EL ATENEO DE SAN SEBASTIAN DEL PEPINO


La revisión de la literatura pepiniana hecha por el poeta pepiniano Ramón Luis Cardé ha podido identificar que más de 80 escritores pepinianos han producido más de 120 obras literarias de diferentes géneros a lo largo de la historia de San Sebastián del Pepino.  Siendo obras que nacen de la iniciativa de cada individuo nunca tuvieron la intención de ser obras colectivas que representasen el imaginario cultural pepiniano como un todo.  No obstante, varias de estas obras brillan en el firmamento y sus destellos presagian el tránsito de las obras individuales hacia las obras colectivas .

Es en este respecto que varios pepinianos hemos acariciado la posibilidad de crear una comunidad de escritores y artistas pepnianos  cuyos trabajos sean el producto de el común acuerdo y  que armonicen hasta llegar  a ser una constelación colectiva.  El Pepino tiene la necesidad de reconstruir su historia desde las diferentes perspectivas para heredarla a las futuras generaciones y así asegurar la existencia y propósito de la etnia cultural pepiniana en los siglos venideros.

Para acometer esta gran tarea cultural fue que varios de nosotros  hemos propuesto la creación de una Academia de Historia en principio y posteriormente ampliamos nuestra visión a la creación de un Ateneo.  Ambas instituciones nos ofrecen un modelo riguroso de cómo reconstruir la historia pepiniana.  Habrá de ser el producto de investigaciones, estudios, análisis y redacción en el tratamiento de la materia de historia. Esta institución se propone, entre otras cosas, contribuir al desarrollo de la investigación histórica de sus miembros mediante cursos, cursillos, seminarios y talleres por personas altamente capacitadas en dicho campo.

Además, nos proponemos a crear historia mediante la conformación de una biblioteca y archivo en donde podamos poner a disposisción de los miembros y del público en general todo el patrimonio literario escrito de los pepnianos para ser estudiado.  Nos proponemos también enlazarnos con los diferentes archivos históricos que nos sean útiles en el estudio de la historia de Puerto Rico y la de El Pepino.

Pues hasta este momento, figuras de la educación, de la cultura y de la literatura puertorriqueña y pepniana han apoyado este proyecto y nueve de ellos ya han firmado la Carta Constitutiva del Ateneo de San Sebastián del Pepino y son :  Angel Adames, Presidente del Centro Cultural de San Sebastián  Héctor Detrés, miembro del Centro Cultural, Ramón Luis Cardé, escritor y poeta pepiniano,  Ramón Cervera, profesor universitario, Angel Franco, nieto del Dr. Angel Franco,  Víctor Martínez, Director del Fomento Para La Cultura De Los Pueblos del Instituto de Cultura Puertorriqueña y ex presidente del Centro Cultural,  José Arce, Director del Centro de Cómputos del EDP College, Alfredo Ocasio, artista plástico y Eliut González Vélez, escritor.  Están en proceso de firmar la Carta Constitutiva,  Carlos López Dzur, escritor y poeta radicado en California,  Dr. Cecilio Rafael Font, médico y escritor radicado en New York, el profesor Ramón Estrada Vega, poeta y artesano, el profesor José Ignacio Cardona, maestro y profesor de español,  la profesora Miriam Font, escritora,  Rebeca Santiago, abogada e investigadora de historia y Walter Murray, distinguido promotor cultural nacional. Este mosaico es el conjunto de pepinianos residentes, pepinianos ausentes y otros escritores que han aquilatado nuestro proyecto y lo han visto meritorio y lo han respaldado con su intención, su talento y consignado con sus firmas.


El primer proyecto literario nacido de esta comunidad de escritores y artistas es la publicación de la segunda edición de
El Boceto Histórico del Pepino de Don Andrés Méndez Liciaga.  Su nieto, el Licenciado y escritor Manuel Méndez Saavedra, ha acogido con beneplácito nuestra idea y ha mostrado su agradecimiento a nuestra iniciativa de honrar a su abuelo como el primer historiador pepiniano. El será quien escriba el prólogo de esta segunda edición.

Es propio decir en este momento que también contamos con pepinianos que se han confesado, de manera anónima, en contra de nuestro proyecto.  Nos han acusado de etnocentristas y colonialistas y últimamente han tenido la osadía de penetrar en nuestros asuntos privados y hasta nos han presentado ante los ojos de los buenos pepinianos como agentes del FBI. Estos amigos, que de seguro han mojado su pan en el rico vino que ha estado disponible en nuestro plato,  han articulado y diseñado  un plan para desacrriar nuestro proyecto cultural.  Su plan consiste en
          1.   sembrar, mediante cartas anónimas por correo y cartas por correo electrónico,  la cizaña de la                           desconfianza mediante  la torcedura de concepto como lo son etnia, etnocentrismo e incendiario,  entre               otros
          2.  entrar en la vida personal y privada de algunos de nosotros
          3.  acusarnos de que pertenecemos a los servicio de inteligencia y                       espionaje de Estados Unidos
Estas tácticas tienen el objeto de amedrentarnos, de crear desconfianza entre los que hemos alcanzado una unión de propósitos e impedir la creación y la puesta en funcionamiento de nuestra institución.  Este fuerte zarandeo habrá de probar los corazones y las intenciones y de seguro que solidificará nuestra comunidad de intereses culturales.

Estos amigos pepinianos han tenido la oportunidad, primero que nosotros,  de crear una institución como la nuestra y no lo hicieron.  Tuvieron la oportunidad mediante sus lazos de amistad de  elevar sus miras culturales y darle hace tiempo a El Pepino una institución de esta naturaleza para reconstruir la historia pepiniana.  Incluso han tenido la oportunidad de aprovechar la presentación de nuestro proyecto para presentar el de ellos pero no lo han hecho.  Han sido invitado para participar en la creación de esta institución y no han respondido.

El Ateneo de San Sebastián del Pepino no viene a ocupar espacios de actividades culturales que otras instituciones honorablemente han ocupado por décadas.  El Ateneo tiene como objetivos investigar y escribir, coleccionar el patrimonio escrito y crear una biblioteca-archivo para investigar.  Estas no han sido los espacios de trabajo de las distinguidas entidades culturales de El Pepino

Por lo tanto, no hay ninguna razón para atacar al Ateneo y sus miembros.  No hay razón para estorbar nuestro esfuerzos académicos.  No hay razón para crear recelo y enemistad entre los obreros de la cultura.  No hay razón para crear un issue y una controversia donde no la hay.  Que nos revelen los amigos anónimos cual es su proyecto y agenda cultural en favor de El Pepino.  De ser positiva y edificante los apoyaremos.  El espacio para trabajar por la cultura es inagotable.