Alfa. Revista de la AAFI.


 PRESENTACIÓN DE LA EDUCACIÓN FILOSÓFICA EN URUGUAY
Mauricio Langón *


1. Breve historia.

Ya en la época colonial hubo una cátedra de filosofía desde 1787 hasta 1811 que se reinicia en la época independiente hacia 1833, y existe regularmente desde la instalación de la Universidad de la República, en 1838. Se trataba de una formación filosófica de tipo general, del tipo de la que posteriormente se da a nivel secundario.

Hacia 1877 la dictadura de Latorre habilita la enseñanza del Liceo Universitario (católico) y cierra las puertas de la enseñanza media a la Universidad: la actividad filosófica se vuelca a diversos "clubes", muy activos; generadores de vivas polémicas. La tradición de diálogo y debate, así como los planteos tolerantes y "laicos" se remontan a esas épocas.

En 1885 se establece en el ámbito de la Universidad la educación secundaria como continuación de la primaria, y como preparatoria de la formación universitaria quedando la filosofía ubicada en ese nivel preparatorio. Desde 1936 la educación secundaria (1) -y con ella la educación filosófica- se separa de la Universidad (2).

La asignatura designada "filosofía" se enseña regularmente, pues, desde el siglo pasado y hasta la actualidad a todos los jóvenes (de 15 a 17 años, aproximadamente) (3) en los tres últimos años de educación secundaria, generalmente durante tres horas por semana. (4) Esto vale para toda la educación secundaria en todas sus variantes y para todas las instituciones públicas y privadas. (5) Los programas son de índole nacional con la supervisión a cargo de la "Inspección de Filosofía". Esa uniformidad no excluye la libertad de cátedra ni de iniciativa cuya amplitud tiende a acentuarse dentro de marcos que se van ductilizando. Los programas que se están aplicando actualmente (desde 1995-96), se definen como "articulados y abiertos". Los profesores gozan de un amplio margen para el desarrollo de perspectivas propias, a partir de directivas generales. La evaluación centrada en exámenes finales influye -entre los profesores más inseguros- en un tipo de uniformización de hecho que no se considera positiva y recién se empieza a revertir.

El Uruguay es un país de poco más de tres millones de habitantes. Según cifras oficiales, en 1992 los establecimientos de Educación Secundaria eran 351, con un total de 208.024 alumnos. De ellos 88.450 cursaban de 4º a 6º año (que tienen la materia "filosofía") (6). Enseñaban filosofía 416 profesores en los todo el país, con un promedio de 15.3 horas semanales de clase. Cada docente atiende de 5 a 7 grupos de estudiantes. Sin embargo, dadas las muy bajas retribuciones docentes, casi todos tienen además otros cargos públicos o privados, docentes o no. Los liceos privados, se nutren habitualmente con los mismos docentes y están subordinados a la misma Inspección. En ese año había 242 profesores de filosofía efectivos (es decir, que obtuvieron el cargo por concurso) (7) y 174 interinos (8) (por llamados anuales a aspiraciones). Actualmente hay algo más de 500 profesores de filosofía, con una proporción creciente de profesores concursados.
 

2. Los contenidos.

La asignatura "filosofía", en secundaria, abarcó y aún abarca una serie de contenidos temáticos discutiblemente filosóficos, tales como psicología (científica), estudio de las bases orgánicas de la actividad física, y determinados aspectos de antropología, lógica o lingüística. En sus inicios en el siglo pasado el programa seguía aproximadamente el índice de manuales generalmente franceses. Se orientaban las cuestiones temática o sistemáticamente. Los programas de filosofía del plan de 1941 que se aplicó hasta la dictadura militar (9), incluía un primer año de tipo general e introductorio, un segundo año centrado en psicología y lógica y un tercero centrado en gnoseología, metafísica y ética.

La dictadura militar no siguió el modelo brasileño de eliminar la enseñanza obligatoria de la filosofía, pero desarticuló la coherencia de los programas introduciendo elementos de derecho positivo y apologéticos de las formas autoritarias, lo cual tuvo como consecuencia el progresivo abandono -en términos generales- por parte de los docentes de las temáticas más específicamente filosóficas y ético-políticas, con crecimiento desmesurado de la lógica, la epistemología (en líneas neopositivistas) y la psicología. Asimismo la enseñanza se fue centrando en la transmisión de conocimientos, más que en el desarrollo de las capacidades de pensamiento autónomo, crítico y creativo.

Con la democracia de 1985, se inició un proceso de recuperación de metodologías más filosóficas, pero conservando el excesivo peso en la transmisión de los contenidos indicados y sin lograrse un desarrollo coherente de los tres años filosóficos. En 1991 se inicia un proceso de discusión a nivel nacional entre los profesores para reformular los programas. De esa discusión surgen los programas que se aprobaron en 1993 y -tras una breve aplicación experimental- se generalizaron para todo el país desde 1995 (1º y 2º años) y 1996 (3º).

Estos programas implican un esfuerzo por centrarse en perspectivas filosóficas, por intentar una renovación metodológica, por incluir pensamientos no occidentales, por desarrollar vínculos interdisciplinares, por acercar la filosofía al estudiante sin bastardearla; en suma: por enseñar a filosofar. Se procuró organizar el curriculum filosófico en torno a problemas intentando superar las organizaciones temáticas, sistemáticas e históricas.
 

3. Resumen de los programas de filosofía vigentes.

A. Fundamentación, objetivos, indicaciones generales.
En la fundamentación de los programas actuales se recuerda que la presencia de la filosofía en tres años de Bachillerato es una valiosa tradición de nuestro sistema educativo, que procura ser formadora de "hombres integrales, críticos, libres y creativos", siendo sus funciones tradicionales: a) Ser culminación de los estudios medios, como "eje de integración coherente y síntesis creativa de los conocimientos aportados por otras disciplinas" y b) "Ser propedéutica de estudios superiores y preparación para la vida, en tanto aporta la formación crítica y los instrumentos lógicos imprescindibles para prevenir el dogmatismo y la unilateralización y ser plenamente hombres libres en una sociedad democrática".

Estas funciones están vigentes pero deben ser profundizadas y ampliadas porque: a) el avance científico-tecnológico y la fragmentación de saberes exigen la reflexión integradora y serena de la filosofía; b) hoy es preciso no sólo conocer, ni "aprender a aprender", sino también "aprender a pensar": a integrar los saberes significativa y críticamente, a rehacerlos, a generar nuevos saberes; c) en momentos de crisis valorativas, el manejo de instrumentos conceptuales y lógicos no puede estar desligado de sus referentes éticos y metafísicos; c) la reflexión de segundo grado sobre los distintos tipos de saber humano es fundamental; d) la reflexión crítica sobre la realidad es condición del logro de la autonomía personal y las tomas de decisiones responsables; e) "la asignatura ha de contribuir a la formación de personas críticas, emancipadas, informadas, tolerantes y solidarias".

Para responder a estos desafíos los programas debe ser replanteado radicalmente en cuanto a objetivos, temática y metodología.

Los objetivos se articulan en torno a dos vectores: a) la "dimensión comunitaria" (descubrimiento de: la solidaridad de destino de los hombres, las culturas, la naturaleza; los límites de la propia racionalidad; la necesidad del diálogo, etc.); b) la "dimensión personal" (autonomía de pensamiento crítico y creativo, resistencia a la manipulación, valores sólidos con ductilidad y apertura, destrezas cognitivas, hábitos de reflexión, etc.)

Se organizan y desarrollan en tres niveles interdependientes:

a. Objetivos de información: conocer diversidad de respuestas relevantes a los problemas filosóficos básicos; incitar a la reflexión personal sobre ellos en base a información actualizada; promover el pensamiento interdisciplinario.
b. Objetivos referidos al desarrollo de estrategias cognitivas: desarrollar el pensamiento abstracto; desarrollar un estilo cognitivo y expresivo personal; desarrollar capacidades de argumentación; desarrollar capacidades de análisis y valoración.
c. Objetivos referidos al desarrollo de valoraciones y actitudes: desarrollar actitudes críticas y reflexivas ante la información; propiciar actitudes dialógicas; desarrollar la conciencia de la propia libertad y responsabilidad.
Se incluyen algunas indicaciones básicas para los profesores. Entre ellas:
·. "Los tres años de estudios son de filosofía. Cada curso es un curso de filosofía. Cada clase es una clase de filosofía. En cada clase debe haber reflexión, crítica, argumentación, elaboración creativa".
 ·. "El hilo conductor de la metodología es el fomento del trabajo autónomo, crítico, dialogal y creativo del alumno."
 ·. "Es obligatorio en los tres cursos: a) lectura filosófica de textos no filosóficos; b) lectura directa de textos filosóficos; c) realización de debates en clase".
·. "La evaluación es evaluación del curso: se considera todo el proceso".
·. "Los contenidos son articulados en función de objetivos y abiertos a iniciativas".
 x)
 ·. "Habrá libertad de cátedra: ella implica exigencia y responsabilidad."
·. "Los contenidos pueden ser encarados con diversidad de enfoques y métodos y en el orden que el docente estime conveniente".
Las orientaciones globales de los cursos se expresan así:
·. "Los contenidos tienden a que en el primer año el estudiante comprenda qué le cabe esperar de los cursos de filosofía, aprenda a problematizar y logre algunas destrezas de razonamiento; que en el segundo año se planteen problemas centrales sobre una base sólida; que en el tercer año se sigan al menos dos grandes problemas de la filosofía teórica y práctica contextualizados en la vida cotidiana.


B. Resumen del Programa de 1º (10).

Los objetivos específicos del primer año son que los estudiantes entiendan el sentido de la signatura en el curriculum; que sepan qué esperar de los cursos de filosofía; que comprendan la importancia del desarrollo del pensamiento crítico, creativo y solidario; y que adquieran destrezas que les permitan manejarse autónomamente; etc.

Los contenidos son:

1.- FILOSOFIA
1.1. ¿Para qué filosofía en Educación Secundaria?
1.2. ¿Qué es la filosofía?
1.3. La filosofía y su papel en la vida cotidiana
2.- PROBLEMAS FILOSÓFICOS
2.1. Problematización de la cotidianidad
2.2. Relación de los problemas con contextos históricos, culturales, etc.
2.3. Selección y tratamiento de un problema filosófico.
3.- EL HOMBRE
3.1. El problema según ejes espaciales y temporales.
3.2. Lo humano.
3.3. Persona y personalidad.
4.- LENGUAJE Y LÓGICA
4.1. El lenguaje
4.2. Lógica informal
4.3. Nociones introductorias de lógica formal.
El programa incluye pautas e indicaciones para el docente que señalan el carácter introductorio y motivador, y de desarrollo de destrezas y actitudes del curso; sugieren metodologías serán activas y grupales; y pide que los contenidos remitan a la experiencia cotidiana del alumno.

Los distintos puntos deben tratarse equilibradamente exigiéndose: ¿Para qué filosofía? Problematización a partir de la experiencia de los estudiantes. Reconocimiento de tipos y niveles de problemas. Ubicación espacial y temporal de un problema. El valor de lo humano. Personalidad y adolescencia. Falacias no formales. Cuantificación de proposiciones categóricas.

C. Resumen del programa de 2º año.
Tiene por objetivos que el alumno conozca instrumentos lógicos y los advierta como creación humana con sus límites; que conozca y sepa aplicar la reflexión respecto a problemas concretos en base a modelos epistemológicos y psicológicos actuales.

B. CONTENIDOS.

1. LÓGICA
1.1. Definición. Formalización. Verdad y validez.
1.2. Distintos tipos de lógica según tipos de enunciado (con sujeto individual, con sujeto cuantificado o relacionales)
1.3. Lógica proposicional. Gramática lógica. Tablas de verdad. Procedimientos de decisión.
1.4. Lógica de clases y predicados. Límites de lógica proposicional. Silogismos categóricos.
1.5. Lógica de relaciones.
1.6. Aplicaciones de la lógica.
2. EPISTEMOLOGÍA
2.1. La ciencia y la tecnología entre diversas formas de conocimiento.
2.2. Modelos epistemológicos vigentes: neopositivismo, falsacionismo, obstáculo epistemológico, revoluciones científicas, anarquismo epistemológico..
2.3. Vinculación de los modelos con problemáticas actuales.
3. PSICOLOGÍA
3.1. Teorías sobre el funcionamiento psíquico: neocoductismo, psicoanálisis, psicología cognitiva, ecoetología, humanismo-existencialismo.
3.2. Relación de dichas teorías con problemáticas cotidianas.
3.3 Psicología social.


Se da la pauta general de tratar las tres temáticas equilibradamente. Se pide que la Lógica reciba un enfoque que muestre sus elementos como instrumentos inventados por el hombre y cómo, en sus límites, exigen recurrir a otros inventos. La enseñanza no debe centrarse en el desarrollo de habilidades de cálculo y debe mostrarse sus aplicaciones.

La epistemología se iniciará ubicando a las ciencias en el amplio marco de los diversos modos de conocer. Se plantearán los lineamientos generales de al menos dos modelos epistemológicos vigentes para estudiar problemas concretos a la luz de perspectivas contrapuestas, con el grado de profundidad que sea posible. De la psicología se hace una presentación análoga en relación al estudio de problemáticas cotidianas personales o culturales.
 

D. Resumen del programa de 3º.
El programa de 3º BD es culminación de los estudios realizados en 1º y 2º, aprovechándose las habilidades y destrezas desarrollados es dichos cursos en la reflexión sobre la temática más estrictamente filosófica (ética, metafísica, antropología filosófica), con utilización particular de lectura directa de textos de filósofos de diversas épocas y culturas.

Incluye una larga presentación que defiende sus características a la vez que subraya la importancia de la educación filosófica.

El programa tiene la siguiente característica: está acotado por ciertos objetivos, temas y autores, pero es el propio profesor el que tendrá que armarlo en base al planteo y desarrollo de dos problemas elegidos por el docente, en diálogo con la sala y los alumnos.

Los problemas elegidos deberán cumplir con estas tres condiciones:

* Deberán tratar necesariamente temas de ética y de metafísica.
* Deberán ser interesantes y provocadores, es decir, responder a intereses y preocupaciones de los jóvenes y ser capaces de generar una reflexión que se sustente y se profundice.
* Serán susceptibles de tratamiento a través de la historia de la filosofía, incluyendo el pensamiento no occidental y el latinoamericano.


El objetivo general es enseñar a los estudiantes a razonar y cuestionar sobre problemas vitales, en consecuencia: a. Promover que los estudiantes encaren sus problemas racionalmente, argumentativamente, en profundidad, en diálogo con los filósofos, con sus compañeros y consigo mismos; b. Procurar que los estudiantes aprendan a aplicar las capacidades críticas y creativas adquiridas, que las profundicen y apliquen a problemas filosóficos contextualizados, para lograr una visión integral y sólida.

Se plantean luego objetivos específicos para el área de metafísica ("que el estudiante sea capaz de advertir los estrechos vínculos entre sus problemas y las grandes interrogantes que han preocupado al hombre" y ponerlo en contacto con textos que "despierten el interés por buscar respuestas a dichos problemas e incentivar en los estudiantes la búsqueda racional a la luz de la afectividad") y ética (desarrollo de actitudes de autoestima, tolerancia, sentido solidario, diálogo, búsqueda en común, autonomía personal; "que el aula sea un ámbito de elaboración y discusión en torno a cuestiones éticas, respetando disensos y avanzando en consensos", "propender a la inserción libre y responsable del alumno en la sociedad reflexionando a nivel filosófico sobre las cuestiones de organización político- social y cultivando los valores de consenso mínimos tales como justicia, paz, solidaridad, respeto al medio ambiente, derechos humanos").

Respecto a los contenidos el profesor tiene libertad para elegir:

1. Un problema metafísico.
2. Un problema ético.
Obviamente puede tratarse de problemas articulados en una sola problemática. Asimismo, pueden acordarse en diálogo con los estudiantes o coordinarse en Salas de profesores de cada institución o región. El profesor debe sensibilizar respecto al problema que haya seleccionado, plantearlo contextualizadamente y, con consideración de cuestiones antropológicas, desplegarlo a través de textos de la historia de la filosofía, incluyendo textos no occidentales y latinoamericanos.

Durante el curso habrá de considerarse al menos un texto de: filosofía antigua, medieval, moderna, del siglo XIX, del siglo XX, de filosofía no occidental, de filosofía latinoamericana.

En las pautas e indicaciones metodológicas se resalta: a) la importancia de que este curso sea particularmente activo, en torno a proyectos, y que los estudiantes deben producir un resultado concreto (ensayo, monografía, etc.); b) la libertad de cátedra; c) el equilibrio en el tratamiento de los problemas y autores, evitándose la insistencia en autores de una misma tendencia
 

4. Algunos comentarios.

Los nuevos programas requieren mucha autoexigencia y profesionalización por parte de los docentes. El sistema educativo no les ha dado el necesario apoyo en actualizaciones, asesoramientos en la práctica, etc. La Inspección de Filosofía ha impulsado el trabajo en este sentido, pero la misma fue reducida a un solo inspector, que está superado por la tarea. Sin embargo hemos podido realizar muchas acciones en base a la organización en Salas de profesores de filosofía (especialmente en el "interior" del país), organización de encuentros y cursos, etc. En la práctica un fuerte grupo de profesores se ha sentido muy motivado por el desafío que implica mejorar la educación filosófica y la asunción de responsabilidades. Se ha creado la Asociación Filosófica del Uruguay que está empezando a actuar con seriedad y entusiasmo. También se ha procurado el vínculo con personas y organizaciones similares de otros países (especialmente de Argentina y Brasil), realizándose acciones conjuntas.

Para algunos españoles será evidente que el programa de 3º se inspira fuertemente en una propuesta de la SEPFI que -al parecer- no se aplicó en España. Sería de mucha importancia para nosotros el vínculo estrecho y el intercambio con asociaciones y personas de España.
 

5. Algunas reflexiones sobre la situación actual.

Actualmente las autoridades educativas uruguayas han encarado una "reforma educativa" sobre el modelo que propicia el Banco Mundial. Ataca particularmente la educación pública en el nivel postprimario de lo que ahora se llama "ciclo básico común" (7º a 9º año de enseñanza obligatoria, jóvenes de 12 a 14 años), o sea un nivel donde nunca se enseñó filosofía, pero en el cual sería importante pensar formas de iniciación filosófica al menos en el campo de la formación ética y democrática y de algunos elementos de lógica. La reforma educativa se implantó autoritariamente sin ningún debate y excluyendo totalmente la cuestión de la formación ética y ciudadana que en Argentina dio lugar a ricas polémicas.

La inspiración básica de las "reformas" no deja lugar para ilusionarse respecto al lugar que le asigna a la filosofía. Desde hace unos años se espera un ataque contra la misma en una línea no muy diferente a la que se inició en Francia en los 70. Sin embargo, si bien nuestra propuesta es la de una ampliación filosófica y ésta aparece como muy difícil, no hubo ningún ataque serio contra la educación filosófica (11) en el nivel en que ésta se enseña.

Uruguay es una excepción a nivel del mundo, no cabe duda: ¿qué países tienen tres años de filosofía en Educación Secundaria? Sin embargo la cuestión de fondo es la calidad de esta educación filosófica, no sólo su cantidad.

Permítaseme algunas breves consideraciones sobre la incidencia social de la filosofía en Uruguay. Durante más de un siglo los jóvenes que han llegado a cierta formación de nivel secundario pasaron por una educación filosófica. La misma tuvo características de diálogo y tolerancia desde sus inicios. Con el peso de la principal figura filosófica del país (Carlos Vaz Ferreira, 1873-1958) la consideración de ciertos defectos argumentativos casi podría decirse que pasó a formar parte de las discusiones cotidianas. La huella dejada por los buenos profesores de filosofía en sus alumnos creo que es de importancia, aunque difícil de medir: diría que ciertos aspectos del pensamiento crítico se han ido internalizando en la sociedad uruguaya, y en ello no tuvo poca importancia la educación filosófica.

Sin embargo, actualmente, la filosofía aparece bastante radiada de la discusión pública: el periodista, el historiador, el sociólogo, el politólogo, son considerados muy por encima del filósofo. Las razones pueden ser múltiples; entre ellas no se puede descartar la decadencia que tuvo la formación filosófica por causas ya indicadas y que recién ahora se empieza a revertir. Tampoco puede dejar de considerarse en esta situación la posición de una Academia filosófica universitaria demasiado cerrada que desprecia la filosofía a nivel medio y tiende a aislarse.

La argumentación de mantener filosofía a nivel medio va unida a la de ampliarla y a la de adecuar sus metodologías y contenidos. En este contexto se entiende que la filosofía tiene roles insustituibles y fundamentales: aporta una visión integral que las distintas ciencias no pueden dar, prepara en habilidades y destrezas cognitivas y argumentativas, pone al joven reflexivamente frente a cuestiones cruciales de la vida personal y colectiva al encarar cuestiones metafísicas y éticas, etc. Es cierto que, como dice Lipman, si queremos hombres creativos, capaces de pensamiento autónomo y de desarrollar una vida democrática y solidaria en sociedad, debemos comenzar por enseñar a filosofar a los niños. Agreguemos: y por filosofar con los estudiantes avanzados de cualquier especialidad, así como filosofar con distintos profesionales. Y por recuperar el papel del filósofo en la plaza pública. Los pasos que estamos dando procuran atacar todos los niveles. Y empiezan a tener algún éxito. Al menos en el grado de aceptación y seguimiento por parte de los alumnos.

* Prof. Mauricio Langon. Inspector de Filosofía.



NOTAS:
  1. Depende de un Consejo de Educación Secundaria la formación de los jóvenes que han terminado la escuela (de 6 años de duración). Secundaria abarca también 6 años (de 12 a 17 años de edad, aproximadamente).
  2. En la década de 1940 se establecen estudios formales estatales superiores de filosofía: en la Facultad de Humanidades y Ciencias y en el Instituto de Profesores "Artigas" (IPA) que forma específicamente profesores para la enseñanza media. A nivel privado superior, la educación filosófica tiene poca incidencia excepto en los Seminarios religiosos. En la Universidad hay también algunas cátedras filosóficas como "Filosofía del Derecho" y, en la formación de maestros de escuelas primarias, así como en los profesorados de las demás asignaturas hay "Filosofía de la Educación". No me referiré en detalle a este nivel en este artículo centrándome en la cuestión de la filosofía en la educación secundaria, de más incidencia social. Tampoco me refiero a otras "ampliaciones filosóficas" como el Centro Uruguayo para Filosofar con Niños, que empezó a funcionar en 1993, y está desarrollando acciones aún muy limitadas pero de las que es dable esperar buenos frutos. Para febrero de 1998 prepara su III Seminario Sudamericano.
  3. Los planes para adultos son exactamente los mismos.
  4. Actualmente la hora-aula es de 40 minutos. En la opción "Derecho" del último año (que es la que convoca más número de alumnos y tiene características más "humanísticas"), la carga semanal es de 5 horas.
  5. Con la excepción de los estudios técnicos llevados a cabo en la llamada Universidad del Trabajo del Uruguay (UTU) que da una formación de nivel medio orientada hacia profesiones técnicas muy variadas, desde carpintería hasta hotelería, pasando por dibujo técnico. A ese nivel, generalmente, la educación filosófica se reduce a un año, con tres horas semanales, que -en general- siguen los programas del primer año de filosofía de secundaria.
  6. Los Liceos públicos eran 62 en Montevideo y 165 en el Interior (total: 227), y los privados 81 en Montevideo y 43 en el Interior (total 124). En los tres últimos años del Bachillerato la población estudiantil de Montevideo era de 45.562 estudiantes, de los cuales 33.843 eran atendidos por el sistema público y 11.719 por el privado; en el Interior había 42.868 estudiantes, 40.747 en los institutos públicos y 2.121 en los privados. La evolución posterior ha provocado un gran crecimiento de la educación privada.
  7. Una ley establece para todos los funcionarios públicos la efectividad tras tres años de ejercicio interino. Se ha aplicado esto en algunos casos a los profesores. Hay actualmente 15 profesores de filosofía efectivos por esa vía.
  8. Alguno de ellos, que enseñan generalmente en pequeñas localidades, de muy poca formación filosófica.
  9. 1973-1985. La dictadura modificó en sentido autoritario planes y programas en 1977. Además la persecución de profesores, la designación directa de docentes adictos a ella, las inspecciones autoritarias, etc. generaron perjuicios difíciles de evaluar y de exagerar.
  10. El primer año en que se enseña filosofía. Antes era 4º año de liceo; ahora se designa como 1º de Bachillerato Diversificado, como fue dicho corresponde a jóvenes de 15 años y es el 10º año de estudios escolares.
  11. En una "microexperiencia" que abarca pocos institutos se redujo a sólo 3 horas semanales la filosofía en la opción "derecho". También se intentó quitar una hora de filosofía en 1º para un programa de liceos nocturnos, pero se logró revertir esa medida.

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