En la luna de miel, le dice al hombre muy molesto a su flamante esposa:
-¡Maldita sea! pero ¿por qué no me dijiste antes que yo sería el treceavo hombre con el que te has acostado?!!!
-¡Uy!, si hubiera sabido que eras tan supersticioso, ni te hubiera hablado de ese tema.
Resulta que había una pareja en luna de miel y estando en pleno coloquio amoroso el marido le dice: preciosa yo se una posición estremecedora; la llaman 69. La mujercita con suma emoción le dice:
-¡de acuerdo mi vida vamos a practicarla!.
Cuando hacian alarde de sus genialidades circences y de su notoria elasticidad, al sufrido novio, quien padecía de flatulencia, se le salió un vientecillo huracanado, la bella doncella soporta ese fetido aroma. Continuando con las artes amatorias, posteriormente y ya casi anunciando la llegada de una diarrea se escucho un estruendoso vientecillo a lo que la abnegada novia respondió con voz apesadumbrada:
-¡sabes que mi amorcito, los otros 67 ve y aviéntatelos con mi suegra!.
Esta era una vez una pareja de recién casados, en su luna de miel...
Ellos se dirigen a las montañas y alquilan una cabaña...cuando van al acto, ella le manifiesta que es señorita, por ende el le dice que vaya a la recepción y le pida a la señora vaselina.
La joven va y le pregunta a la señora, esta le dice que no posee vaselina, pero que tiene vaporup, ella medio inocentona le dice que bueno, que le debe servir...
La señora medio curiosa, se pregunta y que hará esa niña con vaporup, y se asoma por un orificio de la cabaña para averiguar...
Al asomarse ve en la cama al marido erecto y a la muchacha untándole el vaporup...
La señora manifiesta: jo!! en mis 87 años, nunca había visto que sufriera de resfriado.
Un día llega una pareja a un hotel, para pasar su primera noche de bodas, al ingresar la dueña del hotel les da la mejor invitación y les pregunta si necesitan algo, ellos responden que no desean nada y se retiran a su habitación.
Al día siguiente la señora se extraña de no verlos en el desayuno, estaba preocupada pensando en eso cuando su hijo, Jaimito llega y le dice:
-Yo se por que no bajan!!!, yo se por que no bajan!!!.
Su mamá no le presta atención y piensa que de seguro como era su primera noche de bodas ellos querrían estar solos.
Ya en la noche, la señora se extraña aun más porque se da cuenta que en todo el día no han bajado ni han pedido nada para comer.
Entonces Jaimito le vuelve a decir a su mamá.
-Yo se por que no bajan!! yo se por que no bajan!!!
Pero su mamá no le hace caso.
Paso un día, dos días, tres días, ya habían pasado cuatro días y al ver la señora que la pareja de recién casados no daba señales de vida, comienza preocuparse y pregunta a todos si sabían algo de ellos.
Y Jaimito le vuelve a decir :
-Yo se por que no bajan!!!! yo se por que no bajan!!!.
Entonces la mamá ya cansada de la bulla de Jaimito le dice.
-A ver Jaimito, dime por que no bajan????
A lo que Jaimito le responde:
-Yo se por que no bajan!!!!!. Es que el día que llegaron, me mandaron a comprar vaselina y yo les traje pegalotodo!!!!!!
En su noche de bodas, ella se va a bañar y a cambiarse para su romántica luna de miel. Sale del baño con una hermosa bata. El le dice:
-Amor mio, ¿por qué tanta ropa? ya estamos casados. Abre la bata y déjame ver tu belleza.
La mujer se abre la neglige. El hombre lanza un suspiro y le dice:
-Mi amor, ¡que belleza la tuya!, déjame tomarte una foto.
-¿Para qué, mi vida?
-Para llevar siempre tu foto cerca de mi corazón y poder contemplar tu belleza a diario.
El entra a bañarse y cuando sale, ella le dice:
-Mi amor, ¿por qué esa bata? Ya estamos casados. Quítatela para contemplarte.
El hombre se abre la bata y ella le dice:
-Déjame sacarte una foto.
-¿Para qué, mi vida?
-¡Para hacer una ampliación!