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CULTURA Y LITURGIA

 

Objetivos

--Que los jóvenes conozcan lo que es la liturgia y la gran importancia que tiene para la expresión de nuestra fe cristiana.

--Que los jóvenes reconozcan la necesidad de que nuestra liturgia esté arraigada en nuestra cultura, tomando en cuenta sus ritos, signos y símbolos.

Miramos nuestra realidad

Continuamos con nuestros temas de contenido religiosos. En el anterior tema veíamos la necesidad de la inculturación de manera que nuestra fe se viva desde nuestra propia identidad cultural. En este tema nos vamos a referir a la liturgia como elemento fundamental en la expresión de nuestra fe cristiana, y la necesidad de que nuestra liturgia se encarne en nuestra cultura, de manera que expresemos nuestra fe desde nuestros ritos, signos y símbolos propios. Antes de entrar en el tema vamos a mirar nuestra realidad para ver hasta qué punto nuestra cultura está presente en la liturgia que celebramos. Leemos el siguiente hecho de vida y dialogamos sobre las preguntas que se plantean.

 

Hecho de vida

En la comunidad de Kieb’ k’utb’al estaban de fiesta patronal. Y querían que la celebración de la misa en honor a su patrón fuera especial. Por eso encargaron a la Comisión de Liturgia y a la Comisión de Inculturación Litúrgica de la Pastoral Indígena que prepararan la celebración. Al principio hubo problemas en la preparación de la celebración, porque las dos Comisiones no se ponían de acuerdo. Los de la Comisión de Inculturación Litúrgica querían que fuera una celebración inculturada, mientras que algunos de la Comisión de Liturgia no estaban de acuerdo en que se hicieran algunas cosas que proponían los de la Comisión de Inculturación. Decían que lo que proponían eran cosas de magia y brujería. Finalmente llegaron a un acuerdo y se prepararon algunos signos propios de la cultura. La misa se inició con el rito de encendida de las candelas de la cruz cósmica maya. Mientras se encendía cada candela se hacía una oración. Luego, al entrar el sacerdote se incensaban los cuatro puntos de la cruz cósmica y el altar. Otros signos y símbolos se usaron en la celebración. Al final, unos comentaban que le había gustado, mientras otros criticaban el que se hicieran gestos de brujería, según ellos. Los de la Comisión de Inculturación explicaban que lo que se hizo es lo que la Iglesia pide, que la liturgia sea inculturada.

 

Dialogamos sobre las siguientes preguntas:

1.¿Pasan cosas como la que cuenta el hecho de vida? Comentar alguna.

2.¿Tienen razón los que no quieren que se hagan esos signos en la misa?

3.¿Sabemos qué es la liturgia y qué importancia tiene para nuestra fe?

4.¿Sabemos qué importancia tiene la cultura en la liturgia? ¿Por qué?

Ponemos en común las respuestas.

Iluminamos nuestra realidad

Al mirar nuestra realidad nos damos cuenta de que casi todos tenemos experiencia de liturgia, porque casi todos, por no decir todos, hemos participado en muchas celebraciones litúrgicas, tanto en nuestros oratorios como en nuestro templo parroquial. Sin embargo, si se nos pregunta qué es la liturgia y su importancia en nuestra fe, ya nos resulta difícil explicarlo.

Tal vez hemos participado en alguna celebración litúrgica en la que se han realizado algunos gestos, signos o símbolos propios de nuestra cultura maya para expresar la fe. Pero es casi seguro que tengamos poca experiencia o casi ninguna de haber participado en liturgias inculturadas. Por eso si se nos preguntan qué significa inculturación de la liturgia no sabemos qué responder. Vamos a explicar brevemente lo que es la liturgia y su importancia para nuestra fe cristiana, así como la importancia de que la liturgia sea inculturada.

¿Qué es la liturgia?

Podemos definir la liturgia diciendo que es una acción sagrada, de culto, realizada en la Iglesia y mediante la Iglesia, a través de la cual, con un rito, se ejerce la obra salvadora de Cristo, es decir, la santificación de las personas. Vamos a explicar punto por punto esta definición para que la podamos entender bien.

Decimos que la liturgia es una “acción sagrada”, “de culto”, porque en ella se realiza algo que tiene que ver con Dios, con lo divino, con nuestra salvación.

Decimos que la liturgia se realiza “en la Iglesia”, porque la liturgia es una acción comunitaria, se hace en la comunidad de los seguidores de Jesús, comunidad que es su cuerpo.

Decimos “mediante la Iglesia” porque la obra salvadora de Cristo se realiza a través de la Iglesia, es en la liturgia de la Iglesia donde se hace presente la acción salvífica de Cristo.

Cuando Decimos “a través de la cual”, refiriéndonos a la liturgia, porque la liturgia no es un fin en sí misma, sino que es un medio a través del cual Cristo se hace presente y actúa en su Iglesia.

La acción litúrgica se realiza “con un rito”, es decir, con gestos, signos y símbolos materiales, con los que se expresa y se significa lo que en realidad se está realizando.

Decimos que en la liturgia se “ejerce” la acción salvadora de Cristo queremos decir que la salvación de Cristo se hace actual, se realiza realmente en la liturgia. En la liturgia no hacemos un teatro o un simple recuerdo, sino que en ella realmente se realiza la actuación salvadora de Cristo. Finalmente, en la liturgia se realiza la “obra salvadora de Cristo”, es decir, que el misterio de la muerte y resurrección de Cristo en el que todos alcanzamos la salvación se actualiza en la liturgia.

Importancia de la liturgia para nuestra fe

De todo lo que hemos dicho se deduce la importancia que tiene la liturgia para nuestra fe cristiana. La liturgia es celebración de un acontecimiento de fe: la salvación de Dios que, gracias al misterio pascual de muerte y resurrección de Cristo, todos hemos alcanzado. Pero la celebración de ese acontecimiento de salvación en la liturgia, como decíamos antes, no es un simple recuerdo ni un teatro, sino que, con los ritos, gestos, signos y símbolos expresamos nuestra fe en ese misterio de salvación que realmente se actualiza al celebrarlo en la liturgia. Las celebraciones litúrgicas (la eucaristía y demás sacramentos) son la ocasión en la que vivimos la presencia salvadora de Cristo, y eso se expresa por los ritos, gestos, signos y símbolos litúrgicos.

Una liturgia inculturada

Como decíamos en el tema anterior en el que hablábamos sobre la inculturación, la inculturación es una dimensión fundamental del proceso de evangelización, por la que el Evangelio y la fe cristiana se arraigan en el corazón de cada cultura, de manera que las personas de cada pueblo vivan la fe y el Evangelio desde su propia identidad cultural. De no realizarse este proceso de inculturación, el Evangelio y la fe no serán realmente asumidos ni auténticamente vividos, ya que toda persona está como marcada por su cultura, que configura su manera de ser, pensar y vivir.

Si comprendemos esta necesidad de la inculturación, entonces entenderemos que con mayor razón se necesita que la liturgia pase por este proceso de inculturación. Decimos que con mayor razón porque la liturgia, como ya señalamos, se basa en los ritos, signos y símbolos a través de los cuales se expresa y celebra la fe. Y en cada cultura existen diversos ritos, signos y símbolos a través de los cuales se pueden expresar las realidades de nuestra fe, y esos ritos, signos y símbolos propios de cada cultura tienen que ser tomados en cuenta, para que su celebración de la fe en la liturgia tenga sentido.

En efecto, en la liturgia los ritos, signos y símbolos tienen que expresar o significar la realidad de fe que se está celebrando. Por ejemplo, en el rito del bautismo, el signo del agua significa la purificación y la nueva vida que se realiza en el que se bautiza. Por eso para que las personas de un determinado pueblo puedan expresar y celebrar la fe con sentido, se necesita que los ritos, signos y símbolos que ellos utilicen en la liturgia sean significativos para ellos, le digan algo, realmente expresen para ellos lo que están celebrando y viviendo en la liturgia, porque de lo contrario, la liturgia será un conjunto de ritos, gestos, signos y símbolos vacíos, sin ningún sentido.

Como consecuencia de lo que hemos dicho, tenemos que reconocer la importancia y la necesidad de que llevemos a cabo un verdadero proceso de inculturación de nuestra liturgia. Somos parte de una cultura diferente a la cultura en la que se ha hecho la liturgia católica que celebramos. Muchos de los ritos y signos que hacemos en la liturgia no nos dicen mucho, sin embargo otros ritos y signos propios sí serían más significativos para nosotros. Por eso, para que podamos celebrar y vivir nuestra fe en la liturgia con verdadero sentido, necesitamos incorporar nuestros ritos, signos, gestos y símbolos propios en las celebraciones litúrgicas. No se trata de cambiar el contenido de nuestra fe cristiana, sino expresarla y vivirla con mayor sentido.

Para poner en práctica

Podemos hacer una lista de los signos, gestos y símbolos que hacemos en las celebraciones litúrgicas y que no significan mucho para nosotros. Luego pensamos en qué otros gestos, signos o símbolos propios de nuestra cultura podrían expresar con mayor sentido la fe que celebramos.