AGUSTINOS RECOLETOS

PANAMA

CATEQUESIS DE CONFIRMACION

 

TEMA 7º JESUS NOS ENSEÑA A ORAR

Objetivo: Ayudar a los jóvenes a descubrir la importancia de la oración en la vida de un cristiano a partir de la experiencia de oración de Jesús.

 

IIª PARTE: REUNION POR GRUPOS

 

¡QUÉ SEMANA!

            - Compartimos lo vivido en la semana

- Revisamos el compromiso: ¿Leímos el evangelio de San Mateo?

- Revisamos la tarea: ¿qué hemos descubierto que es el Nuevo Orden Mundial? ¿Se parece en algo este Nuevo Orden Mundial al Reino de Dios que anuncia Jesús?

 

EL TEMA DEL DIA:

Recordamos las ideas principales expuestas en nuestro encuentro anterior.

¿Por qué dijimos que, aunque a veces la realidad nos lleva a pensar que el mundo es malo y que nuestra vida es un infierno, nosotros creemos que es bueno y que hay que tener esperanza?

¿Cuándo Jesús nos decía que vino a nosotros para anunciarnos una Buena Noticia a qué se refería? ¿Cuál era esa buena noticia?

¿Las imágenes de la semilla, el banquete de bodas, el sembrador, el granito de mostaza, el trigo y la cizaña y el tesoro, qué nos dicen del Reino de Dios?

Hoy en nuestro encuentro seguiremos conociendo a Jesús. Como a sus discípulos, él nos enseña también a nosotros a orar. De esto hablaremos hoy.

 

LO QUE VIVIMOS:

            Comencemos compartiendo nuestra experiencia de oración.

            ¿Acostumbramos a rezar?

            ¿Cómo rezamos?

            ¿En qué circunstancias me resulta más fácil orar?

            ¿A la hora de rezar cuáles es la mayor dificultad que encuentro?

           

            Hoy no está de moda rezar. Vivimos dominados por el ruido y nos aterra el silencio,  y quedarnos a solas con Dios y con nosotros mismos para reflexionar y orar. Con todo, desde niños nos han dicho que hay que rezar y nos han enseñado distintas oraciones que debemos rezar con frecuencia, pero eso de rezar es algo que nos cuesta demasiado.

Muchos cristianos rezan sí, pero sólo cuando están en algún problema y necesitan pedirle a Dios algún favor, alguna ayuda ante una dificultad concreta.

También muchos piensan que eso de rezar es para la gente vieja que no tiene otra cosa que hacer. Cuando nosotros lleguemos a viejos también rezaremos.

 

 

 

¿ ES MI CASO?

Vamos a examinarnos un momento para ver cómo es nuestra oración y como andamos en este asunto.

 

Me acuerdo de Dios cuando...

Yo no rezo porque....

Tengo problemas

Nunca

Cuando tengo miedo

No tengo tiempo para rezar

Me quedo solo

No sé cómo se reza

Veo una desgracia a mi alrededor

Pienso que es perder el tiempo

Todo me va mal

No encuentro el momento adecuado

Todo me va bien

No sé con quién hablo cuando rezo

Cuando vengo a la iglesia

No sé qué decir

Cuando me lo dicen mis padres

Rezar padrenuestros es muy aburrido

Tengo alguna necesidad

Dios nunca me concede lo que le pido

 

 

 

 

 

 

 

Mi ORACION DE AHORA MISMO

Ahora mismo, si me pidieran que orara un momento ¿qué le diría a Dios?

 

 

 
 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


LO PROFUNDIZAMOS

En realidad, si a la oración le damos tanta importancia es porque así nos lo hizo ver Jesús. Él es para nosotros el maestro de oración. Vamos ahora a recorrer distintos pasajes del evangelio en los que aparece Jesús orando y veremos por qué rezaba Jesús y cómo era su oración? De esa manera, nosotros podremos aprender de él a orar bien. Vamos a examinar qué sentimientos recogen estas oraciones de Jesús.

 

LA ORACION DE JESUS

MOMENTOS DE ORACION DE JESUS

FORMA DE LA ORACION

SENTIMIENTOS QUE EXPRESA LA ORACION

Cuando sus discípulos vuelven de la misión que él les ha encomendado

“Te doy gracias, Padre, señor del cielo y tierra porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y se las has revelado a la gente sencilla”. Mt. 11,25

- Gratitud al Padre, que es el que ha hecho exitosa la misión

Cuando va a realizar una acción importante como resucitar a Lázaro

“Padre te doy gracias porque me has escuchado, yo sé que Tú me escuchas siempre pero lo digo por la gente que me rodea, para que crean que Tú me has enviado” (Jn 11,42)

- Pide la ayuda del Padre no para él sino para que por la obra que se dispone a hacer la gente crea.

En la Última Cena

“Padre Santo, guárdalos en tu nombre a los que me has dado, para que sean uno como nosotros... Para que todos sean uno, como tú Padre en mí y yo en ti, que ellos también los sean en nosotros” (Jn 17 ,11.21)

- Piensa en sus amigos y no en él mismo en esa hora amarga y pide para ellos el don de la unidad

Antes de morir

“Padre mío, si es posible, aparta de mí este cáliz. Pero no se haga como yo quiero sino como Tú quieres”. (Mt 26,39)

- Se pone en las manos del Padre y confía en Él a pesar de la dificultad.

Cuando está muriendo

“Padre, perdónales porque no saben lo que hacen” (Lc 27,46)

- Libera el rencor y pide el perdón por los que le matan.

En el momento de morir

Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? (Mt 27,46)

“Padre, a tus manos encomiendo mi espíritu” (Lc 23,46)

- A pesar de que parece que el Padre no ha escuchado su voz, a Él se encomienda.

 

JESUS NOS HABLA DE LA ORACION

Jesús nos enseña a orar con su testimonio y también cuando nos habla de la oración. Sin duda, los discípulos, al ver cómo Jesús oraba con frecuencia y al ver cómo era de intensa su oración, cómo realmente esa oración de Jesús era un encuentro familiar entre el Padre y el Hijo, se sintieron motivados a pedirle al Maestro que les enseñara a orar como él oraba.

Leemos Lc 11,1-13

Dialogamos:

¿Por qué los discípulos, que por ser judíos eran gente que sabía rezar, piden a Jesús que les enseñe a orar?

¿En esta oración del Padre Nuestro, que es  la que Jesús nos enseñó como modelo de oración perfecta, qué le decimos a Dios? Vamos a ir releyendo frase por frase fijándonos detenidamente en su contenido

 

CUANDO DECIMOS.....

¿QUÉ DECIMOS.......?

Padre Nuestro

Reconocer a Dios como Padre es sentirnos sus hijos y hermanos entre nosotros

 

Que estás en los cielos

Glorificamos a Dios, no por estar lejos, sino por estar por encima de todo. Bendecimos su majestad y grandeza. El cielo será también nuestra casa definitiva.

 

Santificado sea tu nombre

Reconocemos que Dios es santo y que sólo El nos puede santificar a nosotros.

 

Venga a nosotros tu Reino

Pedimos que Dios reine en el mundo y en el corazón de cada uno de sus hijos para que el mundo sea bueno.

 

Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo

Sólo haciendo su voluntad en la tierra, como ya se hace en el cielo, se podrá realmente alcanzar que en este mundo llegue a reinar el Padre.

Danos hoy nuestro pan de cada día

Pedimos que no falte a nadie lo necesario para vivir. La fraternidad exige solidaridad.

 

Perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden

Pedimos perdón reconociéndonos pecadores y nos comprometemos a ofrecer perdón para vivir en paz como hermanos.

No nos dejes caer en la tentación

Pedimos a Dios que nos ayude a evitar el pecado y tomar en la vida el camino que nos aparta del bien.

 

Y líbranos del mal.

Pedimos a Dios el triunfo final de Jesús, que es la victoria del bien sobre el mal

 

Amén

Esta expresión se traduce por “que así sea” es como un resumen y reconfirmación de todo lo que hemos rezado.

 

Y ALGO MAS...

Jesús, además de enseñarnos con el Padre Nuestro la oración modelo, en varias ocasiones explicó a la gente cómo debemos orar. Vamos a recordar algunas de estas enseñanzas de Jesús sobre la oración:

Leemos:

╬ Mateo 6,5-8

            ¿Qué nos dice Jesús sobre la oración en este pasaje?

Ideas a destacar: La oración no es cosa de hablar mucho, ni de aparentar; se trata simplemente de sentirnos en la presencia del Padre e ir a encontrarnos con Él.

╬ Mateo 7,7

            ¿Qué nos dice Jesús sobre la oración en este pasaje?

Ideas a destacar: La oración debe ser perseverante. Dios siempre nos escucha, aunque a veces parece demorarse en su respuesta.

╬ Mateo 11,25-26

            ¿Qué nos dice Jesús sobre la oración en este pasaje?

Ideas a destacar: Si la oración es un encuentro con Dios Padre, tenemos que ir a él sin odios ni divisiones con los hermanos, por eso en la oración debemos siempre perdonar al hermano que nos ha ofendido.

╬ Lucas 18, 9-14

            ¿Qué nos dice Jesús sobre la oración en este pasaje?

Ideas a destacar: Ante Dios no podemos presentarnos con soberbia y orgullo creyéndonos buenos. Sólo el que reza con humildad se encuentra con Dios en la oración. El que reza con soberbia no va a encontrarse con Dios sino consigo mismo y, en realidad, no reza porque su oración no es escuchada por el Padre porque el Padre no está escuchándole.

 

NO SE NOS OLVIDE:

► Para un cristiano orar es importante porque es la forma de encontrarnos con Dios, Nuestro Padre.

► Además, Jesús así nos lo hace ver con su ejemplo y con sus enseñanzas. Jesús necesitaba encontrarse con su Padre y con mucha frecuencia buscaba la soledad para estar con Él.

► Para orar no tenemos que limitarnos a repetir una y otra vez las oraciones que hemos aprendido de niños. Dice San Agustín: “Cuando oren a Dios con salmos e himnos, sientan en el corazón lo que dicen con la voz”

► La oración para nosotros tiene que ser frecuente y perseverante; debemos acudir a ella con humildad y tener siempre presente a nuestros hermanos.

 

PARA LLEVARLO A LA PRACTICA

Compromiso: Para esta semana, como compromiso, podríamos proponernos buscar cada día unos momentos de soledad y aprovecharlos para estar a solas con Dios y contarle nuestras cosas. El es nuestro Padre y de seguro que se sentirá bien si nosotros le regalamos un poco de nuestro tiempo para estar con Él.

Tarea: De tan acostumbrados que estamos a repetir la oración del Padre Nuestro, seguramente que cuando la rezamos no sentimos lo que dicen nuestros labios. La tarea de esta semanaza va a consistir en la siguiente: vamos a escribir con nuestras palabras, con nuestras ideas y sentimientos nuestro “Padre Nuestro”

Y SE LO CONTAMOS A DIOS

            Oración personal:

Le digo a Dios lo que hoy he reflexionado, lo que hoy he aprendido y lo que más me ha llamado la atención en este encuentro.

            Oración Comunitaria:

            Hoy también vamos a terminar nuestro encuentro rezando la oración del Padre Nuestro. Recemos esta oración como nos pide San Agustín que lo hagamos: “sintiendo en el corazón lo que decimos con la voz”.