ILMO. SR.:
El debate sobre la enseñanza de las Humanidades en la educación secundaria ha abierto un espacio de reflexión en la sociedad. Existe una general preocupación entre los ciudadanos, y más particularmente entre los profesores, por la escasa presencia de materias humanísticas. En junio del año en curso, el Grupo de Trabajo constituido por la Conferencia Sectorial de Educación elaboró un Dictamen, cuyas conclusiones debe concretar cada Comunidad Autónoma con plenas competencias.
La Comunidad Autónoma de Andalucía, haciéndose eco de dicho dictamen, ha elaborado una propuesta inicial, no cerrada sino abierta a todas las sugerencias que profesores y demás sectores comprometidos con la educación quieran aportar. En este sentido, la ASOCIACIÓN ANDALUZA DE FILOSOFÍA (AAFi) , entidad legalmente registrada y compuesta no sólo por profesores sino también por ciudadanos interesados por la filosofía, quiere hacer llegar a V.I. las siguientes reflexiones y propuestas:
1ª. - La presencia de la filosofía en la educación ha sido una constante en nuestra cultura, como materia específica en la enseñanza media y superior y como conjunto de orientaciones generales en la enseñanza básica. La preocupación por el hombre y la formación humana nace en una sociedad determinada, la polis griega, y más concretamente en la Atenas democrática, en torno a círculos de pensadores que dieron origen al nacimiento de la filosofía en sentido estricto. Más tarde, la universidad medieval potenciará la enseñanza de la filosofía como escalón indispensable (bachillerato de Artes) para acceder al conocimiento de otras disciplinas. Con la llegada del Renacimiento europeo y el desarrollo del Humanismo, la filosofía no será una materia humanística más sino una materia globalizadora, que, con su defensa de la dignidad del hombre, aglutinará las ciencias humanas y justificará su separación de las divinas. La posterior escisión de la cultura, que se inicia a partir del siglo XIX, en dos ámbitos separados, el de la cultura literaria (letras) por un lado, y el de la cultura científica y tecnológica (ciencias) por otro, y de la que todavía no nos hemos recuperado, sólo podrá superarse a través de una adecuada formación humanística, que sea integradora no sólo de los elementos literarios sino también de los científicos y tecnológicos. La propia situación en la que estamos viviendo nos lleva a darnos cuenta de que los fenómenos sociales y humanos pueden ser objeto de estudio científico e incluso de intervención tecnológica; pero al mismo tiempo la propia realidad de la ciencia y la tecnología requiere una comprensión más profunda de sus dimensiones sociales y humanas.
De este brevísimo bosquejo histórico se deduce el doble carácter integrador y propedéutico de la filosofía. La filosofía no es, pues, ni de "ciencias" ni de "letras"; más bien estaría situada entre las dos, en la intersección entre ambas. La filosofía es, asimismo, la materia que mejor facilita la formación integral del hombre. Estos dos rasgos justifican el carácter común de la presencia de la filosofía en la educación secundaria. Como dice el Dictamen del Grupo de Trabajo de Educación:
3ª.- Esta importancia que concede la L.O.G.S.E. a
la filosofía contrasta con el tratamiento insuficiente que tiene
la Ética en la E.S.O. Reducida a un solo curso con dos horas semanales,
la Ética no puede cumplir satisfactoriamente los fines que la ley
le asigna. El Dictamen del Grupo de Trabajo de Educación es consciente
de esta insuficiencia, cuando afirma que
Por otra parte, observamos con preocupación que la Consejería
de Educación no ha interpretado correctamente el Dictamen, que en
la consecuencia 2ª dice:
Teniendo en cuenta lo anterior, proponemos que:
a) La materia La vida moral y la reflexión ética tome el nombre de Ética y no el de Filosofía Moral.
b) Dada su importancia en la formación de los alumnos, aumente su presencia horaria en la ESO, bien pasando de 2 a 3 horas en 4º, bien impartiéndose tanto en 3º como en 4º.
c) Se modifique la estructura de sus contenidos para mejor ajustarse
al Dictamen, que establece tres aspectos de la vida moral:
4ª.- La potenciación de la filosofía en el bachillerato que propone el Dictamen exige la combinación del enfoque temático con el histórico. Esa combinación no se puede llevar a cabo en un solo curso. Los enfoques temático e histórico implican niveles de profundización y tratamientos didácticos diferentes. El primero debe preceder al segundo, de lo que se deduce que la Filosofía de 1º de bachillerato debe continuar con la orientación temática actual, y la Historia de la Filosofía de 2º de bachillerato debe articular el planteamiento histórico vigente en función de los núcleos temáticos de la Filosofía de 1º.
La presentación de los contenidos que hace el Real Decreto
sobre Enseñanzas Mínimas debe ser reorientada en un sentido
menos filológico. La función de una Historia de la Filosofía
en el bachillerato no es poner al alcance de los alumnos lo que pensaron
determinados filósofos o corrientes filosóficas. Lo que realmente
importa es hacerles conocer las diversas interpretaciones que la filosofía
ha elaborado, a través de la historia, ante los problemas más
importantes del ser humano. Interpretaciones que no son meramente históricas
(o diacrónicas) sino que todavía mantienen su vigencia en
el mundo contemporáneo, formando una articulación sincrónica
que el propio alumno debe construir. No se trata de conocer simplemente
lo que dijeron Platón, Descartes o Kant, sino lo que interesa es
comprender la interpretación platónica, cartesiana o kantiana
del hombre, el conocimiento, la moral o la sociedad. El conocimiento de
las diversas interpretaciones con las que se ha intentado resolver un problema
no es algo fútil, pues, como bien dice el Dictamen,
Así pues, proponemos que:
a) La Historia de la Filosofía debe convertirse en materia común de 2º bachillerato en estrecha conexión con la Filosofía de 1º.
b) Los contenidos de la Historia de la Filosofía deben estructurarse en torno a los núcleos temáticos de la Filosofía de 1º de bachillerato.
5ª.- Tenemos constancia de que el Ministerio de Educación y Cultura va a introducir la Historia de la Filosofía como materia común en 2º de bachillerato en las Comunidades que todavía están bajo su competencia; y que incluso algunas Comunidades Autónomas con competencias plenas en educación, como Galicia o Navarra, van a sumarse a dicha iniciativa. De ser así, se produciría un alejamiento inexplicable e innecesario en materia educativa entre Andalucía y la mayoría de las Comunidades Españolas.
6ª.- Por último, resulta sorprendente que el Dictamen del Grupo de Trabajo y la Propuesta Inicial de la Consejería de Educación hablen ambos de impulsar la filosofía tanto en el nivel de ESO como en el bachillerato, y sin embargo, sea la única materia humanística que no aumenta su presencia horaria.
Siguiendo las indicaciones de lo que V.I. expresa en la presentación de la Propuesta Inicial, consideramos que nuestras reflexiones y propuestas deben ser analizadas con urgencia, para lo que solicitamos de V.I. una reunión en el plazo más breve posible, con el fin de concretar las modificaciones horarias y curriculares que se han de introducir.
Fdo. ____________________________________________
ILMO. SR. CONSEJERO DE EDUCACIÓN Y CIENCIA DE LA JUNTA DE ANDALUCÍA.
Edificio Torre Triana. La Cartuja. C/ José M. Vizarrón
s/n. 41092 SEVILLA.