La Joven

La Amada

La Amada

 

 

Maleficio

Ahora, en la plena lucidez del daño
lo recuerdo bien
se me cae a pedazos desde la razón:
yo miraba espejismos y señales
escuchaba el eco de mi propia intención
estaba bien sentado para el arte de pájaros.
Cayó la guillotina que divide
la parte más ínfima de los instantes
y deja a un lado los recuerdos ordenados
y al otro lo que dirán de mi las memorias
y como consecuencia del filo
mis dias se oscurecen y la mente divaga.
Bueno, ahora sólo miro a una mujer
mientras el veneno irrita mis ojos
(es como un llanto de hombre
con las flechas en los bolsillos)
sólo escucho un motivo de risas
y estoy incómodo en esta posición
que no es arte ni tiene alas para poseer.
¿Cómo es posible que un reloj, una mujer y un corazón
trastornen al poeta de lechuzas y neblinas,
cómo puede convertirse la ceniza de las estrellas
en un poeta de palomas y primaveras
en una convulsión ardiente de deseos?
Que nunca nadie lo diga!
Baste decir por ahora
que siempre es secreto de amantes
y nunca medicina a disposicion de moribundos.

de mi para ti, y de vuelta, un rubí en mi nariz
de mi, un entusiasmo que te haga sonrojar
más de mi, una caricia que erice tu piel y grite tu labio
otro de mi, una mirada que abra tu pupila y veas la despedida del beso
sigue de mi, mano en la cadera, boca respingada, y diciendo:
dame la mano para cazar al vuelo las oportunidades
y más aún de mi, una voz que alcance la clave de tu tímpano
y finalmente mi, mi muerte pasajera en la dirección de tus latidos

de ti, la risa que cicatriza en mi plexo solar
mas de ti, la mirada marrón de tus ojos café
otro de ti, la fuerza del Sansón, pero fémina, miel
fotografía otoñal del sur de tu cuerpo
todo de ti, manos, labios, pechos, vientre
pubis, piernas y pies, todo el cuerpo humano
toda la botánica de las primaveras
toda tu mujer de vuelta hacia mi con un rubi en la nariz

si yo tuviera corazón fiero
si yo tuviera corazón fiero, esa tu risa que desarma máquinas de combate y arroja
por la borda las peores intenciones de los marineros vengativos,
si yo tuviera corazón fiero,fémina, mucho tiempo que tu risa hubiera sido
la alegría de mis besos

Mujer, podría repetir tu nombre tantas veces
que en el aire se podrían ver alas de mariposas
y alguien recién llegado a la atmósfera que he creado para pronunciarlo
podría creer que se han desatado los ecos que los pájaros guardan bajo sus alas
Mujer, podría poner mis manos en tu cabeza
girar tus ojos para que el lóbulo de tu anillo penda sobre mis labios
y murmurarte como un herido de arma roja lo hace a la amada:
Mujer, por donde pasas queda la figura de tu silueta
donde miras, queda la intención terrible de tus ojos
donde te detienes, la palabra belleza se hace carne y tiempo
Mujer, podría pronunciar tantas veces tu nombre
que mis cuerdas vocales tendrían que ser afinadas de nuevo
Pero si cada voz mia que llevara tu nombre
recibiera un beso de esos labios tuyos que no hablan mi idioma,
entonces Mujer, yo no me cansaría de repetir tu nombre
aunque se me partieran los labios o se me estrangulara la lengua

El labio inferior de la Amada

A veces, cuando arruga su cejo y mira fijo,
es como una copa de vino desbordada
como un guiño cómplice que dice: bebamos
es como un pedido de silencio a los ojos que la adoran
como un pétalo de rosa encerrado en una jaula
Otras veces, cuando esboza un capricho en su sonrisa,
es como una súplica absurda pues todo se le concede
como una orden si aumenta la intensidad de su mirada
es como una rabieta alegre de una niña mimada
como una paloma que bebe agua en las manos del amado
Siempre es el capullo sabroso de los besos
el puerto frutal donde anclan los marineros
la vibración que expone sus ánimos
el anzuelo de sonrojos, señal de la sangre
para indicar la temperatura de su corazón

Muy breve

Cómo es posible que aunque no me toques, me muevas
aunque no me empujes, caiga a tus deseos
aunque no me agarres de los hombros y me remezcas, me conmuevas
¿Es imposible declarar el no prohibido
y cambiar el sentido de los versos
aunque no me toques ni me empujes ni me agarres?

Cuando la amada está seria, tiemblan ciertos seres que viven a su vera.
Cuando la amada está malhumorada, algunos seres que conocen su mirada
casi se desmayan cuando ella desaparece.
Cuando la amada está triste, las flores son grises y los seres que alguna
vez estuvieron alegres, se ponen a llorar y se esconden detrás de las puertas
Y cuando la amada no está en absoluto, no existen seres, sólo hay fantasmas
en la casa del recuerdo tratando de recordar cómo era la amada cuando estaba
seria, triste o malhumorada.

He de olvidarte un día de estos
cuando la distancia de tu belleza
sobrepase la intensidad de mis recuerdos
Por ahora, en el eclipse total de tu presencia,
yo veo el contorno de tu ausencia
y dibujo con palabras el corazón de tu hermosura
Y quizás nunca te olvide
si te transformo en la musa de los poemas de amor,
la mujer que debo recordar
cuando de amores se trate y de bellezas se hable
Pero nunca se sabe de amores ni de futuros
Ahora, te admiro y callo
Mañana, mañana es un largo día para hablar de amores

Si no eres como mis ideales te figuran
eres una idea fuera del alcance de mis realidades.
Pero eres real y cuánto me atrae tu figura
de mujer sencilla y verdadera
En verdad, no sé cómo eres pero intento descubrirte
cubriendo de palabras la vida que veo cuando paso por ti.
Y mucho de lo que descubro es porque sé que eres:
una mujer sencilla y verdadera
Nada más, mujer, única noche de mi tristeza
tantas rosas te daré como espinas tenga mi rosal
Voy cayendo en la noche mientras a lo lejos
una mujer cierra los ojos y oprime su regazo

Eres tan elementalmente preciosa que no sé si adorarte
o huir espantado hacia mujeres de dos piezas con labios pintados
Eres como el sabor de ternura que precede a la risa
eres un cuerpo humano que vibra con todas sus luces
y yo desde lejos te pienso con mis manos
y yo desde cerca te toco con mis deseos
porque trabajo con palabras y obedezco razones
Eres lo que yo quiero que seas
y yo quiero lo que tú eres
Eres única y mis palabras se pierden
en la infinita riqueza de tu tiempo
en el auténtico misterio de vivir
Pero yo construyo mundos
y en el que he creado para tí
aunque te llames Mujer y te apellides Fémina
todos te conocen como la hermosa mujer de largos cabellos


Aunque no es el momento
toma esta flor y piensa en mi durante dos pétalos
porque estoy triste
y puedo escuchar tus pensamientos
y volver a estar alegre
para regalarte jardines y música


Tan poco tiempo tienes, Mujer relojera
que no te alcanza para escribirme un minuto de tu horario?
Ya que no puedo conocerte de otra manera
por qué no me cuentas algo que dé una pista a mis delirios?
Nadie te obliga, sin embargo todos te exigen
que des señales de vida para que la obra continúe
Mujer piernas largas, corazón de la lluvia
dime si te gusta la primavera o prefieres los días nublados
dime si prefieres el arco iris o el blanco y negro del cine antiguo
cuéntame un tesoro y yo te regalaré un secreto
Mujer de larga cabellera, fruta de la luna,
no me digas nada si eres transparente como el tedio

Qué hay entre un dedo cualquiera de tu pie izquierdo
y el cabello solo que cae sobre de tu oreja derecha
que cuando estoy a tu lado pierdo el equilibrio
te hago caso y confundo arriba y abajo?
Y entre tu risa, tu palabra coqueta y tu mirada oblicua
que cuando deseo terminar este ensueño sin salida
se me hace agua la boca, se me derriten las intenciones
y tu lo llenas todo y yo no veo otra cosa?
Sin duda hay un cuerpo de mujer y una vibración de hembra
hay lugares húmedos y lugares donde posar las manos
hay sangre caliente y movimientos lentos
hay palabras de madre y experiencias de muchacha
hay historias y proyectos, luchas y hombres
pero sin duda hay algo más que no se puede nombrar:
lo que causa que yo la trate de usted
y que todo lo que quiero me salga al revés.


Y yo que deseaba explotar mi contradicción en tu inocencia por falta de méritos
sólo disparé un par de petardos humedos que apenas hirieron tu conciencia de bella
Luego me miraste por más tiempo que el soportado por mi fachada de macho recio
y tuve que mirar las arañas del techo para que no sorprendieras el lamento de mis ojos.
Yo a veces te tengo rabia pero me calmo luego porque sé que no me debes nada
Yo no debiera escribirte una sola maldita línea más sobre como alzas las cejas
o cómo tu cuerpo se mueve cuando abandonas la escena o cómo tus labios se fruncen
cuando tus manos necesitan cumplir sus objetivos o cómo yo creo que eres.
Pero "no me mueve, mi Señora, para quererte, el cielo que me tienes prometido" (*)
Lo que me mueve es el simple hecho de que estés viva y cerca de mis pasos
Entonces me alejaré de tus caminos para quedar inmóvil en tu recuerdo
y tu paulatinamente te conviertas en cualquier mujer entre las mujeres
porque has de saber que ahora eres algo único y extraño para un ser humano de este planeta
ahora eres la elegida, la ganadora de un viaje a la poesía, la síntesis de lo que he buscado.


Dónde estás mujer?
Qué haces en estos lugares?
Mujer, dime dónde estás?
Dime, cual es tu lugar?
Quién eres, mujer aparecida?
Cómo llegaste aquí desnuda de luz?
Quien eres, luz de mi sombra?
Cómo eres, cómo te presentas?
Muestras tus dientes o tu risa?
Eres mucho más o una sorpresa sin fondo?
Qué eres, qué haces de mí?
Qué fuerzas tensan tus deseos?
Qué te dicen tus espejos
Qué piensas en la hora más silenciosa de la noche?
No respondas, mujer,
sólo dame tu silencio y tu luz

Claro de luna
Porción trágica de la esperanza infundada
Castigo indómito de las terribles tempestades
Exacta predicción de los temores del mar
Racimo de obsesiones de un destino cruel
Secreto de voces escondidas en los engaños de la noche
Novia alegre vestida de jardín y nieve
Promesa perfecta para los silencios del amor
Tierra generosa de surcos ardientes
Prístina promesa de amaneceres
Calma de la tormenta, ojo de los huracanes

La Joven

De pronto, fascinado

Cuando sonríes, brota un cardumen de espadachines
que luego de nuestras miradas cruzadas
deja el jardín de tu tórax en la selva de mis latidos

Cuando ríes, el ojo de un recién nacido
me guiña el ojo desde el ombligo
y yo también río, pues las razones de mis silencios
sucumben ante el cristal tibio de tu alegría.

Cuando callas y brillan tus ojos
hay silencio y fuego en mi esperanza
Algo me duele, algo que huye entre el vientre y la garganta
cuando cesas de reír y me clavas tu mirada.

Cruzados, cenizas fugaces del rayo
aquí, en la perfección de la coincidencia,
cuando mi amor se ha hecho heraldo,
te he encontrado
y me he desencajado,
otro mar brumoso
exactamente contenido en la certeza de tu sangre.

Y si no he dicho que te amo
es porque un precipicio de alfileres
me provoca un vértigo de mudos.
Pero mira lo que hasta mis uñas gritan
y sabrás hasta las letras con que he nacido.

            Sin titulo

Sabes tú, luciérnaga que intensificas mi luz,
acaso sabes, fruta veraniega con sabor a primavera,
imaginas siquiera, acertijo de peces y flores,
has pensado, cartílago de mis vértebras occipitales,
pasa por tus razones, noche donde caen mis auroras,
te detienes de pronto, prontitud de mi pereza,
callas sin motivo, voz de amor que desconciertas mis vocales,
¡sabes cuántos besos caben en la copa de nuestros deseos!

¿Acaso crees que tu laberinto
es sencillo para mis pezuñas gastadas?
Extraviado y gozoso, hallazgo de mi tristeza,
fuera de mis goznes, perplejo y listo
para unir nuestras direcciones
¿Crees, azalea con tallo de corales,
que tal crucifixión de resucitados
no sea tan duradera como el hechizo de las religiones?

Ten en cuenta que no eres epíteto de poetas,
aunque colme tu presencia con nuevos diccionarios.
Sucede que debo saciar tu ausencia
con las palabras más cercanas que nos separan.


                        I
Tanto mis pupilas han estado en esa suave dulzura llamada rostro tuyo
que sé cuando entras al estremecimiento de tus reflexiones:
como que tratas de llevar un disgusto de ojos cerrados a los límites del corazón
y luego por tus ojos, chispas de risa y máquinas de dominio como yunques
me dejaran como el tallo de la cabellera que culmina la aparición de tu cuerpo femenino:
es decir, reducido al perfecto viento de tus deseos.

Me creía domador de los alaridos de mis lobos
Me creía trapecista de las superficies de mis abismos
Me creía el fatuo emperador de mi líbido transfigurada
Me creía el altar donde se sacrificaba el llanto de los débiles
Me creía un espejismo superior a las arenas e ingobernable por los desiertos
Me creía un bicho altanero excepcionalmente dotado

Y llegas tú, y las rendijas reclaman sus necesidades
Se caen los aspavientos de mis hélices, se caen hasta el suelo
donde pretendía que a mis huellas cayeran los tejados.
Abdicación, sencillamente, fruta, talismán , eslabón, risa, cielo,
del pernicioso constructor de pesadillas,
Y apareces tú, y desaparezco de mis propias teorías
y te haces la ciencia de mi ignorancia
en pocos versos, te conviertes en la biología de mis órganos.

¿Qué hay al final de tu mirada, cristal donde termina mi brillo?
Escucha mi susurro: hay un constante nacimiento de estrellas
hay una sirena triste anudándose el cabello
hay fuerzas inactivas aparejando naves
hay cuerdas, cofres, botellas y flores
¿Me permites, siquiera, pertenecer a la invitación de tus párpados?

                        II
Confieso que he sido engañado por lunas sangrientas
La “noche oscura del alma” enardeció los soles del desenfreno
Venganza de arpías poblaban mis genuflexiones al licor de los desesperados
La fiereza de mis palabras hacía pusilánime mi verbo
Sin embargo, el puño siempre en alto frente a los amaneceres.

Como nenúfares libres de amenazas
en el tibio borboteo de mis ebriedades, noche estancada, hervidero de mohos,
mis flores desplegaban los venenos de todas las libertades carentes de sentido
Degeneraba hacia un marasmo de delirios señalado por un sarcasmo al hombre de pantuflas
Infierno en castellano antiguo, miseria en panfletos de economía.

                        III
Cometa primordial luego de la corrección de mi órbita
Gladiolo bienvenido, invade mis raíces, deslumbra mi jardín
Amor mío, sencillamente, rápido estatuye la medida de mis tierras
Con tus manos acariciando los huesos donde se encierran mis versos
con las mías sobre el último esbozo de tu sonrisa
inmóviles, íntimos como el silencio de nuestros ojos,
mi voz empezará a derramar la ofrenda a tu bendición:

“La guirnalda de nuestros abrazos sea la primavera de nuestro camino
Tu cercanía, el motivo de mis límites; tu confianza, mi ceguera
El fin de mis alacranes, obra de tus palomas
La música de tu garganta, regocijo de mi pecho
Tus manos, lazarillos de mi certeza; tus ojos, vendimia de mis luces
Mis palabras, eco marino de tus ciclos
Yo, tú en el idioma que hablo desde que llegué a tus regiones
Tú, yo si deseas aprender este nuevo idioma
Nosotros, el diseño perfecto de un compromiso de libertades”

“Déjame ofrecerte el fruto de tus efectos
Déjame colmarte de descubrimientos, primor de las causas,
Déjame comprobar la falacia de las imposibilidades
Déjame entregarte las llaves de mis ciudades
Te regalo todo lo que posea la medida de tu belleza
Los cirios más secretos de mis catacumbas,
las palabras que no he dicho, la sal de mis lágrimas,
las furias que inquietan mis profundidades,
los significados que encierra el imperativo te amo,
las moléculas que ciñen mis días al efluvio de tu piel,
casi todo te ofrezco pues aún no conozco mi infinito”

“Fui un vasto territorio de tigres, una cicatriz de dolores antiguos
Vuelvo con los dones de los exploradores de utopías
Tuyos son, preciosa confirmación de los vislumbres de la guerra
Tuyos los dones para que sean la paz de los recuerdos
(Escucha como sube la marea de mis venas
Mira como surgen violines por mis labios:
son los hechos que señalan: lo que he callado está consumado
Silencio. Que el otoño se acostumbre a las hebras de tu cabello)
Ahora soy el ápice de tus manos frías, ángulo imperfecto de la rectitud de tu compañía
Estoy aquí, en la circunstancia ya plasmada en los sueños del útero,
con un ángel rescatado de los cielos, y si no creyera en la paciencia de las religiones
debería creer en las intuiciones paganas de los que vigilan sus relojes.
Pues si no te conocía y te esperaba, arrebol de ocasos, inaudita aurora austral,
- como sembrador asombrado de sus tierras, no me canso de cubrirte de palabras –
sólo resta la esperanza de saber que aceptas a este poeta y sus ofrendas”

                        IV
Mujer, junto a ti ha regresado la poesía
Tu gracia permite este renacer de un oficio que se me escapaba
Significas todo lo que crece y perdura
Logras que “Yo” termine su primacía y “Tú” sea el pronombre de mis desvelos
Mujer mía, “Nosotros” debe ser el fin de esta gramática

Ella es el nombre dado a este suceso que abismó mi camino
es el nombre con el que bautizo a las hijas de mi numen
es la forma de mis labios cuando me preguntan: “Que es de tu vida”

¡Y yo creía que las musas eran mitología o alucinaciones de tuberculosos!
Abjuro frente al patíbulo por el descaro de semejante infidelidad
¡Viven, está aquí, su nombre es la distinción de mi alegría!
Lo grito para que las creencias sean respetadas
Pero este entusiasmo pertenece a mis voces
Poetas, buscad lejos de mí vuestras religiones de amor

Quiero danzas de primavera, quiero lunas de verano
quiero vientos con cantos de árboles, quiero ríos con nieve de montañas
quiero un festín de pájaros en la mesa de la amada
Carnaval, amiga mía, para celebrar la llegada de tu señorío

Noche estrellada, un velo de violetas blancas prepara la rosa de tus labios
para que mis besos reconozcan la humedad de los tuyos
Y te beso y el silencio acoge nuestros ojos cerrados
Y la noche define un ecuador nuevo para separarnos de los trópicos sin amores

En paz luego que tu bandera flamea en las llamas de mi alegría
enlacemos en silencio los regalos de nuestros destinos
Sepamos lo que antecede al hecho de nuestras realidades
Gocemos de las sorpresas que solo los amantes encuentran en las monotonías
Déjame dejarte tu libertad para que dispongas de mi cautiverio
Abrázame cuando notes que tiemblo por ti
Desde ahora, dejo de existir para los tribunales de multitudes:
me basta el juicio de tu capricho o la plegaria de tu deseo
Nada me pertenece si no lo tomas tú: tómame entonces para ser
Así formado por el contorno de tu entrega
íntegro, abundante, feliz te cedo mi soledad
y todas las potencias de mi egoísmo
Nada te pido, tenue delicadeza de mi batalla,
excepto lo que hay un minuto más allá de tu sonrisa.

                        Si tú no estás aquí       

(Se agradece el título a Rossana)

Se me cansa la paciencia de vivir
Quisiera lo instantáneo como reloj
Me marchito por falta de luz
Me duele el recuerdo de tu última voz

Si tú no estás soy un triste maniquí
que insensible mira pasar la comparsa fútil de los demás
Sin ti, un eclipse de tumba cubre el giro de los días
Lo cotidiano muestra su monótono terror
Sin ti soy una excepción a las leyes de la vida

¿Qué consideraciones
le debe la tristeza a la distancia?
¿Qué significa que si tu no estás
donde mis sentidos toman su aliento
una lentitud de pantanos
rija la cadencia de mi sombra?

Tu ausencia me agota
Debo engañar el tímpano de la persistencia
y tensar el arco de la velocidad
Infligida esta violencia a mis soliloquios
invoco al sueño
para que oculte la insolencia
de los paisajes carentes de tu figura

(Odio el motivo de tu ausencia
como causa de poesía)

Necesito el obstáculo que confina
el ritmo de tus cejas
para deducir la lógica de los acontecimientos.
Necesito la duración de tu tiempo
para que los calendarios caigan silenciosos.

            Y cuando estás...

Me agazapo como fugitivo para que no notes la intensidad de mi escrutinio
Aunque no lo sepas, te dedico lo que callo, lo que el orden no permite al caos
Cuando estás, debo frenar la poesía para no ruborizar mis convicciones
Sangro más de prisa para que creas que muero y detengas el funeral de nuestra despedida
Cae arena a mi garganta y no te digo el corolario obvio de lo que has oído
Soy hereje,  pues creo que eres diosa o hechicera
y sometido a tu omnipotencia o rendido a tus conjuros
quedo fascinado, inmóvil, a merced de tu mirada.
Pero eres mujer cristiana, terrenal, sencilla como el saber milenario
¿Entonces, que posees que cuando tú estás nada me falta salvo mi cabeza?
Y en el vientre un pisoteo de vendimiadores no da el jugo suficiente
para que una gota de saliva aclare las pocas palabras importantes

Es evidente que yo te quiero pues sólo mi voz no ha hablado
Ocurre que tu has sorprendido mi costumbre de pronosticar errores
y me cuesta pronunciar estas viejas melodías con mis gastados violines
También es claro que mi entrega no requiere telegramas de regreso
Pero si tu estás, no me preocupa la tristeza de un desengaño

Trato de esconderme para conocerte primero
y obtener una ventaja frente a tu victoria consumada
Finjo posturas de marinero ebrio para impresionar tu sobrio arroyuelo
Hablo como testamento de presidiario para que no descubras mi azoro
Me hago el bufón para ver ese objeto precioso que me domina: tu risa
Ya ves, cuando estás tú, que importancia puede tener
la obra maestra de los artistas inmortales
o la granítica belleza de las cordilleras

                        Romántico español

No me hieras tanto, divina crueldad,
con las aguzadas saetas de vuestro desprecio
No rechacéis el homenaje de mis súplicas
con el desdeñoso vuelco de tus ojos

No me castigues, dueña de mi corazón,
con el cilicio ardiente del odio
Escuchad mis ruegos fervorosos
como Dios escucha los vuestros

Muero, luz de mi sepultura,
Una sola palabra vuestra será el bálsamo
que me devuelva al mundo de los vivos.
Oh malvada, apiádate de este cadáver.

            De ti para mí

Tú has recobrado la inocencia de mis dones
Has interrumpido el monólogo de mis  fatuas frases de independencia
Has hecho de la poesía el natural exceso de mis energías
Has confirmado mis fuerzas, me has puesto en mi lugar

Me has hecho comprender que le debo una canción a la ternura
Estoy inflamado por el espejo de tus rubores:
debo arder, soplar mis cenizas para que sean tu abrigo
comer de tu pan, abrazar tus exilios, impregnar tus rincones
con urgentes declaraciones de amor
Lo absurdo convertido en traje de oficina has realizado
y te lo agradezco con una renuncia escrita a los silogismos del cobarde.

Tú has encendido el clamor de mis denuncias
Un solo brote de tu juventud fértil
ha bastado para que el dique impuesto a mis lluvias acumuladas
reviente como un parásito y se derramen las corolas de mis afectos.
Las palabras surgidas de la cicatriz de tu daga
son para ti, de mi para ti, milagro de mi conciencia.

            Me acerco sigiloso y te digo

Amor, salgamos esta noche sin soltarnos de las manos
Caminemos en silencio y escuchemos nuestros rumores
(Bajo un árbol nos abrazamos y murmuramos el sabor de nuestros besos)
Caminemos abrazados con nuestras miradas fundidas
Porque tu sabes que en la noche no tropiezan los amantes
¿Sientes cómo te habla mi sangre, zargazo de la luna?
¿Adviertes como desaparece la gente de nuestro rastro?
Nos confunden con un extraño animal de cuentos de hadas:
el que sólo muere cuando su único corazón cesa de latir.

Amor, acompáñame esta noche a los senderos del vagabundo
Esta noche es triste, noche de estrellas solitarias
así que aférrate a mi cintura para que no perdamos el hilo de nuestros dedos
Estamos solos, la gran noche, el vértigo de los astros
el terror antiguo del borde de la nada.
¿Comprendes ahora la magnitud absoluta que encierra una pareja?
¿Comprendes el poder de dos manos unidas levantadas ante el infinito?
En la noche, cuando el silencio y la obscuridad muestran nuestro ínfimo extravío,
es cuando se debe decir: te amo, soledad hermana.

            Me has trastornado hasta los tuétanos

Yo solía mentirme para proteger mis altanerías
Acostumbraba a burlarme de los sentimientos serios
Mi lema era: que me importa, a la cresta con todos
Y debía embriagarme para mostrar el terrible rostro del déspota.

Cuando me aburrí de ver el terror en el espejo
quedé estéril, vacío como el hambre de los muertos
Mi lema fue: no pierdas la calma, engáñate con sutileza
Y debía simular una perfecta entrega al tiempo.

Así siguiera, pero vienes tu y viene el torbellino
De pronto, las mariposas derrotan a los murciélagos
El obsceno esperpento de la vulgaridad cotidiana
muere, y se levantan olvidados instintos de pureza
que me muestran claramente que mi huida era una cobardía
Me has hecho un valiente, me has recordado
que además de poesía, las palabras son la nobleza de hombres y mujeres
Aunque no eres doctrina, has inculcado dogmas sencillos
a las complejas ignorancias de mis soberbias razones:
por ejemplo, lo valioso de los hombres reunidos
la existencia de las causas sinceras
el respeto sin tasa a los errores del individuo
Y en las cosas sencillas, he descubierto poemas
donde antes sólo cabía una mueca de fastidio.

Pero este trastorno no sería  el recio derrumbe de mi agonía
si no hubieras inspirado este amor que me tiene conmovido:
este amor que me hace destilar poesía sin retorcer las palabras
que me debilita, me duele, me despoja,
me desnuda, me saca de mis arsenales,
este amor que da origen al tiempo del trabajo,
este amor que ahora me pertenece y te lo regalo
este amor, querida, es lo que ahora corre por mis venas.

            Por qué no te he dicho  “te quiero”

Te lo he dicho pero aún sin sílabas sonoras
Cada voluntad de mi cuerpo lo ha gritado pero la lengua es una rebelde esclava
Tal vez es un arcaico miedo a un rito de poetas prohibidos
O puede ser que no te quiera sino que te amo
y decir “te quiero” suene a orden de coleccionista de emociones

Aún así, te quiero no como tesoro sino como abundancia
que derrama sus excesos a la vera de mi camino
Te quiero precisamente porque has alzado mi voluntad
a la cumbre donde la rebeldía presiente las revelaciones

Porque temo enmudecer para siempre si dices no quiero
La ira más triste de todos los volcanes apagados
sería ese cuerpo despojado del único alimento de su voluntad.
Te quiero como esperanza, te amo inclaudicable y presente.
No permitas que construya un féretro a esta insolencia de mis temores

Dominaré los espasmos de mis alocuciones ventrales
Ocultaré las contracciones del parto de mis yunques
Ordenaré las bibliotecas de mi azotea
y te diré:
claro que te quiero, crisantemo de las cordilleras.

            Me preguntas: ¿te enojaste?

Ni aunque traspasaras mi corazón con el desprecio mas aguzado
caería de mis escamas enamoradas la más diminuta queja
o se desprendería el más ínfimo lamento de mis labios.
El silencio más silencioso de la pena sería el único enojo ante tal herida.

Preciosa, si me preguntas “te has enojado”, porque hoy no podré tocar tu mano
atrapo una estrella fugaz para fabricarme un gozo de saltarines
me corto el pelo para lucir mi calva regocijada
te pido seriamente un continuo enojo pero a dos manos

No cabe el disgusto donde tú lo ocupas todo
No hay profeta que te diga lo que te digo:
nunca serás el motivo de mis iras, nunca la flor de mis venenos
Para ti, escojo lo más transparente de mis instituciones
Por ti, sólo encuentro transparencias hasta en mis grietas más tortuosas
Sin ti, soy una llaga de enojos
Sin ti, casi no soy
Sin ti, no
Sin ti
Sin
....

            Explico mis entrañas

Deben saber que son un archipiélago luego del huracán
Me duele el corazón donde acostumbra a rezongar el ombligo
Donde debiera empezar la risa se me aprietan los intestinos
Donde el aire cumple su renovación hay enzimas descompuestas
que amargan mi saliva y enrojecen mis ojos
Al mar gástrico cayeron hormonas de tristeza directo del corazón
y ahora no sé distinguir el hambre de los infartos por el silencio de su ausencia

Cuando arrecia la intensidad de su recuerdo
soy todo entero una víscera indefinida en progresiva consumición
Se me arrugan las pestañas cuando su voz late en el ventrículo de mis tímpanos
Se condensan los esfínteres de mi respiración si presiento su humedad
Esa insólita unidad de la adrenalina y la pausa prolongada de parir latidos
Ese incesante rumor de arañas en los intersticios pesados del aire
¡Y ese nudo de peritoneos ácidos que oprime el vientre!

Inaudita es esta convulsión de mis entrañas
Pero para explicarla no necesito cursos de anatomía
ni la concurrencia de un colegio médico
ni tampoco otra estrofa de delirantes presunciones.
No, señores farmacéuticos, no me ofrezcan el elixir de sus laboratorios
La causa y remedio de todo este extraño síncope es ella

            Si me llaman

Digan que estoy bajo un árbol deshojando mi ojos
Digan que salí a ver el parecido de la muerte en la noche
Digan que dejé un rastro de caracoles moribundos
Digan que dije el testamento de los cementerios

A todo el que me llame, díganle que estoy envenenado
Pero a ella díganle que la amo y espero su llamada
No le digan que fui a la noche a gritar su ausencia
No le digan que dejé la puerta abierta para escuchar que yo no estaba

Cuando vuelva, no se asusten por mis ojos vacíos
No se asusten si mi ropa huele a muerte
Sólo díganme si escucharon la voz de la que respiran mis palabras
Entonces verán una sombra encogerse de frío
o un cuerpo erguido arrebatado de soles.

            Tal vez omisiones

Eres una clase de porcelana que no he tenido en mis manos
y temo arruinar con mis asaltos impremeditados tu delicadeza
Por eso la distancia que impongo en admirar, digamos, la línea de tus labios
o la suave colina de tus párpados
o la frescura de arroyo de tu risa
o la insinuación perlada de tu sonrisa
o los jardines de almendras que coronan tus ojos
o la premonición de amaneceres de tus mejillas
o el brillo de nogales de tu cabellera
o la incógnita seda cubierta por el pudor de los roperos.

Si no me arrojo a besar tus labios es por dejar intacta la caricia de tu sonrisa
Si no te abrazo hasta dejar tu silueta en mi piel
es porque necesito aire para decir que te amo
Si no te doy la mano es porque temo convertirme en candado
¡Si no te entrego todo lo que mis células reclaman
es por el temor atávico de los presuntos Don Juanes!

Deja que sea espontánea la combustión de nuestras hogueras
No seamos responsables de la cosecha de nuestras manzanas
Pospongamos el delirio de nuestras médulas
hasta que sea insoportable el vacío de los centímetros
hasta que sea inevitable el desequilibrio de nuestros imanes.

Y si estas consideraciones son imperdonables para tu paciencia
házmelo saber con hechos que manifiesten el olvido de esta poesía.

            Final

Fuiste la musa pasajera de lo nunca comenzado
Inspiraste movimientos que confirmaron mi tarea
Te lo agradezco aunque hayas decidido el silencio de la distancia
No lucharé por ti, estoy cansado golubchka
luego de la triste esperanza
Vuela hasta el límite de tus alas
Tal vez, algún día, nuestro vuelo alcanzará la misma isla
Fuiste el amor, fuiste un inicio
Ahora vuelvo callado a buscar lo que encendiste en mi luz
Me voy, nos vemos, adiós.
Hasta la muerte en mi recuerdo,
por siempre en mi esperanza.