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LOS VALORES CULTURALES
Objetivos
--Que los jóvenes conozcan los principales valores de la cultura maya y se sientan identificados con ellos.
--Que los jóvenes se preocupen por vivir los valores de su cultura y recuperar aquellos que se han ido perdiendo.
Miramos nuestra realidad
En los dos temas anteriores comenzamos a hablar sobre algunas cuestiones generales de la cultura: intentamos aclarar lo que es cultura y los principales elementos de la cultura y también hablamos sobre las relaciones que se dan entre las diversas culturas y las consecuencias de estas relaciones culturales. Esos dos temas nos han ayudado a situarnos mejor en el panorama de la cultura, para luego meternos en temas más específicos.
En este tema vamos a empezar a entrar en temas más específicos sobre la cultura. Y lo hacemos hablando de los valores de nuestra cultura maya. Todas las culturas tiene sus valores, y nuestra cultura maya también. Vamos a presentar los principales valores de nuestra cultura maya para motivar el interés de los jóvenes a sentirse identificados con ellos y vivirlos con orgullo. Como punto de partida para entrar en el tema vamos a acercarnos a la realidad de nuestros valores culturales. Leemos el siguiente hecho de vida y dialogamos sobre las preguntas que se plantean.
Hecho de vida
Manuel era carpintero, y sus hijos trabajaban en la fabricación de toda clase de muebles de madera. Además Manuel vendía madera para otros fabricantes de muebles y para construcciones. Diariamente muy tempranito por la mañana se iba con sus hijos a la montaña a botar árboles para sacar madera. Al principio Manuel comenzó cortándolos con hacha o una cierra de mano, pero luego compró una motocierra, con la que cortaba muchos más árboles al día. Un día que Manuel no podía ir a cortar árboles, le pidió favor a su papá, Don Atanacio. Los hijos de Manuel acompañaron a su abuelo Don Atanacio a la montaña. Antes de empezar a contar los árboles Don Atanacio se arrodillaba y hacía una oración para pedir permiso al creador para poder cortar los árboles y después pedía perdón a los árboles porque los iba a cortar. Los muchachos se extrañaron de lo que hacía su abuelo y le preguntaron: Abuelo, ¿por qué hace eso? Y Don Atanacio les contestó: Es que los árboles son criaturas de Dios, que tienen vida como nosotros, y por eso hay que respetar esa vida. Y si necesitamos contarlos tenemos que pedirle permiso al creador y pedirles perdón a ellos porque les vamos a quitar su vida porque tenemos necesidad de ellos. Los muchachos le dijeron: Pero papá no nos ha enseñado eso, él corta los árboles sin pedir permiso al creador ni perdón a los árboles.
Dialogamos sobre las siguientes preguntas:
1.¿Pasa como lo que cuenta el hecho de vida? Comentar algún caso.
2.¿Cuál es el valor que pone en práctica Don Atanacio?
3.¿Qué otros valores encontramos en nuestra cultura?
4.¿Vivimos los valores de nuestra cultura o los estamos perdiendo?
Ponemos en común las respuestas.
Iluminamos nuestra realidad
Como decíamos en el segundo tema, los valores son uno de los elementos fundamentales de la cultura. Un valor es una actitud, un comportamiento o todo aquello que un pueblo considera como bueno y por eso lo busca y lo aprecia. Por ejemplo, en el hecho de vida que hemos leído se considera como un valor el respetar la naturaleza. Vamos a ver algunos de los principales valores de nuestra cultura maya.
La educación
Es muy importante la educación para el pueblo maya, pero la principal fuente de educación es la familia. Por eso los papás y abuelos aprovechaban las noches para reunirse con los hijos y nietos y enseñarles la sabiduría y las tradiciones, la importancia del trabajo y el respeto a los mayores. Así la familia se convierte en la primera y principal escuela donde se enseña a los hijos y nietos los valores y la sabiduría para que vivan en armonía, en bienestar y paz.
Los valores morales
Nuestros abuelos y abuelas tenían mucha conciencia de lo que era pecado. Por eso se preocupaban de guiar a los hijos y nietos y enseñarles los buenos comportamientos. Nuestros abuelos y abuelas nos enseñan que no tenemos que ser envidiosos ni desear lo que pertenece a algún hermano o hermana o vecino, ni tenemos que robar ni ser perezosos, ni chismorrear, ni engañar, porque si engañamos estamos haciendo lo que hizo la serpiente que engañó a nuestros primeros padres Adán y Eva. Si nos comportamos correctamente siempre estaremos en equilibrio con la creación y nuestra vida será grande.
El amor y respeto a la naturaleza
Para nuestros abuelos y abuelas todas las cosas que existen en el mundo son hechas por el creador y formador. Todo tiene la vida que el creador y formador le ha dado. Por eso tenemos que amar y respetar a todos los seres de la naturaleza. Las personas no somos los dueños de los seres de la naturaleza. Si tenemos la necesidad de utilizar algún ser de la naturaleza tenemos que pedirle permiso al creador. Por eso si tenemos la necesidad de cortar un árbol, antes de cortarlo tenemos que hincarnos ante él y pedirle permiso. Lo mismo cuando tenemos la necesidad de matar algún animal. Toda la naturaleza tiene la vida que el creador le ha dado, por eso tenemos que respetar esta vida y amar y cuidar la madre naturaleza.
La solidaridad y cooperación
Los abuelos y abuelas nos enseñan que en la tierra todos somos hermanos, todos necesitamos de la ayuda de los demás, necesitamos cooperar entre todos. Nos enseñan que cuando veamos a un vecino, hermano o pariente que necesite ayuda, seamos los primeros en ayudar. Esta cooperación se veía en las comunidades. Cuando alguien de la comunidad necesitaba construir una casita, todos los vecinos colaboraban y entre todos se construía. También se cooperaba en el cultivo de la tierra, o llevando lo necesario para las fiestas, matrimonios, bautizos o funerales.
La responsabilidad
Nuestros abuelos y abuelas nos dejaron un ejemplo de responsabilidad. Como sabían que tenían un trabajo que hacer, se levantaban bien tempranito para ir a sacar el trabajo. Nos dicen que hay que ser puntuales en cumplir la responsabilidad de trabajar, porque donde no hay puntualidad entra la pereza y la irresponsabilidad. Nuestros abuelos y abuelas nos enseñan que cuando uno se compromete con alguien tiene que cumplir con puntualidad, porque si uno no es responsable, entonces se engaña a uno mismo y engaña a los demás.
La unidad de la familia
La unidad de la familia es un valor fundamental en la cultura Maya. Nuestros abuelos y abuelas nos dicen que cuando uno de los hijos se casa no debe separarse de los padres de una vez. De esta manera los hijos seguían ayudando a sus papás, que habían hecho un esfuerzo económico en el casamiento.
Además de ayudar materialmente a sus papás, el joven sigue madurando hasta que finalmente se separa de sus papás, y también la esposa, mientras ayuda en la casa aprende las necesidades del hogar. Así cuando se separan de los padres pueden enfrentar muchos problemas en la vida. Pero aún después de irse a vivir a parte, la unidad familiar se mantiene. Por eso no es raro ver una familia en la que conviven los papás y los hijos ya casados.
El trabajo
Es un valor muy importante. Por eso los abuelos y abuelas enseñaban a sus hijos desde pequeños a trabajar, con el azadón, el hacha, el machete, etc. De esa manera se crecía preparado para salir a delante en la vida. Por medio del trabajo la persona se gana todo lo necesario para vivir como ser humano.
Por eso nuestros abuelos y abuelas ven que la pereza es un defecto que se debe evitar, aprendiendo desde pequeño el hábito de trabajar. Como nuestro creador y formador trabajó para hacer todas las cosas, así nosotros tenemos que seguir su ejemplo.
La libertad
Nuestros abuelos y abuelos aman la libertad. Para ello nosotros somos criaturas, nuestro creador y formador no hizo con la capacidad para pensar, para querer y para actuar con libertad. Pero es una libertad vivida dentro de la responsabilidad, el respeto al creador y guardando la armonía y equilibrio de toda la creación. Por eso cuando en nuestra historia de Guatemala se ha violado esa libertad, nuestros abuelos y abuelas han sufrido mucho.
La religión
El pueblo maya es profundamente religioso. El hombre y la mujer mayas comprenden que son criaturas, que dependen de su creador y formador y que tienen que vivir en relación con él. Por eso el creador y formador le dio al hombre y a la mujer la capacidad de hablar, de comunicarse, como un medio para la relación entre la criatura con el creador. En la creación hay una armonía entre todos los seres creados, y por medio de la religión se mantiene esa armonía, con una correcta relación de las personas entre sí, con el creador y con la naturaleza. La religión es, pues, una necesidad para vivir la unión con la naturaleza y con el creador y formador.
Para poner en práctica
Examinamos a ver si estamos viviendo estos valores de nuestra cultura o si los estamos perdiendo. Hacemos una lista de los valores de nuestra cultura que se han perdido o se están perdiendo, nos identificamos con ellos y nos comprometemos a recuperarlos. También hacemos una lista de los valores de nuestra cultura que todavía permanecen, y nos comprometemos a defenderlos para que no se pierdan y vivirlos.