Koryo
El monarca fundador de Koryo (918-1392) era un general que había servido a un príncipe rebelde de Shilla. Escogiendo su ciudad natal, Song-ak, la actual Kaesong, como sede del reinado, anunció sus planes para recuperar el territorio perdido de Koguryo en Manchuria. Por esta razón, llamó a su reino Koryo, del que procede el actual nombre de Corea. Pero a lo largo de los cinco siglos de su existencia, Koryo no llegaría a consumar sus sueños y ambiciones. Así y todo, Koryo obtuvo logros destacables. Los alfareros coreanos crearon un misterioso vidriado verdeazulado para el celadón y entregaron al mundo un legado de monumental importancia. El celadón de Koryo exquisitamente decorado, reflejo del gusto refinado de los aristócratas de la época, era altamente apreciado en toda Asia Oriental, incluida la corte imperial de Sung en China. No menos importancia tuvo la invención de los primeros tipos de letra móvilies de metal del mundo en 1234, anticipándose a Gutenberg en dos siglos. Por aquellos momentos, los técnicos coreanos también completaron la enorme tarea de tallar la totalidad del canon budista en grandes tablas de madera. Mediante estas tablas, no menos de 80.000, se pretendía invocar la ayuda de Buda para expulsar a los invasores mongoles. Conocidos como la Tripitaka Coreana, en la actualidad se conservan en el histórico templo de Haeinsa. Desde el primer momento, la corte real de Koryo adoptó el budismo como la religión oficial del Estado. El budismo alcanzó un gran esplendor y fomentó la construcción de templos y la talla de imágenes de Buda, así como las pinturas de estilo iconógrafico. Pero también contribuyó al declive de la corte de Koryo, toda vez que los monjes llegaron a detentar un poder excesivo. Durante los últimos años de este reino, el país se vio seriamente agitado por los enfrentamientos entre letrados-funcionarios y guerreros, así como entre confucianos y budistas. Las incursiones mongoles, que comenzaron en el 1231, hicieron surgir en Koryo los gobiernos militares que mantuvieran el poder durante casi un siglo, con los cuales el pueblo ofreció la resistencia a lo largo de 20 años. En el siglo X, la corte de Koryo adoptó el sistema chino de exámenes, que reclutaba a los funcionarios por sus méritos académicos. Pero, mientras el funcionariado chino estaba abierto a todas las clases sociales, Corea reservó el empleo público a las familias de los altos dignatarios. |