Afortunada simbiosis entre el agua y la mitología. Tras sucesivas transformaciones desde el siglo XVI, fue terminada de construir a principios del siglo XIX. Diseñados y labrados sus grupos escultóricos por Remigio del Mármol. Sus 139 caños rinden homenaje a la figura central del monumento, el Rey Neptuno, que acompañado por Anfititre, cabalgan sobre las aguas arrastrados por dos caballos marinos. en el primer estanque, un león, que deja escapar de entre sus fauces una columna de agua. Contemplando la escena, una cadena de mascarones, de rostros fantasmagóricos, acompañan a la serpiente en su obsequio del vital líquido. Toda el agua será engullida más abajo, por otro ser salido del reino de la imaginación y lo imposible.
Declarada monumento nacional.





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