LUCHAR, HUIR O SOBREVIVIR

 

              Según el Dr. José Luis Godoy, en su libro “Kinesiología: tu cuerpo responde”, el hipotálamo, un órgano de nuestro sistema nervioso, conserva tres sentimientos profundos que hemos heredado de nuestros ancestros de la época cavernaria: luchar, huir o sobrevivir. 
        Ahora, trasladado esto a nuestra realidad cotidiana, observo  que es cierto. Por ejemplo, estamos con una persona X, charlando sobre un tema determinado veces discutimos(luchamos), a veces simplemente nos da lo mismo o tratamos de evadir la conversación sobre ese tema(huimos) o bien estamos abiertos a la información que esa persona nos pueda aportar sobre el tema (sobrevivimos). 
        Si esto lo trasladamos al campo del Budô, a veces en un combate hay personas que solo piensan en luchar, otras que  huyen y otras que sobreviven ya sea por la victoria de ese combate o por la derrota del mismo. 
        Y esto es lo que yo planteo a mis estudiantes,cuando entrenan algunos solo desean luchar, usan el Bûdô como un arma para protegerse de sus malévolas intenciones. Otros usan el Bûdô para huir, si su profesión es música quieren seguir siendo en el dôjô músicos haciendo Bûdô, huyen de la responsabilidad de ser un budoka que también hace música. Sin embargo otros llevan a cabo la práctica en el dôjô, entrando por la puerta dispuestos a soportar el entrenamiento aunque desconozcan lo que les espera ese día, quizás un golpe en los genitales o una muñeca torcida, a pesar de todo ello el Bûdô los usa a ellos para manifestarse como algo que hará que sus vidas mejoren. Sencillamente se lleva a cabo la máxima del Bùdô, las artes marciales son para sobrevivir, vivir sobre, sobre las victorias o las derrotas del día a día. 
        Y mi pregunta es a cada  estudiante ¿A qué vienes al dôjô si no estas dispuesto a aprender, si solo quieres luchar para saciar tu ego o huir para eludir tu responsabilidad  con el entrenamiento?¿Es eso lo que de verdad deseas,ya que si es así es mejor que no vengas, apúntate a las carreras de caballos o a una academia de dibujo? 
        Debes venir al dôjô con una actitud de aprendizaje, con una mente dispuesta a sobrevivir, a aprender. Para mí sobrevivir no es solo recoger nueva información es un intercambio, significa que debes aportar a esa información que has recibido tu experiencia. De esa manera entrenar se convierte en un intercambio entre el maestro y el estudiante. 
         Por eso a aquellos que vienen al dôjô con deseos de luchar, yo levanto mi espada y les golpeo. 
A aquellos que vienen al dôjô con intención de huir, yo levanto mi espada y les golpeo, y aquellos que vienen al dôjô con deseos de sobrevivir (aprender), yo levanto mi espada y les golpeo. A todos los trato por igual, ya que son seres humanos con intenciones distintas, con corazones diferentes, quizás con la esperanza de que aquel que desea luchar  esquive el golpe y sobreviva, aquel  que desea huir afronte el golpe y sobreviva y aquel que desea sobrevivir (aprender) sienta en este golpe como se le puede ir la vida. 
        Decirle a un perro que no ladre es como correr detrás de lo aviones, hagamos del mundo un lugar mejor para vivir, sobreviviendo, aprendiendo cada día algo nuevo de lo viejo y cuando al finalizar el día, vayas a cerrar tus ojos para dormir pregúntate si realmente estas dando el cien por cien en todos lo que haces, si no es así, el fin del mundo empieza ahora, justo debajo de tu almohada ya que  aún estas a tiempo de aprender algo nuevo. 

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Copyright 2000/2001 de Carlos Morales Páez
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