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CGH y las clases Extramuros: La prueba contundente de la minoría en la huelga |
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Contribución por E. Vargas.
Hola compañeros:
Se termina un semestre más, y comienza otro nuevo. Continúan las titulaciones, muchos alumnos, paristas y no paristas, continúan tomando clases extramuros. Algunos compañeros opinan que las clases extramuros son inútiles; pero la mayoría de los universitarios opinamos que no es así. La gran importancia de las clases extramuros consiste en que se ha podido demostrar que la mayoría de los universitarios estamos contra el paro. Inclusive ha servido para demostrar la poca convicción de los paristas, al asistir muchos de ellos a clases extramuros. Varios paristas hipócritas, dicen que apoyan el paro en forma "pasiva" y otras excusas infantiles.
Los compañeros que mantienen secuestrada a la UNAM, desean que no se continúe con las clases extramuros, porque ésa es la prueba contundente de que la mayoría de los universitarios no estamos a favor del paro en la UNAM. Cuando menos en la capital, la gente ajena a la UNAM se ha dado cuenta de ésto. Si los paristas tuvieran razón, en sus marchas no habría tan poca gente; habría cientos de miles de gentes marchando con ellos, no como según cuentan sus cifras infladas: 70 u 80 mil gentes. En éste último aspecto, se comportan igual que los partidos políticos.
Como estudiantes, es mejor dedicarnos a lo nuestro: estudiar. Canalicemos una buena parte de nuestras energías para concentranos en nuestros estudios. No desperdiciemos esas energías en peleas inútiles como el paro en la UNAM. Aún no es el momento de que las cosas cambien de manera importante en la UNAM y en México. No hay gente preparada para dirigir dicho cambio.
Sólo hay oportunistas vende-patrias que aprovechan momentos políticos para manipular a la gente menos favorecida.
Es chistoso; pero en México hay una gran libertad. La gente con demasiada energía bélica, puede irse a Chiapas para "defender" los derechos de los indígenas. El Gobierno da permiso para que los mexicanos practiquen el arte de la guerra en su país. A la gente menos belicosa, se le da permiso de que haga grandes manifestaciones y, como en el caso de la UNAM, entorpecer las actividades de las organizaciones, para poder practicar sus inquietudes filosóficas y políticas. Que no se diga que no hay libertad en México.
Como se habrán dado cuenta, el CGH no tiene capacidad para organizar por sí mismo a la UNAM. Está obligado a negociar con las autoridades universitarias o a dejar en un paro indefinido a la UNAM. El CGH es el reflejo de muchos universitarios: saben organizarse para protestar o insultar; pero así como no saben organizarse para estudiar, tampoco saben organizarse para hacer una mejor universidad. Así como se lanzaron a estudiar una carrera sin tener una perspectiva aceptable, así se lanzaron al paro en la universidad.
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