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IURA VIDA Y AGRO  Godofredo García Baca

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 Artículos      


2001, ¿empleos o enclaves?

por Luis Ginocchio Balcázar

La salida minera a la crisis de la economía de Piura me parece miope y contra las tendencias que perfilan la llamada "nueva economía", en la que prima el recurso humano más preciado, el conocimiento, y se tiene creciente conciencia de la importancia del medio ambiente y la biodiversidad para una vida más plena.

Para conocimiento de todo el país, este es el primer caso en que una empresa minera intenta localizarse en medio de grandiosos valles agropecuarios, activos y promisorios. Es algo que intenta sobreponerse sobre otra cosa.

Debo resaltar que no estamos frente a un asunto de dólares y divisas solamente. Tiene que ver con una visión a largo plazo de la región, con un modelo de desarrollo. Con el rol de los ciudadanos en la construcción de esa realidad que anhelamos en el futuro. Y con el papel del Estado en el diseño del país como sociedad diversa pero armónica. Democrática y no cada vez más concentrada en la capital, cuyo poder pareciera que se ejerce sobre y no para las demás zonas nacionales. Asimismo, el tema se relaciona con una manera de hacer negocios, muy de moda, neoliberal, pragmática y cortoplacista. Y con una "prosperidad" imaginaria, la de las cifras macroeconómicas, hija del promedio, engañoso e ilusionista por definición.

Y contra lo que muchos "modernistas" piensan, opino que no es exacto que todos los recursos tengan que explotarse ahora. Esto es válido siempre y cuando se respete el derecho a la vida y al empleo digno de las personas de cada región así como de los efectos sobre el medio ambiente. Esta suerte de "borrachera" minera a la que algunos invitan y que exige actos de fe en sus buenas intenciones es una "fiesta" cara y engañosa.

¿Que vemos en la realidad?

Siguiendo con el análisis, dediquemos un momento a revisar la percepción de la realidad de la Piura de inicios del siglo XXI:

Una fila de empresas mineras que tienen más de medio millón de hectáreas denunciadas. Una actividad agropecuaria atascada entre el retraso y el olvido, aunque con gran potencial. Un Estado que abdicó de su rol promotor y de garante de oportunidades para todos los ciudadanos, incluyendo a los peruanos del campo. A empresas mineras que pagan por los estudios de impacto ambiental que las auditan. Que no muestran disposición a proporcionar información sobre sus operaciones pues muchas mineras una vez instaladas se vuelven poderosos enclaves en los que luego nadie puede ingresar, como una mina grande en Arequipa a la que ni los técnicos de una universidad local pueden ingresar: ¿extraterritorialidad?

Un país con una de las tasas más bajas en el mundo de tierra trabajable con propósitos agropecuarios. Un país con población joven y creciente, situado en medio de desiertos y grandes cadenas montañosas, con valles costeros estrechos y con escasez de irrigación. Un país con población que reclama miles, millones de emprendedores y no solamente algunas corporaciones mineras.

Un mundo que tiende hacia los alimentos sanos, orgánicos, funcionales, nutracéuticos, y que muestra creciente preocupación por la seguridad (inocuidad) de los alimentos producidos en el extranjero. Una realidad donde la riqueza, en esta naciente era global, nace de la innovación más que de los calambucos dinamiteros de la minería. A naciones del hemisferio norte que se deshacen de sus empresas contaminantes que migran a los países más pobres. A instituciones financieras, incluyendo las multilaterales, muchas de ellas dominadas por el pragmatismo y el doble discurso.

Un Estado que parece interesarle más su flujo de caja que el empleo, la salud y equilibrio climático de una de las regiones más pobladas del país. Y un gobierno, aunque ya despedido, que diseñó una legislación complaciente a favor de la minería y se parcializó con ella. Un modelo de país y de economía primario exportador, fuera de época, que tomó diez años en conformarse y que ahora se desmonta. Un Estado sin mecanismos que sancionen proporcionalmente a los infractores por daños causados a personas, propiedades y medio ambiente en general. Ejemplo vivo, Choropampa y Yanacocha. Una normatividad minera que no contempla los diversos efectos sobre organismos vivos (seres humanos, agua, árboles y ganado). Que se limita tan sólo a la calidad de efluentes líquidos y gaseosos de las minas lo cual no garantiza ni control ni imparcialidad.

A gobiernos locales, distanciados de las mayoritarias expectativas de sus pobladores, que patrocinan trámites misteriosos pues, ¿cómo se consiguió una autorización para, sin el menor escrúpulo, realizar exploración minera en medio de una ciudad (Tambogrande) con el mayor desprecio por los derechos ciudadanos? ¿Regreso a la Colonia?

Una actividad agotable, que genera poquísimo empleo, que intenta "convivir" frente a otra renovable, en un ecosistema "de cristal" (bosque seco), en el segundo departamento más poblado del Perú, que concentra las mayores inversiones en obras de irrigación. Una actividad intensiva en capitales que produce daños contra los suelos agropecuarios y la fisiología de los vegetales lo cual reduce su competitividad y afecta su atractividad para captar inversiones agropecuarias. Una actividad económica de débil contribución a la producción departamental, con sólo "brillo macroeconómico", que no es percibido por el bolsillo del ciudadano común, cuyas utilidades se remesan, invierten y consumen en el exterior. Y que que afectaría la esperanza y calidad de vida de los pobladores del departamento.

Un clima, el del departamento de Piura, epicentro de la perturbación climática global conocida como Fenómeno El Niño, y que en el extranjero se conoce como ENSO (Oscilación Sur El Niño), evento destructivo y altamente aleatorio pero persistente. Por eso poner en riesgo el equilibrio de los ecosistemas piuranos se perfila como un atentado a la humanidad.

¿Que percibimos en nuestro futuro?

Una minería aurífera y polimetálica altamente contaminante, concentradora de la riqueza en pocas manos, con raíces fuera del Perú.

Una agricultura de San Lorenzo (Tambogrande) jaqueada por los contaminantes de la minería, con pérdida del valor de sus tierras para fines agropecuarios, en un medio ambiente con creciente alteración, elevando los riesgos de hacer empresa agropecuaria en la zona.

Una agricultura departamental, al igual que San Lorenzo, sitiada por los tajos abiertos y excavaciones mineras, con la amenaza de Niños que multiplicarían los daños.

Una gran migración rural hacia las ciudades. Solamente en San Lorenzo deben vivir 35,000 personas en la zona rural (en términos de empleo, sólo San Lorenzo ocupa 18,000 personas según INEI). A las ciudades del departamento acelerando su crecimiento conformando una selva urbana que el Estado tendrá que subsidiar.

Una vez concluida la explotación minera, ¿quién regresaría el suelo, paisaje y clima a como estaba antes de la mina? ¿Con qué garantías se respalda este requerimiento?

¿Qué tiene que ocurrir?

a) Que los nuevos aires democráticos que se respiran en el Perú permitan que piuranos y piuranas, hagamos valer nuestros derechos a ser informados con la verdad sobre la minería polimetálica. Y de ese modo, que no se nos exijan actos de fe en proyectos mineros sino que los ciudadanos podamos decidir con información cierta y oportuna.

b) Que las instituciones locales tomen el liderazgo que les corresponde, en especial CTAR, municipalidades provinciales y distritales así como las universidades se pronuncien con claridad sobre el tema minero.

c) Que el Estado recupere su rol honesto e imparcial y se suspendan los permisos a la minera Manhattan y se declaren los valles piuranos intangibles para la actividad minera polimetálica. Un Estado que defienda con energía los intereses del 30 por ciento o más de los ciudadanos que viven en el campo frente a los subsidios cobijados en los países ricos y que se promueva prioritariamente en Piura la inversión nacional y extranjera en agricultura e industria alimentaria. Que entienda que haría un mejor negocio promoviendo las inversiones en otras actividades, cuidando la escasa tierra agrícola disponible que tenemos en el Perú.

d) Que en una zona densamente poblada como Piura, en la era de la globalización, en efecto, debemos reinventar la economía. Pero a la luz de otro esquema y del relanzamiento del sector agropecuario, agroindustria, pesquería, pequeña industria manufacturera (especialmente para montaje), turismo, artesanía, gastronomía y nuevas actividades como diseño de software y servicios entre otros. Y siempre guiándose más por la prosperidad efectiva (real) de las familias que por las cifras macroeconómicas

e) Que el mundo rico, hoy preocupado por las graves perturbaciones climáticas que asolan Europa, reconozca que los tajos abiertos que las mineras occidentales planean infligir a los débiles ecosistemas del Tercer Mundo están alterando gravemente la calidad de vida global.

f) Que nunca más las ciudadanas y ciudadanos piuranos elijan a personas con visiones del país tan primitivas, excluyentes, contrarias a la lectura de los tiempos, en suma, desatinadas

Reiteramos que son falaces los argumentos que "el agro reparte miseria" y que "como el agro está enfermo no existiría problema con que Piura asuma los riesgos de la contaminación minera. Y si colapsa el agro o pierde competitividad, se perdería poco". Al contrario, si no hubiese sido por la laboriosa, tesonera y productiva sociedad sanlorencina, ¿cómo hubiese atravesado Piura el túnel fujimorista? 

Otra vez, al contrario: el agro ha sabido soportar estos años duros y ha producido alimentos para los peruanos y empleo para centenares de miles de familias del departamento. Hay que apoyarlo con información de mercados, tecnología, promoción de inversiones, infraestructura para aumentar su rentabilidad y competitividad, y que se realice de una manera sustentable, esto es, protegiendo el alimento y clima de las generaciones venideras. Por lo demás, las vetas de oro y otros minerales no se van a marchar de Tambogrande. Esperarán hasta que surjan tecnologías que garanticen a piuranas y piuranos su calidad y esperanza de vida [publicado Febrero 3, 2001]


                          Alto Piura se moviliza: irrigación  del Alto Piura y contra la minería en Tambogrande

                                                                         por Fela López Ascarza
                          
Estamos congregados aquí para exigir a nuestros gobernantes la ejecución del Proyecto de Irrigación del Alto Piura. Y a la vez, ofrecer resistencia a la intromisión de una actividad extractiva contaminante como es la minería en esta zona de elevado potencial agropecuario. Esta resistencia no solamente es un proceso de reacción o de rechazo, sino un proceso de construcción de identidades que implica informarse para tomar mejores decisiones.

El Proyecto de Irrigación del Alto Piura es una alternativa propuesta desde 1930. Sabemos que actualmente superó la etapa de estudio. En este proyecto se propone la derivación de las aguas del río Huancabamba con la finalidad de solucionar el problema de riego del Alto Piura y atender prioritariamente a los actuales agricultores regantes. La importancia de este proyecto se debe a que posibilitará que el valle del Alto Piura eleve su productividad, es decir, aumente sus rendimientos, tanto en cultivos permanentes como en cultivos transitorios. De este modo, se incrementará el comercio local, nacional e internacional y se multiplicarán los ingresos para la zona.

Pero debemos tener presente también que el proceso de globalización en el que estamos inmersos ha intensificado la competencia, más aún en lo referente a la exportación de productos alimenticios, exigiéndose el cumplimiento de nuevas normas y requisitos con respecto al control de calidad de estos productos que se ingieren. Es justamente en este punto donde se encuentra el origen de nuestras preocupaciones. Imaginemos en los contaminantes producidos por la minería acarreados dentro de los alimentos frescos y procesados originados en estas fértiles tierras.

Los portavoces del gobierno y de las empresas mineras dicen que la nueva "tecnología de punta", inventada en las últimas décadas del siglo XX, hace posible una minería "limpia" y "sustentable". Algunos admiten que con esta actividad "puede producirse cierto cambio en el medio ambiente". Y de inmediato aseguran que "si se aplica la tecnología adecuada dicho cambio será armonioso con el equilibrio natural, con el entorno paisajístico, con los valores culturales de sus habitantes y fundamentalmente, con la biodiversidad que encierra tal espacio". Palabras reconfortantes.

Pero antes que depositar nuestra fe en estas aseveraciones de los defensores de la minería, vale la pena hacer un análisis de la verdadera realidad. Las autoridades mineras hablan de los "grandes beneficios económicos y sociales" que trae la minería. Inclusive, califican a los que cuestionan esta actividad como "enemigos del progreso", cuyo interés es mantener a los pueblos marginados en la pobreza absoluta.

Pero la historia, desde la lejana hasta la moderna, ofrece un panorama distinto a la versión de los mineros: agua, aire y suelo contaminados. Desaparición de flora y fauna. Además del efecto que esto produce sobre la salud de los pobladores. Irracional uso de recursos como el agua (desvían ríos y secan lagos y lagunas). Expropian tierras de las comunidades.

Esto produce una grave alteración en las condiciones ecológicas del entorno con efectos socio-económicos negativos como la disminución de la producción agrícola y ganadera, desplazamientos de población (con la concerniente variación de identidad cultural, idiosincracia y costumbres de los pobladores de esas zonas).

Pero esto no es todo, las empresas mineras no compran productos en las áreas donde están establecidas. Muchas veces adquieren estos productos y servicios del exterior. Por tanto, existe un débil apoyo al comercio local. Además, se tiene un canon minero inequitativo, fondo que no llega a las comunidades. Adicionalmente, existe una baja calidad del empleo en con base en la polifuncionalidad del trabajador (quien desempeña varias funciones), tercerización de la mano de obra ("services"), salarios ínfimos, además de los recortes de beneficios de la legislación laboral.

Estrategia de las empresas mineras

Al hablar de los atractivos de la minería a gran escala, los mineros suelen insistir en varios temas:

  • Tecnología no busca disminuir daños ambientales
    La "tecnología de punta" diseñada a fines del siglo veinte, cuyos avances no cabe duda han sido fenomenales, usa satélites, computadoras, y equipos laser . Además existen camiones del tamaño de una casa que cargan hasta 340 toneladas de material y muchos inventos más. Pero el impulso tras el desarrollo de esta tecnología no fue el afán de disminuir los daños medioambientales sino de aprovechar yacimientos cada vez más pobres en minerales. Solamente la maquinaria gigantesca y las carreteras necesarias para su movilización ya implican impactos de consideración.

  • Ocupa menos mano de obra
    Acerca de "los beneficios ofrecidos a los moradores de una zona minera en forma de puestos de trabajo", este argumento se utiliza para convencer al público de las "bondades" de la minería para la creación de fuentes de trabajo. Al contrario, las transformaciones en el sector minero, lejos de crear puestos de trabajo "permiten que un número cada vez menor de obreros produzca más". Por ejemplo: con un nuevo sistema de taladro y fajas transportadoras "un puñado de mineros puede producir más de 1,000 toneladas de carbón por hora". Esto explica por qué en el trancurso de una sóla década (1987-1997) las industrias mineras han reducido su fuerza laboral en un 21 por ciento en EE.UU.

  • Recuperar el paisaje
    Existen leyes en la mayoría de países con respecto a la recuperación del paisaje al cierre de una mina, que incluyen una serie de medidas que aseguren la rehabilitación de la zona con el propósito de que el sitio sea apto para otros fines. Según MineWatch, una O.N.G. con sede en Inglaterra (Reino Unido), que vigila las actividades de transnacionales mineras en todo el mundo, "no existe sitio en el planeta en donde se haya llevado a cabo dicha operación y tampoco existen planes de hacerlo en el futuro". Los mineros argumentan que el costo de dicha rehabilitación es astronómico, además de que aún no se han podido solucionar problemas de contaminación como la "lixiviación ácida".

  • Dádivas a cambio de ... 
    Por último, y para contrarrestar a sus opositores que sufren o preven sus perniciosos efectos, los mineros ofrecen empleo, clínicas, donaciones a entidades caritativas. De paso, dividen comunidades identificando (muchas veces con la ayuda de sociólogos, antropólogos y psicólogos), a las personas "susceptibles a la persuasión". Mienten hablando de la "minería sustentable y limpia" sin mencionar los graves e inevitables perjuicios al mundo natural y la salud de los seres humanos. Presionan a las autoridades locales ofreciendo obras para conseguir cambios en leyes y evitar reformas cuyo fin es proteger al medio ambiente. Calumnian a los opositores utilizando los medios de comunicación. Amenazan a los líderes iniciando juicios e impulsando actos de violencia en su contra.

Por estas razones, exhorto a los altopiuranos a cerrar filas en defensa de su agricultura y ganadería protegiendo su salud y empleos (Resumen de la conferencia ofrecida por la Bióloga Fela López en Chulucanas, 17 de Diciembre del 2000).


                                                                  Piura, entre la amenaza y la esperanza

                                                                            por Luis Ginocchio Balcázar

                                                                                                                        No se puede dejar que el sólo el Estado se haga cargo
                                                                                                                        de algo tan importante como nuestro futuro

El grupo de trabajo Piura, Vida y Agro (PVA) se presenta a la comunidad piurana el pasado 24 de Noviembre del 2000. Allí entregó a los medios un pronunciamiento, que entre declaración, propuesta y anexos técnicos llega a las catorce páginas. De su lectura se pueden extraer varias conclusiones. Una de ellas, tal vez una de las más importantes: no se debe dejar que el Estado se haga cargo de algo tan importante como nuestro futuro.

Casi un año antes de esa fecha, los integrantes del grupo de trabajo comenzamos a acopiar información y analizar el curso de los acontecimientos alrededor de una pretendida mina en Tambogrande, que funge como delantera de un equipo de empresas mineras que prevén invadir el débil ecosistema piurano. Hace pocas semanas, en pleno fujimorismo, parecían una aplanadora que iba derribando todos los requisitos que una legislación complaciente, hecha a la medida de los grandes intereses mineros tanto nacionales como extranjeros, les franqueaba.

Mientras tanto el modelo económico, que aún no ha sido tocado, persigue una visión de país que considero errada pues lo quiere regresar a un extractivismo de principios del siglo pasado. De este modo el Estado, que abdicó de sus responsabilidades frente a la sociedad peruana abandonando el agro a su suerte, podría luego "reemplazarlo" por otras actividades "más" atractivas al fisco como la minería.

Pero no hay que olvidar que la baja generación de empleos de la minería frente a un agro, que con los efectos de las postergaciones y problemas que sufre y acumula, aporta (según el presidente de la Cámara de Comercio de Piura) el 45 % del empleo departamental (19 de Diciembre del 2000). No obstante, el agro, bien operado, es negocio para el Estado. Por ejemplo, el algodón da origen a exportaciones textiles anuales por US$580 millones. Más los US$100 millones de algodón que se importa y que se podría producir localmente.

En tiempos recientes hemos visto también como instituciones clave de la piuranidad iban cediendo ante la audaz arremetida propagandística minera, arropada en jugosos contratos de asesoría o provisión de servicios. Luego, esa red de "aliados" devino en silenciosa o esquiva a todo lo que se relacionara contestariamente o que expresara dudas respecto a la conveniencia de la minería polimetálica en Piura. A todo lo que se negara a aceptar los actos de fe en la pureza de sus intenciones que reclaman los mineros.

He usado en muchos de mis escritos de información y alerta a la opinión pública departamental el término "minerismo". Así, he tratado de diferenciar la acción independiente de una empresa minera, en este caso la Compañía Manhattan Sechura, de la concertada acción del centralismo, apoyado localmente por quienes interesándoles poco el futuro de Piura, se dejaron embriagar por el "aroma" de los dólares mineros, sin siquiera cuestionar los evidentes perjuicios que esta actividad causaría en nuestra salud (y por tanto en nuestra calidad y esperanza de vida), así como sobre nuestro potencial agrícola, ganadero, agroindustrial y turístico. Esto es, en los empleos en una zona tan poblada como el departamento de Piura. El avance del minerismo deja ver cierta miopía y poco estudio de la realidad y tendencias, departamentales, nacionales y globales de algunas entidades locales.

Resulta útil revisar la prensa nacional a este respecto. Modesto Montoya nos dice (Empleo y democracia: la misma receta, El Comercio, Lima, Junio 4, 2000): "La minería, sector estrella de la década pasada [los noventa], nunca fue el camino que nos sacaría de la pobreza. Recordemos que los hombres más ricos del mundo no están entre los mineros. Bill Gates ha mostrado que el cerebro es la mayor fuente de riqueza....". Montoya nos hace recordar que estamos en la época del valor agregado, del software. Y no de los super volquetes y calambucos dinamiteros de la minería. Y menos para realidades como las de Piura.

El pronunciamiento de PVA se puede resumir en dos áreas:

1) Defensa de la vida de los piuranos

Cuyo objetivo es la defensa de la salud pública y la pureza (inocuidad) de los productos agropecuarios ante el intento de inundar Piura de minas, que utilizarían cianuro, arsénico y otros sólidos que dispersados por el viento, reducirían la calidad y esperanza de vida de los habitantes. Esto se agrava al ser Piura una zona densamente poblada, el departamento más poblado del Perú después de Lima. Para esto, se busca difundir información sobre los riesgos que traerían las casi 500,000 hectáreas de terreno que se encuentran ya denunciadas para hacer minería en el departamento. Al mismo tiempo, animar a las instituciones departamentales a participar activamente en la construcción de nuestro futuro, pues si le dejamos esa tarea al Estado, éste, empujado por el 25 por ciento de las utilidades que recibiría, se ve tentado a venderle el alma al diablo sin interesarle, aparentemente, nuestra suerte.

2) Protección del agro y empleo

Persigue los objetivos de defensa y promoción del rol del agro en la sociedad y economía departamental con una visión optimista de su potencial. Y apoyar su inmediato y efectivo relanzamiento con base a nuevas estrategias aprendiendo del pasado pero mirando hacia el porvenir. Para lograrlo se investiga y difunde la real contribución del agro a la economía departamental, en especial vía la creación de empleo. Lugar aparte merece la reivindicación del trabajo agropecuario como labor digna y valiosa para la sociedad nacional. Las acciones a apoyar e implantar son la participación en iniciativas de construcción de competitividad agropecuaria en Piura y la preparación de una propuesta de relanzamiento agropecuario de Piura.

Por lo expuesto brevemente en esta nota y para quienes no hayan podido leer el documento emitido el 24 de Noviembre pasado, no queda sino insistir en la inconveniencia de apoyar las iniciativas mineras. Por el contrario, conviene refundar la economía departamental sobre el agro, la agroindustria, la pesca, el turismo y servicios conexos en armonía con las entidades generadoras de innovación y conocimientos y el medio ambiente.

Por eso debo insistir ante la comunidad piurana del avance de los plazos de este gran desatino que significaría, ya en el siglo XXI, intentar convertir a Piura en un gran asiento minero. Asimismo, exhortar a las nuevas autoridades departamentales a actuar en concordancia cesando de inmediato el inequitativo apoyo que la maquinaria fujimorista otorgó al avance minero en Piura. No solamente se retiró el crédito agropecuario y se recesionó la economía derrumbando los precios de los productos agropecuarios. Más aún, ahora 500, 000 hectáreas de minas amenazan bloquear nuestra vocación y potencial.

Por eso hay que reclamar la movilización de piuranas y piuranos, personas e instituciones, a salir en defensa de nuestra salud y empleo, ya que existen razones más que suficientes para rechazar los artificiosos ofrecimientos de la minería, "prosperidad" que se queda en las cifras.

Por eso, el proceso que se inició ayer Jueves 27 de Diciembre con la aprobación del Distrito Electoral Múltiple debe permitir que seamos los codepartamentanos quienes diseñemos nuestro futuro. La democracia, la descentralización y el desarrollo están íntimamente ligados. Participemos en las actividades que permitan a nuestros hijos y nietos disfrutar de la Piura, apacible y bella, del aire y paisaje simpar que heredamos de nuestros mayores.

Como colofón, dejo a los amables lectores que repasen esta sencilla tablita que ayuda a pensar con mayor claridad y realizar el balance más ventajoso para la construcción de una economía más racional, solidaria y próspera, sin desmedro de nuestra salud y empleo (Enero 14, 2001).

   
 
                                                                                        El oro o la vida?
    
                                                                               por Luis Ginocchio Balcázar

Dedicado a los colonos de San Lorenzo,en especial a 
Alberto Kuroki Apón y Guillermo Vega Seminario (+)

El Perú es uno de los países con menor tierra con aptitud agrícola per cápita en el mundo y es nuestra obligación proteger el poco suelo con esa vocación que poseemos. Piura, el segundo departamento poblado del Perú (después de Lima), cuenta con una parte muy importante de esa superficie arable. Allí reside parte del potencial económico del agro y su fase correlativa, la agroindustria, que siguen esperando una nueva oportunidad para recuperar el tiempo perdido en la puerta de este siglo donde lo natural se abre paso.

Por eso el querer convertir a Piura en un enclave minero tiene todos los visos de apresuramiento. Abrirle paso al proyecto minero de Tambogrande significa no solamente grave perjuicio al agro, actividad económica (rol económico) que es el eje de la generación de empleo en el departamento, sino también a la salud de los piuranos. Es un asunto departamental y no exclusivamente del distrito de Tambogrande, que obviamente sería el más afectado.

La desinformación que campea libremente y paralela al avance de los plazos, la "inversión" en diversas instituciones y ámbitos de la vida departamental por parte de la minera canadiense, la desmovilización social que aprovecha (y que genera condiciones de iniquidad para una eventual "negociación"), el desembozado privilegio que el régimen (ahora saliente) concede a la minería, y la desesperada situación de la caja fiscal, son como tentáculos que apretujan nuestro inquietante futuro.

Mientras tanto, nuestro frágil ecosistema, el bosque tropical seco, la extraordinaria variedad de seres vivos que lo habitan (biodiversidad), los miles de hogares en los que el único capital es la habilidad para sacar provecho de la tierra, nuestros escasos cauces de agua, contemplan la inminencia de un desastre social, económico y ambiental, que se abre paso a empellones mediante el escudo del trámite burocrático.

La debilidad de la reacción de las instituciones departamentales frente a la pretendida minerización de Piura que hoy confrontamos, hace pensar que tal vez los piuranos recién reaccionamos cuando aparecen los síntomas más letales de los males. Cuando ya es tarde. Tal vez estamos esperando que nuestro clima se altere al colapsar bosques y otros diques naturales víctimas de los sulfuros que esparciría la minería de oro. ¡Qué tiempos estos en que hasta instituciones muy ligadas al agro se hablan al oído con la minera! Tal vez al no confiar más en un agro que perseverante mantiene la esperanza que se respete la deferencia que le brinda la Constitución, mediante un marco promotor de inversiones y capitalizando las lecciones aprendidas con esta larga crisis.

Hay quienes creen en el "cuento de la fiebre del oro" como "la solución" para la crisis económica de Piura. Incluso, algunos proponen entes para que administren "la prosperidad minera" que vendría con la mina y con las otras que están esperando para arremeter contra nuestros derechos ambientales y económicos, dentro de los cuales resalta un ataque frontal al derecho a empleo. La minería genera muy poco empleo porque es intensiva en maquinaria. No olvidemos que sin empleo no hay nación. El empleo es fuente de dignidad y única manera de atender nuestras necesidades. Sin empleo no hay dignidad, no hay ciudadanía.

Si la Ley de Minería y otras se oponen a los derechos de San Lorenzo y los demás valles piuranos, que se verán ineludiblemente diezmados por la contaminación, es la oportunidad para cuestionarlas. Y será una gran tarea para los nuevos parlamentarios por Piura que comulguen con el ideal agropecuario y ambientalista, en pro de los intereses piuranos. Y que sepan los inversionistas mineros que el nuevo gobierno a elegirse en pocos meses deberá revisar esta injusta situación. Economía de mercado sí, libertinaje económico, no. Si con alguna interpretación caprichosa se plantea arrebatar a los colonos y otros agricultores sus legítimos derechos sobre el subsuelo de los predios de su legítima propiedad (¿cómo hacer agricultura sin subsuelo?), hay que salirle al frente.

Los poderosos intereses mineros no pueden demostrarnos de modo alguno que minas que lavan (método de lixiviación que se planea implantar en Piura) la tierra con arsénico y cianuro, que hayan irrumpido en un valle agrícola similar a San Lorenzo, "conviven" en armonía con naturaleza y seres humanos. La "lluvia ácida" que ya sufre Cajamarca por la mina Yanacocha nos lleva a recordar a tan querida ciudad, pagando con sus pulmones la opulencia de otros. Renovado Cuarto del Rescate que despoja, veja y aniquila. También su ganadería lechera ya sufre los embates de los relaves mineros. Y sin olvidar el mercurio derramado en Choropampa.

Deseo invocar a los codepartamentanos a que nos unamos en torno a la defensa de nuestra vida y nuestra economía, basada en el empleo agropecuario. A que termine esta etapa de silencio y que se pronuncien por escrito los colegios profesionales, las universidades, las ONG (en especial las ligadas al agro) para que contribuyan a este debate. Y por cierto, para conocer sus posiciones en forma clara.

Hemos sido testigos del olvido al agro departamental. Fruto de esa reprobable actitud, el agro y sus gentes han llegado a la situación en que hoy se encuentran. Casi sin capacidad de defensa. En la ciudad hemos sido tan miopes que hemos asistido a la década del "virtual sepelio" de la agricultura piurana sin mayor preocupación. Hoy, ya Octubre del 2000, en que vemos que la economía de Piura se desmorona, nos damos cuenta que esa actitud ha costado mucho: casi no hay clientes en las empresas, bodegas, centros de servicios. El agro, esqueleto económico de Piura, se ha resquebrajado. Hoy, con la minería, estamos cerca al "tiro de gracia".

Esto luce como gran negocio de un Estado hiper centralista (que pronto deberemos ajustar mediante una nueva política económica y social) que persigue un porcentaje del oro para su sedienta caja. La "tajada del león" será para el extranjero. Está bien la globalización pero sin excesos que hipotequen la salud y el futuro de nuestros hijos. Bienvenida la inversión extranjera pero a otros sectores y respetando nuestro derecho a vida sana y empleo.

El terremoto político que sufre el modelo excluyente de desarrollo con visión de país primarista y minero, que gobierna desde 1990, nace de gruesos errores económicos azuzados por el voraz neoliberalismo, sus monopolios y la absurda promoción de actividades poco generadoras de empleo, como la minería. Resultado, impactantes cifras macro pero menos consumidores, recesión, inversión decreciente, quiebra de la producción.

La pretendida minerización de Piura merece toda la atención departamental. Del trabajo honesto de sus líderes más connotados, que dejando de lado sus preferencias políticas, preserven, velen, luchen por nuestro medio ambiente y nuestra principal fuente de empleo: el sector agropecuario. Mientras no tengamos otros roles económicos, es el agro, y todavía no nuestra pesquería o nuestra industria petroquímica, el que contribuye con el mayor porcentaje del empleo y sustento familiar piuranos.

Estimo que practicar la minería en Piura tendrá más costos que beneficios. Exijamos se oiga nuestra voz mediante el Distrito Electoral Múltiple y la Descentralización, que comienza por Elecciones Regionales al menor plazo. Solamente así los piuranos tendremos un marco equitativo para exigir información precisa sobre lo que se nos pretende "imponer" como panacea. De ese modo, será posible elegir nuestro futuro para construir una sociedad regional más solidaria y eficaz. Nota: a principios del 2002 falleció el distinguido colono Guillermo Vega Seminario, a quien se dedicó este artículo. 


                                                                             El destino contra San Lorenzo                                                         
                
                                                                              por Luis Ginocchio Balcázar1

-- Parece como si el destino se hubiera propuesto liquidarnos — dijo un colono sanlorencino asistente al evento que la empresa minera canadiense Manhattan desarrolló el pasado 21 de Julio en el auditorio municipal de Tambogrande, distrito de la provincia de Piura. Era la presentación de la "línea de base ambiental", que se prepara para precisar cómo es el medio ambiente antes de una eventual mina y qué se debería hacer para evitar daños a los ecosistemas de tan frágil entorno con que la naturaleza compensó a la desértica Piura.

-- Si desde 1962, cuando recibimos las tierras, hemos podido superar la reforma agraria, dos fenómenos El Niño y varias crisis económicas, ahora tenemos al frente a un Goliat – dijo el productor agropecuario visiblemente preocupado. Manhattan es una empresa representante del agresivo capital minero, que migra de las naciones más exigentes en leyes ambientales a las más tolerantes. Que anida en las medidas promocionales especiales que el Estado peruano le brinda a estas empresas intensivas en capitales, de manera especialmente selectiva.

Un maestro de ceremonias contratado por la empresa minera, que lleva un nombre similar al del proyecto que desarrolló la primera bomba atómica en Estados Unidos (Manhattan) en los años cuarenta, anuncia el inicio de la ceremonia con el grito de libertad peremnizado en nuestro sagrado Himno. Luego, las presentaciones de los especialistas.

Quien estas líneas escribe tomó notas de lo referido por los profesionales foráneos, venidos de la capital y uno de Canadá, sobre aspectos relacionados a las observaciones del ambiente, léase de la ciudad de Tambogrande, la Colonización San Lorenzo y terrenos adyacentes de Comunidades Campesinas. Ante el estupor de los asistentes se hicieron afirmaciones asombrosas, como que:

1.- solamente el 11 por ciento de las tierras del proyecto es de uso agrícola

2.- el algarrobo es la única especie en extinción dentro de los linderos del proyecto

3.- existe muy poca vida de invertebrados y por tanto, la biodiversidad en la zona es pobre

4.- el agua en la zona, de la represa, quebradas y pozos, es salobre y presenta trazas de metales pesados

5.- no existen zonas protegidas en el área del eventual proyecto minero

Estas ideas serán usadas como punto de partida en los estudios y comparaciones para determinar la magnitud de los daños al medio ambiente en la zona.

Si leemos entre líneas, de las afirmaciones que escuchamos, éstas intentan hacernos creer que vivimos en un ambiente árido y que al contrario de lo que muchos tambograndinos y colonos afirman, la mina se asentaría en terrenos casi eriazos. Con estos antecedentes como línea de base ya prevemos los resultados del estudio de impacto ambiental. Lo reseñado demuestra escaso estudio de la zona.

La falta de rigor de estas afirmaciones, que no soportan el más débil análisis, contradice a las manifestaciones de los representantes de la empresa minera, quienes enfatizan que ellos son más exigentes que la ley ambiental peruana. Parece ser que esa reglamentación no está hecha pensando en un proyecto minero, que irrumpe (por no decir invade), en el núcleo agropecuario con más área cultivable, con uno de los mayores potenciales agroexportadores del país, en el departamento más poblado (después de Lima), y donde el Estado ha hecho la mayor inversión en infraestructura de riego (con dos majestuosas presas) en la historia del Perú.

Y en tierras de ambas irrigaciones concuerdan cuatro de las áreas estratégicas con mayor relevancia para el futuro del Perú, y desde luego, del departamento de Piura: empleo, exportación, agricultura y turismo. Veamos por qué razones:

Empleo

Está demás repetir que aunque nos hablen de miles de onzas de oro o millones de dólares que podrían producirse, ¿de qué servirían si nunca la minería generará empleo como lo hará un agro repotenciado, con efectivo marco legal promotor de inversiones (similar al que posee el privilegiado sector minero), con agroindustria integrada a las redes del comercio internacional, con un Estado convencido en el liderazgo de la fórmula agropecuaria como "la salida natural" al vigente entrampamiento socio económico del Perú. No hay otra salida, el agro es el que genera más empleo por Nuevo Sol invertido. Piura, con la minería polimetálica, detractora ambiental por definición, seguramente se convertirá en un exportador neto, no de mangos, paltas y cítricos sino de trabajadores hacia otros departamentos y también al extranjero. Piura se volverá "bracera", esto es exportadora de brazos. Y ni qué decir si a Manhattan le siguen otras minas.

Exportación

Nadie medianamente informado puede dudar que si el Perú no se convierte en exportador (no tímidamente como hasta ahora), de productos con alto valor agregado, es decir, exportador de innovación y conocimientos vía productos muy elaborados, será solamente testigo de la globalización y no protagonista. Estimo que la primarización minerista del país durante los noventa fue una medida de emergencia. Pero frente a la mundialización de la economía internacional, canjear el potencial de dos valles limpios, por una Piura con residuos del tajo abierto, de cianuro y arsénico, propios del método de lixiviación que planea usar Manhattan, es absurdo (se sugiere leer el artículo sobre una experiencia de Estados Unidos con este contaminante método de extracción que se publicó en un diario piurano, Alarmante experiencia de Estados Unidos en minería metálica). Luce como una decisión del hipercentralismo que sufre fatalmente el Perú, acentuado en la década de los noventa.

Agricultura
Se sabe que el sector agropecuario está fragmentado, descapitalizado, exhausto. Es víctima de su pasado reciente y del ajuste de los noventas. No cuenta con el favor del Estado pues las políticas estatales para el agro no han permitido acometer los cambios para su renacimiento y consolidación. Por hablar solo de un tema, ¿cómo modernizar el agro sin investigación, tecnologías, información y conocimientos gerenciales? Cualquier persona sabe que los agros que han surgido (no hace falta ir muy lejos para estudiar casos exitosos de países que hoy son lo que nosotros eramos en los años cincuenta) fue mediante instituciones apoyadas por el Estado, que subsidiariamente (no con subsidios a discreción sino selectivamente) han compartido las inversiones que requieren los cambios.

Son casi 1’800,000 productores agropecuarios que hay en el Perú, quienes gradualmente deberán confrontar, en procedimientos por diseñarse, los cambios que la nueva realidad requiere. No acepto el fatalismo que desconfía de nuestros agricultores. Creo que en esto hay más un asunto de generales que de soldados, es un problema del "comando" que no ha querido confiar o sabido encontrar una fórmula, tal vez más lenta y gradual, para impulsar el agro. Aunque no cabe duda que resulta más fácil entenderse con veinte inversionistas mineros en un road show que con los miles de empresarios agropecuarios y campesinos del Perú.

Turismo

Piura cuenta con su singular paisaje que podremos ofrecer al creciente mercado de turismo ecológico, en especial, venido del extranjero. Parece miope querer imponer minería en medio de tan rica y singular biodiversidad (ecología exportable, de un ecosistema único, el bosque tropical seco, frágil en extremo, como todo lo escaso y valioso).

Escuché a un empresario europeo opinar que Perú, una vez controladas algunas plagas, definido un marco rentabilizador de las inversiones y un sistema de promoción de la asociatividad (para que los pequeños y medianos productores consolidados alcancen tamaño económico), tendrá muchas ventajas para convertirse en exportador de frutas y hortalizas de clase mundial. Entra las ventajas, sus climas y su aliada, la contra estacionalidad de los ricos mercados del hemisferio norte. Otra ventaja nace del penoso atraso, ya que por no haber tenido desarrollo por varios lustros, por ejemplo, casi todo el mango peruano podría ser certificado como orgánico, pues se utilizan bajas cantidades de agroquímicos por la situación de escaso financiamiento que afrontan los agricultores. Adicionalmente, valles que pronto serán fuertemente agroexportadores se han mantenido alejados de minas y otras industrias contaminantes. Lo que en otros países no ha sido posible.

Presento estas opiniones y percepciones con el propósito de informar a la opinión pública, para contribuir a precisar lo que podemos perder ante un casi inminente desastre ambiental. Es una obligación como profesional ligado desde hace varios lustros a la agricultura de exportación, y para evitar que las decisiones se tomen en algunos casos, cautivas por el espejismo de una hipotética derrama económica "deslumbrante" (así se difunde); y en otros, bajo la ceguera de poderosos intereses económicos, con apariencia científica y la desarticulación civil, para hacer valer lo que conviene al futuro de unos pocos. Revisemos que hay detrás de esta aparente "prosperidad minera":

1) Redefinición. 

Considero que un eventual asentamiento minero en el corazón de San Lorenzo es una redefinición estratégica, en la práctica, del rol de Piura como departamento productivo y esto debería ser consultado a los incriminados, los más próximos (colonos de San Lorenzo y habitantes del distrito de Tambogrande y caseríos aledaños) y a los piuranos en general.

2) Un mundo sensible a la inocuidad. 

Las tendencias del mercado mundial de alimentos, bebidas y fibras naturales permiten ver a un mundo preocupado por la inocuidad de los alimentos, con regulaciones que están apareciendo para velar por mayor seguridad en su consumo, con sistemas de detección de substancias extrañas (como restos de minerales) en constante avance, con mercados internacionales que destacan el mercadeo de productos cuyo origen es de valles "limpios", con la arena global alerta para resaltar las debilidades de la competencia (recordar la gota de cianuro en uvas).

3) ¿Primero el hombre o el oro? 

La agricultura ha proporcionado por décadas el sustento a las familias del departamento. La vocación agropecuaria ha sido el eje de la vida social de Piura. Si bien esto no quiere decir que el agro será el único rol económico de Piura, hay que enfatizar que mientras no se invierta en promover otros roles económicos, tendremos que fortalecer el agro para que lidere nuestro desarrollo. Y siendo el bien común la meta, esto es el bienestar de los seres humanos que habitamos estas tierras, lo relativo al hombre, a las personas, tiene prioridad.

4) Impactos. 

¿Quién se responsabilizaría de la salud pública física y mental (ante el cianuro y el arsénico del lavado de los minerales y el polvoriento tajo abierto), el empleo (el agro, actividad intensiva es desplazada por actividad poco intensiva en empleo, mina), el paisaje (turismo ecologista y visitas al bosque seco), el clima (alteraciones que induzca la reducción del bosque), competitividad agropecuaria (productos de zonas no limpias y caída del valor de los predios agropecuarios ante inversionistas que preferirán otras zonas del país y del mundo), la biodiversidad (flora y fauna silvestre que se perderá o que tendrá que alterar sus patrones migratorios), el aire (menos bosque seco es igual a menos oxígeno), la fijación de carbono (cualquier vegetación fija carbono evitando el calentamiento de la tierra, esto es, actúa contra el efecto invernadero)? ¿Quién resarcirá a los damnificados de la minerización de Piura?

5) Agotable. 

No hay comparación posible entre una riqueza renovable con otra que es altamente riesgosa y agotable. Con agro moderno y su correlato, la agroindustria, deberíamos pensar en tierras que generen ingresos y rentabilidad interesantes para los inversionistas. La agricultura se incrimina mejor con la economía local que la minería polimetálica, esto es el agro demanda más servicios de la zona que la minería.

6) Agricultura debilitada. 

Una lectura oculta es "como el agro está en ruinas, no queda otra cosa que la minería". Sería lo mismo que echar de la casa a un miembro de la familia por estar enfermo y no generar ingresos para el hogar. Propongo que la decisión sea postergada para cuando la agricultura haya recuperado el paso y la evaluación sea más equilibrada. El oro no se va a ir. Esperará en el subsuelo a que se encuentren otros sistemas para su explotación, más confiables.

7) Desvestir a un santo. 

Se trata de un caso inédito en el Perú. No existe antecedente de la instalación de una mina de la magnitud y tipo de la que pretenden asentar los canadienses, en medio de un valle agrícola en funcionamiento. Suena a desvestir a un santo para vestir a otro.

8) Riqueza para extranjeros. 

La mayor porción de la rentabilidad que la mina generaría iría al bolsillo de extranjeros y personas no domiciliadas en el país. Esta cifra tampoco admite comparación con la generación de riqueza para los residentes en la zona para cuando el agro se haya recuperado. No hay que olvidar que la obligación del Estado primero está con los nacionales, los residentes en la zona y por extensión en el país. Además, los que sufragamos somos los nacionales y no los extranjeros. Globalización sí pero sin excesos.

9) Dependencia a los minerales. 

El país tiene ya una exagerada dependencia a la exportación de materias primas mineras y debe iniciarse una reindustralización en otros campos de mayor valor agregado, diversificando la oferta exportable hacia nuevos productos como los agroindustriales.

10) Cambio de reglas de juego. 

Quienes con fe y entrega han invertido dinero en agricultura y agroindustria en la zona contemplan absortos como se les relega, se les pone en segundo lugar priorizando otra actividad productiva. Muchos peruanos que atraídos por los retos de una colonización se mudaron a nuestro departamento se sienten defraudados por el Estado que apoya la variación del ecosistema para lucrar del subsuelo. De esta manera, el Estado altera las condiciones que contrató con los colonos. Si se trata de dar estabilidad jurídica, ¿qué asegura a los inversionistas de otros valles que en poco tiempo también les puede ocurrir un cambio de reglas similar? Como dije en anterior nota (ver Tambogrande y el futuro de Piura) sólo en mangos San Lorenzo puede llegar a exportar varias decenas de millones de dólares, tal vez cien millones en poco tiempo más. Y con el mango seguirán llegando más inversiones; luego surgirán otras frutas y hortalizas que darán empleo, alimento y divisas.

El clima de la "aldea global"

Mientras en Piura se está planeando sobreponer la minería a valles localizados en medio de débiles ecosistemas, vitales para las futuras generaciones, la humanidad se preocupa y sienta las bases en la conferencia de la Tierra (Río de Janeiro, 1992) para cuidar el clima de la "aldea global". De allí surge la Agenda 21 que se ha materializado en una nueva cultura de protección del medio ambiente contra las severas alteraciones ambientales que asolan el planeta en años recientes. No conocemos qué diría el Banco Mundial al saber que Manhattan lo menciona con frecuencia respaldándose en sus parámetros ecológicos. No sabemos si ese banco diseñó esos parámetros para un entorno tan delicado e inestable como el bosque seco.

La conferencia de la Tierra ya ha comenzado a aterrizarse en acciones concretas. Por ejemplo, existe un banco privado en Sao Paulo, Banco Axial, que financia proyectos agropecuarios, valorando en forma cuantitativa su contribución a captar carbono. Así podemos darnos cuenta que el mundo es cada vez más sensible al daño ambiental pues ha nacido una conciencia unitaria del clima global. En poco tiempo más se podrá utilizar la contribución de los valles al clima global. Será un subproducto valioso de la actividad agropecuaria. Mientras eso llega acá estamos a punto de diezmar el bosque seco, despensa ecológica nacional. Al revés, como el cangrejo.

¿Testigos o protagonistas?

Pero un ingrediente básico que permite leer la escasa reacción de la opinión pública departamental al avance minerista en Piura, es el declive agropecuario, que se inició con la reforma agraria, se pronunció con los dos fenómenos El Niño y los ajustes de los noventas. Los piuranos podemos comprobar que no solamente se ha precarizado la generación de riqueza y el sustento de decenas de miles de familias de agricultores y campesinos, sino que se ha debilitado el rol de la actividad agropecuaria en Piura, reducido su imagen frente a la opinión pública y desguarnecido su capacidad de defensa y argumentación económica frente a este incierto, riesgoso e insalubre futuro minero que se nos quiere imponer desde Lima.

Las aristas de tan delicada situación para Piura ameritan la participación de las fuerzas vivas de la comunidad, universidades, institutos superiores, instituciones y grupos vecinales organizados para proteger el futuro de su salud y economía. Ni Sullana, ni el Alto y Bajo Piura, estarán libres, tanto a nivel valles y ciudades, del deterioro ambiental engendrado por la minería polimetálica que apresuradamente intenta ingresar a nuestros valles, y cuyo abanderado es Manhattan.

Reitero que esta decisión no compete solamente a la veleidosa ciudad de los Reyes sino primordialmente a los piuranos. Apoyada en información precisa, con el concurso de instituciones que deliberen técnicamente, con estudios de impacto realizados por entidades imparciales y mediante una legislación que proteja de veras el futuro agropecuario del país. Y por cierto, respetando la opinión de los vivientes de las zonas a afectar. Esto, además, corresponde a una democracia.

Competitividad y democracia

Para que podamos romper la inercia del estancamiento productivo tenemos que aumentar la competitividad del sector productivo piurano. Allí están nuestras instituciones intermedias y gremios para acometer este reto y liderar esta empresa.

Pero, ¿se puede construir competitividad con "democracia de baja intensidad" como la que vivimos? Varios expertos del Instituto Alemán de Desarrollo2 nos explican cómo funciona la competitividad, requisito para el crecimiento económico. Así, la competitividad industrial es el producto de la interacción compleja entre cuatro niveles económicos y sociales de un sistema nacional, que son los siguientes: el nivel micro, de las empresas, las que buscan simultáneamente eficiencia, calidad, flexibilidad y rapidez de reacción, estando muchas de ellas articuladas en redes de colaboración mutua; el nivel meso, correspondiente al Estado y los actores sociales, que desarrollan políticas de apoyo específico, fomentan la formación de estructuras y articulan los procesos de aprendizaje a nivel de la sociedad; el nivel macro, que ejerce presiones sobre las empresas mediante exigencias de desempeño; y, por último, el nivel meta, que se estructura con sólidos patrones básicos de organización jurídica, política y económica, suficiente capacidad social de organización e integración y capacidad de los actores para la integración estratégica. La competitividad de una empresa se basa en el patrón organizativo de la sociedad en su conjunto. Los parámetros de relevancia competitiva en todos los niveles del sistema y su interacción son los que generan ventajas competitivas. Por eso se dice que la competitividad es sistémica.

¿Es entonces la participación de la gente en la construcción de su futuro algo abominable? Me parece que si queremos hacer de Piura una plaza con ventajas para captar inversiones, tenemos que exigir mayor participación y democracia. Y esto comienza, en este preciso momento, por un trato imparcial al tema de la proyectada minerización de Piura promovida por el Estado.

¿Quién defiende a Piura?

Debido al precario clima institucional que azota a la república, con la creciente verticalidad en las decisiones, con un copamiento que casi no deja aire para otras opciones, mucha gente de Piura habla con un fatalismo penoso. "Todo viene de arriba. No te opongas, habrá mina de todas maneras". Aquí recuerdo a Vicente Santuc quien en su libro3 sobre ética, ¿Qué nos pasa? relieva: "Presenciamos así un conflicto de autistas entre intereses y "visiones del mundo" divergentes: se oponen, sin dialogar, concepciones diferentes de la Autoridad Política, del Bien Común y del papel de la Sociedad Civil".

¿Cuál será el foro que acoja este sentir por el manejo que se percibe unilateral y preferente hacia la minera? ¿Será el gobierno regional, el sector agricultura, los rectores de las universidades locales, el parlamento, la Conferencia Episcopal o también tendremos que llamar a la OEA para que defienda a los agricultores de San Lorenzo, Tambogrande y quienes residen en la zona?

Carta de ciudadanía

Dice Javier Monroe4 con agudeza que sacude: "Lo notable y manifiesto, sin embargo, no sólo es el aspecto de "ciudad devastada" con la que recibimos los nuevos acontecimientos, sino el vacío de conciencia histórica que nos convierte en una sociedad fantasma. Con las excepciones del caso (entre las cuales, la del Arzobispo casi nos salva), ni nuestros alcaldes ni autoridades, ni tantas instituciones y ciudadanos prominentes, toman una posición inequívoca y rotunda ante los hechos; más bien parece que nada pasara, que el negocio consiste en seguir la normalidad de menudeo cotidiano. Piura sin conciencia histórica es una Piura sin ética, así de simple; es decir, somos una sociedad sin responsabilidad moral y, por lo tanto, sin carta de ciudadanía".

La descentralización, única salida

Debo resaltar que es en momentos como éste cuando anhelamos la descentralización para evitar que se haga y deshaga con nuestro futuro. Es, por decir lo menos, atentatorio contra los intereses de Piura el intentar alterar el rol de la agricultura sobreponiendo el interés minero al agropecuario por las razones antes expuestas. En mi opinión, la primera gran labor de un gobierno regional verdaderamente autónomo -- que debemos exigir – será evaluar si este cambio de rol del agro a la minería es aceptado por los piuranos, y en qué grado fortalece las posibilidades de nuestro futuro. Si no actuamos de inmediato pronto no seremos Piura la agroindustrial sino Cerro de Piura. La historia nos dice lo demás [10 Ago 2000]          
                                                  * * *
Consultor en temas de competitividad y agronegocios. El autor agradece al Biólogo Fidel Torres por sus aportes a la preparación de este artículo en la confianza de un despertar piuranista y un renacer agropecuario
2  Klaus Esser, et al., en Revista de la CEPAL, número 59, Santiago de Chile 1996
3  Vicente Santuc, S.J., Etica y política, ¿qué nos pasa?, Ediciones CECEP/Escuela Superior Ruiz de Montoya, 194 páginas, Lima ,1999
4  Sociologo, Coordinador del Proyecto de Concertación Regional del CIPCA. En Informativo Regional de Prensa 369, Piura Julio 2000


                                                          Alarmante experiencia de Estados Unidos en minería metálica

                                                                                             
por Biólogo Fidel Torres G.

El tema del desarrollo concita al concurso de diferentes concepciones y enfoques de diferentes profesionales, estudiosos, científicos, responsables políticos, empresarios, productores, comunicadores, es decir, al conjunto de la sociedad civil. Cada quien defendiendo sus intereses o de quienes representa, sean individuales o colectivos; cada quien proponiendo y defendiendo lo que considera la mejor opción por la que debe transitar su país, región o pueblo.

Todos pueden defender con apasionamiento lo que consideran como "su verdad". Sin embargo, la historia del conocimiento humano nos muestra cómo la apariencia con que se nos muestran los fenómenos sociales y naturales resultan muchas veces espejismos que engañan, inclusive a las mentes más ingeniosas, cuando se examinan prejuiciosa o parcialmente los hechos.

Un caso concreto de esto, es lo atractiva que parece la minería de oro, en que dependiendo del interés y destino final de la riqueza y de la idea que se maneje de desarrollo, defensores y detractores tienen el mismo derecho de argumentación y proposición. Todo depende del nivel de democracia, de acceso al conocimiento y derecho de decidir, que se le otorgue al conjunto de la ciudadanía, por una opción que determinará su futuro de vida.

Contrariamente a lo que muchos creemos que en Estados Unidos, capital mundial de la tecnología, no sucede lo que a nosotros en asuntos ambientales y minería, resulta interesante el artículo de T.H. Watkins titulado "Legado de la mineria metalica" en la revista de la National Geographic (National Geographic Society, Washington, D.C., volumen 6, número 3, Marzo del 2000), sobre un nuevo balance que se hace en EE.UU. sobre las consecuencias de la actividad minera metálica a cielo abierto." ... en respuesta a una iniciativa promovida por el Centro de Información Ambiental de Montana y otras organizaciones regionales pro conservación, los ciudadanos de Montana votaron a favor de imponer una prohibición estatal a la minería por lixiviación con cianuro [para extracción de oro] en minas a cielo abierto, nuevas o por expandir.

En las montañas del estado de Montana se encuentra una gran extensión de contaminación a lo largo de 230 km. del río Blackfoot; la mayor parte de esto es producto de la Compañía Anaconda que empezó a extraer cobre en la década de 1880. ARCO compró la operación Anaconda pero poco después del desplome en los precios del cobre, remató la mayoría de sus posesiones y cerró el resto.

Aún así, la Agencia de Protección Ambiental (EPA, siglas en inglés) espera que ARCO pague la limpieza del lugar. Un gran trabajo, si según cálculos, no menos de 200 millones de metros cúbicos de desechos podrían contener 9.000 toneladas de arsénico, 200 toneladas de cadmio, 90.000 toneladas de cobre, 20.000 toneladas de plomo, 200 toneladas de plata y 50.000 toneladas de zinc.

Lo de Anaconda no es único. En todo el oeste de los EE.UU. pueden encontrarse consecuencias igual de mortales. Hay cerca de 30 sitios de procesamiento de minerales metálicos de los que nadie afirma que el trabajo de restauración hecho, en proceso o por hacer en estos sitios tenga probabilidades de quedar realmente acabado. La lista de recursos estatales de la EPA no incluye 16,000 sitios mineros abandonados que representan serios problemas de aguas contaminadas. De tal manera que una meta de los esfuerzos de protección ambiental es darle a la Oficina de Administración de Tierras y al Servicio Forestal el poder para prohibir la minería en tierras ambientalmente sensibles.

La mina de oro McLaughlin en California es el ejemplo que la industria minera norteamericana presenta como modelo de reforma de la actividad minera y su capacidad de restauración ambiental y queda claro que McLaughlin es lo último en restauración.

Sin embargo, el Director Ejecutivo del Centro de Política Minera, Steve D’Esposito declara: "McLaughlin está muy bien, pero eso no es algo común. Aunque muchas empresas realizan trabajos de restauración, no sé de ninguna operación que llegue tan lejos como McLaughlin. Algunas minas ignoran o subvierten la ley. Algunas son sencillamente incompetentes".

Entre los muchos errores espectaculares modernos de la minería metálica en Estados Unidos actualmente; "...la mina de oro Summitville en el sur de Colorado, operada por una corporación canadiense, se anunció desde el principio con bombos y platillos, como modelo de lo que la minería moderna podía hacer, pero apenas había iniciado su operación en 1986 cuando empezó a arrojar cianuro, ácidos y metales pesados en el río Alamosa, envenenando un tramo de 27 km. La compañía se declaró en bancarrota en 1992. Entonces, la EPA se hizo cargo de la mina como otro sitio de recursos estatales y el Departamento de Justicia de los Estados Unidos no ha logrado conseguir que los canadienses congelen los activos de la empresa para reembolsar los US$100 millones de dólares que se han gastado tratando de reparar el daño".

"Muchas minas problemáticas explotan oro presente en la roca bajo la forma de partículas microscópicas. El proceso incluye la extracción de un volumen de roca que contiene 0,6 gramos de oro por tonelada, molerlo, después apilarlo en montículos de hasta 60 metros de alto. Se vierte una solución de cianuro desde lo alto del montículo para separar con ella el oro por lixiviación, la solución se recoge bajo el montículo y se canaliza hacia una refinería para el proceso final".

Finalmente reflexiona Watkins ..."Hace treinta años escribí una historia acerca de la minería de oro y plata en el oeste estadunidense. En ese libro se alababa la importancia de la minería para abrir el oeste , su historia y folclor.... Me pregunto ahora si en el libro habría dicho lo suficiente acerca de la naturaleza transitoria de esta industria, de lo insensato de tratar de construir una economía sobre la explotación de recursos minerales finitos cuyo valor es totalmente abstracto y dependiente de los caprichos de las naciones... que la minería de metales produce anualmente más desperdicios sólidos que los basureros de las ciudades estadunidenses. Ese era un legado que debí haber previsto en mi libro hace treinta años, pero no lo hice".

Mirándonos a nosotros mismos, frente a esta experiencia norteamericana, comúnmente se escucha responsabilizar a la Cia. Minera Manhattan de lo que puede suceder a Piura. Pero al igual que en la naturaleza, la esencia de un cambio no es producto de una influencia externa, sino de la naturaleza interna del organismo. Colocados un huevo y una piedra en una incubadora sólo uno de ellos podrá generar un pollo. El futuro cambio ambiental y social de Piura sólo depende de la naturaleza interna, de la esencia, de su sociedad  [publicado en Mayo 8, 2000]. * Fidel Torres es Biólogo,  Fisiología Vegetal.    


                                            
Mineria en los algarrobales: negación de la identidad piurana                   
                                                                        
                                                                                                                                      
                                                                               
por Biólogo Fidel Torres G.*

El conocimiento humano de la naturaleza se basa en un claro sentido de la eficiencia en el uso de los recursos. Pero esta eficiencia exige un detallado conocimiento del medio ambiente y se articula con el sentido de pertenencia del hombre y su grupo a esa naturaleza, que es lo que constituye la identidad natural de una sociedad (Monroe, 1999). La identidad de los piuranos se basa en el sentido de pertenencia que tienen del bosque algarrobal y en el conocimiento de cómo vivir en él y de él. El desarrollo de lo que se conoce como Cultura del Algarrobo, significa que en base a este árbol del desierto se puede diseñar una política para que las sociedades que habitan este ecosistema manejen y amplíen el bosque (500 mil hectáreas) y aprovechen sus derivados como insumos para otras actividades económicas. Puede ser ésta la base para una importante industria biotecnológica que puede tener en la región uno de sus centro nacionales (Hocquenghem, 1998).

Si esta propuesta es parte importante de nuestra visión de desarrollo regional, es necesario: 1°) visualizar la magnitud del desastre que implica una explotación minera en el corazón de los bosques algarrobales y en una zona de alta concentración de inversiones y actividad agropecuaria de la costa de Piura (ver mapas. Nota de +C, los mapas mencionados en breve se editarán para que quepan en la página), explotación que iniciarán en Tambo Grande por iniciativa de la empresa canadiense Manhatan-Sechura Compañía Minera S.A., y 2°) Modificar la idea generalizada de que se trata de solo el área de un pueblito caprichoso que se opone al adelanto tecnológico y a una "modernización" que no es creíble ni por sus propios defensores, por el evidente elevado costo social y ambiental que implica la extracción minera en una región agrícola y ecológicamente frágil.

La superficie denunciada para explotación es de 176,000 ha; de ellas 87,000 ha (97 concesiones) pertenecen a Manhattan (Manhattan Sechura Compañía Minera S.A., 1999); mientras que la superficie agrícola, sólo de Tambo Grande, es de 50,000 hectáreas. Esta superficie de denuncio minero constituye el 27% del bosque algarrobal de Piura. A diferencia de otros casos de explotación minera en el Perú, donde la extracción se realiza en lugares relativamente distanciados de las actividades humanas (sin dejar de tener impactos negativos), aquí se pretende establecer un asiento minero "en el mayor núcleo del agro nacional, donde el Estado peruano ha realizado las mayores inversiones en ampliación de frontera agrícola (Chira-Piura y San Lorenzo) en nuestra historia republicana" (Ginocchio, 2000), donde realizan actividad agropecuaria 68.000 personas de las que el 90% se dedican a la actividad agrícola, únicamente en Tambo Grande (El Tiempo, 1999), donde se encuentran los bosques de algarrobo (formación vegetal única del Perú y Latinoamérica) de mayor potencial, sobre áreas de alta calidad agroecológica, de producción forestal y tierras de protección y pastos temporales según el mapa de capacidad de uso mayor de tierras elaborado por la Oficina Nacional de Evaluación de Recursos Naturales (ONERN) (Castillo, M. 1998) y finalmente sobre centros poblados y extremadamente cerca a ciudades como Piura y Sullana del departamento más poblado del Perú después de Lima.

El movimiento de partículas en el aire de Piura es muy intenso y característico. El ritmo diario de los vientos locales, descritos como "terrales y virazones" (Petersen, 1935), y que pueden alcanzar hasta 70 km./hora en Sechura (Gutierrez, 1991, citado por Hockenghem) se deben al rápido calentamiento y enfriamiento de la tierra por las características desérticas de esta región, y que hace que los vientos se muevan con gran intensidad del mar hacia tierra adentro durante el día y al contrario durante la noche. Sin embargo, en las zonas donde el bosque algarrobal es denso, se amortigua esta acción del viento por el efecto protector de los árboles. Estudios de CEPESER-UNALAM sobre "Condiciones meteorológicas de los bosques secos de algarrobo" realizados por J. Mendoza (1998) en la localidad de El Papayo en Tambo Grande, muestran que las temperaturas en zonas protegidas por los algarrobales son en Promedio Anual máx./mín. 27°C/19°C mientras que en las zonas descubiertas (en el arenal) los Promedios Anuales máx./mín. son 39°C/17°C. La diferencia térmica de 22°C entre día y noche da lugar a una gran velocidad de vientos que provoca el activo movimiento de partículas de arena en el ambiente y el movimiento de dunas. La explotación minera a tajo abierto eliminará la protección vegetal e incrementará la velocidad de los vientos con arrastre de partículas metálicas que rápidamente alcanzarán a las ciudades de Piura y Sullana, que se encuentran a 40 y 50 Km de las zonas de explotación. Contaminación que, además de afectar la salud humana afectará también a la producción de exportación (mango, limón), y numerosas pequeñas comunidades agrícola-ganaderas.

En investigaciones (CEPESER –UNALAM) sobre la estructura de los algarrobales de Tambo Grande realizadas por Gushiken (1994) y la avifauna que sustentan por Velásquez (1993) mostraron que sólo por la actividad humana extractiva de leña, la pérdida de cobertura vegetal genera una intensa actividad convectiva del aire, vertical y horizontal, que da lugar a la formación de dunas que impiden la regeneración de los estratos herbáceos y mucho menos de semillas de algarrobos que quedan aún mas sepultadas, así como la migración de especies de aves que establecen relaciones coevolutivas con especies vegetales para su reproducción y dispersión de semillas, proceso fundamental para la regeneración del bosque por acción de El Niño. Según Velásquez, los bosques de Tambo Grande no representan un área crítica como lo es Sechura, "...ecológicamente hablando, sus bosques, sus fuentes de agua, quebradas y demás ambientes naturales ofrecen hábitats que representan uno de los pocos refugios para especies que poco a poco se han ido retirando debido a la ocupación humana, tales como el venado gris, las ardillas, el puma, el oso hormiguero con riesgo de desaparecer en la región; además de ofrecer ambientes lo suficientemente húmedos para especies que así lo requieren, como son el chilalo, el pacazo, los patos silvestres, el martín pescador, garzas y otras treinta y cuatro (34) especies de aves de importancia económica. La importancia de esta zona radica más en que tiene la capacidad para albergar una diversidad genética medianamente abundante para la región.

En términos generales, la sola presencia de los bosques representa sistemas forestales que garantizan la existencia de procesos biológicos fundamentales para el crecimiento y desarrollo de los seres vivos. Esto es, la conservación del suelo, el reciclaje de nutrientes, el ciclo hidrológico y la presencia de los otros biocomponentes (cultivos, malezas, poblaciones de insectos, microorgaanismos) que garantizan la diversidad biológica en general y permiten el desarrollo de la agricultura, la ganadería, la forestería, caza y utilización de la fauna silvestre. Si, en términos ecológicos, estas áreas tienen la importancia suficiente como para considerar con sumo cuidado cómo hacer compatible su conservación con el desarrollo, no es difícil proyectar lo que sucederá con la eliminación diaria de decenas de hectáreas de bosque bajo explotación minera.

Con la extracción minera y la consecuente eliminación del algarrobal, El Niño se sumará a intensificar el desastre, ya que no podrá regenerar lo que dejará de existir y exacerbará los procesos erosivos. Según la investigación de Cárdenas (1998) sobre "El impacto del evento El Niño en la productividad primaria de los bosques secos de algarrobo de Sechura y Tambo Grande, Diciembre 1997–Junio 1998", sólo la cobertura vegetal herbácea en Sechura (arenal con pocos árboles) tapizó el arenal en 50% a 75% y pudo producir hasta 170 kg de materia seca vegetal por hectárea en seis meses; mientras que en Tambo Grande (bosque denso) la cobertura fue del 75% al 100% y la producción de materia seca vegetal herbácea en 6 meses alcanzó los 650 kg. por hectárea. Pero además, cuando sobre estas pasturas naturales se realizaron cosechas mensuales (a manera de pastoreo) durante seis meses, se registró una producción de 0,51 toneladas por hectárea en el bosque ralo de Sechura y 2,39 toneladas por hectárea en Tambo Grande. Tapiz herbáceo que estuvo compuesto por cuarenta y un (41) especies en Sechura y venticinco (25) en Tambo Grande. De todo ello, la mayor parte de las especies pertenecen a la Familia Poaceae seguido de la Familia Fabaceae (Hierbas con buen potencial de forraje).

De otra parte, los algarrobos en Tambo Grande llegaron a producir hasta 18,25 toneladas de materia seca vegetal por hectárea entre Enero y Mayo de 1998, productividad vegetal que ha sustentado e incrementado la ganadería de las familias campesinas de esta zona, regenerado la población faunística y mejorado la composición química del suelo del bosque.

Otro recurso fundamental que se verá afectado es el agua. Se trata del requerimiento de agua de una mina dentro de zonas agrícolas y en el camino del curso del río Piura hacia la ciudad de Piura, cuya necesidad de agua potable aún no está satisfecha, y que también debe cubrir la demanda de agua limpia a toda la agricultura del Bajo Piura.

Por definición, un impacto, es la manifestación o expresión posterior a la ocurrencia de un fenómeno. El efecto, es la manifestación inmediata de la presencia del fenómeno. En este caso, en cuanto inicien la explotación mineral a tajo abierto van haber instantáneos efectos destructivos sobre la naturaleza y la vida humana en Piura.

Respecto a la falacia del "desarrollo" a partir de la extracción minera. La pregunta inmediata es ¿para quién?, si según los propios datos de la empresa Manhattan (ver Anexos), la cobertura de empleos que se van a ofrecer en su etapa de explotación apenas alcanza a 600 peruanos, no necesariamente piuranos. Sin embargo, hay 68,248 habitantes sólo en Tambo Grande (El Tiempo, 1999). Las evidencias reales en el Perú nos muestran que no hay un solo pueblo con actividad minera en nuestro país, que tenga indicadores significativos de desarrollo. Cerro de Pasco con noventa y nueve años de explotación minera de cobre, hierro, plata, plomo, zinc y otros metales (Samame, 1986) no tiene más desarrollo que el de un pueblo joven. Bayovar en el propio Piura, no ha sacado de su ruralidad a Sechura después de ventitres años de explotación de fosfatos. Ni que decir de los pueblos de la Selva donde la actividad petrolera no deja más que destrucción de la mayor biodiversidad con que cuenta el país.

En estos tiempos en que el mundo desarrollado realiza esfuerzos denodados en proteger la biósfera y organismos internacionales como el Banco Mundial, que sostiene que "Todo programa de desarrollo sostenible debe abordar el problema de la equidad intergeneracional –es decir, garantizar que las generaciones futuras tengan la misma capacidad de desarrollo que la generación actual. Y que "Un instrumento de desarrollo sólo es sostenible si garantiza que el conjunto de activos de capital se mantiene constante o aumenta con el pasar del tiempo" .... "De los activos de capital, el medio ambiente es importante no sólo por su efecto en el bienestar psíquico y económico sino también por su repercusión en la producción a largo plazo" (Banco Mundial, 2000), sería indicador elocuente de colonialismo intelectual, y extremadamente difícil atreverse a defender aquel tipo de "modernidad" basada en la desproporcionada y desventajosa adquisición de dinero (léase divisas) por la extracción minera, a cambio del exterminio de la naturaleza .

Origenes de lo que podemos perder

Pero ¿qué tipo de recurso y paisaje está condenado por la minería? Ni más ni menos, el que identifica a los piuranos, la extraña combinación de aridez y verdor. Un bosque en un desierto. ¿Qué es lo que puede hacer que un árbol mantenga su copa siempre verde, en medio de un arenal en el que no crece ninguna otra planta a su alrededor?.

El Niño no es un evento climático nuevo en la Tierra ni en Sudamérica. Estudios paleoclimáticos han identificado hasta dieciséis eventos Super-El Niño durante la época del Holoceno (hace 1 millón de años) (Morner, 1993); así como estudios sedimentarios en lagos del Brasil y el Titicaca han permitido reconstruir la evolución del régimen de lluvias de los últimos 7,000 años poniendo en evidencia la existencia de periodos secos y perturbaciones del mismo tipo que las que hoy en día provocan los importantes eventos El Niño (Martin, L. et al; 1995).

Investigaciones acerca de la vegetación antigua a partir del polen fósil de las plantas (palinogía) realizadas en Talara por Paredes, M. (1990) han mostrado que hace aproximadamente entre 88 a 66 millones de años, los actuales paisajes piuranos se parecían más a nuestra selva (Torres, 2000), pero los cambios geológicos y climáticos fueron transformando a esta región, de un ambiente tropical húmedo en uno semiárido, donde la escasez periódica de lluvias fue su nueva característica. Pero surgió un factor climático que se constituyó en particular fuerza de selección natural, El  Niño. Evidencia cercanas de ello es la sequía que duró treinta años entre 1020 y 1050 a la que siguió un mega-Niño hacia 1050-1100 (Shimada 1994: 48-49). Todas aquellas plantas que requiriesen suministro contínuo anual de agua perecerían y sólo aquellas que tuvieran la capacidad de resistir los prolongados periodos de sequedad hasta la llegada de cada Niño serían las llamadas a sobrevivir e imponer su raza. Por ello el Algarrobo piurano Prosopis pallida tiene raíces de hasta 100 m de longitud con las que se sujeta al agua subterránea remanente durante 7 o hasta 15 años después de cada Niño.

El algarrobo y sus selectos acompañantes que forman este exótico bosque piurano son pues los supervivientes que desafiaron la sequedad y se aferraron a El Niño. Una especie seleccionada durante miles de años por un evento climático único que ha sido la causa de la desaparición de culturas y caídas de reyes deificados que no pudieron "controlarlo", como en el reino Sipán y que en la actualidad es uno de los eventos climáticos mundiales más estudiados.

Si El Niño se tomó cientos de miles de años en modelar y arreglar el paisaje de Piura, los bosques algarrobales constituyen su obra de "artesanía" que regaló a los piuranos, ¿cuál es la extraña razón por la que debemos renunciar, a cambio de nada, aquello que nos da vida, que es nuestra insignia, y particulariza como norteños? Si dentro de tres años se inicia la destrucción de Piura, la responsabilidad no será de quienes vinieron de fuera, sino de los piuranos que lo permitieron.

* Fidel Torres es Biólogo,  Fisiología Vegetal.   

Anexos

Manhatan Sechura Compañía Minera S.A.

Concesiones mineras en el área del Proyecto

 

TITULARES

CONCESIONES

HECTAREAS

1 Cia. Minera Manhatan S.A.

80

73.700

2 Cia. Minera North S.A.

38

36.800

3 Cia. Minera URUMALQUI S.A.

23

19.999

4 Cia Minera BUENAVENTURA S.A.

15

13.800

5 LLANOS VIDAL FANY AUGUSTA

12

10.500

6 MONERO PERU

10

10.500

7 SUR MINERA PERUANA S.A.

5

4.200

8 CEDEMIN S.A.

7

3.200

9 CIA MINERA ARGENTO S.A.

2

2.000

10 JOAQUIN CORQUERA AMERITO

1

1.000

  TOTAL

193

175.100

Manhatan Sechura Compañía Minera S.A.

Proyecto Tambo Grande, 15 julio de 1999

IMPACTOS POR LA PRESCENCIA DE MANHATAN

DESCRIPCION

DURANTE EL PROGRAMA DE ESTUDIOS

DURANTE EL PROGRAMA DE CONSTRUCCION

DURANTE EL PROGRAMA DE PRODUCCION
EMPLEADOS DIRECTOS
Extranjeros 9 ¿? ¿?
Profesionales peruanos 16 ¿? ¿?
Practicantes 4 ¿? ¿?
Consultores 7 ¿? ¿?
Trabajadores peruanos 122 ¿? ¿?
TOTAL 158 1000 a 1500 500 a 600
Empleados indirectos 500 5000 a 6500 2500 a 3000
Casas y Oficinas 6 ¿? ¿?
Proveedores 200 2500 1000
Uso de aguas 30m3/día 50 l/seg 125 l/seg
Areas afectadas netas 1,4 has. ¿? ¿?
Perforadoras operando 3 no disponible no disponible

Manhatan Sechura Compañía Minera S.A.

Uso de tierras : Proyecto Tambo Grande, 6 de junio 1999

Zona

Nro. De ha de agricultura

N° de Ha otros eriazos

Ciudad

Total Has

Dueño

Comentarios

Colonización San Lorenzo

40.000

11.900

100

52.000

Propietarios Individuales

Propietarios titulados

Comunidad Apostol San Juan de LOCUTO

--

11.962

--

11.962

Propiedad Comunal

Propietarios titulados

Sector Vega La Ardilla

--

1.170

--

1.170

Sin dueño

Cooperativa Tambo Grande

Comunidad Campesina Señor de los Milagros CRUZ DE CAÑA

--

6.640

--

6.640

Propiedad Comunal

Propietarios titulados

Comunidad Campes.Ignacio Távara

--

52.269

--

52.269

Propiedad Comunal

Propietarios titulados

TOTAL

40.000

83.941

100

     

Fuente: Ministerio de Agricultura

REFERENCIAS

  • Banco Mundial. 2000. En el Umbral del Siglo XXI; Informe sobre el desarrollo mundial 1999-2000. Ediciones Mundi-Prensa. Madrid, Barcelona, México. 289 pp.
  • Cárdenas, C. 1998. "El impacto del evento EL NIÑO en la productividad primaria de los bosques secos de algarrobo de Sechura y Tambo Grande. Diciembre 1997 – junio 1998". Tesis Bióloga. Universidad Nacional Agraria La Molina. Lima; Perú.
  • Casatillo, M. 1998, Ruralidad en el Ambito de las Cuencas de los Ríos Chira y Piiura (Costa del Dpto. de Piura) Enfoque y Diagnóstico. Tesis de Magister Scientiae. Universidad Nacional Agraria La Molina. Lima; Perú. 214 pp.
  • El Tiempo 1999. Suplemento: "Proyecto Minero Tambogrande",  31 de mayo 1999.
  • Ginocchio, L. 2000. Tambogrande y el futuro de Piura. En http://www.pdeinfo.com/lginocchio/avenidapiura/minaoagro
  • Gushiken, . 1994. "Estructura y análisis de los algarrobales de Sechura y Tambo Graande". Tesis Bióloga. Universidad Nacional Agraria La Molina. Lima; Perú
  • Hocquenghem, A. M. 1998. Para Vencer a la Muerte. Raíces en el bosque seco y en la selva alta . horizontes en el Pacífico y en la Amazonia. Fondo Contravalor Perú.Francia, Universidad Nacional de Piura, Lluvia Editores. Lima; Perú. 445 pp.
  • Manhattan-Sechura Compañía Minera. 1999. Tambo Grande; Impulso minero. Manhattan Minerals Corp.
  • Martin, L.; Berteaux, J.; Ledru, A.; Mourguian, Ph.; Sifeddine, A.; Soubiés, F. Turckey, B. 1995. Perturbaciones del régimen de las lluvias condiciones del tipo EL NIÑO en América del Sur tropical desde hace 7000 años. Bulletin de l’Institut Francais d’Etudes Andines. 24(3): 595 – 605.
  • Mendoza, J. 1998. "Condiciones meteorológicas de los bosques secos de algarrobo ""Condiciones meteorológicas de los bosques secos de algarrobo ". Tesis Meteorólogo. Universidad Nacional Agraria – La Molina.
  • Monroe, J. 1999. Naturaleza, Sociedad y Desarrollo en las Montañas Andinas. En: Gestión de Microcuencas: una estrategia para el desarrollo sostenible de montañas en el Perú: Propuesta. Centro Ideas, CCTA, CCAIJO. Lima; Perú. 224 pp.
  • Morner, N. 1993. Present EL NIÑO – ENSO events and past super – ENSO events. Bulletin de l’Institut Francais d’Etudes Andines. 22(1): 3– 12.
  • Paredes, M. 1990. Aporte a la paleoecología de la costa norte del Perú: Estudio plinológico del cretáceo (Departamento de Piura). Tesis de Bióloga. Lima UNALM.
  • Petersen, C.1935. Estudios climatológicos del noroeste Peruano. Boletín de la Sociedad Geológica del Perú, 7(2), 1-142.
  • Samame, M. 1986. La Minería. En: Gran Geografía del Perú: Naturaleza y Hombre. Manfer –Juan Mejía Baca.
  • Shimada, Izumi. 1994. Pampa Grande and the Mochica Culture. 323 p.; Austin University of Texas Press.
  • Torres, J. 2000. LOS BOSQUES SECOS. De los montes de algarrobo de la costa de Piura. Algunos Rasgos Ecológicos. Lima. Perú (En imprenta). 193 pp
  • Velásquez, D. 1993. Aves de Importancia Económica en los Algarrobales de Sechura y Tambo Grande (Piura – Perú). Tesis de Bióloga. 106 pp.

Publicado en el Web, hoy 19.4.2000, en homenaje al Día de la Tierra.

Tambogrande y el futuro de Piura

por Luis Ginocchio Balcázar

¿Una mina?  Intentando contribuir al debate que se ha iniciado junto a los trabajos de factibilidad y exploración para una mina en Tambogrande y sus alrededores, una importante zona correspondiente a la Colonización de San    Lorenzo, he preparado algunas ideas y reflexiones que expongo a continuación.

Economía en crisis. Conviene precisar que nadie puede estar, a priori, contra la evaluación de los impactos y posibilidades de una actividad económica que puede traer algunos aspectos positivos para la alicaída economía de la provincia y departamento de Piura.

Caso inédito. Sin embargo, la primera mirada al tema nos lleva a concluir que este es un caso inédito en el Perú. Se intenta instalar un asiento minero y localizarlo dentro de una extensa y promisoria zona agropecuaria que no es proyecto sino una realidad. Un valle agrícola que genera riqueza y empleo y que además despierta nuevas expectativas para cuando la agricultura nacional recupere el paso.

Los colonos. La Piura grande y generosa acogió en su seno a principios de los años Sesenta a centenares de compatriotas provenientes de otros rincones del territorio que colonizaron con tesonero esfuerzo los matorrales de San Lorenzo y los convirtieron en un vergel. Financiada con crédito del Banco Mundial, la colonización San Lorenzo tiene ventajas excepcionales. Solo en mangos San Lorenzo puede llegar a exportar varias decenas de millones de dólares más en los próximos años. Esta cifra aumentará conforme se desaten los "nudos" que bloquean el crecimiento del agro, a los que Visión del Norte ha dedicado ya varias columnas. No hay otra salida, el agro es el que genera más empleo por Nuevo Sol invertido. El agro es Piura.

Vocación. La agricultura ha proporcionado a los piuranos durante este siglo el sustento y las familias del departamento han girado directa o indirectamente en torno a ella. Si bien esto no quiere decir que ese es el único rol que tiene y tendrá Piura, hay que considerar que existe una relación muy fuerte con esta noble actividad que tanto sirve a la sociedad. Aunque a veces los de la ciudad olvidemos los sacrificios que requiere la producción agropecuaria.

Infraestructura. Establecer un asiento minero en el mayor núcleo del agro nacional, en la zona en que el Estado peruano ha realizado las mayores inversiones en ampliación de frontera agrícola (Chira-Piura y San Lorenzo) en nuestra historia republicana merece, en mi opinión, una actitud muy serena de nuestros gobernantes locales y nacionales. Ya el país muestra una inmensa dependencia a la exportación de materias primas mineras y creo que todo tiene un límite. Tenemos que diversificar nuestra oferta exportable hacia productos de mayor valor añadido. No sólo minerales. En respuesta a esta situación se requiere realizar un análisis estratégico de los roles de Piura de cara a las décadas venideras. Los aportes de Alejandro Indacochea y Sebastiao Mendonca, que trataron el tema de planeación estratégica de Piura hace pocas semanas, pueden ser muy útiles. Lo estratégico es lo referente a la creación de futuros.

Redefinición. Considero que un eventual asentamiento minero en el corazón de San Lorenzo es una redefinición estratégica, en la práctica, del rol de Piura como departamento y esto debería ser consultado a los incriminados en la decisión, colonos de San Lorenzo y habitantes del distrito de Tambogrande. Creo oportuno enfatizar que es en momentos como este cuando añoramos más la descentralización para evitar que se haga y deshaga con nuestro futuro.

Agotable. ¿Cómo comprender que se esté marchando hacia una industria que explota un recurso agotable (como la minería) frente a una actividad renovable como el agro y su correlato, la agroindustria? Esta disyuntiva tan severa que enfrenta nuestro futuro encuentra al agro descapitalizado. Y salvo el caso de algunos frutales, en especial mango y limón, los demás cultivos languidecen. No es la solución buscar culpables en esta hora. Si los peruanos no hemos podido en casi dos lustros encontrar una salida al problema de la producción agropecuaria, el Fenómeno El Niño de 1998 complicó más aún las cosas. Así está el agro, debilitado y con una escasa organización para hacer frente a este reto.

Alimentos limpios. No hay que olvidar que en el mundo se produce una revolución en las tecnologías de análisis y procesamiento de alimentos y bebidas. Las tendencias indican mayores exigencias para que la tierra produzca alimentos confiables, libres de trazas (residuos) de agroquímicos, insecticidas y metales, además de microbiológicamente limpios. Estos parámetros están en movimiento. Nos encargaremos de ellos en próxima nota [12 Sep 1999]

                                                                                             * * *

Sobre el mismo tema le sugerimos leer a Antonio Brack Egg "Superar economía de mineros" en +Competitividad

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