Efraín vuelve por su manual.
- "¿Qué te pareció?"
le pregunta con una sonrisa en su cara.
- "Sin palabras"
le devuelve el manual ceremoniosamente.
- "Entonces, ya sabes a qué horas te espero."
El Equipo repite la visita al hotel. Esta vez les remueven el Silencio, y establecen los candados psíquicos. La clase de comunicación mental empieza, y acaba en tiempo record, como con Susana.
Ahora saben cómo establecer puentes de comunicación, y cómo permanecer receptivos, a pesar de la "neblina psíquica", para que los cinco estén siempre en contacto el uno con el otro. A partir de ese momento, toda comunicación entre ellos es telepática, a manera de práctica, y como medida de seguridad.
- "¿Cómo estuvo lo de los tonallis?
¿Porqué se liberaron?" pregunta
Reubén.
- "El desbalance místico en los tres de
ustedes debió de ser tan enorme, que sus tonallis se
desprendieron sin mayor dificultad"
les explica Kimya, la Africana experta en
magia
ofensiva.
- "¿Y cómo es un fénix?"
pregunta Fernando.
- "No sabemos... Es un ave, de apariencia desconocida"
responde Hilario.
- "Mi hermana y mi mamá me dijeron de
un pájaro bien bonito."
- "¡Y yo ví a un 'mapache', mas bien Tanuki, detrás
de mi casa! ¡A la mejor esos eran los tonallis!"
- "Pero... yo sólo ví una rosa.
Y después empezaron a aparecer muchas... y luego lo del polen"
recuenta Susana.
- "Eso es extraño. No sabría darte
una explicación. Pero es muy posible que tu propio tonalli esté
tras eso" supone
Kimya.
- "Para reunirlos de nuevo, necesitamos los Libros
Sagrados. Desgraciadamente, no sabemos
dónde están,
ni tenemos manera de localizarlos. Y una cosa más: Nosotros decidimos
entrenarlos, pero en realidad,
no sabemos si es lo correcto. Como ya saben, ese Traje estaba
destinado a otra persona"
dice Hilario.
- "Sí, al Salvador del Mundo" comenta
Reubén sin mirando hacia la ventana.
- "¡!" se
sorprenden todos, inclusive los tres tutores.
- "Una noche... me raptaron unos... no sé
qué eran. Ellos sabían del Traje, y que estaba destinado
al
Salvador del Mundo. Parece
ser que hay una amenaza mortal a la Tierra... y que para eso era el
Traje, para evita el Fin.
Pero, ya no hay marcha atrás: Las capas no pueden cambiar de dueño
hasta que los dueños
actuales mueran. Por eso nosotros tenemos que pasar unas misiones o algo
así, y recuperar a
los Libros Sagrados de la Tierra. Y... que podríamos perder la vida."
Se hace un silencio incómodo.
- "¿Desde cuándo sabes eso?"
le pregunta Lupita enojada.
- "Hace ya bastante tiempo" sonríe
Reubén pidiendo perdón.
- "¿Y porqué no lo habías
dicho antes?" le reclaman todos, inclyendo
los tutores.
- "¡No los quería preocupar! Estaba
muy confundido. Podría haber sido un sueño."
- "..... En vista de los hechos... tienen que
comprender el verdadero significado de la justicia" les
anuncia Valeym.
- "¿?" no
comprenden los alumnos.
- "Lo que es justo, puede ser bueno o malo, dependiendo
de la situación o del que lo mire. Aunque
ustedes obren de buena fé,
y salven al mundo, eso no garantiza que ustedes sean justos" les
intenta explicar Valeym.
- "....." se
quedan pensativos los cinco.
- "En un principio, pensamos en darles el entrenamiento
sólo para evitar que provocaran accidentes.
Eso, independientemente del
camino que finalmente escogieran: Si del bien, o del mal, porque a
fin de cuentas, podrían
estar haciendo justicia" les explica
Kimya.
- "Se tomaron un riesgo enorme"
los comprende Susana.
- "Y entonces sospechamos lo de los tonallis.
Por eso le dijimos lo de los Libros Sagrados, y les
diremos cómo manejarlos
para que puedan reunirse con sus tonallis, porque en realidad nadie
merece tal sufrimiento"
dice Valeym.
- "..." empiezan
a comprender los dilemas morales de sus tutores.
- "Y ahora... parece ser que el mundo está
en peligro, que para eso fue enviado el Traje de Batalla.
Ustedes lo tienen en sus capas,
aunque en realidad eso no estaba planeado. Quizá sea una jugada
del destino para impedir que
el mundo se salve... o quizá, en realidad, ustedes cinco son los
destinados a salvarlo. No
podemos saber si lo justo es que el mundo se salve o no, ni quien sería
el responsable de ello...
Eso corre a cuenta de ustedes. Tienen comprender lo que
verdaderamente significa la
justicia... y decidir si salvar al mundo o condenarlo" sentencia
Kimya.
- "De nuestra cuenta corre... La vida de billones
de personas... ¿Cómo podríamos nosotros decidir
sobre si viven o mueren? La
única decisión que podemos tomar es salvar al mundo"
dice
Susana, sin usar telepatía.
- "No dijimos que fuera fácil, o que la
decisión más humana y compasiva fuera la correcta. Aún
no
pueden hacer un juicio al
respecto. Y llevar a cabo lo que sea para impedir que gane la injusticia"
termina Valeym.
- "¡Estamos a cargo del Juicio Final!"
solloza Susana.
Con eso acaba la clase del día de hoy. Valeym empieza a prepararse para irse, ya que sus servicios ya no son necesarios...
En cuanto se alejan lo suficiente, Lupita se voltea y empuja a Reubén contra una pared. Su capa lo protege.
- "¿Qué te pasa?"
le pregunta desconcertado.
- "¡Y todavía preguntas! ¡No
nos advertiste antes! ¿¡Cómo puedes pasar por alto
algo tan
importante como la posibilidad
de que perdamos nuestras vidas?!" le
grita enojada.
- "¡Pero no era mi intención esconderlo!"
- "¡Pues lo hiciste! Y ahí anda,
mi mamá muy confiada en que a su hijita no le va a pasar nada. ¿¡Y
qué?! ¡Resulta
que puede morir! ¡Eres un imbécil!"
- "¡Yo le prometí a mi mamá
que nada me iba a pasar! ¡Que me podría enfrentar a lo que
fuera sin
peligro! ¿Y ahora nos
sales con eso?" le pregunta Brenda
iracunda.
- "¿Sabes qué? A mí, ni
me metan en sus asuntos. No pienso venir aquí nunca más.
Yo no he
perdido ningún tonalli,
ni tuve que ver nada con el tal Traje de Batalla. Es más, la culpa
es de
ustedes dos, no, pensándolo
bien, de seguro fuiste tú el que empezó todo
este desmadre. Por tu
culpa estamos en esta situación.
¡Ojalá y te murieras!" grita
Lupita.
Algo pasó. La capa de Reubén cubrió a los 5 del accidental ataque de Lupita, pero, afectó a la vegetación cercana, a unos animales que pasaban inocentemente por la calle, y... a un mendigo que pedía limosna a contra esquina de ellos..... todos murieron.
- "¿Qué? ¿Qué?"
pregunta Lupita con lágrimas en los
ojos y tallándose el pelo hacia
atrás.
- "Lupita, tú, tú..."
titubea con lágrimas Brenda.
- "Yo... ví venir su ataque... e instintivamente
los cubrí a ustedes, pero... no me dí cuenta... de aquel
señor... de los animales...
de las plantas..." dice Reubén,
con la mirada fija.
Lupita empieza a caminar. Brenda la sigue. Susana jala a Reubén y juntos las siguen. Fernando va tras ellos. Susana se adelanta.
- "¿Y así vas a seguir? ¿Arriesgándote
a que cada vez que pierdas el control... puedas matar a
alguien?" le
pregunta Susana.
- "....." se
queda callada Lupita, cabizbaja, y sin detenerse.
- "¡Contéstame! ¡No te quedes
callada! ¡Habla!" la presiona
Susana.
- "¡No!" grita
Lupita rompiendo en llanto en los brazos de Susana.
Reubén y Fernando mejor se quedan atrás. Brenda se queda entre los dos pares, mirando a Lupita.
- "Así como accidentalmente tomaste sus
vidas, cometiendo un error sin querer, así Reubén cometió
un error al quedarse callado
y no decirnos... ¿Y sabes? Hay otras cosas que tampoco ha dicho,
y
que yo sé... nosotros
dos tenemos una culpa escondida... ¿Sabes porqué? Porque
tuvimos
miedo, y no sabíamos
qué hacer. Preferimos mantenernos callados. Si confiamos en nosotros,
si
juntos nos enfrentamos a esto,
¿a qué tenemos que temer? ¡A nada! De ahora en adelante,
tenemos que contar todo lo
que nos pase, y confiar ciegamente en nuestros compañeros. De lo
contrario, no podremos sobrevivir...
y muchas vidas se perderán" le
explica Susana a Lupita.
- "Sí... sí... Tienes razón.
Y la verdad... es... que ya había hecho algo parecido, y no se lo
había
dicho a nadie."
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