ENTREVISTAS

Diario La Tercera 20/01/00

Ursula Achterberg
Los traumas de ser "la estrella de la teleserie"

Ursula Achterberg tenía 22 años y venía recién saliendo de la escuela de teatro cuando le tocó realizar el papel de "la jovencita protagonista de la telenovela", una experiencia llena de sin sabores donde siente que fue evaluada "por mi peso, por cómo te paras, cómo caminas... Y yo sólo estoy preparada para actuar".

Tuvo que ser "la jovencita perfecta y siempre flaca estrella de la teleserié y no le gustó"."Quedé loca!", bromea Ursula Achterberg, la actriz que protagonizó violaciones, quemaduras, venganzas y pasiones extremas en las imágenes más fuertes que ha mostrado una teleserie chilena, en Fuera de Control, donde debutó y como protagonista.

De un día para otro, la joven de 22 años tuvo que preocuparse de su peso, de caminar "como modelo", de estar siempre muy producida. "Lo que no me gustó fue el personaje de estrella de la teleserie, el personaje externo a la actuación", cuenta bajo el húmedo paisaje de las Palmas de Cocalán, un lugar entre cerros al interior de La Viña La Rosa, en la Sexta Región, donde Canal 13 graba Sabor a Ti, su próxima teleserie.

"Prefiero bajarle el perfil a esta cosa, porque somos seres humanos iguales a todos. En Fuera de Control me sentí muy subida de perfil y siento que la prensa y alguna gente me evaluó a mí como persona, no como personaje", cuenta. Ursula siente que fue "evaluada" por las razones equivocadas: "por tu peso, por cómo te paras, cómo caminas y yo sólo estoy preparada para actuar, porque eso es lo que me gusta y lo que hago. Pero me tocó cumplir funciones como la chica protagonista de la teleserie y yo no hice un curso de modelaje. Entonces, a lo mejor caminé mal, a lo mejor se me tensó un brazo y se me hizo complicado. Más encima que prefiero conservar mi vida, mi espacio, mis tiempos y todo".

Con una guitarra al hombro, rodeada de palmeras, parrones y uvas, la actriz trata de ser sincera. "Sería súper ingrata decir que protagonizar Fuera de Control, siendo una debutante, fue una mala experiencia. Porque sumas y restas y al final te quedas con lo bueno", dice. "Pero fue difícil. Porque es difícil que la gente separe a la persona del personaje y en muchas escenas me decía '‚yo a esta niñita jamás la pondría a hacer esto!' y no sé si eso era lo que el público esperaba recibir en una teleserie a esa hora. A lo mejor algunas escenas estaban bien para un thriller nocturno, en horario nocturno, pero por ejemplo, mi sobrina me veía y se asustaba. Había muchas cosas de las que yo distaba, pero no lo expresé porque era mi trabajo. Y donde manda capitán no manda marinero".

"Gracias a Dios conservé mis pies en la tierra, porque tenía claro quién era yo y qué era lo que me estaba pasando en esta nueva historia en la que estaba metida", cuenta ahora la chica, con los pies enterrados, disfrutando el paisaje de Las Palmas de Cocalán. Se ve alegre. Feliz. Canta cuecas, tonadas, cachimbos y resbalosas como la Conchita, el nuevo personaje que hace en Sabor a Ti. "Ahora estoy súper bien, súper contenta con este papel. La Conchita es alegre, es comedia, tiene romanticismo pero mucha chispa, es como una niñita, una cosita chiquitita, que tiene toda la inocencia... Es otra cosa", confiesa.

Bronceada por el sol y con un look fresco y natural que le viene bien, cuenta que no es la primera vez que canta. Ya lo había hecho en Círculo de Tiza Caucasiana, la obra de Bertolt Brecht que interpretó el año pasado, recién salida de Escuela Teatro Imagen, poco antes que Canal 13 la eligiera como protagonista de Fuera de Control. "En esa obra cantaba sola sobre el escenario y sin amplificación. Pero acá, en Sabor a Ti, me toca cantar folclore tradicional chileno, y eso lo encuentro maravilloso", dice antes de posar para los fotógrafos, una rutina que aprendió hace menos de un año.