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EL MUNDO EN
QUE VIVIMOS
Objetivos
--Que los jóvenes conozcan un poco la realidad del mundo en el que vivimos, cómo está dividido y su situación social, económica y política.
--Que los jóvenes se preocupen por conocer mejor nuestro mundo, los problemas y sus causas, así como las posibles soluciones.
Miramos nuestra realidad
Con el tema anterior comenzábamos los temas de contenido social. Ese primer tema fue como la introducción general a todos los temas sociales, para reconocer que las personas somos seres sociales por naturaleza, que Dios nos ha creado para comunicarnos con los demás y vivir en relación con los otras personas, que vivimos en una sociedad, en un mundo que está organizado, con instituciones y leyes para garantizar la convivencia entre todos.
En este segundo tema vamos a empezar a conocer ese mundo en el que vivimos, esa gran sociedad mundial a la que nosotros, como guatemaltecos, pertenecemos. No vamos a conocer todo sobre nuestro mundo, sólo vamos a acercarnos un poco a él, con la intención de despertar nuestro interés en seguir conociéndolo mejor. Para entrar en el tema vamos a mirar nuestra realidad, leemos el siguiente hecho de vida y luego realizamos un pequeño trabajo según se nos va a indicar.
Hecho de vida
Don
Alfredo era un hombre muy trabajador. Tenía unas cuantas cuerdas sembradas de
maíz y frijol. Pero esto no le alcanzaba para mantener a sus siete hijos y a su
esposa. No encontraba solución a su situación de pobreza; por más que trabajaba
no le alcanzaba para todas las necesidades de su familia. Un día Don Tono, su
vecino, le dijo: Don Alfredo, ¿ y por qué
no nos vamos para los Estados? Allá en el “primer mundo” la situación es
diferente, son ricos y viven bien. En cambio nosotros aquí en el “tercer mundo”
estamos fregaos, somos pobres y pasamos muchas necesidades. Yo voy a vender mi
tierrita y lo poco que tengo, voy a buscar dinero prestado y me voy para los
Estados.
Después de esta conversación, Don Alfredo se quedó pensando en lo que le había dicho don Tono. Finalmente se decidió, reunió a su familia y les dijo que se iba a los Estados, a ver si así mejoraba su situación. Su esposa y sus hijos le dijeron que por qué se tenía que ir, que era muy peligroso irse a los Estados, que muchos no había podido llegar y habían perdido lo poco que tenían. Su esposa le dijo: ¿Y por qué no te vas sólo hasta Méjico? Ahí la situación está mejor que aquí. Pero Don Alfredo insistió: Pero no es lo mismo, Méjico no es como los Estados, Méjico es del “segundo mundo”. Don Alfredo vendió todo y se fue a los Estados.
Ahora en grupo realizamos el siguiente trabajo:
A. Respondemos las siguientes preguntas:
1.¿pasan casos como los que cuenta el hecho de vida? Comentar alguno.
2.¿Qué entiendes por “primer”, “segundo” y “tercer mundo”?
B. En un mapa del mundo ponemos el número 1 en tres países del “primer mundo”, el número 2 en tres del “segundo mundo”, y el número 3 en tres del “tercer mundo”. Y respondemos:
1.¿En qué mundo colocamos a Guatemala? ¿Por qué está en ese mundo?
2.¿Puede Guatemala pasar a formar parte de otro mundo? ¿Cómo?
Ahora ponemos en común nuestro trabajo.
Iluminamos nuestra realidad
Si miramos nuestra realidad nos damos cuenta de que vivimos en un mundo dividido. Dividido de acuerdo a las diferencias económicas, sociales y al diferente poder político que tengan unos países en comparación con otros. Sólo tenemos que pensar en la diferencia entre nuestro país y los Estados Unidos. Los Estados son mucho más ricos y poderosos que nosotros, por eso muchos guatemaltecos se van para buscar mejorar su situación económica. Pero, ¿por qué estas diferencias?
¿Un solo mundo o varios mundos?
Nuestro Dios creó un solo mundo, y en medio de él puso a las personas, creadas todas iguales en dignidad (Génesis 1, 27). Toda la creación fue puesta en manos de la persona humana para que se sirviera de ella para vivir, y para cultivarla y desarrollarla (Génesis 1, 28-30). Todos los bienes de la creación fueron creados para todos, para que todos tuvieran todo lo necesario para poder vivir. Sin embargo, las personas nos hemos apartado del proyecto de Dios y hemos creado las diferencias. Unos cuantos se han quedado con la mayoría de los bienes de la creación, dejando a una mayoría sin lo suficiente para vivir. Así nacen las separaciones y desigualdades en nuestro mundo, así nacen diferentes mundos, según la cantidad de riquezas y poder que tengan.
Primer Mundo
Cuando decimos “primer mundo” nos referimos a los países más ricos, los más poderosos y que dominan a los demás países. Son pocos países, pero su gran poder económico, político, militar y su enorme desarrollo industrial y de tecnología les permite controlar a los demás y hacer que estos otros países dependan de ellos. Son estos países ricos y poderosos los que ponen las reglas a nivel mundial, y los demás tienen que cumplirlas. Entre estos países del primer mundo están Estados Unidos y la mayoría de los países de Europa, Japón.
Segundo Mundo
Cuando hablamos de “segundo mundo” nos referimos a los países que no tienen el mismo poder económico, político, militar, ni el mismo desarrollo industrial ni de tecnología que los países del primer mundo. Son países que se están desarrollando, van mejorando su producción por medio de industrias, van avanzando en la tecnología, van consiguiendo un mayor bienestar social de las personas, pero todavía no tienen la riqueza, el desarrollo ni el poder que los países del primer mundo. No son países tan pobres, pero tampoco tan ricos como los países del primer mundo.
Tercer Mundo
Son los países pobres, sin desarrollar y que dependen de los más ricos. Tienen grandes riquezas naturales, pero los países más ricos los han explotado y se han aprovechado de ellos para sacarles sus riquezas. También la corrupción y las guerras han hecho que estos países no se hayan desarrollado. Aunque la mayoría de las personas de estos países viven en la pobreza, hay algún grupo de ricos, que son los que dominan. A los del primer mundo nos les conviene que los del tercero se desarrollen, porque la riqueza del primer mundo se apoya en la explotación del tercer mundo. Entre los países del tercer mundo están la mayoría de los de América Latina, muchos de Asia y de Africa.
Cuarto Mundo
El “cuarto mundo” son los países y regiones que viven tan abandonados que no tienen el más mínimo desarrollo. Son países donde la gente vive en la miseria, miles y miles mueren de hambre y de enfermedades que en otros países se pueden curar fácilmente. Entre estos países se encuentran la mayoría de los países del centro y sur de Africa y algunos países de Asia.
¿Será que los bienes del mundo no alcanzan para todos?
En nuestro mundo hay suficientes bienes para que todos vivamos sin pasar necesidad, sin embargo cada año mueren de hambre sesenta millones de personas. El 80% de la población mundial vive en la pobreza. Hay suficientes medicinas para los enfermos, pero en América Latina cada año mueren un millón de niños menores de un año, y 14 millones de jóvenes menores de 15 años por enfermedades que se pueden curar. Hay suficientes recursos para alfabetizar a todas las personas, pero se gasta más en armas que en educación.
¿Y Dios está de acuerdo con esta situación?
Claro que Dios no está de acuerdo. Por eso los profetas denuncian la desigualdad social y todo tipo de explotación de parte de los ricos (Amós 8, 4-8). Por eso mismo los obispos de América Latina denuncian la situación de pobreza y desigualdad social: “La creciente brecha entre ricos y pobres, las diferencias sociales, la extrema pobreza de la mayoría son un escándalo, contrario al plan del creador” (Puebla 28).
Para poner en práctica
Interesarnos por conocer mejor la situación de nuestro mundo, informándonos en los periódicos, la radio, la televisión, etc.