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LA IGLESIA EN AMÉRICA LATINA

 

Objetivos

--Que los jóvenes conozcan la identidad y opciones fundamentales propias de nuestra Iglesia católica Latinoamericana.

--Que los jóvenes se sientan parte de la Iglesia Latinoamericana, se identifiquen con ella y sus opciones, y participen en su misión evangelizadora.

Miramos nuestra realidad

En los últimos temas hemos venido hablando sobre la Iglesia: su nacimiento, su vida en los primeros años de su caminar, las características fundamentales de la Iglesia. En este tema vamos a seguir hablando de la Iglesia. Pero nos vamos a fijar en la Iglesia católica que está presente en los países de América Latina, dentro de los que nos encontramos nosotros como miembros de la Iglesia católica de Guatemala. No vamos a desarrollar toda la historia de la Iglesia católica latinoamericana, simplemente señalaremos sus características fundamentales que la identifican. Para entrar en el tema primero vamos a acercarnos a la realidad de nuestra Iglesia latinoamericana. Para ello leemos el siguiente hecho de vida y dialogamos sobre las preguntas que se plantean.

 

Hecho de vida

A una de las parroquias del Departamento de Totonicapán llegó el Padre Antonio como nuevo párroco, él venía de un país de Europa. Al principio tuvo mucha dificultad en adaptarse a la manera de trabajar de la parroquia. La gente le hablaba de que la parroquia estaba organizada en pequeñas comunidades eclesiales, que cada comunidad tenía una Directiva y un Animador que animaban y coordinaban el trabajo de las diferentes pastorales y ministerios, y que las decisiones de la parroquia eran tomadas entre todos los responsables del trabajo pastoral.

La gente invitaba al Padre Antonio que fuera a sus reuniones comunitarias, que se relacionara más con ellos, que permitiera que la gente participara activamente en las celebraciones de la Eucaristía. El Padre Antonio no entendía esa forma de organizar y trabajar que tenía la parroquia, ya que en su país las cosas son diferentes.

Al principio el Padre Antonio se desesperó e incluso habló con el obispo y le contó toda la situación, estaba pensando en marcharse a su país. El obispo le dijo que tuviera paciencia y que intentara relacionarse con la gente, aprender de ellos y ser como el buen pastor que está al servicio de su pueblo, y que siguiera el ejemplo del apóstol San Pablo, que supo adaptarse a la realidad del pueblo en el que le tocaba evangelizar.

Pasó el tiempo, y después de estar cuatro años en aquella parroquia entendió que la Iglesia en América Latina, y por tanto también la Iglesia de Totonicapán, tiene su forma propia de ser, de organizarse y de trabajar pastoralmente para llevar adelante la misión de evangelización.

 

Dialogamos sobre las siguientes preguntas:

1.¿Por qué al Padre Antonio le fue difícil adaptarse a la parroquia de Toto?

2.¿Cuál era la forma de ser y de trabajar de la parroquia de Toto?

3.¿Qué era lo que la gente de la parroquia de le pedía al Padre Antonio?

4.¿Cuáles son las características de la Iglesia de América Latina?

Ponemos en común las respuestas.

Iluminamos nuestra realidad

Si miramos la realidad de nuestra Iglesia católica de Toto y de Guatemala, nos daremos cuenta de que tenemos una forma de ser y de vivir nuestra fe, una manera de organizarnos y trabajar en la evangelización que son diferentes a las Iglesias católicas de Estados Unidos o de Europa. Casi no nos damos cuenta porque somos de aquí, pero alguien que venga de Europa, como el Padre Antonio sí se da cuenta de la diferencia.

Esas diferencias se deben a que somos parte de la Iglesia católica latinoamericana, que tiene una forma propia de ser y vivir su fe y de realizar su misión evangelizadora, porque la realidad cultural y social de los países de América Latina es diferente a la realidad otros países, y exige que la Iglesia se encarne en esa realidad para que el Evangelio llegue a las personas de acuerdo a su realidad y la fe se viva desde el corazón de la propia cultura.

Nacimiento de la Iglesia Latinoamericana

Podemos decir que la Iglesia católica Latinoamericana comienza a germinar con la llegada del Evangelio, traído por los primeros misioneros venidos de Europa en el tiempo de la conquista. En el 1492 llegó el Evangelio a tierras latinoamericana por medio de los misioneros de la Iglesia católica que acompañaron a los conquistadores. La conquista significó muerte y destrucción de nuestros pueblos latinoamericanos, y en muchos casos los primeros evangelizadores eran cómplices.

Por supuesto que hubo muchos fallos de parte de los primeros evangelizadores, que destruyeron las tradiciones y costumbres religiosas de nuestros pueblos latinoamericanos, en lugar de establecer un verdadero diálogo para encarnar el Evangelio en nuestra cultura. Pero también hay que reconocer que, a pesar de los fallos de los primeros evangelizadores, recibimos el don de Evangelio, que es fuente de vida y liberación.

La Iglesia Latinoamericana se organiza

Desde la llegada del Evangelio en el 1492 podemos decir que no había una auténtica organización y coordinación de nuestra Iglesia Latinoamericana, hasta que en el año 1955 se funda el CELAM (Consejo del Episcopado Latino-Americano), que es el organismo que integra y coordina a las Iglesias católicas de todos los países de América Latina. El CELAM se organiza en el año 1955 en la primera reunión de todos los obispos de América Latina en Brasil. Desde entonces el CELAM ha ido marcando las líneas de trabajo pastoral de nuestra Iglesia católica Latinoamericana.

La Iglesia Latinoamericana marca sus opciones pastorales

En el año 1968 se celebra la segunda reunión de los obispos latinoamericanos en la ciudad de Medellín (Colombia). De esta reunión sale un importante documento titulado: La Iglesia en la actual transformación de América Latina a la luz del Concilio (mejor conocido como Documento de Medellín). Los obispos analizaron la realidad y descubrieron una situación de injusticia que exigía ser cambiada. El gran logro de Medellín fue llamar la atención sobre la importancia de partir de la realidad para realizar el trabajo de evangelización. Medellín enseñó a VER la realidad con ojos de creyentes. Los obispos dicen que los cristianos deben ser solidarios y construir una nueva sociedad.

En 1979 se realiza la tercera reunión de los obispos latinoamericanos en la ciudad de Puebla (Méjico). De esta reunión sale otro importante documento titulado: La Evangelización en el presente y en el futuro de América Latina (mejor conocido como Documento de Puebla). En este documento se VE la realidad, se JUZGA desde la fe, y se proponen caminos para ACTUAR y transformar dicha realidad de acuerdo a los valores del Reino de Dios. En todo el Documento de Puebla hay una idea central: construir una Iglesia de comunión y participación en la tarea de construir el Reino de Dios. En puebla la Iglesia Latinoamericana hizo dos opciones fundamentales: opción preferencial por los pobres (nº 1134-1165) y opción preferencial por los jóvenes (nº 1166.1185).

En 1992, con ocasión de los 500 años de la llegada del Evangelio a nuestras latinoamericanas se celebró la cuarta reunión de los obispos latinoamericanos en la ciudad de Santo Domingo (República Dominicana). De esta reunión sale el documento: Nueva Evangelización, Promoción Humana y Cultura Cristiana (mejor conocido como Documento de Santo Domingo). Aquí se hace una opción por la Nueva Evangelización, por la inculturación del Evangelio y por la Promoción Humana.

A partir de Puebla y de Santo Domingo muchas Iglesias de América Latina han organizado planes pastorales y de evangelización siguiendo las orientaciones y las opciones de la Iglesia Latinoamericana. Esto como una manera de responder de manera organizada a las exigencias de evangelización que nuestra realidad latinoamericana plantea a nuestra Iglesia católica. En esa línea, el Plan Pastoral de nuestra Iglesia de Guatemala, y nuestro Plan Pastoral Arquidiocesano están en íntima relación con la las opciones hechas por la Iglesia Latinoamericana en Puebla y Santo Domingo, y son una aplicación a nuestra realidad nacional y Arquidiocesana.

Sería bueno que nos preguntáramos si nuestra parroquia de Toto está en la línea del pensamiento de la Iglesia Latinoamericana a la que pertenecemos. Pensemos si el método de VER, JUZGAR y ACTUAR aportado por Puebla os estamos poniendo en práctica para analizar nuestra realidad, ver las necesidades y responder. Ver también si las opciones pastorales hechas por Puebla (Opción por los Pobres y por los Jóvenes), y las hechas por Santo Domingo (Nueva Evangelización, Promoción humana e Inculturación) las estamos poniendo en práctica.

Para poner en práctica

Sería bueno que siguiéramos profundizando para conocer más cómo es nuestra Iglesia Latinoamericana y sentirnos parte de ella. Nos comprometemos a participar de su misión, trabajando en comunión y participación y llevando a la práctica las opciones de nuestra Iglesia Latinoamericana para construir el Reino en nuestras comunidades.