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EL GRUPO CRISTIANO

Y SUS OBJETIVOS

 

Objetivos

--Que los jóvenes conozcan las características de un grupo cristiano, las asimilen y las vivan.

--Que los jóvenes sean conscientes que en un grupo es muy importante tener unos objetivos, y se planteen sus propios objetivos como grupo cristiano.

Miramos nuestra realidad

En este tema hablaremos de las características fundamentales que un grupo ha de vivir para que sea cristiano. Además veremos lo importante de tener unos objetivos bien claros y definidos que orienten la marcha del grupo para que todos los esfuerzos y actividades se encaminen a alcanzar la meta que persigue el grupo.

Para entrar en el tema vamos primero a mirar nuestra realidad a la luz de la vida del grupo de los primeros cristianos, que es un modelo de vida cristiana en común, para ver hasta qué punto vivimos o no como grupo cristiano y tenemos unos objetivos que orientan nuestra vida de grupo. En grupos leemos los siguientes textos y respondemos a las preguntas que se plantean, y después ponemos en común las respuestas.

 

Los primeros cristianos, acudían habitualmente a la enseñanza de los apóstoles, a la comunión, a la fracción del pan y a las oraciones. El temor se apoderaba de todos porque los apóstoles realizaban muchos signos y prodigios. Todos los creyentes vivían unidos y tenían todo en común; vendían sus propiedades y sus bienes y repartían el dinero entre todos, según la necesidad de cada uno. Iban al Templo todos los días con perseverancia y con un mismo espíritu, partían el pan en las casas y tomaban el alimento con alegría y sencillez de corazón. Alababan a Dios y gozaban de la simpatía de todo el pueblo. El Señor agregaba cada día a la comunidad a los que se habían de salvar (Hechos 2, 42-47).

La multitud de los creyentes tenían un solo corazón y una sola alma. Nadie llamaba suyos a los bienes, sino que todo era en común entre ellos. Los apóstoles daban testimonio con gran poder de la resurrección del Señor Jesús. Y gozaban todos de gran simpatía. No había entre ellos ningún necesitado, porque todos los que tenían campos o casas los vendían, traían el dinero a los apóstoles, y se repartía a cada uno según su necesidad (Hechos 4, 32-35).

 

Dialogamos sobre las siguientes preguntas:

 

1.¿Cuáles son las características del grupo de los primeros cristianos?

2.¿En qué se parece nuestro grupo y el grupo de los primeros cristianos?

3.¿Nuestro grupo se puede llamar “cristiano”? ¿Qué tiene de “cristiano”?

4.¿Qué le falta a nuestro grupo para ser de verdad “cristiano”?

5.¿Cuáles eran los objetivos del grupo de los primeros cristianos?

6. Y nuestro grupo, ¿tiene objetivos? ¿Cuáles? ¿Y para qué sirven?

 

Ahora ponemos en común las respuestas.

Iluminamos nuestra realidad

Leyendo los textos de los Hechos de los apóstoles descubrimos unas características fundamentales en la vida de los primeros cristianos. Esa vida constituye un modelo a seguir por cualquier comunidad o grupo que se considere cristiano de verdad. Comparando nuestro grupo con la vida de los primeros cristianos, nos damos cuenta que hay cosas fundamentales que nos hace falta vivir para llegar a ser un verdadero grupo cristiano. Pero si nos comparamos con el grupo de los primeros cristianos no es para sentirnos mal al descubrir lo que nos falta, sino para animarnos a seguir su ejemplo.

Características de un grupo cristiano

Un grupo no es cristiano por el solo hecho de que pertenezca a una parroquia sino por el espíritu que lo anima. No porque recen muchas oraciones sino porque vivan a la luz de la fe y se dejen guiar por Jesús. Veamos las características de la vida de los primeros cristianos, y que debe vivir todo grupo si quiere ser de verdad un grupo cristiano.

Cristo como centro de la vida

Un grupo cristiano es un grupo en el que todos los jóvenes son seguidores de Jesús. Tienen a Cristo como amigo y centro de unidad, como modelo de vida a seguir. Un grupo cristiano se alimenta de la palabra de Dios, de manera que los acontecimientos que vive el grupo y las cosas que pasan en la realidad se analizan y valoran a la luz de las actitudes de Jesús y de los valores del Evangelio, y en consecuencia de asumen compromisos transformadores.

Compartir y celebrar la fe.

En el grupo cristiano se ponen en común las experiencias de fe de cada uno de los miembros para ayudarse a crecer y enriquecerse mutuamente. Se dialoga sobre estas experiencias porque se cree en Jesús y juntos buscan seguirlo fielmente y cumplir la voluntad de Dios. La fe se celebra por medio de las oraciones en común y la participación en las demás celebraciones juveniles de la fe.

Sentirse Iglesia.

Para ser cristiano un grupo debe tener clara conciencia de que es Iglesia y sentirse de verdad parte de esta gran familia de hermanos cuyo Padre es Dios. Ello se manifiesta en el espíritu de amor y fidelidad a la Iglesia Católica, en la obediencia a sus enseñanzas y en la colaboración con ella en su misión evangelizadora.

Por eso el grupo cristiano tendrá que ser abierto a otros grupos, movimientos o pastorales que como él también son parte de la misma Iglesia. Un grupo que se considere cristiano no puede estar cerrado y vivir al margen del resto de la parroquia. Tiene que estar unido con todos los que forman parte de la vida pastoral de la parroquia.

Enviados a evangelizar y trasformar la sociedad.

Un grupo cristiano tiene que manifestar la autenticidad de su fe y su madurez cristiana a través de un compromiso efectivo en la tarea evangelizadora de la Iglesia. Tiene que ser un instrumento de evangelización en medio de los jóvenes. Además tiene que preocuparse por el cambio de la familia, la propia comunidad y la sociedad de acuerdo a los valores del Reino de Dios. De ahí que el grupo cristiano esté atento para conocer bien la realidad social, política y cultural, y responder a los retos de cambio que ella plantea.

Los objetivos en el grupo cristiano

Hay verdadero grupo cuando se quiere alcanzar algo, cuando se propone objetivos. Estos objetivos son los que señalarán el fin hacia el que camina el grupo. Un grupo sin objetivos es como un barco sin timón que no sabe a donde va. Son precisamente los objetivos los que animan e impulsan al grupo a trabajar y a esforzarse.

Todo grupo ha de tener bien claros sus objetivos, para que todos sus esfuerzos y actividades estén orientados a un fin, a conseguir una meta, y no se hagan cosas por hacerlas sin saber por qué se hacen ni para qué. Un grupo cristiano no puede comenzar a planificar sus actividades y demás tareas sin saber por qué ni para qué están reunidos en grupo ni a dónde quieren llegar. Lo primero en la planificación de un grupo es definir sus objetivos.

Tipos de objetivos y características a tener en cuenta

Principalmente tenemos dos tipos de objetivos. El objetivo general que es la razón de ser del grupo, la meta final a la que se quiere llegar, y para la que todos viven y trabajan. Y los objetivos específicos, que son pequeñas metas que se tienen que ir alcanzando para poder conseguir el objetivo general.

A la hora de elaborar los objetivos en un grupo se ha de tener en cuenta que sean interesantes para los integrantes, para que todos se comprometan y animen a cumplirlos. Además deben estar muy bien definidos y bien claros de manera que todos los comprendan y acepten. Finalmente, un grupo ha de plantearse objetivos que realmente se puedan alcanzar y no metas que sea imposible alcanzar.

Para poner en práctica

 

En primer lugar, hacemos un examen de nuestro grupo para ver hasta qué punto cumplimos o no las características de un verdadero grupo cristiano. Luego nos comprometemos a hacer algo para vivir eso que nos falta. En segundo lugar nos reunimos y elaboramos un objetivo general y varios específicos para nuestro grupo, y nos comprometemos a trabajar para alcanzarlos.