Chefchaouen, Marruecos

En la mañana me desperté con el cantar de los gallos y ví el amanecer desde la ventana de la sala. ¡Qué vista tan preciosa tienen desde el apartamento! De eso no tome fotos, pero si saqué video. Le agradecí a Dios por llevarme hasta allí. Estuve un rato admirando las montañas, el valle y la gente con sus burros llegando a trabajar.

Me fuí con Mariam al trabajo. Esta es la vista desde la oficina de Halim. Pasé mucho rato observando a estos señores hablando entre sí y con las mujeres y hombres que pasaban por el café o que se paraban a comprar pan y/o jugo de china natural. Imaginaba que debían de estar conversando sobre asuntos de política internacional y nacional, ya que me dí cuenta de que los marroquíes usualmente estan muy bien informados y, como sociedad, les interesa mucho seguir las noticias.