Mensaje del 25 de enero de 2000
¡Queridos hijos!
Hijitos, los invito a la oración continua. Si oran, están más cerca de Dios y Él los va a conducir por el camino de la paz y de la salvación. Por eso hoy los invito a que den paz a los demás. Solamente en Dios está la verdadera paz. Abran sus corazones y conviértanse en dadores de paz y los demás descubrirán la paz en ustedes y a través de ustedes, de tal forma testimoniarán la paz y el amor de Dios que Él les da. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!
Mensaje del 25 de febrero de 2000
¡Queridos hijos!
Despierten del sueño de incredulidad y pecado, ya que este es un tiempo de gracia que Dios les da. Aprovechen este tiempo y pidan a Dios la gracia de la curación de vuestro corazón, para que con el corazón miren a Dios y al hombre. Oren de manera especial por los que no han conocido el amor de Dios y con vuestra vida testimonien a fin de que ellos también conozcan a Dios y su inmenso amor. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!
Mensaje del 25 de marzo de 2000
¡Queridos hijos!
Oren y aprovechen este tiempo, porque este es un tiempo de gracia.Yo estoy con ustedes e intercedo por cada uno de ustedes ante Dios, para que vuestro corazón se abra a Dios y al amor de Dios. Hijitos, oren sin cesar, hasta que la oración llegue a ser gozo para ustedes. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!
Mensaje del 25 de abril de 2000
¡Queridos hijos!
También hoy los invito a la conversión. Se preocupan demasiado de las cosas materiales y poco de las espirituales. Abran vuestros corazones y de nuevo trabajen más en la conversión personal. Decidan cada día dedicar tiempo a Dios y a la oración hasta que la oración se convierta para ustedes en un encuentro gozoso con Dios. Sólo así vuestra vida tendrá sentido y con gozo meditarán sobre la vida eterna.¡Gracias por haber respondido a mi llamado!
Mensaje del 25 de mayi de 2000
¡Queridos hijos!
Me regocijo con ustedes y en este tiempo de gracia los invito a una renovación espiritual. Oren, hijitos, para que en ustedes habite en plenitud el Espíritu Santo, a fin de que puedan testimoniar con gozo a todos aquellos que están lejos de la fe. Hijitos, oren en particular por los dones del Espíritu Santo, para que en el espíritu del amor cada día y en cada situación estén más cerca del hermano y a fin de que con sabiduría y amor superen toda dificultad. Yo estoy con ustedes e intercedo por cada uno de ustedes ante Jesús. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!
Mensaje del 25 de junio de 2000
Queridos hijos!
Hoy los invito a la oración. Aquel que ora no tiene temor del futuro. Hijitos, no olviden: Yo estoy con ustedes y los amo a todos. Gracias por haber respondido a mi llamado!
(Queridos hijos!
No
olviden que están sobre la tierra en camino hacia la eternidad y que vuestra
morada está en los cielos. Por eso, hijitos, estén abiertos al amor de Dios y
dejen el egoismo y el pecado. Que vuestra alegría sea únicamente el descubrir
a Dios en la oración cotidiana. Por eso, aprovechen este tiempo y oren, oren,
oren, y Dios está cerca de vosotros en la oración y a través de la oración.(Gracias por haber respondido a mi llamado!
Mensaje del 25 de
agosto de 2000
(Queridos hijos!
Deseo compartir con ustedes mi gozo. En mi Corazón Inmaculado siento que son muchos los que se me han acercado y que llevan de una manera especial en sus corazones la victoria de mi Corazón Inmaculado, al orar y convertirse. Deseo agradecerles y alentarlos, para que con el amor y la fuerza del Espíritu Santo trabajen aún más para Dios y Su reino. Yo estoy con ustedes y los bendigo con mi bendición maternal. (Gracias por haber respondido a mi llamado!
(Queridos hijos!
Hoy los invito a abrirse a la oración.
Que la oración se convierta en gozo para ustedes. Renueven la oración en sus
familias, formen grupos de oración, y así, experimentarán el gozo en oración
y comunión. Todos lo que oran y son miembros de grupos de oración, están
abiertos a la voluntad de Dios en el corazón y testimonian gozosamente el amor
de Dios. Yo estoy con ustedes y los llevo a todos en mi corazón y los bendigo
con mi bendición materna. (Gracias por haber respondido a mi llamado!
(Queridos hijos!
Hoy
deseo abrir mi corazón materno a ustedes e invitarlos a todos a orar
por mis intenciones. Deseo renovar con ustedes la oración e invitarlos
al ayuno, el cual deseo ofrecer a mi Hijo Jesús por la llegada de un tiempo
nuevo, un tiempo de primavera. En este año jubilar, muchos corazones se
han abierto a mí y la Iglesia se renueva en el Espíritu. Me regocijo con
ustedes y agradezco a Dios por este regalo, y a ustedes hijitos, los invito:
oren, oren, oren, hasta que la oración se convierta en alegría para ustedes. (Gracias
por haber respondido a mi llamado!
(Queridos hijos!
Hoy, cuando el cielo está
de manera especial cerca de ustedes, los invito a la oración, para que
a través de la oración pongan a Dios en el primer lugar. Hijitos, hoy
estoy cerca de ustedes y bendigo a cada uno con mi bendición materna, para que
tengan fuerza y amor para todas las personas que encuentren en su vida terrena y
que puedan dar el amor de Dios. Me regocijo con ustedes y deseo decirles que
vuestro hermano Slavko ha nacido al Cielo y que intercede por ustedes. (Gracias
por haber respondido a mi llamado!
(Queridos hijos!
Hoy, cuando Dios me ha permitido estar con
ustedes, con el Niño Jesús en brazos, me regocijo con ustedes y le doy
gracias a Dios por todo lo que ha hecho en este año jubilar. Agradezco
especialmente a Dios por todas las vocaciones de quienes han expresado un Sí
pleno a Dios. Los bendigo a todos con mi bendición y la bendición de Jesús
recién nacido. Oro por todos ustedes para que el gozo nazca en sus corazones a
fin de que en alegría ustedes también sientan el gozo que yo tengo hoy. Les
traigo en este niño al Salvador de sus corazones y a aquel que los llama
a la santidad de vida. (Gracias por haber respondido a mi llamado!