Alfa. Revista de la AAFi.


IMÁGENES E IDEAS

José Biedma López, doctor en Filosofía y profesor del Instituto "Francisco de los Cobos" de Úbeda, tutor de la UNED y Vocal de la Asociación Andaluza de Filosofía, ha publicado una Introducción a la Filosofía con vocación de manual, "Imágenes e ideas. INTRODUCCION LA FILOSOFIA COMO CRITICA DE LA RAZON PUBLICITARIA", que presentamos al público lector de ALFA.

La siguiente colaboración constituye una concepción de la materia "Filosofía", del Bachillerato. Por eso la incluímos en esta sección, aunque por su forma también podría insertarse en la de "Crítica de libros", ya que su autor la ha publicado como libro, y refiriéndose, naturalmente, a él es como nos la presenta en la útil y amena forma dialógica que sigue a continuación.

José Biedma López*

- ¿Qué te ha movido a realizar este trabajo?

- Creo que a todos los que sentimos interés por la filosofía y nos tomamos en serio la profesión de educador nos pasa lo mismo... Cada maestrillo acaba teniendo su librillo, dependiendo del modo como concibe su disciplina y la utilidad que le reconoce a su enseñanza. Después de tres lustros explicándole a los adolescentes qué es eso de la Filosofía y para qué sirve, es natural que uno quiera dar una forma más sólida y estable a sus ideas.

- ¿Opinas que es necesario un manual para el alumno en una asignatura como la nuestra?

- Es obvio que el manual facilita el trabajo en clase, evita el que uno deba convertirse siquiera por un rato en "dictador de apuntes" e igualmente limita la tentación de convertir a los bachilleres en máquinas grabadoras, lo cual es tedioso, indigno y poco útil. Además, el libro de texto ofrece algo así como un canon o garantía legal al alumno que quiera estudiar por su cuenta, desee ampliar o saber en cualquier momento cuál es el programa de mínimos. Desde luego, es sólo un instrumento, y se puede utilizar de muchas maneras válidas, imaginativas y divertidas, o aburridas y rutinarias.

- ¿Por qué no te gustaban los que hay en el mercado?

- Los manuales de las grandes editoriales, y por supuesto los hay magníficos, se han puesto por las nubes. He creído que era posible ofrecer a mis alumnos un texto digno y algo más barato y, además, impreso en esta tierra, esto ha sido un motivo importante para atarme al ordenador durante meses, dando forma y coherencia a los materiales que había ido acumulando durante años. Creo que los andaluces hemos sufrido un cierto colonialismo académico, pero estamos ya en condiciones de ofrecer productos culturales de calidad. He recurrido a una pequeña imprenta de mi pueblo, dirigida por gente joven y con ilusiones. Ya sabes aquello de que "un grano no hace granero pero ayuda al compañero".

- Entonces, ¿se puede decir que tu libro quiere ser andaluz?

- Adjetivar la Filosofía llamándola "andaluza" me parece demasiado restrictivo, especialmente si tenemos en cuenta que aquello que la define como un saber original es su pretensión de universalidad. Creo, no obstante, que debemos reconstruir nuestra propia tradición, sin beaterías, aplicándola creativa y críticamente a los desafíos teóricos e interpretativos que nos ofrece nuestro entorno; en este sentido, he procurado ejemplificar y actualizar, echando mano de autores que tal vez merecerían más atención de la que les prestamos (Ibn Hazm, Ibn Tufayl, Averroes, Maimónides, Vives, Huarte, Francisco Sánchez, Oliva Sabuco, Gracián, Hartzenbusch, Balmes, Unamuno, Ortega, Manuel García Morente, Machado, Aranguren, Ferrater Mora, García Calvo, Savater y, en fin, hasta Fernando Montero, al que se cita en el último capítulo a modo de homenaje póstumo). He dado preferencia a los andaluces e hispanos, y a los textos en castellano, antes que a las traducciones, pero sin chovinismos patrioteros.

- ¿Cuál es el hilo conductor de tu discurso?

- El análisis de la razón publicitaria.

- ¿Por qué ese interés filosófico por la publicidad?

- Estoy convencido de que la publicidad, y no la ciencia, ni siquiera la tecnología, es el discurso dominante en la cultura actual, es la retórica de nuestra época (en la publicidad la técnica aparece como un mito salvífico y un auxiliar mágico). Todo el mundo sabe que la publicidad instrumenta apariencias (como si fueran las sombras de la caverna platónica), pero la publicidad es cada vez más insidiosa, las estrategias de marketing son cada vez más refinadamente engañosas, halagadoras y seductoras. Me he criado en un mercado, pero descreo de la perfección, divinidad y omnipotencia de sus ídolos. Pero el poder de la tele es indiscutible. La conciencia de nuestros hijos es un efecto de estos simulacros. Por consiguiente, es urgente crear en los institutos y las escuelas sistemas de inmunidad para fortalecer al sujeto y que éste sepa usar de los Medios, en lugar de ser utilizado por los Medios. Montando la introducción de la Filosofía sobre la crítica de la razón publicitaria y el estudio de los Medios, no hago nada nuevo, más bien vuelvo a los orígenes, restauro el mismo movimiento que inició Platón cuando se enfrentó a la sofística de su época. El ateniense no se limitó a descalificarla con un aristocrático gesto de desdén; también expuso lo que había en ella de verdadero, de "razón", se apropió del humanismo de Protágoras, de aquel proyecto ilustrado de mejorar a los hombres mediante la palabra sugestiva y el argumento persuasivo. Platón sabía que es imprescindible una "buena retórica" para hacer atractiva a la verdad y estimular al educando a buscarla; sus diálogos son una prueba concluyente al respecto. No sólo podemos criticar la publicidad, en el sentido de poner en evidencia sus trampas, sino que también podemos aprender de ella. Se trata de "vender" mejor el modo filosófico de ser hombre o al menos de aspirar a serlo.

- ¿Crees, entonces, que la Filosofía debe mirar más hacia la retórica que hacia la ciencia?

- La Filosofía no tiene por qué imitar servilmente a las ciencias duras, reduciéndose entonces a pura lógica, a ser puro juego formal. La pura lógica, como expuso Wittgenstein, es tan "verdadera" que no dice nada. Entiendo la filosofía, en tanto que paideía, más bien como una conversación personal, una reflexión crítica y una creación poética. Como han visto Perelman, Gadamer, Marcuse o Adorno, el triunfo del cartesianismo, o de "la razón instrumental", han hecho mucho daño a la Filosofía, al querer hacer desaparecer todo el amplísimo espacio para la argumentación y el arte, ese que media entre la demostración (la tautología) y el sofisma (la contradicción). Ese vasto campo es, sin embargo, el terreno de la argumentación persuasiva, de la publicidad y la publicación, de la comunicación, de la información, de las verdades a medias, de las opiniones mejor o peor fundadas, de la sugestión afectiva y, en fin, de lo probable, de lo verosímil, de lo contingente... Y contingentes somos todos nosotros. Por tanto, (ese es también el terreno de la vida! Para nosotros la verdad ya no puede ser -a partir de Kant- más que una meta reguladora y un ideal, (pero no todas las opiniones valen lo mismo! La autoridad de los clásicos, el buen gusto y la belleza del juicio, son también criterios pertinentes, y he procurado valerme de ellos en mi libro, igual que de las fábulas. Por eso he procurado darle más bien la forma de un ensayo literario, que la de un tratado técnico o científico, y por eso mismo le he reservado un espacio importante al análisis de la afectividad, de la imaginación, o a la ética aplicada (de batalla), intentando, eso sí, justificar argumentativamente los propios gustos e inclinaciones, que por otra parte no son sólo míos, sino característicos de lo que, históricamente, podríamos llamar la actitud filosófica.

- ¿Cómo has ordenado todo eso?

- La obra está dividida en tres grandes partes. La primera está dedicada a La comunicación persuasiva, y con respecto a ella se estudian la motivación humana, los medios de comunicación y los valores que transmiten (y los que ocultan y desfiguran). En la segunda parte, Los sentidos de la imagen, se estudian las imágenes como unidades perceptivas, reprentativas y objetivas (iconos), y las facultades humanas que intervienen en su producción, así como la importancia social del gesto. Por último, la tercera parte lleva por título La comunicación racional, y en ella se analiza el valor de la inteligencia y la abstracción, y se introduce la lógica y la metodología del saber científico, de un modo sencillo y más bien intuitivo. Dedico un capítulo a la lógica del concepto y la genealogía de las ideas, otro a la lógica del juicio, y otro a la de proposiciones, para acabar con un capítulo de metodología en que, por fin, hago Filosofía de la filosofía, que es lo único en que parecen interesarse muchos de los filósofos profesionales de nuestras Universidades.

- ¿Cuántos capítulos son en total?

- Catorce. Me consta que la obra es demasiado densa para un curso de tres horas por semana. Pero ten en cuenta que en el nuevo primero de bachillerato serán cuatro horas lectivas, o eso espero. -)IMAGENES E IDEAS está pensada para el Bachillerato Logse?

- No necesariamente. De hecho este curso utilizo el libro por segunda vez en BUP. Además, no renuncio a que la obra sirva para introducir la Filosofía en diversos ámbitos educativos o a que pueda ser leída como un ensayo divulgativo fuera de los ámbitos académicos. Pero, en fin, la Consejería de Educación de la Junta ha tenido a bien homologar la obra oficialmente, por lo que se puede utilizar legalmente como "material curricular" en ambos bachilleratos, el tradicional y este otro casi ridículo de dos años que nos ha quedado. Les estoy muy agradecido a los funcionarios que le han dado el visto bueno a Imágenes e Ideas, especialmente porque la obra pretende hacer pedagogía sin ser de pedagogía ni caer en el pedagogismo: se hacen pocas concesiones a la jerigonza psicopedagógica de "unidades didácticas", "estrategias metacognitivas", "contenidos/as actitudinales", y demás zarandajas pseudotecnológicas con que se afea sin compasión la lengua de Cervantes. En el fondo éstas son manías de quienes, no habiendo cogido nunca rábanos, creen que se los puede tomar por las hojas: es el embalaje publicitario de la Reforma y no hace más que dificultar la comprensión y disfrazar órdenes que, a veces, ni siquiera se justifican racionalmente o, lo que es peor, esta jerga, políticamente correcta, sirve para ocultar la real ignorancia y escasez de ideas de muchos maestros, profesores y enseñantes virtuales (llamo "virtuales" a quienes, habiendo abandonado la enseñanza real por la política de la enseñanza, ya no conocen a los alumnos en persona).

- Bien, creo que podemos dar por terminada esta entrevista...

- Me gustaría decir un par de cosas más.

- ¡Adelante!

- Permíteme que aproveche para decir dónde se puede pedir Imágenes e Ideas, por si algún lector de Alfa quisiera incorporarlo al material de su departamento o hacerse con él (la distribución es muy elemental)...

- Bueno.

- Tiene que llamar al teléfono (953) 757980, que es el de "Gráficas Úbeda", o escribir a la siguiente dirección: c/ Carolina, 2. CP 23400, Úbeda, Jaén. Quiero añadir que concibo este librillo como una obra abierta a la discusión y, por supuesto, muy perfectible. Por el momento no se ha impreso más que una tirada de quinientos ejemplares. Aparte de eliminar en la próxima edición las erratas de la primera, me gustaría incorporar las objeciones y sugerencias de sus lectores. Para ello, pueden dirigirse al Instituto Francisco de los Cobos, Pza. Primero de Mayo, 23400, Úbeda. Agradezco por anticipado cualquier comunicación al respecto.



     * Profesor del I.B. "Francisco de los Cobos" de Úbeda, Jaén, y del Centro Asociado de la UNED de Jaén. Doctor en Filosofía. Vocal de la AAF por Jaén. Co-director de ALFA.


Volver