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DIOS NOS LLAMA A LA VIDA

 

Objetivos

--Que los jóvenes descubran la vida como el regalo más valioso que Dios nos ha dado.

--Que los jóvenes valoren su propia vida y la de los demás, la protejan y vivan con sentido.

Miramos nuestra realidad

El bien m<s valioso que tenemos es la vida. El hecho de estar vivos, de tener un nombre, una historia, una personalidad... es lo m<s valioso que tenemos todos. )Hay algo que vale m<s que nuestra vida? Oímos decir que Ala vida hay que vivirla”, pero nos encontramos con personas, y tal vez nosotros mismos, que nos preguntamos: )merece la pena vivir esta vida?

Vamos a examinar nuestra experiencia de vida, para ver cómo se valora la vida realmente, qué dificultades se tienen para vivir de verdad y qué actitudes adoptamos frente esas dificultades. Para eso leemos el siguiente hecho de vida y luego dialogamos en grupos con las preguntas que se plantean.

Hecho de vida

Josefa fue a visitar a Manuel para comunicarle una noticia muy importante: estaba embarazada. Manuel se asustó con la noticia, tanto o más que Josefa. En medio de la desesperación Manuel dijo a Josefa: ¡tienes que sacártelo, no lo puedes tener! Josefa guardó silencio. Manuel insistió, y Josefa terminó aceptando. Así fue, Josefa abortó. Después siguieron su relación de noviazgo. A los dos meses se repitió la historia. Josefa quedó embarazada de Manuel y volvió a abortar.

Al tercer aborto Josefa ya se sentía muy mal por lo que estaba haciendo. En esos días sucedió que en su comunidad atraparon a dos supuestos ladrones y los lincharon, les quitaron la vida como se quita un caramelo a un niño indefenso. Esto aumentó su sentimiento de culpa. A los pocos días del linchamiento, Josefa se fue a la capital, su papá le había buscado un trabajo, porque la vida estaba muy difícil y tenían mucha necesidad.

En la capital conoció a Víctor, un buen muchacho, que se interesó en ella. Platicaban, él la comprendía y la respetaba. Josefa le contó sobre su preocupación por la vida, que se quita a los inocentes como si no valiera nada. Víctor le decía que la vida es lo más valioso que tenemos, pero que lamentablemente la mayoría de la gente no la valora ni la respeta. Josefa se fue dando cuenta de los errores que había cometido contra la vida, lloraba mucho, pero desde entonces se preocupaba por saber lo que pasaba en el país: linchamientos, secuestros, hambre, falta de trabajo, etc, aunque sólo fuera para compartir el sufrimiento de los demás.

Ahora dialogamos sobre las siguientes preguntas:

1.¿De verdad pasan las cosas que dice el hecho de vida? Comentar alguna.

2.¿Qué cosas amenazan hoy la vida de las personas?

3. ¿Qué actitud tomamos ante las dificultades de la vida?

4. ¿De verdad se valora la vida como algo sagrado?

Ponemos en común las respuestas.

Iluminamos nuestra realidad

El señor Dios nos creó (Génesis 1, 26-27). Nos proporciona los bienes que son necesarios para mantenernos en vida (Génesis 1, 28-31). Por ser la vida un don sagrado, Dios ha puesto sus mandatos que prohiben quitarse la vida o quitarla a los demás. Manda respetar la vida propia y la de los otros (Exodo 20, 13). El nos ha llamado a la vida en una cultura, una tierra y en una familia concreta. Pero esa vida hay que valorarla, cultivarla, desarrollarla, hay que construirla, respetarla y defenderla.

Puede que nosotros seamos conscientes del valor sagrado de la vida y queramos construir nuestra vida, pero caemos en la cuenta de que estamos condicionados por muchas cosas y personas que nos ponen obstáculos: nuestros padres, el ambiente, las amistades, las estructuras sociales, la cultura, las personas que quieren imponerse y que no les importa destruir la vida, las modas y los medios de comunicación, etc. Eso sin contar con las amenazas contra la vida.

Amenazas a la vida

Nuestra vida, lo m<s valioso que tenemos, no es f<cil de vivirla, y menos de hacer que sea como nosotros queremos. Tenemos dificultades. Algunas dificultades son tan serias que podríamos decir que la vida est< amenazada en el mundo, en nuestro ambiente y también en nosotros mismos. Veamos.

Amenazas de nuestro mundo a la vida

Sólo tenemos que abrir los ojos y mirar nuestra realidad para darnos cuenta de las muchas amenazas que bajo diversas formas sufre la vida. El hambre, la enfermedad y el carecer de acceso al sistema de salud, el analfabetismo, la falta de empleo y los salarios de hambre, la violencia social e institucional, delincuencia, secuestros, asaltos, las guerras, refugiados que tienen que vivir desterrados de su patria, las luchas de nuestros campesinos por un pedazo de tierra, muertes por venganza, muerte por tortura.

Para los jóvenes el futuro se presenta sin muchas esperanzas. Muchos jóvenes no tienen ninguna ocupación, no pueden estudiar por falta de recursos, y no hay trabajo para ellos En nuestro pueblo la tejeduría ya no da para vivir y se tienen que buscar otros trabajos. Unos emigran a la capital en busca de mejoría; muchachas que se ponen a servir en casas de familia y no les pagan un salario justo o abusan de ellas. Otros se van a los Estados Unidos con el riesgo de hipotecar la casa, las tierras, la familia, y sin saber si podrán llegar. Y después la inseguridad de que en cualquier momento los devuelvan.

Amenazas de la persona a la vida

Todas estas situaciones, y otras muchas que cada uno podría añadir, nos dejan la sensación de que la vida es frágil, que se puede romper en cualquier momento con facilidad. Pero a esto tenemos que añadir todavía otro tipo de amenazas, que provienen de la misma persona.

Tenemos que hacernos un planteamiento personal para ser conscientes que muchas veces nosotros mismos amenazamos la vida o le ponemos barreras para que pueda desarrollarse. No se trata de ser pesimistas, sino de mirar nuestra situación personal para desde allí poder buscar soluciones.

Vamos a responder entre todos a unas preguntas, partiendo de lo anterior y de las situaciones propias de cada uno. Esas preguntas nos ayudarán a darnos cuenta de las amenazas que personalmente hacemos a la vida.

--¿Principales motivos que te desaniman y te quitan las ganas de superarte?

--)Principal causa de tristeza en tu vida? ¿Qué haces para solucionarla?

--¿Barreras personales que no te dejan realizarte y ser la persona que quieres ser ?

--¿Serías capaz de quitarte la vida o quitársela a alguien? ¿Por qué?

Actitudes ante la vida

Normalmente no nos planteamos el problema de la vida como lo estamos haciendo hoy. El tema de la fragilidad de la vida y de lo que la amenaza no suele ser tema de nuestras conversaciones. Sin embargo es algo que necesita enfrentarse y buscarle solución. Y lo hablemos o no, de una u otra manera tratamos de buscar una respuesta. Y la respuesta que normalmente damos está entre una de estas dos que vamos a presentar a continuación.

Comamos y bebamos que mañana moriremos

Ya San Pablo criticaba esta manera de vivir la vida (1Corintios 15, 32). Jesús se refiere a esta actitud en la par<bola del que llena sus graneros y quiere dedicarse a la buena vida (Lucas 12, 16-21). Es la actitud de quien piensa o decide sólo gozar, pasarlo bien, sin preocuparse de lo demás ni del futuro; lo único importante es el dinero o lo que pueda ayudarle a gozar; todo está permitido aún el hacer daño a los demás.

Llenar la vida de valor y sentido

La actitud anterior lleva a una vida vacía y sin sentido. Ante esa actitud queda la otra, la de llenar la vida de valores que le den sentido, la orienten y le den profundidad. Vivir con esperanza, con alegría, trabajar por un mundo mejor, por la justicia y la paz, vivir el amor y trabajar por los demás, saber que hay cosas que valen más que el dinero y el placer, trabajar honradamente, ser responsable, defender la naturaleza, etc. Se trata de llenar la vida con valores que se actualizan en cosas pequeñas, según las posibilidades de cada uno. Así, vivir no es gastar los fuerzas en cosas vacías, sino el construir la propia vida con valor, con sentido, con esfuerzo, con alegría, con ánimo y dejando huellas en la vida de los demás.

Para poner en práctica

Nos planteamos y decidimos cuál de las dos actitudes ante la vida vamos a seguir, y qué vamos hacer para llenar mi vida de sentido.