AGUSTINOS RECOLETOS
PANAMA
CATEQUESIS DE CONFIRMACION
TEMA 8º: JESUS NOS ENSEÑA QUE DIOS PADRE QUIERE
ESPECIALMENTE A LOS POBRES
Objetivo: Que los jóvenes conozcan una de las principales características de Jesús: su preferencia y amor por los pobres y tomen conciencia de que hay que enfrentar la pobreza porque no es querida por Dios.
IIª PARTE: REUNION POR GRUPOS
¡QUÉ SEMANA!
- Compartimos lo vivido en la semana
- Revisamos el compromiso: ¿Cómo ha sido en esta semana nuestra experiencia de oración con Jesús? ¿Hemos sacado momentos para encontrarnos con él?.
- Revisamos la tarea: Sería bueno que hoy alguien nos leyera su Padre Nuestro.
EL TEMA DEL DIA:
Recordamos las ideas principales expuestas en nuestro encuentro anterior.
¿Por qué dijimos que para un
cristiano es importante la oración?
¿Por qué dijimos que oraba
Jesús con frecuencia?
¿Cómo nos dijo Jesús que
tenía que ser nuestra oración?
¿Qué significa eso de que
“cuando oren a Dios con salmos e himnos, sientan en el corazón lo que dicen con
la voz”
Hoy vamos a seguir conociendo las enseñanzas de Jesús. Leyendo el evangelio nos damos cuenta enseguida de que Jesús tenía una preferencia, un amor especial por los pobres, los pequeños y los débiles, en fin, por todos aquellos a quienes la sociedad marginaba y excluía. Hoy veremos porqué Jesús actuaba así.
LO QUE VIVIMOS
Como siempre comencemos dialogando desde nuestra visión y la experiencia personal que tenemos de este tema de la pobreza y de los pobres.
Para empezar, ¿tú te
consideras una persona pobre? ¿Por qué?
Las personas de tu barrio, de
tu comunidad a las que consideras verdaderamente pobres ¿por qué crees que lo
son?
¿Cuáles
son las señales de pobreza en tu barrio?
¿Alguna de esas personas son
amigos o amigas tuyas?
ESTAMOS MAL PERO VAMOS BIEN
La pobreza es siempre pobreza, escasez, carencia de lo necesario para vivir. Pero la sentimos de manera diferente si los pobres son los otros o si somos nosotros las víctimas de la pobreza.
A los políticos, por ejemplo, que no son ciegos y tienen que ver la pobreza que hay en nuestro país, les oímos decir con frecuencia que “estamos mal, pero que vamos bien”. Eso lo dicen porque consideran que toman las medidas adecuadas para superar la pobreza que afecta a una gran parte de nuestra población.
La gente pobre, en cambio, desde su sufrimiento piensa que eso no es así, “estamos mal y vamos cada día peor” porque sus problemas no se resuelven y cada vez tienen más dificultades para sobrevivir porque las medicinas, los alimentos, la educación de los hijos, todo, absolutamente todo sube de precio y a ellos el poco dinero que consiguen les alcanza cada día para menos.
¿Qué opinan de esta frase
“estamos mal pero vamos bien? ¿Creen que es verdad lo que dice?
LA POBREZA EN PANAMA
En enero del 2001, los obispos panameños dieron a conocer un documento muy importante en el que describen la realidad de nuestro país y los retos y desafíos que todo los panameños tenemos de cara al futuro. Al hablar de la pobreza, y citando datos oficiales de 1997 del propio gobierno panameño, dicen que “el 37% de las personas (en Panamá) no cuentan con los ingresos para satisfacer sus necesidades básicas. Lo que es más grave aún, el 19% de la población vive en situación de pobreza extrema. Se trata de mujeres, hombres, jóvenes, niñas, y niños que no disponen de los recursos para comprar tan solo la comida. Las niñas y los niños son los más afectados. La mitad de ellos vive en la pobreza y cerca de un tercio en condiciones de extrema pobreza” (La Justicia Social en Panamá, 32)
La pobreza y la pobreza extrema se concentran principalmente en el campo: tres cuartas partes de los pobres y el 91% de los pobres extremos viven en él. La pobreza en las áreas indígenas sólo se puede describir como abismal: más del 95% de los residentes de estas áreas están por debajo de la línea de la pobreza. La pobreza es menos profunda en las áreas urbanas... La pobreza en las ciudades se observa en el crecimiento de las barriadas marginales, en las niñas y niños de la calle y en los cuadros dolorosos de las personas que viven de lo recolectado en los basureros” (La Justicia Social en Panamá, 33)
La verdad es que los datos no pasan de ser números y no son sirven suficientemente para darnos una idea de la pobreza de Panamá porque la pobreza de nuestro país tiene rostros concretos, son los rostros de los pobres.
Vamos poner nombre a esos
rostros. ¿Cuáles son las personas o grupos sociales más pobres, los más
marginados y despreciados en el ambiente en el que tú vives?
Y, ¿POR QUÉ?
Mirando este panorama uno se pregunta por qué hay tanta pobreza en Panamá.
¿Cuáles son a su juicio las
causas de esta pobreza en nuestro país?
Para nuestros pastores, los obispos, varias son las causas de este empobrecimiento creciente de los panameños. Señalan en primer lugar:
1º.- “La progresiva concentración de la riqueza” en manos de unos pocos.
2º.- “El alto nivel de desempleo y el subempleo”.
3º.- “Una deficiencia cuantitativa y cualitativa en la educación”
4º.- “Los problemas de la tenencia de la tierra”
5º.- “La mentalidad consumistas”
6º.- “La falta de espíritu emprendedor”
7º.- “La falta de inversión productiva, tanto del sector público como del privado”
8º.- “La deuda externa”
LO PROFUNDIZAMOS
Como siempre ha habido pobres y siempre los habrá, y como a unos toca ser pobres y a otros no, muchos piensan que la pobreza es cuestión de suerte, del destino y que no hay nada que hacer al respecto.
Mirándonos en el espejo de Jesús veremos que no es cierto esto, que Dios no quiere que haya pobres porque él es Nuestro Padre y quiere que todos sus hijos tengamos vida en abundancia (Jn. 10,10).
Los pobres en tiempos de Jesús:
En tiempos de Jesús también había gente pobre porque lo eran económicamente o porque eran despreciados e impedidos de llevar una vida digna. Estos eran los rostros de los pobres en tiempo de Jesús:
► Los pecadores: publicanos, prostitutas, paganos
► Los extranjeros: romanos, samaritanos
► Los enfermos: ciegos, cojos, sordomudos, paralíticos, leprosos, enfermos de la mente o endemoniados.
► Los incultos que ignoraban la ley y por tanto no podían ser considerados buenos.
► Las mujeres, que no contaban en aquella sociedad
► Los niños, que tampoco contaban
Jesús y los pobres:
¿Cómo fue la relación de
Jesús con estos pobres?
¿Recuerdan algún episodio del
evangelio en el que Jesús se relaciona con los publicanos o las prostitutas?
¿Cómo fue esa relación?
¿Y con los romanos?
¿Cómo fue la relación de
Jesús con los enfermos?
¿Cómo fue la relación de
Jesús con las mujeres?
¿Cómo fue la relación de Jesús con los pequeños?
El rostro de Dios es el rostro de los pobres
Jesús, que vino a
hacer la voluntad de su Padre, sabe que los pobres eran y son los preferidos de
Dios; por eso Él los hace también sus preferidos. Es más, Jesús nos enseña que
hoy Dios se hace presente a nosotros en los pobres, en los hambrientos, en los
enfermos, en los despreciados, en fin, en todos aquellos que tienen vida
escasa. Jesús nos enseña que el rostro
de Dios es el rostro de los pobres y que él ha venido para estar cerca de
ellos.
Vamos a constatar esto examinando unos textos del evangelio:
► Lc 4,18: Jesús se siente enviado especialmente para dar una Buena Noticia a los pobres.
► Lc 6,21: Los llama bienaventurados y dichosos
► Mt 9,11: Se juntaba con ellos y se hizo sus amigos.
► Mc 1,32-34: En su favor hizo casi todos los milagros
► Mt 11,4-5: Les anuncia la liberación de su mal y pobreza
► Mt 25,40: Se identifica con ellos hasta confundirse con ellos.
► Lc. 6,20: Advierte que el Reino de Dios es para ellos
► 2 Corintios 8,9: Él mismo se hizo pobre por nosotros.
Nosotros y los pobres
Antes hemos visto las dimensiones de la pobreza en Panamá, hemos puesto rostro humano a esa pobreza y hemos visto también cómo actuó Jesús con los pobres. Es momento, por tanto de ponernos a pensar cómo nos vamos a situar nosotros ante la pobreza y los pobres.
¿Viendo el ejemplo y la enseñanza de Jesús, cómo debo enfrentar la realidad de mi pobreza y de la pobreza que me rodea?
(no con resignación, sí con esperanza, esforzándome por conocer bien la realidad que vivo, conociendo bien mis derechos y luchando para que nadie me lo quite o me engañe, tratando de priorizar aquellas necesidades más urgentes y prescindir de lo que no tiene importancia etc, etc)
¿Viendo el ejemplo y la
enseñanza de Jesús, cómo debo relacionarme con aquellas personas a las que
considero aún más pobres que yo?
(sin excluirlas, con acciones compasivas y solidarias que les puedan ayudar en momentos determinados, aceptándolas como amigos o amigas y sin marginarlas por ser pobres etc.
NO SE NOS OLVIDE:
► Panamá es
un país rico en el que hay muchos panameños pobres.
► No hay
pobres en Panamá porque es normal que haya pobres en todos los lugares del
mundo, sino por una serie de causas que tienen que ver con nuestra manera injusta
de comportarnos y de organizar la sociedad.
► Dios quiere
que todos sus hijos vivan la vida a plenitud y, por tanto no quiere la pobreza
de los panameños ni de nadie.
► Los pobres
son los hijos preferidos de Dios y también los mejores amigos de Jesús, los
bienaventurados.
► Como pobres
tenemos que enfrentar la pobreza de dos maneras. Primero, luchando contra ella
en la medida de nuestras posibilidades y, segundo, actuando compasiva y
solidariamente con aquellas personas que sufren la pobreza de manera más fuerte
que nosotros mismos.
PARA LLEVARLO A LA PRACTICA
Compromiso: Para que veamos que
es posible hacer algo contra la pobreza, podríamos en esta semana proponernos
un compromiso que tenga que ver con hacer una obra de solidaridad con alguna
persona más pobre que yo.
Tarea: Durante la semana vamos a recortar de los periódicos noticias en las que aparezcan señales de la pobreza en Panamá y las traeremos al encuentro siguiente para comentarlas con los demás compañeros y compañeras.
Y SE LO CONTAMOS A DIOS
Oración
personal: Le contamos a Dios lo que hemos dialogado en
este encuentro de hoy.
Oración
Comunitaria:
Señor, estás con
nosotros y no te conocemos.
Tocas a nuestra
puerta y no te dejamos pasar porque llevas el rostro de un mendigo que pide
limosna y tememos que nos robes en la casa.
Nos pides
comprensión en el obrero que hace una huelga y a nosotros nos da rabia esta gente
porque organizan tranques en la ciudad.
Nos pides un poco
de comprensión y cariño en el anciano que está abandonado y solo y nosotros no
tenemos tiempo para esas cosas porque siempre andamos ocupados en algo más
importante.
Nos sonríes en el
enfermo que aguanta su dolor y pone buena cara a su mal tiempo y nosotros
volteamos la mirada y nos apartamos por si la enfermedad es contagiosa.
Nos pides un poco
de dinero para apoyar un proyecto de prevención de drogas en el barrio y
nosotros te decimos que sólo tenemos lo justo para comprarnos la última ropa
que está de moda.
Y con todo, muchas
veces nos preguntamos ¿dónde estás, Dios?