AGUSTINOS RECOLETOS
PANAMA
CATEQUESIS DE CONFIRMACION
TEMA 11º: CON LA FUERZA DEL ESPIRITU
Objetivo: Mostrar a los jóvenes la figura del Espíritu
Santo en la Iglesia y la importancia de Pentecostés.
IIª
PARTE: REUNION POR GRUPOS
¡QUÉ SEMANA!
- Compartimos lo vivido
en la semana
- Revisamos el compromiso: ¿Cumplimos lo que nos
comprometimos a hacer?
- Revisamos la tarea: ¿Por qué cree la gente en Jesús?
EL TEMA DEL DIA:
Recordamos las ideas principales expuestas en
nuestro encuentro anterior.
¿De
qué hablamos la semana pasada?
¿Qué
es lo que hace de Jesús el triunfador de verdad?
¿Qué
supone para nosotros la resurrección de Jesús?
¿A
qué nos compromete creer que Cristo ha resucitado?
¿Cómo
debe vivir quien cree en Cristo?
En los últimos encuentros hemos venido
conociendo a Jesús. De él hemos visto la misión que trajo a este mundo, lo
hemos conocido como maestro de oración, vimos también su preferencia por los
pequeños y los pobres, cómo aceptó dar la vida por nosotros y cómo, al
resucitar, Dios Padre lo ha hecho Señor de la vida.
Una vez cumplida su misión, Jesús retornó al
Padre, pero no dejó abandonados a los discípulos ni a la gente que le seguía y
había creído en su resurrección. Él mismo les había prometido la compañía del
Espíritu Santo que les daría fortaleza para seguir con la misión que él inició,
es decir, para anunciar a todos los hombres y mujeres del mundo el Evangelio.
Este acontecimiento se produjo el día de Pentecostés. De esto vamos a hablar en
nuestro encuentro de hoy.
LO QUE VIVIMOS
Víctimas del desencanto y la
desilusión
Una de las experiencias más fuertes que sentimos en
nuestra juventud es la decepción y la desilusión. Ahora que empezamos a vivir
la vida de manera intensa, ponemos mucho interés en las cosas que nos
ilusionan. Pero muchas de estas ilusiones terminan en fracasos, en decepciones
al no lograr lo esperado y deseado.
Hablemos de todo esto un poco. Vamos a hacer un
listado de aquellas cosas que nos decepcionan a los jóvenes y vamos también a
analizar el la causa por la que esas cosas nos decepcionan tanto.
LO QUE DECEPCIONA A LOS
JOVENES
¿POR QUÉ?
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MI MAYOR DECEPCION
Vamos ahora a hacer el esfuerzo de revivir lo que ha sido hasta ahora
nuestra mayor decepción en la vida. Luego escribimos en pocas líneas nuestra
historia.
¿Alguien
quiere compartirla con el grupo?
SALIR DE LA CRISIS
¿Cómo solemos reaccionar los jóvenes ante estas decepciones y estos
momentos de crisis?
¿Cómo
hemos salidos de las crisis que hemos tenido?
Ideas
a destacar:
Algunos jóvenes cuando
están en crisis optan por el aislamiento, por encerrarse.
Otros se deprimen, se
pasan el día lamentándose de su mala suerte.
Otros protestan y
protestan, se quejan y se quejan.
Otros miran para otro
lado (bebida, droga etc) y dicen que todo está bien.
Otros se empeñan en creer
que no están en crisis.
Otros se desahogan
Otros piden ayuda
Otros se conforman y
renuncian
Otros reflexionan y
preparan un plan para enfrentar la situación
Otros aprovechan las
crisis y aprenden de ellas.
GRACIAS SEÑOR POR LAS CRISIS
Hay algunos que ante los
momentos de crisis y de decepción reaccionan de manera muy positiva y hasta
acababan dando gracias a Dios por ello.
¿Por
qué algunos dicen que las crisis y las decepciones y los momentos malos hay que
agradecerlos?
Ideas a destacar:
Las crisis y las
decepciones nos ayudan a madurar porque nos hacen ver las dos caras de la
realidad, la buena y la dura.
Las crisis y las
decepciones nos ayudan a conocer a la gente y a los amigos.
Aprendemos a ser
realistas y no ingenuos
Aprendemos a enfrentar la
dureza creciente de la vida y nos vamos preparando para el futuro.
Aprendemos a hablar y a
escuchar a los demás
Las crisis nos ayudan a
conocernos mejor, a saber de nuestros límites, carencias y posibilidades.
Las crisis nos hacen
fuertes.
LO PROFUNDIZAMOS
La crisis de los Apóstoles
Ya vimos en el encuentro pasado que los apóstoles,
tras la muerte de Jesús sintieron una fuerte decepción y entraron en una profunda
crisis que llevó a algunos a abandonar el grupo y a desistir del proyecto con
el que se habían ilusionado por la predicación de Jesús. Otros volvieron a lo
que hacían antes de conocer a Jesús y otros siguieron reunidos pero incapaces
de hacer nada porque el miedo les paralizaba.
De manera muy gráfica nos
lo cuenta el evangelista Juan : “Aquel
mismo días, por la tarde, estaban reunidos los discípulos en una casa con las
puertas bien cerradas por miedo a los judíos” (Jn
20,19)
¿A
qué tenían miedo los discípulos?
Ideas
a destacar:
A pesar de que los discípulos ya había visto a
Jesús resucitado seguían teniendo miedo. Su fe era débil y les impedía vivir
con normalidad.
Acostumbrados a estar
siempre con Jesús, ahora que ya está presente como solía se sienten desvalidos,
abandonados, sin guía, sin saber qué hacer.
El desencanto llevó a
algunos a volver a la vida que llevaban antes de conocer y seguir a Jesús. Lo
vimos en el encuentro pasado al reflexionar la experiencia de los dos
discípulos de Emaús.
Ya sabemos que a los
cuarenta días de Jesús resucitar subió a los cielos y, antes de de ascender les
dijo: “No se alejen de Jerusalén, aguarden a que se cumpla la promesa el Padre,
de la que ya les he hablado” (Hchs 1,4). Jesús se
refiere aquí a la promesa del Espíritu Santo. Cuando él llegue comprenderán
todas las cosas que aún no entienden y se sacudirán ese miedo que los tiene
encerrados en la casa.
Pentecostés
El cumplimiento de esta
promesa se produjo el día de Pentecostés, es decir, a los cincuenta días
después de haber resucitado el Señor.
Veamos cómo nos cuenta
este acontecimiento el libro de los Hechos de los Apóstoles. Leemos Hechos 2,1-4.
Dialoguemos:
¿Qué
cambió en los apóstoles con la llegada del Espíritu Santo? ¿Qué significó el
Espíritu Santo para los apóstoles?
¿Cuál
fue la reacción de los apóstoles al recibir el Espíritu Santo?
¿ Para
qué no sirve a nosotros el Espíritu Santo?
Ideas
a destacar:
-
La
llegada del Espíritu Santo significó para los apóstoles, primero que nada, el
cumplimiento de la promesa que Jesús les había hecho antes de partir: que
estaría con ellos todos los días hasta el final de los tiempos. Eso significa
que Dios nos quiere tanto que se hace nuestro amigo para siempre.
-
Significa
también el nacimiento de la Iglesia. Aunque los apóstoles ya creían en Jesús
porque lo habían visto resucitado, todavía no estaban en condiciones de empezar
a realizar la labor que Jesús les había encomendado: ir por el mundo entero
predicando el evangelio a todas las gentes. Esta labor misionera de la Iglesia
comienza este día cuando, después de recibir el Espíritu Santo, se sacuden el
miedo y empiezan a dar testimonio de Jesucristo. (Hchs.
2,14 y ss)
-
Quedar
llenos del Espíritu Santo es quedar lleno de Dios en nuestra vida y comenzar a
vivir de una manera totalmente nueva: sin miedo a nada y decididos a dar
testimonio de Jesús entre los otros jóvenes con los que convivimos,
principalmente ante aquellos que aún no lo conocen.
-
Quedar
llenos del Espíritu Santo es sentir de verdad que Dios es nuestro amigo, que
siempre está con nosotros, que nunca nos abandona.
-
Por
último, al conocer al Espíritu Santo, conocemos ya cómo es Dios: un Padre que
nos da la vida y nos ama con misericordia, alguien que se hace nuestro hermano
porque viene a vivir con nosotros y toma nuestra condición, y un amigo que se
hace solidario acompañándonos siempre. Esto es, en definitiva lo que significa
que Dios es Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo.
-
Nosotros
recibimos el Espíritu Santo el día de nuestro bautismo y lo recibiremos también
el día de nuestra confirmación. Es por haber recibido dicho Espíritu que somos
miembros de la Iglesia.
-
Como los
apóstoles también nosotros necesitamos el Espíritu Santo para vivir nuestra
vida como auténticos cristianos, dando testimonio de la vida de Jesús.
Necesitamos el Espíritu Santo para encontrar luz en los momentos de oscuridad
en nuestra vida y para recibir fortaleza en los momentos de debilidad.
QUE NO SE NOS OLVIDE:
► La crisis que padecieron los apóstoles al ausentarse Jesús la
superaron con la llegada del Espíritu Santo. Al recibirlo vencen el miedo y
empiezan a hablar de Jesús a la gente.
► Al enviar el Espíritu Santo Jesús cumple la promesa que hizo a
sus apóstoles de acompañarlos “todos los días hasta el final de los tiempos”.
► Esa promesa la sigue cumpliendo hoy Jesús con nosotros al
darnos también el Espíritu Santo el día de nuestro bautismo. El Espíritu Santo
es Dios que se hace nuestro amigo.
► Nosotros necesitamos, al igual que los apóstoles, el Espíritu
Santo para ver con claridad el camino de nuestra vida y para recibir fortaleza
y poder vivir como cristianos.
► El día de Pentecostés marca el momento del nacimiento de la
Iglesia y el comienzo de su misión en el mundo.
PARA LLEVARLO A LA PRACTICA
Compromiso: Con la finalidad de familiarizarnos más con
la persona del Espíritu Santo, propongámonos rezar cada día una oración al
estilo de la que sigue: “Señor, envíamos
tu Espíritu Santo para que nos ilumine y fortalezca y nos ayude a vivir cada
día como auténticos cristianos”
Tarea: Leer los capítulos dos y tres del libro de los Hechos
y recoger en una hoja lo que hicieron los apóstoles una vez que recibieron el
don del Espíritu Santo el día de Pentecostés.
Y SE LO CONTAMOS A DIOS
Oración
personal: Le contamos a Dios
lo que hemos dialogado hoy.
Oración
Comunitaria:
A cada frase respondemos:
“Amigo
Dios, acompáñanos con la fuerza de tu Espíritu”
- Cuando las dificultades llamen a nuestra puerta...
- Cuando nos sintamos sin ánimo y sin fortaleza para enfrentar esas
dificultades...
- Cuando creamos que estamos y que nadie nos quiere...
- Cuando sienta que he perdido el rumbo de mi vida y mi vida queda a
oscuras...
- Cuando mis planes y proyectos no se den como los deseo...
- Cuando me sienta angustiado...
- Cuando el miedo me acobarde...