AGUSTINOS RECOLETOS
PANAMA
CATEQUESIS DE CONFIRMACION
TEMA 17º: EL PROYECTO DE LA VIDA
Objetivo: Presentar a los jóvenes el sacramento del bautismo y comprendan que, por medio de él Dios nos hace sus hijos y entramos a formar parte de la comunidad eclesial.
IIª PARTE: REUNION POR GRUPOS
¡QUÉ SEMANA!
- Compartimos lo vivido en la semana
- Revisamos el compromiso: ¿En esta semana el Espíritu Santo ha sido mi compañero en la oración?
- Revisamos la tarea: ¿Qué dones tiene para nosotros el Espíritu Santo?
EL TEMA DEL DIA:
Recordamos las principales ideas del encuentro anterior:
¿Gracias a quién ha
sobrevivido la Iglesia en estos dos mil años de existencia?
¿Además de en la Iglesia, en
dónde más dijimos que actúa el Espíritu Santo?
¿De qué sirvió a Jesús y a
los apóstoles la compañía del Espíritu Santo en su vida?
¿Qué hace el Espíritu Santo
en favor de la Iglesia?
¿Por qué decimos que el
Espíritu Santo es nuestro amigo? ¿En qué se nota su amistad?
¿Cómo nosotros podemos ser
también amigos del Espíritu Santo?
Hoy nuestro encuentro lo dedicaremos a conocer mejor el sacramento del bautismo, que es el primero que debemos recibir los cristianos, y que, cuando conocimos la historia del sacramento de la confirmación, ya dijimos que se celebraba junto con él.
LO QUE VIVIMOS
Somos un proyecto
A nadie nos cuesta trabajo entender nuestra vida como un proyecto que se va realizando día a día a lo largo del tiempo. Si miramos nuestra vida hacia atrás veremos cómo hemos ido cambiado cada uno de nosotros. Esos cambios marcarían el curso de nuestro proyecto.
Vamos a recordar un poco nuestra infancia; vamos a remontar nuestra memoria hasta donde más podamos.
¿Cuál
es el recuerdo más antiguo de nuestra vida que recordamos?
¿Cuáles
han sido los cambios más importantes producidos en nuestra vida desde cuando
éramos niños?
¿Alguien
de nosotros escogería si pudiera retornar a la niñez y quedarnos en ella
permanentemente? ¿Por qué?
Ideas a
destacar:
La vida en sí misma es un proyecto, el proyecto de Dios. La naturaleza es un proyecto que se va haciendo con el tiempo, un árbol es un proyecto, un río es un proyecto.
Nosotros somos un proyecto que se hace en el tiempo. Pasamos de niños a adolescentes, de adolescentes a jóvenes, de jóvenes a adultos y de adultos a ancianos porque sencillamente el proyecto que somos cada uno se va realizando poco a poco.
Claro que no todos los proyectos se hacen correctamente; algunos prefieren quedarse eternamente en una etapa de la vida y no crecer para no asumir las responsabilidades y enfrentar las dificultades que supone nuestro crecimiento en la vida.
Mi proyecto de vida:
Vamos a realizar un pequeño ejercicio de diálogo con el compañero o la compañera que tenemos al lado y con él cada quién va a compartir su particular proyecto de vida y si siente que ese proyecto lleva camino de cumplirse.
Mil piedras en el camino:
Todos tenemos, todos somos un proyecto, como lo acabamos de ver en el diálogo. No basta tener un proyecto en la vida; es necesario hacerlo realidad y eso nunca resulta fácil porque en el camino encontramos muchas piedras que nos hacen tropezar.
¿Cuáles
son las principales dificultades que encontramos a la hora de ir realizando
nuestro propio proyecto de vida?
Ideas a destacar:
Sabemos que Dios nos creó a su imagen y semejanza. Eso significa que nos creó libres para hacer el bien o el mal, capaces de ser fuertes y de sufrir la debilidad, preparados para amar, pero también con posibilidad de odiar, hechos para la vida y también para la muerte.
De nosotros depende cómo se lleve a cabo nuestro proyecto de vida. En las distintas etapas vamos confrontando diferentes y creciente dificultades; pero siempre tenemos la espalda suficiente para llevar ese peso a cuestas.
El principal proyecto nuestro debe ser gente de bien, gente feliz. Ser profesionales, papas y m mamás, obreros, sacerdotes, etc, etc, la manea concreta de llevar a cabo nuestro primer y principal proyecto: vivir nuestra vida siendo gente buena.
LO PROFUNDIZAMOS
Un proyecto que se dañó
La creación del mundo y del hombre es el gran proyecto de Dios. Ese proyecto se hizo bien, pero el hombre enseguida lo dañó al cometer el pecado.
Nuestro proyecto de vida choca con una primera piedra en su el camino que llamamos pecado original, mancha con la que todos nacemos por ser hijos de Adán y Eva.
¿A ver: ¿quién sabe qué es eso del pecado original?
Veamos
lo que nos enseña la Iglesia al respecto:
“Constituido por Dios en la justicia, el hombre, sin embargo, persuadido por el Maligno, abusó de su libertad desde el comienzo de la historia, levantándose contra Dios e intentando alcanzar su propio fin al margen de Dios” (CIC 415)
Este pecado primero de Adán y Eva llega hasta nosotros: “Adán y Eva transmitieron a su descendencia la naturaleza humana herida por su primer pecado...” (CIC 417)
Y sufrimos sus consecuencias: “Como consecuencia del pecado original la naturaleza humana quedó debilitada en sus fuerzas, sometida a la ignorancia, al sufrimiento y al dominio de la muerte, e inclinación al pecado” (CIC 418)
Como nacer de nuevo
Por el sacramento del bautismo, la mancha del pecado original se nos borra para siempre de tal manera que ya nuestro proyecto de vida depende de nosotros, de que en cada momento de nuestra vida decidamos hacer lo correcto y evitar lo que está mal hecho. Desde que nos bautizamos, a Adán y Eva no les podemos culpar de lo que nos acontezca.
En este sentido podemos decir que el bautismo es como nacer de nuevo. Condenados a morir para siempre, el bautismo nos devuelve a la vida; dejamos atrás el hombre viejo que hay en nosotros y renace un hombre nuevo llamado a vivir eternamente.
Así lo experimentó también Jesús, que, aunque no necesitaba bautizarse, quiso hacerlo para enseñarnos la importancia y necesidad de este sacramento.
¿Por qué
decimos que Jesús no necesitaba bautizarse?
Ideas a
destacar:
Aunque Jesús no necesitaba bautizarse porque no era hijo de Adán y Eva como nosotros, y, en consecuencia, no tenía el pecado original con el que todos nosotros nacemos, la experiencia del bautismo fue también para él como un nuevo nacimiento ya que ese momento supuso para él el comienzo de una nueva vida, la de comenzar la misión que el Padre le había encomendado: anunciar el evangelio por todas las aldeas de Galilea.
LO QUE EL BAUTISMO HACE EN NOSOTROS (el proyecto nuevo)
Nuestro proyecto como personas comienza nuevamente con el bautismo; este momento de nuestra vida es nuestro segundo nacimiento porque:
Nos asemeja a Jesús |
“Por el bautismo fueron sepultados con Él y han resucitado con Él, porque han creído en la fuerza de Dios que lo resucitó de entre los muertos... (Col 2,12) “Los que se han incorporado a Cristo por el Bautismo, se han revestido de Cristo” (Gal 3,27) |
Nos hace perso-nas nuevas |
“El que es de Cristo, es criatura nueva. Lo antiguo ha pasado, lo nuevo ha comenzado” (2Cor 5,17) |
Nos hace hijos de Dios Padre |
“Como son hijos, Dios envió a sus corazones el Espíritu de su Hijo que clama: ¡Abba! (padre). Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si eres hijo, eres también heredero por voluntad de Dios” (Gal 4,5-7) “Miren qué amor nos ha tenido el Padre para llamarnos hijos de Dios, pues,¡lo somos! (1Jn 31.9) |
Nos hace templos del Espíritu San-to |
“O es que no saben que su cuerpo es templo del Espíritu Santo? Él habita en ustedes porque lo han recibido de Dios (1 Cor 6,19) |
El
bautismo, pues, nos hace:
a) personas nuevas
b) personas creyentes
c) personas libres
d) personas fuertes
e) nos hace a todos hermanos
f) nos hace miembros de la
comunidad eclesial.
Los signos del bautismo:
Todo esto que representa el bautismo para nosotros, a la hora de celebrarlo lo expresamos con una serie de signos:
☺ El agua: Con ella simbolizamos la limpieza del pecado original, de todo pecado y de todo mal en nuestra vida.
☺ El aceite: Significa la fortaleza que nos da el Espíritu Santo para vivir en lo adelante como hijos de Dios.
☺ La luz: Representa que Jesús y su Palabra son la luz que ilumina nuestra vida para siempre.
☺La vestidura blanca: representa la nueva vida que recibimos de nuestro Padre Dios y que nos comprometemos a mantener en el futuro.
NO SE NOS OLVIDE:
► La mancha del pecado original con la que nacemos por ser descendientes de Adán y Eva, se nos borra al recibir el sacramento del bautismo.
► Jesús no necesitaba bautizarse pero nos quiso enseñar con el ejemplo la importancia y necesidad de este sacramento.
► Por el sacramento del bautismo Jesús nos hace semejantes a él, somos personas nuevas,e hijos de Dios y templos del Espíritu Santo.
► Además de personas nuevas, el bautismo nos hace creyentes, libres, fuertes, nos hace hermanos y miembros de la Iglesia.
► Todo esto lo expresamos con los símbolos del agua, el aceite, la luz y la vestimenta blanca, que son los que usamos al celebrar el sacramento del bautismo.
PARA LLEVARLO A LA PRACTICA
Compromiso: Recordando y
renovando mi bautismo, durante la semana
me hago esta pregunta: ¿Qué
aspectos de mi vida necesito mejorar para que mi proyecto de vida sea también
el proyecto que Dios tiene sobre mí?
Tarea: Asistir a la celebración
del bautismo en mi parroquia y fijarme bien en todos los detalles de la
liturgia.
Y SE LO CONTAMOS A DIOS
Oración
personal: Compartimos con Dios las principales ideas
del tema de hoy.
Oración
Comunitaria:
A cada frase respondemos: Gracias, Señor, gracias.
╬ Por hacer hijos tuyos.... Gracias...
╬ Por pertenecer a tu familia que es la Iglesia....
╬ Por el don de la fe...
╬ Porque tu Palabra es la luz que nos ilumina en la vida....
╬ Porque nos haces fuertes con la gracia del bautismo...
╬ Porque con tu ayuda, con tu gracia podemos vencer al mal y al pecado...
╬ Porque el agua del bautismo lavó nuestra mancha original...
╬ Porque por medio del bautismo nos haces iguales a ti...
╬ Porque nos das una comunidad para sentirnos amados y queridos por los demás...
╬ Porque nos haces libres y capaces de ser santos...