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LA PASTORAL
JUVENIL
Y EL
COMPROMISO ECLESIAL
Objetivos
--Que los jóvenes reconozcan que como miembros de la Iglesia también son responsables de la misión de la Iglesia.
--Que los jóvenes se comprometan a participar con responsabilidad en algún trabajo dentro de nuestra Iglesia.
Miramos nuestra realidad
En los últimos temas nos hemos dedicado a tratar los temas sobre la Iglesia. En el último tema, hablamos sobre el Plan Pastoral de nuestra Arquidiócesis como un instrumento de trabajo para realizar mejor evangelización. Ahora vamos a tratar el último de estos temas religiosos dedicados a la Iglesia. Vamos a hablar de la Pastoral Juvenil y su responsabilidad en el trabajo de la Iglesia. Los jóvenes son miembros de la Iglesia, y por eso, también tienen que ser responsables de la misión de la Iglesia. Los jóvenes en la Pastoral Juvenil no sólo tienen que recibir formación y acompañamiento para su crecimiento en la fe, sino que a la vez tienen que ir dando a la Iglesia su compromiso. Pero antes de entrar de lleno en el tema vamos a mirar nuestra realidad para ver cómo viven los jóvenes su compromiso en la Iglesia. Leemos el siguiente hecho de vida y respondemos las preguntas que se plantean.
Hecho de vida
Los jóvenes de la comunidad de Nimalajchak se organizaron como Equipo de Pastoral Juvenil, para trabajar en la evangelización de los jóvenes de la comunidad. Hicieron un plan de trabajo en el que había una serie de actividades. Cuando se lo presentaron a la Directiva de la comunidad, no recibieron apoyo. Cuando llegó la novena de la patronal de la comunidad, los jóvenes tenían pensado hacer algunas actividades juveniles y que en los temas de la novena hubiera alguno dedicado a los jóvenes, pero los Directivos no los tomaron en cuenta.
Todo lo contrario pasaba en la vecina comunidad de Majchakpatan. Los Directivos y el Animados motivaban a los jóvenes para que se pusieran las pilas, ya que había mucho trabajo que hacer. En la comunidad no había catequistas para la Pastoral Infantil ni lectores. Cuando a los jóvenes se les invitaba para participar como lectores o catequistas con los niños, su respuesta era: No podemos. Ya tenemos un compromiso; cada domingo venimos a recibir la formación en la Pastoral Juvenil. El animador les decía: Pero eso no es suficiente, también hay que trabajar en los ministerios de la Iglesia.
Dialogamos sobre las siguientes preguntas:
1.¿Pasan cosas como las que cuenta el hecho de vida? Comentar alguna.
2.¿Los jóvenes trabajan activa y responsablemente en la Iglesia?
3.¿Los mayores dan participación y apoyo a los jóvenes? ¿Por qué?
4.¿Es suficiente participar en la formación y actividades de Pastoral Juvenil?
Ponemos en común las respuestas.
Iluminamos nuestra realidad
Si miramos a nuestra realidad nos damos cuenta de que muchas veces los jóvenes sí se quieren comprometer a trabajar en la Iglesia, pero lamentablemente los mayores no les dan participación ni apoyo. Eso quizá de deba a que en nuestra tradición los hombres adultos, los mayores son los que tienen la importancia y a los que tienen responsabilidades en nuestras comunidades y también en la Iglesia. Hasta hace unos años las mujeres y las jóvenes se juntaban como Directiva y su trabajo principal era la cocina. Los jóvenes se juramentaban y su trabajo era llevar banderas en las procesiones y acompañar a los señores en las visitas, pero casi no tenían iniciativa ni decisiones.
Otra realidad es que en otras ocasiones son los jóvenes los que no se quieren comprometer. A veces los mayores les dan el apoyo y la participación, les dan la confianza, pero los jóvenes no se comprometen. Algunos que están participando en las formaciones y actividades de Pastoral Juvenil se excusan diciendo que ya tienen compromiso porque participan en las actividades de la Pastoral Juvenil, y no quieren asumir ningún ministerio en la comunidad. También hay casos en que los jóvenes se comprometen pero no son responsables, entonces los mayores dejan de confiar en ellos.
El compromiso de los jóvenes y las tradiciones de la cultura
En otras culturas se dice que la juventud es el tiempo del compromiso, de la lucha por cambiar y mejorar las cosas. Sin embargo en nuestra cultura al parecer la juventud es el tiempo de callar, de escuchar, de obedecer y dejar que los mayores programen, organicen y hagan las cosas. Los mayores deciden y los jóvenes tienen que respetar y cumplir sus decisiones sin derecho a decir nada. Es tal vez por eso que muchos jóvenes hoy no se atreven a hacer algunas cosas en su comunidad, porque tienen miedo a los mayores, o piensan que por ellos mismos no pueden hacer nada si no sale de los mayores.
Tenemos que amar nuestra cultura y vivir sus valores. Tenemos que respetar a los mayores, escucharles y hacerles caso. Pero, ¿eso significa que los jóvenes no puede hacer nada, ni dar sus ideas, ni organizar actividades? Respetar a los mayores no significa que el joven no tiene nada que hacer ni nada que decir. En Totonicapán la mayoría de la población es joven, y en nuestra Iglesia también. Si los jóvenes no aportan sus ideas y su trabajo nuestras comunidades y nuestra Iglesia no podrá mejorar. El presente y el futuro de nuestra Iglesia está en los jóvenes. Por eso los mayores tienen que dejar espacios de participación a los jóvenes, pero también los jóvenes tienen que ir abriendo esos espacios y ganándose la confianza y el respeto con su responsabilidad.
Jesús dio importancia a la juventud
En la sociedad en la que Jesús vivió los mayores, los hombres adultos eran los que tenían importancia, y los que decidían y hacían las cosas. Las mujeres y los jóvenes no eran importantes, muy poco se les tomaba en cuenta. Jesús respetaba a los mayores, pero cambia la manera de tratar a los jóvenes, le da valor a la juventud. Ya a los 12 años Jesús toma sus decisiones a pesar de la inconformidad de sus papás (Lucas 2, 41-51). Juan, uno de sus apóstoles es joven. Llama a un joven rico para que le siga (Mateo 19, 16-22). Jesús no rechaza a los jóvenes por ser jóvenes, sino que les toma en cuenta, con tal de que se comprometan con él y sean responsables.
El compromiso de los jóvenes en la Iglesia
Muchos jóvenes piensan que participando en las celebraciones, rosarios, en los coros o quizá en las actividades de la Pastoral Juvenil ya es suficiente, que con eso cumplen con su compromiso en la Iglesia. ¿Será suficiente con eso? Pensamos que eso no es suficiente. En la Pastoral Juvenil los jóvenes sobre todo están recibiendo de la Iglesia: reciben formación, acompañamiento, animación, etc.
Los jóvenes tienen que pensar en dar a la Iglesia, colaborar activamente en los trabajos de nuestra Iglesia. Somos parte de la Iglesia, y por eso también somos responsables de su misión. Cada joven individualmente tiene que pensar en qué está colaborando con la misión de la Iglesia, y si no está en nada, pensar en meterse en algo. Pero también como grupo, los jóvenes tienen que ver qué están dando a la Iglesia y qué es lo que va a dar para participar en la misión de la Iglesia. Es buen momento para pensar en qué podemos comprometernos como jóvenes católicos que estamos metidos en la Pastoral Juvenil.
Compromiso dentro de Pastoral Juvenil
Como jóvenes, el primer compromiso tiene que ser participar activamente en la Pastoral Juvenil, preocuparnos por recibir la formación para crecer y madurar como jóvenes, dando testimonio de nuestra fe viviendo el Evangelio. Además comprometernos en los trabajos que a través de las distintas comisiones de Pastoral Juvenil se realizan, para que consigamos evangelizar a los jóvenes y juntos mejoremos nuestra Iglesia y nuestra sociedad, y así colaboremos en la construcción del Reino de Dios.
Compromiso en las pastorales y ministerios
Además de comprometernos en la Pastoral Juvenil para crecer y madurar como jóvenes, también tenemos que colaborar con la misión de nuestra Iglesia que se realiza a través de las pastorales y ministerios. Hay muchos campos en los que podemos trabajar: Pastoral Infantil, Indígena, Social, Ministerio de Lectores, etc. También tenemos que ver qué otros aportes nuevos podemos dar como jóvenes para mejorar nuestra Iglesia y nuestras comunidades.
Para poner en práctica
Nos comprometemos a trabajar
más activamente y con más responsabilidad en la Pastoral Juvenil. Además cada
uno mira en qué pastoral o ministerio se va a comprometer. Como grupo vemos qué
podemos aportar a la comunidad y a la Iglesia.