LA HISTORIA

Virgen del Rosario

Sabana Grande, Puerto Rico

 

El 23 de abril de 1953 la Santísima Virgen se le apareció a tres humildes niños, en el Barrio Rincón de Sabana Grande.  Los niños:  Juan Angel Collado, Ramonita e Isidra Belén, quienes estudiaban en la pequeña escuelita Lola Rodríguez de Tió, contaban entre las edades de siete a nueve años.  Era costumbre enviar a los alumnos a la hora de almuerzo en busca de agua a un pequeño pozo cercano a la escuela.  Ese día, cuando Juan Angel fue a buscar agua al pozo, se hizo un profundo silencio en el lugar e hizo su aparición la Santísima Virgen por primera vez, parada en una nube blanca sobre el pozo, vestida con un traje blanco y un broche que lo abotonaba, un manto azul sobre su cabeza, un cinturón; entre sus manos traía un rosario, sobre su cabeza una corona de siete estrellas y calzaba sandalias. 

 

            El 25 de abril la Santísima Virgen se identificó a los niños como la Virgen del Rosario.  La Santísima Virgen hizo treinta y tres apariciones hasta el 25 de mayo y desde el segundo día estuvieron presentes junto a Juan Angel, Ramonita e Isidra.  Las autoridades escolares prohibieron a los niños visitar el pozo con el propósito de continuar las clases.  Debido a la gran multitud de personas que visitaban el lugar, se hacían imposible las tareas docentes.  La Santísima Virgen, entonces, caminaba desde el pozo hasta la escuela y asumía el papel de maestra de los niños.  Todas sus enseñanzas a los videntes fueron comunicadas por Ella por medio de símbolos, imágenes, visiones y vivencias reales, las cuales llevaban las enseñanzas para la creación de una nueva generación.  Durante las apariciones ocurrieron miles de milagros y curaciones con el propósito de la Virgen dar testimonio de su presencia en el lugar para que todos creyeran cuando se llevaran al pueblo los siete mensajes que dejó a través de los videntes.  Todas sus apariciones desde el 23 de abril hasta el 25 de mayo fueron simbólicas.  Son 33 días de apariciones y manifestaciones de la Virgen que simbolizan que en el año 33 de nuestra era Cristo funda su verdadera Iglesia.  Al tercer día de su aparición, la Virgen puso los pies sobre la tierra que simboliza la resurrección de la vida de Nuestro Señor.  La Virgen utilizaba mucho el número siete, símbolo de plenitud.  Su vestuario consiste de siete prendas de vestir; la primera es su corona de estrellas que simbolizan los siete sacramentos de la Iglesia de Cristo.  Su manto azul simboliza la protección y dirección espiritual que Ella nos brinda.  El broche en su cuello simboliza el reinado de María.  Su túnica simboliza el sacerdocio como apostolado nuestro.  El cinturón simboliza la obediencia a la Iglesia verdadera.  Sus sandalias simbolizan el dar ese paso en nuestra vida de cristianos y su rosario simboliza la prenda de oración, el cual nos exhorta a rezar con fervor.  La Santísima Virgen del Rosario, como Madre pendiente siempre de nuestras necesidades, viene para alertarnos, dirigirnos, enseñarnos, guiarnos y a definirnos el Verdadero Camino hacia la Salvación.

             Su propósito era dejarnos el mandato de formar una nueva generación reconociéndola como Madre del Verdadero Camino hacia el Padre y Madre de la Verdadera Iglesia, recordando que consta de siete sacramentos ya establecidos por Jesucristo, de los cuales debemos hacernos partícipes.  Nuestra Señora del Rosario quiere también que imitemos sus siete virtudes que son:  humildad, generosidad, castidad, paciencia, templanza, caridad y diligencia.  Para conseguir esto nuestros dos vehículos son:  el sacrificio y la oración.

 

PRIMER MENSAJE

VIRGEN DEL ROSARIO

 

            El siguiente es el primer mensaje que dejara la Santísima Virgen en su aparición en el Barrio Rincón de Sabana Grande, Puerto Rico, el día 23 de abril de 1953, para ser divulgado al mundo cuando se cumplieran sus indicaciones.

             “Entra al mundo y cuando más sumido estés en la oscuridad y después de haber negado mi nombre, llegará un enviado que te recordará el Verdadero Camino.  Tocará Satanás a las puertas de tu casa y con ira lo expulsarás; esto es señal de que ha llegado el momento de decir la siguiente promesa:

             Yo prometo facilitar y/o proveer las gracias necesarias para la salvación antes de la muerte a todo aquel que en los momentos de confusión y en definición del camino hacia mi Amadísimo Hijo, promulgue mi nombre como Madre del Verdadero Camino hacia el Padre.”

 María                                                                                                      

 

SEGUNDO MENSAJE

VIRGEN DEL ROSARIO

 

            El siguiente es el segundo mensaje dejado por la Santísima Virgen en su visita al Barrio Rincón de Sabana Grande, Puerto Rico, en abril de 1953.  Este fue divulgado al mundo el 13 de febrero de 1984, cumplidas ya sus indicaciones.

             “Llegarán los momentos en que el deterioro espiritual y moral de los pastores del rebaño de mi Hijo será de conocimiento público.  La indiferencia de los hijos de Dios no les permitirá percibir el gran peligro que acecha.  El dolor en mi corazón se hará más agudo porque estos hijos predilectos me abandonan; esto es señal de que ha llegado el momento de decir el siguiente mensaje:

 

            Difíciles y confusos serán esos tiempos.  El crecimiento espiritual de los hijos de Dios se hará muy difícil y vendrán otros momentos en que este crecimiento parecerá casi imposible.  Hijos nuevos, estén atentos porque la indiferencia y la confusión reinarán en el camino y en todo el mundo.  Extraños pensamientos y nuevas filosofías harán más obscuro el camino verdadero.  Las enseñanzas de mi Amadísimo Hijo, el orden establecido por el Padre y la verdad serán sustituídas por estas nuevas y extrañas creencias.  El egoísmo de los hijos de Dios será causa de conflictos y divisiones que agudizarán más mi dolor.  Reconozcan que los pastores del rebaño también son hombres.  Perdonen sus fallas, ayúdenlos, pues ellos representan a mi Hijo.  Permanezcan firmes en el Verdadero Camino, en la Iglesia de mi Hijo, pues se acercan los momentos de la gran prueba; el sufrimiento será necesario, la oración y el sacrificio serán mandatorios.

 

            Protéjanse debajo de mi manto y vivan en mis virtudes.  Plenitud es lo que quiero porque así me lo ha encargado mi Hijo.  Siete serán los retoños y siete las espadas.  Siete serán las generaciones y después no podrán ser contadas.  Dos caminos se abrirán ante éstas; destrucción y construcción, derrota y victoria.

 

Plenitud y mi promesa; restitución del camino.

Plenitud y mi promesa; restitución del camino.

Plenitud y mi promesa; restitución del camino.

Plenitud y mi promesa; restitución del camino.

Plenitud y mi promesa; restitución del camino.

Plenitud y mi promesa; restitución del camino.

Plenitud y mi promesa; restitución del camino.”

 

María

 

                                                                                  TERCER MENSAJE

VIRGEN DEL ROSARIO

             El siguiente es el tercer mensaje dejado por la Santísima Virgen en su visita al Barrio Rincón de Sabana Grande, Puerto Rico, en abril de 1953.  Este fue divulgado al mundo el 26 de abril de 1987, cumplidas ya sus indicaciones.

             “Para esos tiempos el Santo Padre, hijo verdadero y predilecto, habrá visitado esta tierra.  Serán tiempos de represión y persecución para aquellos que promulguen mi nombre como Madre del Verdadero Camino hacia el Padre.  En los momentos de tribulación surgirá una gran esperanza.  Millares de hijos se reunirán en una demostración de amor verdadero y unirán su corazón al mío para suplicar misericordia de mi Amadísimo Hijo.  Esto es señal de que ha llegado el momento de decir el siguiente mensaje:

             La humanidad se ha sumergido en una indiferencia profunda; le falta la fe, la esperanza y la caridad.  El egoísmo, la soberbia, el materialismo y la murmuración corrompen el corazón de muchos.  Hijos míos, cuídense del egoísmo, este demonio ha penetrado en el alma de muchos hombres en el Verdadero Camino.

 

            Hijos es Hora, es la Hora de que todos los hombres se unan en oración continua suplicando la misericordia de mi Hijo.  Es necesario que el Santo Padre haga un llamado a los sacerdotes, religiosos, obispos y escogidos para que junto a todos los hijos de la Iglesia recen el rosario rogando por la conversión de los hombres.

 

            Hijos nuevos, hijos míos pidan por la transformación de la humanidad, de los que están alejados de Dios y muy especialmente por los dirigentes de la Iglesia.

 

            Es hora de que todos se conviertan en la Voz del Camino.  Que a través de sus bocas y de su ejemplo se difunda la caridad, el amor de mi Amadísimo Hijo.  La Iglesia debe estar abierta para todos los hombres de la tierra, pues mi Hijo murió en la cruz por todos los pecadores.

 

            A las once de la mañana los visité por primera vez para hacerles el llamado de la Hora.  Un gran peligro amenaza la humanidad…  Hijos nuevos esté alerta, plenitud es lo que quiero.

 

            Yo prometo mi protección maternal cubriendo con mi manto y facilitando las gracias necesarias a todo aquel que en estos momentos difíciles, todos los días rece cinco misterios del rosario.

 

            Protéjanse debajo de mi manto y vivan en mis virtudes.  Plenitud es lo que quiero porque así me lo ha encargado mi Hijo.  Plenitud y mi promesa; restitución del camino.”

 

María

CUARTO MENSAJE

VIRGEN DEL ROSARIO

             El siguiente es el cuarto mensaje dejado por la Santísima Virgen en su visita al Barrio Rincón de Sabana Grande, Puerto Rico, en abril de 1953.  Este fue divulgado al mundo el 25 de mayo de 1992, cumplidas ya sus indicaciones.

             “Serán tiempos difíciles de gran deterioro social y moral, pero sobre todo de deterioro espiritual.  Imperará el egoísmo de los hombres.  Serán perseguidos aquellos que se han consagrado a mi Amadísimo Hijo Jesús a través de mi llamado a la promulgación de una nueva estirpe de cristianos verdaderos.  Algunos hijos nuevos consagrados a mi pequeño reinado traspasarán mi corazón con la espada de la traición  y abandono de su promesa a Nuestro Señor Jesucristo.  Aún así el mensaje de restitución será acogido y promulgado más allá del mar, donde he puesto mi pie derecho.  En los momentos de mayor tribulación y persecución enviaré al Angel que te señalará de nuevo al camino.  Esto es señal de que ha llegado el momento de decir el siguiente mensaje:

             Miles de almas se pierden diariamente arrastradas por el pecado y la infidelidad a mi Amadísimo Hijo.  El deterioro social, moral y espiritual ensombrece la humanidad que puebla la tierra.  Han llegado los tiempos profetizados en que padres e hijos se destruyen unos a otros.  La humanidad está sumergida en una gran crisis de fe que pasa desapercibida.  La mayoría de los hombres no cumplen sus compromisos de cristianos.  Motivados por el egoísmo y la soberbia, han caído en la falsedad de las apariencias y en la superficialidad de las exigencias humanas.  Algunos sacerdotes, ministros de mi Hijo y pastores del rebaño son irreverentes al celebrar los Santos Sacramentos; por su infidelidad a su vida consagrada, su apego al dinero, la búsqueda de reconocimiento y el desenfreno por los placeres, se convierten en aliados del enemigo.  Son ellos causantes de la pérdida de la fe, motivan la desunión y engendran el antagonismo y la violencia.  Estos, si no se arrepienten y comienzan una vida de penitencia, perderán su alma para siempre.  Les recuerdo hijos míos que ellos tienen la encomienda de representar a mi Hijo en la tierra y como cristianos deben amarlos y ayudarlos.  Ofrezcan sus oraciones y sacrificios por su conversión.  Les confirmo que el Amor y la Misericordia de mi Hijo es grande para los que restituyen.  El elixir del Amor Misericordioso de mi Hijo cubre y reviste a aquellos que son fieles, que cumplen su compromiso.

             Es la Hora en que por no responder a mis advertencias, las profecías comienzan a cumplirse.  Hijos míos, hijos nuevos, protéjanse debajo de mi manto y vivan en mis virtudes.  Les advierto que un día la bóveda del cielo amanecerá toda anaranjada, el frío será intenso y vendrá sobre la humanidad una gran tribulación y desesperación.  Será como si el infierno se hubiera posado sobre la tierra.  Padres, madres, hijos y todos los seres humanos se pelearán entre sí y querrán matarse; se harán daño hasta la muerte.  La piel de algunos hombres se les caerá y chorreará por sus huesos.  Otros se convertirán en seres monstruosos, abominables y se comportarán como demonios.  Será la culminación del caos y la desesperación, pero no será el fin del mundo, pues eso sólo mi Padre lo sabe; morirán justos y pecadores.  Muchos que con sacrificio pusieron a Dios como prioridad quedarán de pie; entonces se restituirá el Amor de Dios sobre todas las cosas en la nueva comunidad.  Esto vendrá a causa de los hombres que mal utilizando el libre albedrío engendran toda clase de mal.  Les describo esto, no para que teman sino para que se den cuenta de la Misericordia y el Gran Amor que tiene mi Amadísimo Hijo por ustedes.  El espera y yo les llamo a la conversión inmediata y sincera.

             Todo lo que les advierto podrá ser evitado y terminaría la crisis de fe si todos los elegidos se convierten y comienzan a vivir una vida de oración intensa dedicándose a la penitencia, sometiéndose al ayuno y abstinencia, practicando la mortificación de los sentidos y poniendo una especial atención a la participación de los Sacramentos.  Estos se recibirán con mayor devoción y fervor cada cual según su condición y dirección, viviendo en mis virtudes y observando las enseñanzas de la Iglesia de mi Amadísimo Hijo Jesús.       

Por encargo de mi Hijo, yo les propongo un plan de entrega y crecimiento espiritual para alcanzar así la Plenitud.  Este consiste en imitar a mi Amadísimo Hijo; en llevar una vida disciplinada en la oración, comenzando en la mañana, al mediodía, en la tarde y concluyendo el día con el rezo del Santo Rosario; ayuno frecuente acompañado de abstinencia en el día sexto, día que los hombres han convertido en el día del pecado; vivir complacidos en una vida de alegrías sin fin, proporcionada por la gracia pese a la cruz y el sufrimiento y tener una disposición amplia a la penitencia y al sacrificio.  Para ayudar a mi Hijo a aliviar el peso de la cruz, les propongo que se sometan a la autodisciplina haciéndose partícipes de la purificación de la humanidad por la mortificación de los sentidos.  Todo esto culminado con la alegría de participar intensa e íntimamente de la Sagrada Eucaristía.  El fruto de este plan será compartido en la búsqueda de la conversión de los demás con un apostolado firme, constante y diligente.

             Hijos míos, si hicieran todo esto que les recomiendo, entonces habrán aceptado mi invitación a ser apóstoles de los tiempos; así serán partícipes de mi broche, de la nueva estirpe.  Hijos nuevos, serán ustedes partícipes de la restitución hacia el Propósito Séptimo, la Plenitud de mi Hijo, ahora y para siempre.

             Un último consejo hijos míos, el demonio tratará de destruir mi obra y mi manifestación al mundo.  Sucederá que habrá un relajamiento tal para lo divino que por doquier se hablará de mensajes vanos y superficiales.  Serán muchas las alegadas apariciones.  Algunas serán auténticas y otras serán obras del maligno que con sagacidad y disfraz de luz envolverá a muchos.  Algunas de estas apariciones que no serán manifestaciones mías, serán respaldadas por pastores y jerarcas de la Iglesia de mi Hijo Jesús.  Otras donde estoy presente, serán perseguidas y reprimidas, pero no sea esto causa de frustración y pérdida de la fe, mejor así.  Entonces, permanezcan más firmes en la Iglesia de mi Hijo, ámenla con más intensidad, amen a los pastores y sacerdotes, esfuércense por vivir una vida de armonía y común unión con los pastores.  Esto será la señal de que ustedes están conmigo, están en mí y son de mi Hijo Jesús, el Cristo.

             Les doy una señal:  allí donde yo esté pediré oración, pediré penitencia con especial atención al ayuno y pediré mucho sacrificio.  Sobre todo, pediré un amor especial a mi Estrella Mayor, a mi Hijo, la Eucaristía.

             Yo soy el Angel Mayor enviado de estos tiempos, la Virgen de Luz, la Virgen María, la Esposa de Dios.

 

Plenitud y mi promesa; restitución del camino.

Plenitud y mi promesa; restitución del camino.

Plenitud y mi promesa; restitución del camino.

Plenitud y mi promesa; restitución del camino.

Plenitud y mi promesa; restitución del camino.

Plenitud y mi promesa; restitución del camino.

Plenitud y mi promesa; restitución del camino.”

                                                                        María

           

 ANOTACIONES

                        Las siguientes notas no forman parte del texto del cuarto mensaje de la Virgen del Rosario del Pozo.  Han sido añadidas posteriormente por un grupo de estudiosos del mensaje para su mejor comprensión.

 

1.      PROMESA

 

Se refiere a la promesa del Bautismo, de consagrados o cualquier otra promesa o voto hecho a Dios.  “El voto, es decir, la promesa hecha a Dios libre y deliberadamente, acerca de un bien posible, debe cumplirse por la virtud de la religión.”  (canon 1191)

 

2.  PROMULGACION

Anunciar a todos la Buena Nueva de Cristo con la autoridad de los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen.

 

3.  NUEVA 

     COMUNIDAD

Se refiere a aquella donde, en común unión con el Cuerpo Místico de Cristo y Su Iglesia, los hombres viven comprometidos al servicio de Dios y de sus semejantes con Cristo como modelo, según el llamado a la santidad del Evangelio.

 

4.  PLENITUD

Cristo en la culminación de Su gloria, como cabeza del Cuerpo Místico, de la cual se nutren todos sus miembros.

 

5.  RESTITUYEN

Son aquellos que se esfuerzan para que se instaure el Reino de Cristo en la tierra, ordenando el mundo entero a Cristo para que Dios sea conocido, adorado y servido según el designio divino y para gloria de Dios Padre.

 

6.  ELEGIDOS

Se refiere a todos los que han aceptado el mensaje de Cristo y lo viven.  Todos los bautizados que han tomado consciencia y son fieles a su compromiso de cristianos.

 

7.      PROPOSITO

SEPTIMO

El propósito u objetivo de todo cristiano es la consecución de la santidad, en la imitación de Cristo.  El número 7, en el lenguaje simbólico de las Sagradas Escrituras significa perfección.  El número 7, aparece una y otra vez en la aparición y mensaje de Nuestra Señora del Pozo, ya que su mensaje hace un llamado insistente al crecimiento espiritual culminando en la perfección que acarrea la santidad.  El Reino de Cristo hecho realidad entre nosotros, quienes alcanzaremos la Plenitud en El.  (ver Col. 2, 9-10)

 

8.      NUEVA

ESTIRPE

Los integrantes de la nueva comunidad, cristianos comprometidos con el Evangelio de Jesucristo.

 

EL SANTO ROSARIO

 

OFRECIMIENTO

 Virgen Santísima, purifica mis labios y mi corazón para rezar devotamente este santo Rosario,  el cual te ofrecemos para que la Misión llegada de lo alto en la devoción a la Virgen del Rosario sea esparcida en plenitud en Puerto Rico y en el mundo entero. Amen.

 PETICIONES

(En grupo o solamente el dueño del hogar)

 ACTO DE CONTRICCION

Señor mío Jesucristo, Dios y Hombre Verdadero, Creador, Padre y redentor mío; por ser Vos quien Sois y porque Os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido.  Prometo firmemente nunca más pecar, apartarme de todas las ocasiones de ofenderos, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta.  Ofrezco, Señor, mi vida, obras y trabajos en satisfacción de todos mis pecados.  Y así como os suplico, así confío en Vuestra divina bondad y misericordia infinita me los perdonaréis, por los méritos de Vuestra preciosísima Sangre, Pasión y Muerte, y me daréis gracia para enmendarme y perserverar en Vuestro santo servicio hasta el fin de mi vida, Amen.

 MISTERIOS GOZOSOS – (lunes y jueves)

 

1.      La Encarnación del Hijo de Dios.

2.      La Visita de la Virgen a su prima Santa Isabel.

3.      El Nacimiento del Niño Jesús en Belén.

4.      Presentación del Niño Jesús en el Templo.

5.      El Niño Jesús Perdido y hallado en el Templo.

 

MISTERIOS DOLOROSOS – (martes y viernes)

 

1.      La Oración de Jesús en el Huerto.

2.      Los azotes que el Hijo de Dios padeció atado a la columna.

3.      Coronan a Nuestro Señor Jesucristo con espinas.

4.      Nuestro Señor Jesucristo carga la cruz camino del Calvario.

5.      La crucifixión y muerte de Nuestro Señor Jesucristo.

 

MISTERIOS GLORIOSOS – (miércoles, sábados y domingos)

 

1.      La triunfante Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo.

2.      La Ascensión de Nuestro Señor Jesucristo.

3.      La venida del Espíritu Santo sobre los apóstoles.

4.      La Asunción de la Santísima Virgen María en cuerpo y alma al Cielo.

5.      Coronación de la Santísima Virgen María como Reina y Madre de todo lo creado.

 

(En cada decena)

PADRE NUESTRO  (Uno)

 

Guía:                Padre Nuestro que estás en el Cielo. Santificado sea Tu nombre. Venga a

nosotros Tu Reino.  Hágase Tu voluntad en la tierra como en el Cielo.

 

Todos:             Danos hoy nuestro pan de cada día.  Perdona nuestras ofensas como

también nosotros perdonamos a los que nos ofenden.  No nos dejes caer en

la tentación y líbranos del mal.  Amén.

 

AVE MARIA (Diez)

 

Guía:                Dios Te Salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo; bendita tú

eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.

 

Todos:             Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la

hora de nuestra muerte. Amén.

 

GLORIA AL PADRE (Una)

 

Guía:                Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.

 

Todos:             Como era en un principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos,

Amén.

 

JACULATORIAS (Una de cada una)

 

Guía:                María, Madre de gracia, Madre de misericordia.

 

Todos:             En la vida y en la muerte, ampáranos, gran Señora.

 

Guía:                De la mano de María el Camino hemos de recorrer.

 

Todos:             Que por las enseñanzas de Jesucristo, su Hijo, al Padre hemos de ver.

 

Guía:                Virgen del Rosario.

 

Todos:             Ruega por nosotros.

 

Guía:                Ave María Purísima.

 

Todos:             Sin pecado concebida.

 PARA FINALIZAR El ROSARIO

 Guía:                Recemos un Padre Nuestro y tres Ave Marías por las intenciones del Santo

Padre y para que aumente en nosotros la fe, la esperanza y la caridad. 

Todos;

 

Todos:             Padre Nuestro, que estás en el Cielo…

 

Guía:                Dios te salve, María, Hija de Dios Padre, llena eres…

 

Todos:             Santa María…

 

Guía:                Dios te salve, María, Madre de Dios Hijo, llena eres…

 

Todos:             Santa María…

 

Guía:                Dios te salve, María, Esposa de Dios Espíritu Santo, llena eres…

 

Todos:             Santa María…

 

Guía:                Dios te salve, María, Templo y Sagrario de la Santísima Trinidad, Gloria

al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.

 

Todos:             Como era en un principio…

 SALVE

 Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra, Dios te salve.  A ti llamamos los desterrados hijos de Eva.  A ti suspiramos gimiendo y llorando en este valle de lágrimas.  Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre.  Oh clementísima, oh piadosa, oh dulce Virgen María, ruega por nosotros Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo, Amén.

 ORACION A LA SANTISIMA VIRGEN

 

            Oh Madre, Reina de nuestros corazones, abogada de los casos desesperados; Madre pura y compasiva; Madre del amor divino y llena de luz divina, pongo en tus tiernas manos el favor que hoy te pido.

 

            Apiádate de nuestras miserias, de nuestros corazones, de nuestras lágrimas, de nuestras aflicciones y sufrimientos interiores.  Acudimos a ti, para que por medio de tu Divino Hijo, Jesucristo, sean escuchados nuestros ruegos.  Prometemos que al ser oídas nuestras súplicas difundiremos tu gloria y propagaremos tu nombre como Madre, Reina de nuestros corazones y Reina del Universo.

 

            Te rogamos nos oigas postrados diariamente ante tu altar donde diariamente nos das tantas pruebas de tu poder y de tu amor, consiguiéndonos la salud del alma y la del cuerpo.  Jamás perderemos la esperanza en ti,  Oh Virgen Reina nuestra. Pídele a Nuestro Señor Jesucristo que nos cure, nos perdone y que perseveremos hasta el fin.

 

                        Oh Virgen, Reina de nuestros corazones, cúranos en ti confiamos,

                        Oh Virgen, Reina de nuestros corazones, guíanos en ti confiamos,

                        Oh Virgen, Reina de nuestros corazones, fortalécenos en ti confiamos,

 

BENDITA SEA TU PUREZA

 

Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea, pues todo un Dios se recrea en tan preciosa belleza.  A ti, celestial princesa, Virgen Sagrada, María te ofrezco en este día alma, vida y corazón.  Mírame con compasión, no me dejes, Madre mía.  Echame tu bendición todas las horas del día y también las de la noche, Virgen Sagrada María, que la recibo, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.  Amén.

 

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Ultima actualización 28/03/2001