vista del actor que viven en la sociedad, desde dentro de la sociedad; mientras que Durkheim los hizo desde la perspectiva del observador externo a la sociedad estudiada.

  5. Encuentro que estos dos puntos de vista sobre la integración de la sociedad e integración del sistema, así presentados, son una perfecta justificación para una epistemología que justifica una metodología mixta (o de triangulación, como se la llama), tanto objetivista cuantitativa como hermenéutica cualitativa.
  6. George Ritzer, CITADO, 1994:511.
  7. Aquí esta el tema de la comunicación intersubjetiva de los fenomenólogos de la sociología.

 

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