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por Luis Ginocchio Balcázar La salida minera a la crisis de la economía de Piura me parece miope y contra las tendencias que perfilan la llamada "nueva economía", en la que prima el recurso humano más preciado, el conocimiento, y se tiene creciente conciencia de la importancia del medio ambiente y la biodiversidad para una vida más plena. Para conocimiento de todo
el país, este es el primer caso en que una empresa minera intenta
localizarse en medio de grandiosos valles agropecuarios, activos y
promisorios. Es algo que intenta sobreponerse sobre otra cosa. ¿Que vemos en la realidad? Un mundo que tiende hacia los alimentos sanos, orgánicos, funcionales, nutracéuticos, y que muestra creciente preocupación por la seguridad (inocuidad) de los alimentos producidos en el extranjero. Una realidad donde la riqueza, en esta naciente era global, nace de la innovación más que de los calambucos dinamiteros de la minería. A naciones del hemisferio norte que se deshacen de sus empresas contaminantes que migran a los países más pobres. A instituciones financieras, incluyendo las multilaterales, muchas de ellas dominadas por el pragmatismo y el doble discurso. Un Estado que parece interesarle más su flujo de caja que el empleo, la salud y equilibrio climático de una de las regiones más pobladas del país. Y un gobierno, aunque ya despedido, que diseñó una legislación complaciente a favor de la minería y se parcializó con ella. Un modelo de país y de economía primario exportador, fuera de época, que tomó diez años en conformarse y que ahora se desmonta. Un Estado sin mecanismos que sancionen proporcionalmente a los infractores por daños causados a personas, propiedades y medio ambiente en general. Ejemplo vivo, Choropampa y Yanacocha. Una normatividad minera que no contempla los diversos efectos sobre organismos vivos (seres humanos, agua, árboles y ganado). Que se limita tan sólo a la calidad de efluentes líquidos y gaseosos de las minas lo cual no garantiza ni control ni imparcialidad. A gobiernos locales, distanciados de las mayoritarias expectativas de sus pobladores, que patrocinan trámites misteriosos pues, ¿cómo se consiguió una autorización para, sin el menor escrúpulo, realizar exploración minera en medio de una ciudad (Tambogrande) con el mayor desprecio por los derechos ciudadanos? ¿Regreso a la Colonia? Una actividad agotable, que genera poquísimo empleo, que intenta "convivir" frente a otra renovable, en un ecosistema "de cristal" (bosque seco), en el segundo departamento más poblado del Perú, que concentra las mayores inversiones en obras de irrigación. Una actividad intensiva en capitales que produce daños contra los suelos agropecuarios y la fisiología de los vegetales lo cual reduce su competitividad y afecta su atractividad para captar inversiones agropecuarias. Una actividad económica de débil contribución a la producción departamental, con sólo "brillo macroeconómico", que no es percibido por el bolsillo del ciudadano común, cuyas utilidades se remesan, invierten y consumen en el exterior. Y que que afectaría la esperanza y calidad de vida de los pobladores del departamento. Un clima, el del departamento de Piura, epicentro de la perturbación climática global conocida como Fenómeno El Niño, y que en el extranjero se conoce como ENSO (Oscilación Sur El Niño), evento destructivo y altamente aleatorio pero persistente. Por eso poner en riesgo el equilibrio de los ecosistemas piuranos se perfila como un atentado a la humanidad. ¿Que percibimos en nuestro futuro? Una minería aurífera y polimetálica altamente contaminante, concentradora de la riqueza en pocas manos, con raíces fuera del Perú. Una agricultura de San Lorenzo (Tambogrande) jaqueada por los contaminantes de la minería, con pérdida del valor de sus tierras para fines agropecuarios, en un medio ambiente con creciente alteración, elevando los riesgos de hacer empresa agropecuaria en la zona. Una agricultura departamental, al igual que San Lorenzo, sitiada por los tajos abiertos y excavaciones mineras, con la amenaza de Niños que multiplicarían los daños. Una gran migración rural hacia las ciudades. Solamente en San Lorenzo deben vivir 35,000 personas en la zona rural (en términos de empleo, sólo San Lorenzo ocupa 18,000 personas según INEI). A las ciudades del departamento acelerando su crecimiento conformando una selva urbana que el Estado tendrá que subsidiar. Una vez concluida la explotación minera, ¿quién regresaría el suelo, paisaje y clima a como estaba antes de la mina? ¿Con qué garantías se respalda este requerimiento? ¿Qué tiene que ocurrir? a) Que los nuevos aires democráticos que se respiran en el Perú permitan que piuranos y piuranas, hagamos valer nuestros derechos a ser informados con la verdad sobre la minería polimetálica. Y de ese modo, que no se nos exijan actos de fe en proyectos mineros sino que los ciudadanos podamos decidir con información cierta y oportuna. b) Que las instituciones locales tomen el liderazgo que les corresponde, en especial CTAR, municipalidades provinciales y distritales así como las universidades se pronuncien con claridad sobre el tema minero. c) Que el Estado recupere su rol honesto e imparcial y se suspendan los permisos a la minera Manhattan y se declaren los valles piuranos intangibles para la actividad minera polimetálica. Un Estado que defienda con energía los intereses del 30 por ciento o más de los ciudadanos que viven en el campo frente a los subsidios cobijados en los países ricos y que se promueva prioritariamente en Piura la inversión nacional y extranjera en agricultura e industria alimentaria. Que entienda que haría un mejor negocio promoviendo las inversiones en otras actividades, cuidando la escasa tierra agrícola disponible que tenemos en el Perú. d) Que en una zona densamente poblada como Piura, en la era de la globalización, en efecto, debemos reinventar la economía. Pero a la luz de otro esquema y del relanzamiento del sector agropecuario, agroindustria, pesquería, pequeña industria manufacturera (especialmente para montaje), turismo, artesanía, gastronomía y nuevas actividades como diseño de software y servicios entre otros. Y siempre guiándose más por la prosperidad efectiva (real) de las familias que por las cifras macroeconómicas e) Que el mundo rico, hoy preocupado por las graves perturbaciones climáticas que asolan Europa, reconozca que los tajos abiertos que las mineras occidentales planean infligir a los débiles ecosistemas del Tercer Mundo están alterando gravemente la calidad de vida global. f) Que nunca más las ciudadanas y ciudadanos piuranos elijan a personas con visiones del país tan primitivas, excluyentes, contrarias a la lectura de los tiempos, en suma, desatinadas Reiteramos que son falaces
los argumentos que "el agro reparte miseria" y que
"como el agro está enfermo no existiría problema con que Piura
asuma los riesgos de la contaminación minera. Y si colapsa el agro o
pierde competitividad, se perdería poco".
Al contrario, si no hubiese sido por la laboriosa, tesonera y productiva
sociedad sanlorencina, ¿cómo hubiese atravesado Piura el túnel
fujimorista? El Proyecto de Irrigación del Alto Piura es una alternativa propuesta desde 1930. Sabemos que actualmente superó la etapa de estudio. En este proyecto se propone la derivación de las aguas del río Huancabamba con la finalidad de solucionar el problema de riego del Alto Piura y atender prioritariamente a los actuales agricultores regantes. La importancia de este proyecto se debe a que posibilitará que el valle del Alto Piura eleve su productividad, es decir, aumente sus rendimientos, tanto en cultivos permanentes como en cultivos transitorios. De este modo, se incrementará el comercio local, nacional e internacional y se multiplicarán los ingresos para la zona. Pero debemos tener presente también que el proceso de globalización en el que estamos inmersos ha intensificado la competencia, más aún en lo referente a la exportación de productos alimenticios, exigiéndose el cumplimiento de nuevas normas y requisitos con respecto al control de calidad de estos productos que se ingieren. Es justamente en este punto donde se encuentra el origen de nuestras preocupaciones. Imaginemos en los contaminantes producidos por la minería acarreados dentro de los alimentos frescos y procesados originados en estas fértiles tierras. Los portavoces del gobierno y de las empresas mineras dicen que la nueva "tecnología de punta", inventada en las últimas décadas del siglo XX, hace posible una minería "limpia" y "sustentable". Algunos admiten que con esta actividad "puede producirse cierto cambio en el medio ambiente". Y de inmediato aseguran que "si se aplica la tecnología adecuada dicho cambio será armonioso con el equilibrio natural, con el entorno paisajístico, con los valores culturales de sus habitantes y fundamentalmente, con la biodiversidad que encierra tal espacio". Palabras reconfortantes. Pero antes que depositar nuestra fe en estas aseveraciones de los defensores de la minería, vale la pena hacer un análisis de la verdadera realidad. Las autoridades mineras hablan de los "grandes beneficios económicos y sociales" que trae la minería. Inclusive, califican a los que cuestionan esta actividad como "enemigos del progreso", cuyo interés es mantener a los pueblos marginados en la pobreza absoluta. Pero la historia, desde la lejana hasta la moderna, ofrece un panorama distinto a la versión de los mineros: agua, aire y suelo contaminados. Desaparición de flora y fauna. Además del efecto que esto produce sobre la salud de los pobladores. Irracional uso de recursos como el agua (desvían ríos y secan lagos y lagunas). Expropian tierras de las comunidades. Esto produce una grave alteración en las condiciones ecológicas del entorno con efectos socio-económicos negativos como la disminución de la producción agrícola y ganadera, desplazamientos de población (con la concerniente variación de identidad cultural, idiosincracia y costumbres de los pobladores de esas zonas). Pero esto no es todo, las empresas mineras no compran productos en las áreas donde están establecidas. Muchas veces adquieren estos productos y servicios del exterior. Por tanto, existe un débil apoyo al comercio local. Además, se tiene un canon minero inequitativo, fondo que no llega a las comunidades. Adicionalmente, existe una baja calidad del empleo en con base en la polifuncionalidad del trabajador (quien desempeña varias funciones), tercerización de la mano de obra ("services"), salarios ínfimos, además de los recortes de beneficios de la legislación laboral. Estrategia de las empresas mineras Al hablar de los atractivos de la minería a gran escala, los mineros suelen insistir en varios temas:
Por estas razones, exhorto a los
altopiuranos a cerrar filas en defensa de su agricultura y ganadería
protegiendo su salud y empleos (Resumen de la conferencia ofrecida por la
Bióloga Fela López en Chulucanas, 17 de Diciembre del 2000). Pero no hay que olvidar que la baja generación de empleos de la minería frente a un agro, que con los efectos de las postergaciones y problemas que sufre y acumula, aporta (según el presidente de la Cámara de Comercio de Piura) el 45 % del empleo departamental (19 de Diciembre del 2000). No obstante, el agro, bien operado, es negocio para el Estado. Por ejemplo, el algodón da origen a exportaciones textiles anuales por US$580 millones. Más los US$100 millones de algodón que se importa y que se podría producir localmente. En tiempos recientes hemos visto también como instituciones clave de la piuranidad iban cediendo ante la audaz arremetida propagandística minera, arropada en jugosos contratos de asesoría o provisión de servicios. Luego, esa red de "aliados" devino en silenciosa o esquiva a todo lo que se relacionara contestariamente o que expresara dudas respecto a la conveniencia de la minería polimetálica en Piura. A todo lo que se negara a aceptar los actos de fe en la pureza de sus intenciones que reclaman los mineros. He usado en muchos de mis escritos de información y alerta a la opinión pública departamental el término "minerismo". Así, he tratado de diferenciar la acción independiente de una empresa minera, en este caso la Compañía Manhattan Sechura, de la concertada acción del centralismo, apoyado localmente por quienes interesándoles poco el futuro de Piura, se dejaron embriagar por el "aroma" de los dólares mineros, sin siquiera cuestionar los evidentes perjuicios que esta actividad causaría en nuestra salud (y por tanto en nuestra calidad y esperanza de vida), así como sobre nuestro potencial agrícola, ganadero, agroindustrial y turístico. Esto es, en los empleos en una zona tan poblada como el departamento de Piura. El avance del minerismo deja ver cierta miopía y poco estudio de la realidad y tendencias, departamentales, nacionales y globales de algunas entidades locales. Resulta útil revisar la prensa nacional a este respecto. Modesto Montoya nos dice (Empleo y democracia: la misma receta, El Comercio, Lima, Junio 4, 2000): "La minería, sector estrella de la década pasada [los noventa], nunca fue el camino que nos sacaría de la pobreza. Recordemos que los hombres más ricos del mundo no están entre los mineros. Bill Gates ha mostrado que el cerebro es la mayor fuente de riqueza....". Montoya nos hace recordar que estamos en la época del valor agregado, del software. Y no de los super volquetes y calambucos dinamiteros de la minería. Y menos para realidades como las de Piura. El pronunciamiento de PVA se puede resumir en dos áreas: 1) Defensa de la vida de los piuranos Cuyo objetivo es
la defensa de la salud pública y la pureza (inocuidad) de los productos
agropecuarios ante el intento de inundar Piura de minas, que utilizarían
cianuro, arsénico y otros sólidos que dispersados por el viento,
reducirían la calidad y esperanza de vida de los habitantes. Esto se
agrava al ser Piura una zona densamente poblada, el departamento más
poblado del Perú después de Lima. Para esto, se busca difundir
información sobre los riesgos que traerían las casi 500,000 hectáreas
de terreno que se encuentran ya denunciadas para hacer minería en el
departamento. Al mismo tiempo, animar a las instituciones departamentales
a participar activamente en la construcción de nuestro futuro, pues si le
dejamos esa tarea al Estado, éste, empujado por el 25 por ciento de las
utilidades que recibiría, se ve tentado a venderle el alma al diablo sin
interesarle, aparentemente, nuestra suerte. Persigue los
objetivos de defensa y promoción del rol del agro en la sociedad y
economía departamental con una visión optimista de su potencial. Y
apoyar su inmediato y efectivo relanzamiento con base a nuevas estrategias
aprendiendo del pasado pero mirando hacia el porvenir. Para lograrlo se
investiga y difunde la real contribución del agro a la economía
departamental, en especial vía la creación de empleo. Lugar aparte
merece la reivindicación del trabajo agropecuario como labor digna y
valiosa para la sociedad nacional. Las acciones a apoyar e implantar son
la participación en iniciativas de construcción de competitividad
agropecuaria en Piura y la preparación de una propuesta de relanzamiento
agropecuario de Piura. Como colofón,
dejo a los amables lectores que repasen esta sencilla tablita que ayuda a
pensar con mayor claridad y realizar el balance más ventajoso para la
construcción de una economía más racional, solidaria y próspera, sin
desmedro de nuestra salud y empleo (Enero 14, 2001). Dedicado a los
colonos de San Lorenzo,en especial a El Perú es uno de los países con menor tierra con aptitud agrícola per cápita en el mundo y es nuestra obligación proteger el poco suelo con esa vocación que poseemos. Piura, el segundo departamento poblado del Perú (después de Lima), cuenta con una parte muy importante de esa superficie arable. Allí reside parte del potencial económico del agro y su fase correlativa, la agroindustria, que siguen esperando una nueva oportunidad para recuperar el tiempo perdido en la puerta de este siglo donde lo natural se abre paso. Por eso el querer convertir a Piura en un enclave minero tiene todos los visos de apresuramiento. Abrirle paso al proyecto minero de Tambogrande significa no solamente grave perjuicio al agro, actividad económica (rol económico) que es el eje de la generación de empleo en el departamento, sino también a la salud de los piuranos. Es un asunto departamental y no exclusivamente del distrito de Tambogrande, que obviamente sería el más afectado. La desinformación que campea libremente y paralela al avance de los plazos, la "inversión" en diversas instituciones y ámbitos de la vida departamental por parte de la minera canadiense, la desmovilización social que aprovecha (y que genera condiciones de iniquidad para una eventual "negociación"), el desembozado privilegio que el régimen (ahora saliente) concede a la minería, y la desesperada situación de la caja fiscal, son como tentáculos que apretujan nuestro inquietante futuro. Mientras tanto, nuestro frágil ecosistema, el bosque tropical seco, la extraordinaria variedad de seres vivos que lo habitan (biodiversidad), los miles de hogares en los que el único capital es la habilidad para sacar provecho de la tierra, nuestros escasos cauces de agua, contemplan la inminencia de un desastre social, económico y ambiental, que se abre paso a empellones mediante el escudo del trámite burocrático. La debilidad de la reacción de las instituciones departamentales frente a la pretendida minerización de Piura que hoy confrontamos, hace pensar que tal vez los piuranos recién reaccionamos cuando aparecen los síntomas más letales de los males. Cuando ya es tarde. Tal vez estamos esperando que nuestro clima se altere al colapsar bosques y otros diques naturales víctimas de los sulfuros que esparciría la minería de oro. ¡Qué tiempos estos en que hasta instituciones muy ligadas al agro se hablan al oído con la minera! Tal vez al no confiar más en un agro que perseverante mantiene la esperanza que se respete la deferencia que le brinda la Constitución, mediante un marco promotor de inversiones y capitalizando las lecciones aprendidas con esta larga crisis. Hay quienes creen en el "cuento de la fiebre del oro" como "la solución" para la crisis económica de Piura. Incluso, algunos proponen entes para que administren "la prosperidad minera" que vendría con la mina y con las otras que están esperando para arremeter contra nuestros derechos ambientales y económicos, dentro de los cuales resalta un ataque frontal al derecho a empleo. La minería genera muy poco empleo porque es intensiva en maquinaria. No olvidemos que sin empleo no hay nación. El empleo es fuente de dignidad y única manera de atender nuestras necesidades. Sin empleo no hay dignidad, no hay ciudadanía. Si la Ley de Minería y otras se oponen a los derechos de San Lorenzo y los demás valles piuranos, que se verán ineludiblemente diezmados por la contaminación, es la oportunidad para cuestionarlas. Y será una gran tarea para los nuevos parlamentarios por Piura que comulguen con el ideal agropecuario y ambientalista, en pro de los intereses piuranos. Y que sepan los inversionistas mineros que el nuevo gobierno a elegirse en pocos meses deberá revisar esta injusta situación. Economía de mercado sí, libertinaje económico, no. Si con alguna interpretación caprichosa se plantea arrebatar a los colonos y otros agricultores sus legítimos derechos sobre el subsuelo de los predios de su legítima propiedad (¿cómo hacer agricultura sin subsuelo?), hay que salirle al frente. Los poderosos intereses mineros no pueden demostrarnos de modo alguno que minas que lavan (método de lixiviación que se planea implantar en Piura) la tierra con arsénico y cianuro, que hayan irrumpido en un valle agrícola similar a San Lorenzo, "conviven" en armonía con naturaleza y seres humanos. La "lluvia ácida" que ya sufre Cajamarca por la mina Yanacocha nos lleva a recordar a tan querida ciudad, pagando con sus pulmones la opulencia de otros. Renovado Cuarto del Rescate que despoja, veja y aniquila. También su ganadería lechera ya sufre los embates de los relaves mineros. Y sin olvidar el mercurio derramado en Choropampa. Deseo invocar a los codepartamentanos a que nos unamos en torno a la defensa de nuestra vida y nuestra economía, basada en el empleo agropecuario. A que termine esta etapa de silencio y que se pronuncien por escrito los colegios profesionales, las universidades, las ONG (en especial las ligadas al agro) para que contribuyan a este debate. Y por cierto, para conocer sus posiciones en forma clara. Hemos sido testigos del olvido al agro departamental. Fruto de esa reprobable actitud, el agro y sus gentes han llegado a la situación en que hoy se encuentran. Casi sin capacidad de defensa. En la ciudad hemos sido tan miopes que hemos asistido a la década del "virtual sepelio" de la agricultura piurana sin mayor preocupación. Hoy, ya Octubre del 2000, en que vemos que la economía de Piura se desmorona, nos damos cuenta que esa actitud ha costado mucho: casi no hay clientes en las empresas, bodegas, centros de servicios. El agro, esqueleto económico de Piura, se ha resquebrajado. Hoy, con la minería, estamos cerca al "tiro de gracia". Esto luce como gran negocio de un Estado hiper centralista (que pronto deberemos ajustar mediante una nueva política económica y social) que persigue un porcentaje del oro para su sedienta caja. La "tajada del león" será para el extranjero. Está bien la globalización pero sin excesos que hipotequen la salud y el futuro de nuestros hijos. Bienvenida la inversión extranjera pero a otros sectores y respetando nuestro derecho a vida sana y empleo. El terremoto político que sufre el modelo excluyente de desarrollo con visión de país primarista y minero, que gobierna desde 1990, nace de gruesos errores económicos azuzados por el voraz neoliberalismo, sus monopolios y la absurda promoción de actividades poco generadoras de empleo, como la minería. Resultado, impactantes cifras macro pero menos consumidores, recesión, inversión decreciente, quiebra de la producción. La pretendida minerización de Piura merece toda la atención departamental. Del trabajo honesto de sus líderes más connotados, que dejando de lado sus preferencias políticas, preserven, velen, luchen por nuestro medio ambiente y nuestra principal fuente de empleo: el sector agropecuario. Mientras no tengamos otros roles económicos, es el agro, y todavía no nuestra pesquería o nuestra industria petroquímica, el que contribuye con el mayor porcentaje del empleo y sustento familiar piuranos. Estimo que practicar la minería en
Piura tendrá más costos que beneficios. Exijamos se oiga nuestra voz
mediante el Distrito Electoral Múltiple y la Descentralización, que
comienza por Elecciones Regionales al menor plazo. Solamente así los
piuranos tendremos un marco equitativo para exigir información precisa
sobre lo que se nos pretende "imponer" como panacea. De ese
modo, será posible elegir nuestro futuro para construir una sociedad
regional más solidaria y eficaz. Nota: a principios del 2002 falleció el
distinguido colono Guillermo Vega Seminario, a quien se dedicó este
artículo. -- Parece como si el destino se hubiera propuesto liquidarnos — dijo un colono sanlorencino asistente al evento que la empresa minera canadiense Manhattan desarrolló el pasado 21 de Julio en el auditorio municipal de Tambogrande, distrito de la provincia de Piura. Era la presentación de la "línea de base ambiental", que se prepara para precisar cómo es el medio ambiente antes de una eventual mina y qué se debería hacer para evitar daños a los ecosistemas de tan frágil entorno con que la naturaleza compensó a la desértica Piura. -- Si desde 1962, cuando recibimos las tierras, hemos podido superar la reforma agraria, dos fenómenos El Niño y varias crisis económicas, ahora tenemos al frente a un Goliat – dijo el productor agropecuario visiblemente preocupado. Manhattan es una empresa representante del agresivo capital minero, que migra de las naciones más exigentes en leyes ambientales a las más tolerantes. Que anida en las medidas promocionales especiales que el Estado peruano le brinda a estas empresas intensivas en capitales, de manera especialmente selectiva. Un maestro de ceremonias contratado por la empresa minera, que lleva un nombre similar al del proyecto que desarrolló la primera bomba atómica en Estados Unidos (Manhattan) en los años cuarenta, anuncia el inicio de la ceremonia con el grito de libertad peremnizado en nuestro sagrado Himno. Luego, las presentaciones de los especialistas. Quien estas líneas escribe tomó notas de lo referido por los profesionales foráneos, venidos de la capital y uno de Canadá, sobre aspectos relacionados a las observaciones del ambiente, léase de la ciudad de Tambogrande, la Colonización San Lorenzo y terrenos adyacentes de Comunidades Campesinas. Ante el estupor de los asistentes se hicieron afirmaciones asombrosas, como que: 1.- solamente el
11 por ciento de las tierras del proyecto es de uso agrícola 4.- el agua en la zona, de la represa, quebradas y pozos, es salobre y presenta trazas de metales pesados 5.- no existen zonas protegidas en el área del eventual proyecto minero Estas ideas serán usadas como punto de partida en los estudios y comparaciones para determinar la magnitud de los daños al medio ambiente en la zona. Si leemos entre
líneas, de las afirmaciones que escuchamos, éstas intentan hacernos
creer que vivimos en un ambiente árido y que al contrario de lo que
muchos tambograndinos y colonos afirman, la mina se asentaría en terrenos
casi eriazos. Con estos antecedentes como línea de base ya prevemos los
resultados del estudio de impacto ambiental. Lo reseñado demuestra escaso
estudio de la zona. Y en tierras de ambas irrigaciones concuerdan cuatro de las áreas estratégicas con mayor relevancia para el futuro del Perú, y desde luego, del departamento de Piura: empleo, exportación, agricultura y turismo. Veamos por qué razones: Empleo Exportación Agricultura Son casi 1’800,000 productores agropecuarios que hay en el Perú, quienes gradualmente deberán confrontar, en procedimientos por diseñarse, los cambios que la nueva realidad requiere. No acepto el fatalismo que desconfía de nuestros agricultores. Creo que en esto hay más un asunto de generales que de soldados, es un problema del "comando" que no ha querido confiar o sabido encontrar una fórmula, tal vez más lenta y gradual, para impulsar el agro. Aunque no cabe duda que resulta más fácil entenderse con veinte inversionistas mineros en un road show que con los miles de empresarios agropecuarios y campesinos del Perú. Turismo Escuché a un empresario europeo opinar que Perú, una vez controladas algunas plagas, definido un marco rentabilizador de las inversiones y un sistema de promoción de la asociatividad (para que los pequeños y medianos productores consolidados alcancen tamaño económico), tendrá muchas ventajas para convertirse en exportador de frutas y hortalizas de clase mundial. Entra las ventajas, sus climas y su aliada, la contra estacionalidad de los ricos mercados del hemisferio norte. Otra ventaja nace del penoso atraso, ya que por no haber tenido desarrollo por varios lustros, por ejemplo, casi todo el mango peruano podría ser certificado como orgánico, pues se utilizan bajas cantidades de agroquímicos por la situación de escaso financiamiento que afrontan los agricultores. Adicionalmente, valles que pronto serán fuertemente agroexportadores se han mantenido alejados de minas y otras industrias contaminantes. Lo que en otros países no ha sido posible. Presento estas opiniones y percepciones con el propósito de informar a la opinión pública, para contribuir a precisar lo que podemos perder ante un casi inminente desastre ambiental. Es una obligación como profesional ligado desde hace varios lustros a la agricultura de exportación, y para evitar que las decisiones se tomen en algunos casos, cautivas por el espejismo de una hipotética derrama económica "deslumbrante" (así se difunde); y en otros, bajo la ceguera de poderosos intereses económicos, con apariencia científica y la desarticulación civil, para hacer valer lo que conviene al futuro de unos pocos. Revisemos que hay detrás de esta aparente "prosperidad minera": 1) Redefinición. Considero que un eventual asentamiento minero en el corazón de San Lorenzo es una redefinición estratégica, en la práctica, del rol de Piura como departamento productivo y esto debería ser consultado a los incriminados, los más próximos (colonos de San Lorenzo y habitantes del distrito de Tambogrande y caseríos aledaños) y a los piuranos en general. 2) Un mundo
sensible a la inocuidad. 3) ¿Primero el
hombre o el oro? 5) Agotable. 6) Agricultura
debilitada. 7) Desvestir a un
santo. 8) Riqueza para
extranjeros. 9) Dependencia a
los minerales. 10) Cambio de
reglas de juego. El clima de la "aldea global" Mientras en Piura
se está planeando sobreponer la minería a valles localizados en medio de
débiles ecosistemas, vitales para las futuras generaciones, la humanidad
se preocupa y sienta las bases en la conferencia de la Tierra (Río de
Janeiro, 1992) para cuidar el clima de la "aldea global". De
allí surge la Agenda 21 que se ha materializado en una nueva cultura de
protección del medio ambiente contra las severas alteraciones ambientales
que asolan el planeta en años recientes. No conocemos qué diría el
Banco Mundial al saber que Manhattan lo menciona con frecuencia
respaldándose en sus parámetros ecológicos. No sabemos si ese banco
diseñó esos parámetros para un entorno tan delicado e inestable como el
bosque seco. ¿Testigos o protagonistas? Pero un ingrediente básico que permite leer la escasa reacción de la opinión pública departamental al avance minerista en Piura, es el declive agropecuario, que se inició con la reforma agraria, se pronunció con los dos fenómenos El Niño y los ajustes de los noventas. Los piuranos podemos comprobar que no solamente se ha precarizado la generación de riqueza y el sustento de decenas de miles de familias de agricultores y campesinos, sino que se ha debilitado el rol de la actividad agropecuaria en Piura, reducido su imagen frente a la opinión pública y desguarnecido su capacidad de defensa y argumentación económica frente a este incierto, riesgoso e insalubre futuro minero que se nos quiere imponer desde Lima. Las aristas de tan delicada situación para Piura ameritan la participación de las fuerzas vivas de la comunidad, universidades, institutos superiores, instituciones y grupos vecinales organizados para proteger el futuro de su salud y economía. Ni Sullana, ni el Alto y Bajo Piura, estarán libres, tanto a nivel valles y ciudades, del deterioro ambiental engendrado por la minería polimetálica que apresuradamente intenta ingresar a nuestros valles, y cuyo abanderado es Manhattan. Reitero que esta decisión no compete solamente a la veleidosa ciudad de los Reyes sino primordialmente a los piuranos. Apoyada en información precisa, con el concurso de instituciones que deliberen técnicamente, con estudios de impacto realizados por entidades imparciales y mediante una legislación que proteja de veras el futuro agropecuario del país. Y por cierto, respetando la opinión de los vivientes de las zonas a afectar. Esto, además, corresponde a una democracia. Competitividad y democracia Para que podamos romper la inercia del estancamiento productivo tenemos que aumentar la competitividad del sector productivo piurano. Allí están nuestras instituciones intermedias y gremios para acometer este reto y liderar esta empresa. Pero, ¿se puede construir competitividad con "democracia de baja intensidad" como la que vivimos? Varios expertos del Instituto Alemán de Desarrollo2 nos explican cómo funciona la competitividad, requisito para el crecimiento económico. Así, la competitividad industrial es el producto de la interacción compleja entre cuatro niveles económicos y sociales de un sistema nacional, que son los siguientes: el nivel micro, de las empresas, las que buscan simultáneamente eficiencia, calidad, flexibilidad y rapidez de reacción, estando muchas de ellas articuladas en redes de colaboración mutua; el nivel meso, correspondiente al Estado y los actores sociales, que desarrollan políticas de apoyo específico, fomentan la formación de estructuras y articulan los procesos de aprendizaje a nivel de la sociedad; el nivel macro, que ejerce presiones sobre las empresas mediante exigencias de desempeño; y, por último, el nivel meta, que se estructura con sólidos patrones básicos de organización jurídica, política y económica, suficiente capacidad social de organización e integración y capacidad de los actores para la integración estratégica. La competitividad de una empresa se basa en el patrón organizativo de la sociedad en su conjunto. Los parámetros de relevancia competitiva en todos los niveles del sistema y su interacción son los que generan ventajas competitivas. Por eso se dice que la competitividad es sistémica. ¿Es entonces la participación de la gente en la construcción de su futuro algo abominable? Me parece que si queremos hacer de Piura una plaza con ventajas para captar inversiones, tenemos que exigir mayor participación y democracia. Y esto comienza, en este preciso momento, por un trato imparcial al tema de la proyectada minerización de Piura promovida por el Estado. ¿Quién defiende a Piura? Debido al precario clima institucional que azota a la república, con la creciente verticalidad en las decisiones, con un copamiento que casi no deja aire para otras opciones, mucha gente de Piura habla con un fatalismo penoso. "Todo viene de arriba. No te opongas, habrá mina de todas maneras". Aquí recuerdo a Vicente Santuc quien en su libro3 sobre ética, ¿Qué nos pasa? relieva: "Presenciamos así un conflicto de autistas entre intereses y "visiones del mundo" divergentes: se oponen, sin dialogar, concepciones diferentes de la Autoridad Política, del Bien Común y del papel de la Sociedad Civil". ¿Cuál será el foro que acoja este sentir por el manejo que se percibe unilateral y preferente hacia la minera? ¿Será el gobierno regional, el sector agricultura, los rectores de las universidades locales, el parlamento, la Conferencia Episcopal o también tendremos que llamar a la OEA para que defienda a los agricultores de San Lorenzo, Tambogrande y quienes residen en la zona? Carta de ciudadanía Dice Javier Monroe4 con agudeza que sacude: "Lo notable y manifiesto, sin embargo, no sólo es el aspecto de "ciudad devastada" con la que recibimos los nuevos acontecimientos, sino el vacío de conciencia histórica que nos convierte en una sociedad fantasma. Con las excepciones del caso (entre las cuales, la del Arzobispo casi nos salva), ni nuestros alcaldes ni autoridades, ni tantas instituciones y ciudadanos prominentes, toman una posición inequívoca y rotunda ante los hechos; más bien parece que nada pasara, que el negocio consiste en seguir la normalidad de menudeo cotidiano. Piura sin conciencia histórica es una Piura sin ética, así de simple; es decir, somos una sociedad sin responsabilidad moral y, por lo tanto, sin carta de ciudadanía". La descentralización, única salida Debo resaltar que
es en momentos como éste cuando anhelamos la descentralización para
evitar que se haga y deshaga con nuestro futuro. Es, por decir lo menos,
atentatorio contra los intereses de Piura el intentar alterar el rol de la
agricultura sobreponiendo el interés minero al agropecuario por las
razones antes expuestas. En mi opinión, la primera gran labor de un
gobierno regional verdaderamente autónomo -- que debemos exigir – será
evaluar si este cambio de rol del agro a la minería es aceptado por los
piuranos, y en qué grado fortalece las posibilidades de nuestro futuro.
Si no actuamos de inmediato pronto no seremos Piura la agroindustrial sino
Cerro de Piura. La historia nos dice lo demás [10 Ago
2000] El tema del
desarrollo concita al concurso de diferentes concepciones y enfoques de
diferentes profesionales, estudiosos, científicos, responsables políticos,
empresarios, productores, comunicadores, es decir, al conjunto de la
sociedad civil. Cada quien defendiendo sus intereses o de quienes
representa, sean individuales o colectivos; cada quien proponiendo y
defendiendo lo que considera la mejor opción por la que debe transitar su
país, región o pueblo. Un caso concreto de esto, es lo atractiva que parece la minería de oro, en que dependiendo del interés y destino final de la riqueza y de la idea que se maneje de desarrollo, defensores y detractores tienen el mismo derecho de argumentación y proposición. Todo depende del nivel de democracia, de acceso al conocimiento y derecho de decidir, que se le otorgue al conjunto de la ciudadanía, por una opción que determinará su futuro de vida. Contrariamente a lo que muchos creemos que en Estados Unidos, capital mundial de la tecnología, no sucede lo que a nosotros en asuntos ambientales y minería, resulta interesante el artículo de T.H. Watkins titulado "Legado de la mineria metalica" en la revista de la National Geographic (National Geographic Society, Washington, D.C., volumen 6, número 3, Marzo del 2000), sobre un nuevo balance que se hace en EE.UU. sobre las consecuencias de la actividad minera metálica a cielo abierto." ... en respuesta a una iniciativa promovida por el Centro de Información Ambiental de Montana y otras organizaciones regionales pro conservación, los ciudadanos de Montana votaron a favor de imponer una prohibición estatal a la minería por lixiviación con cianuro [para extracción de oro] en minas a cielo abierto, nuevas o por expandir. En las montañas del estado de Montana se encuentra una gran extensión de contaminación a lo largo de 230 km. del río Blackfoot; la mayor parte de esto es producto de la Compañía Anaconda que empezó a extraer cobre en la década de 1880. ARCO compró la operación Anaconda pero poco después del desplome en los precios del cobre, remató la mayoría de sus posesiones y cerró el resto. Aún así, la Agencia de Protección Ambiental (EPA, siglas en inglés) espera que ARCO pague la limpieza del lugar. Un gran trabajo, si según cálculos, no menos de 200 millones de metros cúbicos de desechos podrían contener 9.000 toneladas de arsénico, 200 toneladas de cadmio, 90.000 toneladas de cobre, 20.000 toneladas de plomo, 200 toneladas de plata y 50.000 toneladas de zinc. Lo de Anaconda no es único. En todo el oeste de los EE.UU. pueden encontrarse consecuencias igual de mortales. Hay cerca de 30 sitios de procesamiento de minerales metálicos de los que nadie afirma que el trabajo de restauración hecho, en proceso o por hacer en estos sitios tenga probabilidades de quedar realmente acabado. La lista de recursos estatales de la EPA no incluye 16,000 sitios mineros abandonados que representan serios problemas de aguas contaminadas. De tal manera que una meta de los esfuerzos de protección ambiental es darle a la Oficina de Administración de Tierras y al Servicio Forestal el poder para prohibir la minería en tierras ambientalmente sensibles. La mina de oro McLaughlin en California es el ejemplo que la industria minera norteamericana presenta como modelo de reforma de la actividad minera y su capacidad de restauración ambiental y queda claro que McLaughlin es lo último en restauración. Sin embargo, el Director Ejecutivo del Centro de Política Minera, Steve D’Esposito declara: "McLaughlin está muy bien, pero eso no es algo común. Aunque muchas empresas realizan trabajos de restauración, no sé de ninguna operación que llegue tan lejos como McLaughlin. Algunas minas ignoran o subvierten la ley. Algunas son sencillamente incompetentes". Entre los muchos errores espectaculares modernos de la minería metálica en Estados Unidos actualmente; "...la mina de oro Summitville en el sur de Colorado, operada por una corporación canadiense, se anunció desde el principio con bombos y platillos, como modelo de lo que la minería moderna podía hacer, pero apenas había iniciado su operación en 1986 cuando empezó a arrojar cianuro, ácidos y metales pesados en el río Alamosa, envenenando un tramo de 27 km. La compañía se declaró en bancarrota en 1992. Entonces, la EPA se hizo cargo de la mina como otro sitio de recursos estatales y el Departamento de Justicia de los Estados Unidos no ha logrado conseguir que los canadienses congelen los activos de la empresa para reembolsar los US$100 millones de dólares que se han gastado tratando de reparar el daño". "Muchas minas problemáticas explotan oro presente en la roca bajo la forma de partículas microscópicas. El proceso incluye la extracción de un volumen de roca que contiene 0,6 gramos de oro por tonelada, molerlo, después apilarlo en montículos de hasta 60 metros de alto. Se vierte una solución de cianuro desde lo alto del montículo para separar con ella el oro por lixiviación, la solución se recoge bajo el montículo y se canaliza hacia una refinería para el proceso final". Finalmente reflexiona Watkins ..."Hace treinta años escribí una historia acerca de la minería de oro y plata en el oeste estadunidense. En ese libro se alababa la importancia de la minería para abrir el oeste , su historia y folclor.... Me pregunto ahora si en el libro habría dicho lo suficiente acerca de la naturaleza transitoria de esta industria, de lo insensato de tratar de construir una economía sobre la explotación de recursos minerales finitos cuyo valor es totalmente abstracto y dependiente de los caprichos de las naciones... que la minería de metales produce anualmente más desperdicios sólidos que los basureros de las ciudades estadunidenses. Ese era un legado que debí haber previsto en mi libro hace treinta años, pero no lo hice". Mirándonos a
nosotros mismos, frente a esta experiencia norteamericana, comúnmente se
escucha responsabilizar a la Cia. Minera Manhattan de lo que puede suceder
a Piura. Pero al igual que en la naturaleza, la esencia de un cambio no es
producto de una influencia externa, sino de la naturaleza interna del
organismo. Colocados un huevo y una piedra en una incubadora sólo uno de
ellos podrá generar un pollo. El futuro cambio ambiental y social de
Piura sólo depende de la naturaleza interna, de la esencia, de su
sociedad [publicado en Mayo 8, 2000].
* Fidel Torres es Biólogo, Fisiología Vegetal. El conocimiento humano de la naturaleza se basa en un claro sentido de la eficiencia en el uso de los recursos. Pero esta eficiencia exige un detallado conocimiento del medio ambiente y se articula con el sentido de pertenencia del hombre y su grupo a esa naturaleza, que es lo que constituye la identidad natural de una sociedad (Monroe, 1999). La identidad de los piuranos se basa en el sentido de pertenencia que tienen del bosque algarrobal y en el conocimiento de cómo vivir en él y de él. El desarrollo de lo que se conoce como Cultura del Algarrobo, significa que en base a este árbol del desierto se puede diseñar una política para que las sociedades que habitan este ecosistema manejen y amplíen el bosque (500 mil hectáreas) y aprovechen sus derivados como insumos para otras actividades económicas. Puede ser ésta la base para una importante industria biotecnológica que puede tener en la región uno de sus centro nacionales (Hocquenghem, 1998). Si esta propuesta es parte importante de nuestra visión de desarrollo regional, es necesario: 1°) visualizar la magnitud del desastre que implica una explotación minera en el corazón de los bosques algarrobales y en una zona de alta concentración de inversiones y actividad agropecuaria de la costa de Piura (ver mapas. Nota de +C, los mapas mencionados en breve se editarán para que quepan en la página), explotación que iniciarán en Tambo Grande por iniciativa de la empresa canadiense Manhatan-Sechura Compañía Minera S.A., y 2°) Modificar la idea generalizada de que se trata de solo el área de un pueblito caprichoso que se opone al adelanto tecnológico y a una "modernización" que no es creíble ni por sus propios defensores, por el evidente elevado costo social y ambiental que implica la extracción minera en una región agrícola y ecológicamente frágil. La superficie denunciada para explotación es de 176,000 ha; de ellas 87,000 ha (97 concesiones) pertenecen a Manhattan (Manhattan Sechura Compañía Minera S.A., 1999); mientras que la superficie agrícola, sólo de Tambo Grande, es de 50,000 hectáreas. Esta superficie de denuncio minero constituye el 27% del bosque algarrobal de Piura. A diferencia de otros casos de explotación minera en el Perú, donde la extracción se realiza en lugares relativamente distanciados de las actividades humanas (sin dejar de tener impactos negativos), aquí se pretende establecer un asiento minero "en el mayor núcleo del agro nacional, donde el Estado peruano ha realizado las mayores inversiones en ampliación de frontera agrícola (Chira-Piura y San Lorenzo) en nuestra historia republicana" (Ginocchio, 2000), donde realizan actividad agropecuaria 68.000 personas de las que el 90% se dedican a la actividad agrícola, únicamente en Tambo Grande (El Tiempo, 1999), donde se encuentran los bosques de algarrobo (formación vegetal única del Perú y Latinoamérica) de mayor potencial, sobre áreas de alta calidad agroecológica, de producción forestal y tierras de protección y pastos temporales según el mapa de capacidad de uso mayor de tierras elaborado por la Oficina Nacional de Evaluación de Recursos Naturales (ONERN) (Castillo, M. 1998) y finalmente sobre centros poblados y extremadamente cerca a ciudades como Piura y Sullana del departamento más poblado del Perú después de Lima. El movimiento de partículas en el aire de Piura es muy intenso y característico. El ritmo diario de los vientos locales, descritos como "terrales y virazones" (Petersen, 1935), y que pueden alcanzar hasta 70 km./hora en Sechura (Gutierrez, 1991, citado por Hockenghem) se deben al rápido calentamiento y enfriamiento de la tierra por las características desérticas de esta región, y que hace que los vientos se muevan con gran intensidad del mar hacia tierra adentro durante el día y al contrario durante la noche. Sin embargo, en las zonas donde el bosque algarrobal es denso, se amortigua esta acción del viento por el efecto protector de los árboles. Estudios de CEPESER-UNALAM sobre "Condiciones meteorológicas de los bosques secos de algarrobo" realizados por J. Mendoza (1998) en la localidad de El Papayo en Tambo Grande, muestran que las temperaturas en zonas protegidas por los algarrobales son en Promedio Anual máx./mín. 27°C/19°C mientras que en las zonas descubiertas (en el arenal) los Promedios Anuales máx./mín. son 39°C/17°C. La diferencia térmica de 22°C entre día y noche da lugar a una gran velocidad de vientos que provoca el activo movimiento de partículas de arena en el ambiente y el movimiento de dunas. La explotación minera a tajo abierto eliminará la protección vegetal e incrementará la velocidad de los vientos con arrastre de partículas metálicas que rápidamente alcanzarán a las ciudades de Piura y Sullana, que se encuentran a 40 y 50 Km de las zonas de explotación. Contaminación que, además de afectar la salud humana afectará también a la producción de exportación (mango, limón), y numerosas pequeñas comunidades agrícola-ganaderas. En investigaciones (CEPESER –UNALAM) sobre la estructura de los algarrobales de Tambo Grande realizadas por Gushiken (1994) y la avifauna que sustentan por Velásquez (1993) mostraron que sólo por la actividad humana extractiva de leña, la pérdida de cobertura vegetal genera una intensa actividad convectiva del aire, vertical y horizontal, que da lugar a la formación de dunas que impiden la regeneración de los estratos herbáceos y mucho menos de semillas de algarrobos que quedan aún mas sepultadas, así como la migración de especies de aves que establecen relaciones coevolutivas con especies vegetales para su reproducción y dispersión de semillas, proceso fundamental para la regeneración del bosque por acción de El Niño. Según Velásquez, los bosques de Tambo Grande no representan un área crítica como lo es Sechura, "...ecológicamente hablando, sus bosques, sus fuentes de agua, quebradas y demás ambientes naturales ofrecen hábitats que representan uno de los pocos refugios para especies que poco a poco se han ido retirando debido a la ocupación humana, tales como el venado gris, las ardillas, el puma, el oso hormiguero con riesgo de desaparecer en la región; además de ofrecer ambientes lo suficientemente húmedos para especies que así lo requieren, como son el chilalo, el pacazo, los patos silvestres, el martín pescador, garzas y otras treinta y cuatro (34) especies de aves de importancia económica. La importancia de esta zona radica más en que tiene la capacidad para albergar una diversidad genética medianamente abundante para la región. En términos generales, la sola presencia de los bosques representa sistemas forestales que garantizan la existencia de procesos biológicos fundamentales para el crecimiento y desarrollo de los seres vivos. Esto es, la conservación del suelo, el reciclaje de nutrientes, el ciclo hidrológico y la presencia de los otros biocomponentes (cultivos, malezas, poblaciones de insectos, microorgaanismos) que garantizan la diversidad biológica en general y permiten el desarrollo de la agricultura, la ganadería, la forestería, caza y utilización de la fauna silvestre. Si, en términos ecológicos, estas áreas tienen la importancia suficiente como para considerar con sumo cuidado cómo hacer compatible su conservación con el desarrollo, no es difícil proyectar lo que sucederá con la eliminación diaria de decenas de hectáreas de bosque bajo explotación minera. Con la extracción minera y la consecuente eliminación del algarrobal, El Niño se sumará a intensificar el desastre, ya que no podrá regenerar lo que dejará de existir y exacerbará los procesos erosivos. Según la investigación de Cárdenas (1998) sobre "El impacto del evento El Niño en la productividad primaria de los bosques secos de algarrobo de Sechura y Tambo Grande, Diciembre 1997–Junio 1998", sólo la cobertura vegetal herbácea en Sechura (arenal con pocos árboles) tapizó el arenal en 50% a 75% y pudo producir hasta 170 kg de materia seca vegetal por hectárea en seis meses; mientras que en Tambo Grande (bosque denso) la cobertura fue del 75% al 100% y la producción de materia seca vegetal herbácea en 6 meses alcanzó los 650 kg. por hectárea. Pero además, cuando sobre estas pasturas naturales se realizaron cosechas mensuales (a manera de pastoreo) durante seis meses, se registró una producción de 0,51 toneladas por hectárea en el bosque ralo de Sechura y 2,39 toneladas por hectárea en Tambo Grande. Tapiz herbáceo que estuvo compuesto por cuarenta y un (41) especies en Sechura y venticinco (25) en Tambo Grande. De todo ello, la mayor parte de las especies pertenecen a la Familia Poaceae seguido de la Familia Fabaceae (Hierbas con buen potencial de forraje). De otra parte, los algarrobos en Tambo Grande llegaron a producir hasta 18,25 toneladas de materia seca vegetal por hectárea entre Enero y Mayo de 1998, productividad vegetal que ha sustentado e incrementado la ganadería de las familias campesinas de esta zona, regenerado la población faunística y mejorado la composición química del suelo del bosque. Otro recurso fundamental que se verá afectado es el agua. Se trata del requerimiento de agua de una mina dentro de zonas agrícolas y en el camino del curso del río Piura hacia la ciudad de Piura, cuya necesidad de agua potable aún no está satisfecha, y que también debe cubrir la demanda de agua limpia a toda la agricultura del Bajo Piura. Por definición, un impacto, es la manifestación o expresión posterior a la ocurrencia de un fenómeno. El efecto, es la manifestación inmediata de la presencia del fenómeno. En este caso, en cuanto inicien la explotación mineral a tajo abierto van haber instantáneos efectos destructivos sobre la naturaleza y la vida humana en Piura. Respecto a la falacia del "desarrollo" a partir de la extracción minera. La pregunta inmediata es ¿para quién?, si según los propios datos de la empresa Manhattan (ver Anexos), la cobertura de empleos que se van a ofrecer en su etapa de explotación apenas alcanza a 600 peruanos, no necesariamente piuranos. Sin embargo, hay 68,248 habitantes sólo en Tambo Grande (El Tiempo, 1999). Las evidencias reales en el Perú nos muestran que no hay un solo pueblo con actividad minera en nuestro país, que tenga indicadores significativos de desarrollo. Cerro de Pasco con noventa y nueve años de explotación minera de cobre, hierro, plata, plomo, zinc y otros metales (Samame, 1986) no tiene más desarrollo que el de un pueblo joven. Bayovar en el propio Piura, no ha sacado de su ruralidad a Sechura después de ventitres años de explotación de fosfatos. Ni que decir de los pueblos de la Selva donde la actividad petrolera no deja más que destrucción de la mayor biodiversidad con que cuenta el país. En estos tiempos en que el mundo desarrollado realiza esfuerzos denodados en proteger la biósfera y organismos internacionales como el Banco Mundial, que sostiene que "Todo programa de desarrollo sostenible debe abordar el problema de la equidad intergeneracional –es decir, garantizar que las generaciones futuras tengan la misma capacidad de desarrollo que la generación actual. Y que "Un instrumento de desarrollo sólo es sostenible si garantiza que el conjunto de activos de capital se mantiene constante o aumenta con el pasar del tiempo" .... "De los activos de capital, el medio ambiente es importante no sólo por su efecto en el bienestar psíquico y económico sino también por su repercusión en la producción a largo plazo" (Banco Mundial, 2000), sería indicador elocuente de colonialismo intelectual, y extremadamente difícil atreverse a defender aquel tipo de "modernidad" basada en la desproporcionada y desventajosa adquisición de dinero (léase divisas) por la extracción minera, a cambio del exterminio de la naturaleza . Origenes de lo que podemos perder Pero ¿qué tipo de recurso y paisaje está condenado por la minería? Ni más ni menos, el que identifica a los piuranos, la extraña combinación de aridez y verdor. Un bosque en un desierto. ¿Qué es lo que puede hacer que un árbol mantenga su copa siempre verde, en medio de un arenal en el que no crece ninguna otra planta a su alrededor?. El Niño no es un evento climático nuevo en la Tierra ni en Sudamérica. Estudios paleoclimáticos han identificado hasta dieciséis eventos Super-El Niño durante la época del Holoceno (hace 1 millón de años) (Morner, 1993); así como estudios sedimentarios en lagos del Brasil y el Titicaca han permitido reconstruir la evolución del régimen de lluvias de los últimos 7,000 años poniendo en evidencia la existencia de periodos secos y perturbaciones del mismo tipo que las que hoy en día provocan los importantes eventos El Niño (Martin, L. et al; 1995). Investigaciones acerca de la vegetación antigua a partir del polen fósil de las plantas (palinogía) realizadas en Talara por Paredes, M. (1990) han mostrado que hace aproximadamente entre 88 a 66 millones de años, los actuales paisajes piuranos se parecían más a nuestra selva (Torres, 2000), pero los cambios geológicos y climáticos fueron transformando a esta región, de un ambiente tropical húmedo en uno semiárido, donde la escasez periódica de lluvias fue su nueva característica. Pero surgió un factor climático que se constituyó en particular fuerza de selección natural, El Niño. Evidencia cercanas de ello es la sequía que duró treinta años entre 1020 y 1050 a la que siguió un mega-Niño hacia 1050-1100 (Shimada 1994: 48-49). Todas aquellas plantas que requiriesen suministro contínuo anual de agua perecerían y sólo aquellas que tuvieran la capacidad de resistir los prolongados periodos de sequedad hasta la llegada de cada Niño serían las llamadas a sobrevivir e imponer su raza. Por ello el Algarrobo piurano Prosopis pallida tiene raíces de hasta 100 m de longitud con las que se sujeta al agua subterránea remanente durante 7 o hasta 15 años después de cada Niño. El algarrobo y sus selectos acompañantes que forman este exótico bosque piurano son pues los supervivientes que desafiaron la sequedad y se aferraron a El Niño. Una especie seleccionada durante miles de años por un evento climático único que ha sido la causa de la desaparición de culturas y caídas de reyes deificados que no pudieron "controlarlo", como en el reino Sipán y que en la actualidad es uno de los eventos climáticos mundiales más estudiados. Si El Niño se tomó cientos de miles de años en modelar y arreglar el paisaje de Piura, los bosques algarrobales constituyen su obra de "artesanía" que regaló a los piuranos, ¿cuál es la extraña razón por la que debemos renunciar, a cambio de nada, aquello que nos da vida, que es nuestra insignia, y particulariza como norteños? Si dentro de tres años se inicia la destrucción de Piura, la responsabilidad no será de quienes vinieron de fuera, sino de los piuranos que lo permitieron. * Fidel Torres es Biólogo, Fisiología Vegetal. Anexos Manhatan Sechura Compañía Minera S.A. Concesiones mineras en el área del Proyecto
Manhatan Sechura Compañía Minera S.A. Proyecto Tambo Grande, 15 julio de 1999
Manhatan Sechura Compañía Minera S.A. Uso de tierras : Proyecto Tambo Grande, 6 de junio 1999
Fuente: Ministerio de Agricultura
Publicado en el Web, hoy
19.4.2000, en homenaje al Día de la Tierra. Tambogrande y el futuro de Piurapor Luis Ginocchio Balcázar ¿Una mina? Intentando
contribuir al debate que se ha iniciado junto a los trabajos de factibilidad y
exploración para una mina en Tambogrande y sus alrededores, una importante zona
correspondiente a la Colonización de San Lorenzo, he preparado algunas ideas y
reflexiones que expongo a continuación. |
Por una Piura sana, con empleo, fuente de ciudadanía y dignidad |