Impertinencias Nocturnas

Esquivando esas volutas incidiosas,
que como llovizna,
caen sobre mi sueño,
en espiral y espesas,
andanadas de recuerdos ignotos,
en apariencia jamás vividas,
pero tan fieles, que,
me crispan de temor,
por muchos años.

Impotente ante tal avalancha mental,
detenerla imposible me es,
de incuestionable realismo,
las escenas se suceden,
gritos apagados,
secos, alaridos lastimeros,
torrentes líquidos,
seres que desgañitan,
por sobrevivir,
pero,... con lágrimas,
impávido solo quedo.

Estéril es mi actuar,
pués solo soy imagen virtual,
y banal, ante aquellos que,
veo sufrir,
como si quisieran advertir,
de algo por venir.

Incipiente energía propia,
me acusa de inmediato,
como protección natural y divina,
revolcándose por eliminar,
esos dantescos portales,
de una dimensión desconocida,
que en continuo me mina.

Luchando por extirpar,
y olvidarlas despierto,
humillado ante tal demostración,
descontrolada y acuciante,
pues creí estar yerto.

Como entreabriendo mis ojos,
pero casi inerme,
creyendo estar a buen resguardo,
como barco anclado en el muelle.

Sombras sofocantes me cubren,
evitando termine con tales desplantes,
tratando de ahogar ,
mis envíos de auxilio,
hasta que logro salir,
cual preso, de tal cárcel,
con sensaciones de inmenso dolor ajeno,
solo así,
es cuando determino lo inverosímil,
de tal pesadilla o sueño.

Sintiéndo que invisibles fuerzas,
me levantan en vilo,
me dejo llevar,
en la quietud,
y oscuridad dominante,
sin profanar el momento,
más,.. no por no quererlo,
sino por el temor,
de revivirlas de nuevo.



Jesús Acosta


Anterior Indice de Versos Siguiente