Un Soldado

Un soldado que se encontraba en el frente de batalla, fue rápidamente enviado a su casa, porque su padre se estaba muriendo. Hicieron con él una execpción, porque él era el único familiar que tenía su padre.

Cuando entró en la unidad de terapia intensiva, se sorprendió al comprobar que ese anciano semi-inconsciente y lleno de tubos, no era su padre. Alguien había cometido un tremendo error al enviarle a él equivocadamente.

- ¡Cuánto le queda de vida? - le preguntó al médico
- Unas cuantas horas cuando mucho. Ha llegado usted justo a tiempo

El soldado pensó en el hijo de aquel viejo, que estar´pia luchando sabe Dios a cuantos kilometros de allí. Luego pensó que aquel anciano estaría aferrándose a la vida con la única esperanza de ver a su hijo una última vez antes de morir.

Entonces se decidió e inclinándose ante el moribundo, tomó una de sus manos y le dijo dulcemente:
- papá... aquí estoy, he vuelto.
El anciano asiendo con fuerza aquella mano, abrió sus ojos sin vida para echar un último vistazo a su entorno; una sonrisa de satisfacción iluminó su rostro y así permaneció hasta que, al cabo de casi una hora, falleció pacíficamente.


Anterior Indice de Versos Siguiente