Punto final y seguido
Había
que poner un punto final a estas
reflexiones, cortas en número, a la vez que sencillas en su contenido y
lenguaje. He querido con ellas acercar el pensamiento agustiniano a unos cuantos
temas o puntos muy propios de la espiritualidad cristiana, y que pueden servir
para que los laicos puedan recorrer su camino de fe y servir al hermano.
Agustín recorrió también este camino. Hasta el final. Y hasta el fondo. De ahí que su experiencia de vida cristiana es, en sí misma, un aporte más a la espiritualidad laical de todos los bautizados. Vivir la fe al estilo de Agustín nos acerca mucho al estilo de vida de Jesús. Ojalá que sean de provecho para ti y muchos otros que tratan de vivir también a fondo la gozosa experiencia de una vida cristiana en el Espíritu.
Pero
quieren ser también un punto y seguido.
Porque son muchos los temas que afectan a la vida de los laicos y a los campos
de trabajo en los que deben vivir su fe y ejercer su misión de tales. Y para
todos ellos tiene Agustín un pensamiento y una experiencia personal.
Pueden
ser muchos. Entre otros, El Bautismo, El Matrimonio, La Iglesia, Los Jóvenes,
La Cultura, El Trabajo, La Amistad, La Familia, La Política y el Bien Común, La
Educación, La Cultura, El Dolor y La Muerte...
¿Tendrán
continuidad, algún día, estas reflexiones? Ojalá. De momento, el punto está servido. Dios quiera que
sea también seguido en un tiempo no
lejano.