Entramos en la
casa de la música; nos acercamos al instrumento que la produce y a la emoción
que conlleva. Compartimos esa magia con los músicos, en su habitación: el
escenario. Asistimos al placer de la música tal como ellos la comprenden y la
sueñan, tal como les ocurre. Saboreamos un repertorio dulce y caprichoso, desde
el romanticismo a la actualidad: con nuestra memoria y nuestra fantasía.
Un concierto
íntimo y nada convencional con obras de
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