Unión Liberal Popular
La Unión Liberal Popular, una descripción
La Unión Liberal Popular es un partido en formación que está comprometido con la democracia republicana, representativa, y descentralizada en el gobierno y en el partido; con la libertad política y económica; con la responsabilidad por el uso de la libertad; con la ética y con la búsqueda de candidatos idóneos y honestos dentro y fuera de él.
Se llama "Unión" porque aspiramos a articular grupos de personas al servicio a la comunidad en la que estamos. Es "Liberal" porque estamos comprometidos con la libertad en lo político y en lo económico. Y es "Popular" porque creemos que la libertad es beneficiosa para todos los miembros de la sociedad y que los debe beneficiar a todos ellos.
Liberalismo
Siendo, como somos, liberales, el partido que fundemos tendrá que ser liberal; sin hacer hincapié en la doctrina, que puede ser excluyente y no inclusiva cuando se lleva a extremos, respetamos la libertad del individuo porque sabemos que los seres humanos funcionamos mejor cuando se nos respeta nuestra humanidad.
Nuestro ejemplo es el liberalismo argentino que construyó el país, aquél que desde la gesta de la independencia hasta la generación del 80, modeló una nación. Sabemos que no fueron perfectos y por eso tenemos también la ambición (si no es excesiva) de corregir los errores que pudieron haber cometido.
Creemos que la libertad debe ejercerse con responsabilidad. Y que todos deben ser responsables por la manera en la que usaron su libertad; la gente, los trabajadores, los empresarios. Todos debemos rendir cuentas llegado el momento.
Nuestra Declaración de Principios sostiene los derechos individuales: a la vida, a la libertad, a la propiedad, a la búsquda de la felicidad. Se agregan además algunos principios básicos de un ejercicio republicano de la democracia, ya que ésta no garantiza por sí sola la libertad.
La idea central
"Representantes que nos representen" es la idea central de este partido que intenta surgir de abajo hacia arriba y que propicia la elección de los candidatos por circunscripciones para que respondan a un electorado concreto. Creemos que hay que vigilar que los electos cumplan las promesas hechas a su electorado, ya que son elegidos a causa de ellas. Y para eso hay que construir las circunscripciones y empezar a usarlas.
Para ejercer republicanamente la democracia queremos postular candidatos elegidos por la gente y no por cúpulas e instaurar una nueva forma de hacer política. Nuestro sistema de convenciones locales garantiza lo primero.
Lo segundo lo lograremos con la ayuda de un Código de Conducta Ciudadana y con algunas técnicas básicas que a nuestro entender mejoran la democracia. Eliminar la lista sábana para las elecciones de cuerpos colegiados.
Desmonopolizar la representación política, es decir, quitando a los partidos políticos el derecho exclusivo a presentar candidatos. Creemos que si alguien se siente lo suficientemente bueno como para postularse no se le debe quitar el derecho a ser elegido, ya decidirá la ciudadanía si lo apoya o no, si su propuesta es buena o no; no lo debe decidir de antemano una norma.
Profundizar la democracia a través de elecciones frecuentes y separadas para cada nivel que se elija (al fin y al cabo un ciudadano puede creer que para gobernador es mejor el candidato de un partido; pero para diputados el de otro); de realzar el papel del municipio en la toma de decisiones y en la ejecución de tareas; de hacer electivos todos los cargos que se puedan; etcétera.
Diferencias con otros partidos
La primera es que los dirigentes partidarios han renunciado a presentarse como candidatos (la disposición transitoria 5 de la Carta Orgánica dice que no podrán ser presentados por el partido en las tres elecciones siguientes al reconocimiento de su personería jurídico política).
También el partido renuncia al monopolio que hoy tienen los partidos políticos al proponer abolir esa norma.
La más importante de las difrencias con otros partidos es la de las circunscripciones que proponemos y utilizamos para elegir candidatos a desempeñarse en la función pública. Por ahora no hay otro que las tenga y cuando ello ocurra, será gloria del liberalismo argentino haberlas instaurado y utilizado por primera vez.
También hay otras diferencias: no creemos en líderes iluminados (inclusive a los liberales ya sabemos cómo nos fue las veces que se siguieron determinados líderes que eran los únicos que solucionarían las cosas. Es innecesario hablar del último ensayo, ¿Verdad?
No creemos que haya soluciones mágicas para mejorar la situación del país. Sabemos que eso pasa por el trabajo arduo, sostenido y constante. Sin desmayos y a favor del país.
El nuestro es un partido articulador de personas y grupos, no partido dictador de políticas mágicas que nos van a sacar de situaciones dfíciles.
En resumen
Vemos el partido como grupos de personas hombres y mujeres (retirados activos, jóvenes preocupados, empresarios inquietos, empleados que quieren superarse y que el país se supere, y un largo etcétera) con vocación organizativa, que ponen sus esfuerzos para tener un país mejor. Una organización que es más una ONG de servicio que un grupo ambicioso que sacrifica el interés general en pos de conseguir el propio. Al fin y al cabo los partidos son organizaciones no gubernamentales, ¿o no?
Ahora bien, ¿Qué se necesita para que un liberalismo democrático sea opción? Se necesita construirlo. Los argentinos ya demostramos que podemos hacer las cosas, el país que se construyó a fines del siglo XIX, los logros de los argentinos que hoy (lamentablemente) están en el exterior así lo indican. Ahora hay que demostrar que queremos hacerlo, eso es mucho más difícil. Construir esta opción es posible; pero hay que hacerlo.
Nuestra idea no es sumarnos a ningún plan de iluminados: tenemos en claro que somos algo distinto, por origen, por procedimientos y sobre todo, por finalidades. Nuestra idea al meternos a hacer esto no es gobernar una sociedad como creemos que hay que gobernarla, sino ayudar a crear las condiciones para que la sociedad se gobierne como debe.
Pedimos dirigentes idóneos; pero, ¿a quién? A los partidos que no los generaron en veinte años? ¿O peor, al estado? La actitud liberal es: "si lo quiero, me lo tengo que conseguir". Tenemos por lo tanto, entre todos, hacer un partido que sirva para seleccionar los buenos diregentes.
"Para eso están convocados a la primera gran convención que haremos, que será la Asamblea Fundacional de la Unión Liberal Popular"
Enrique Aramburu
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