Indice

Demoliciones

La vida llena de montañas

Notebook

2000

Torrentes de acetilcolina

Poesía 2000

Demoliciones

            Demo 1

El mundo idílico acaba
cuando empiezan a desnudarse las palabras
Los pajaritos de miel y avena
devorados por el buitre de selva y exterminio
Huyan, que va a caer metralla de mi lengua
Diré lo que se dice ante la derrota inminente
Llanto y desesperación, coro inclemente

Hay gente que no se ama pero ama decir te amo
Hay gente que se odia pero sus hijos son los ojos de sus amores
Hay desengañados que se sorprenden de su engaño
Hay quienes escogieron el camino equivocado
¡y lo saben!, pero es mucho el camino recorrido:
volver es esfuerzo “sobrehumano”, la muerte nos redime.
Huyan, busquen el calor de las adecuadas mentiras
contradíganse hasta que se les endurezca la lógica

Mírense al espejo mientras defecan
Tal vez el rictus de expulsión
detenga las ganas de abrir la boca.
porque entre cagar y soliviantar el seso
por esa boca sin cesura con el encéfalo
sólo por el olor se asemejan.
Vomiten las palabras hasta que el silencio los delate
Soporten el sonrojo hasta que la vergüenza duela
Sí no, huyan al hogar, enciendan los televisores.

                        Demo 2

El odio supura por el ombligo
Una costra de palabras se acumula en la lengua
Gritar: estoy harto, caigan los lazos
Quiero silencio para perderme en mis malos olores
Quiero que todos sepan que miento
porque las verdades encogen los egos establecidos

No tengo fundamentos y en precario equilibrio
me burlo, derrumbo, apoplejía de angustias,
corrompo las situaciones, quedo solo,
social, antinatura, fuera de quicio,
impulso cancerígeno de abortar compañías

 

            Demo 3
Armado con municiones de rabia
fusilo en el paredón de las semanas
al día Lunes que como un gigante anuncio
me muestra la real imbecilidad de las obligaciones contraídas

Lo remato hasta que los minutos se agusanan
lo pisoteo, lo muerdo, le reviento a patadas los segundos
Es un asesinato impune de un día inocente
Es el grito del que calla para no asustar a los corderos

Empapado en sangre transparente
para los que sólo ven la sangre de sus narices
entro al engranaje donde se demuelen los individuos
y expulso semen y mierda para aclarar sus ideas
Y nadie ve esta oposición de semejantes
pues están ocupados en poblar el Lunes
con los billetes arrugados del fin de semana

            Demo 4
Hay días de odio
Todo el esqueleto se contrae para gritar obscenidades
al amor bienaventurado de las biblias cenagosas
Toda la saliva y bilis acumulada en la rutina rumiante de los días
se escupe a los burgueses domingueros con su prole de rubios
Se aprietan los puños, se agudizan los ojos, se afilan los dientes
y se derrama sangre propia y ajena

Hay deseo de ruinas
Destruir desnudo todo el acervo de bendiciones
Gritar sobre todo para que los sordos queden mudos
Destruir sociedades para ceñirse la angustia de las soledades
Huir como remolino de cuchillos
dejando un hedor de gangrena en las felices cicatrices

Hay necesidad de bestia
Expulsar violencia desde los intestinos contraídos por la costumbre
hacia la burocracia inclemente de las marmotas civiles
Purificarse de los temores con los odios ocultos
de esas muecas flácidas de las que cuelgan sonrisas

Hay malditos días de odio
en los que se desea arrojar por las letrinas
todos los dioses y leyes que aceitan la máquina.
Sólo me detiene la visión de mi cadaver
amortajado en una habitación con fotos de mi juventud.

La vida llena de montañas


Llena de alturas, de nieve
Llena de alturas aun en la profundidad de los océanos
Abundante de diferencias
Plétora de bellezas, vacía de palabras
pero dispuesta a ser bautizada
por los caprichos de un poeta urbano
o los balbuceos de un niño ignorante

Vida de árboles y flores
de luces y órbitas veloces
Vida incógnita, avasalladora
furia de insectos, viaje de camaleones
desiertos, hielos, selvas
volcanes ardientes
razas perdidas en praderas áridas
vida de reptiles en roqueríos de gaviotas
agua de lluvias, de transpiraciones, de vegetales
de lágrimas de mujeres pariendo generaciones de hombres
fuego de estrellas, de hogueras y cataclismos
fuego de usinas y hogares
fuego de animales salvajes desvastando manadas herbívoras
y noches con luces de lunas, con luces de astros
lejanos donde ahora oscurece la vida
con luces de peces fosforescentes
con luces de lámparas, con luces de música y esperanza
cuando la oscuridad del alma niega la vida
y propaga la muerte

La vida en avalanchas de frutas
La vida atómica estallando en los espacios
Las mañanas del mundo en las montañas de la tierra
El vuelo de las aves, el polvo de las manadas
el grito de los niños, el silencio de las cumbres
la vida en las raíces de los árboles
en las hojas marchitas de los otoños
en las madrigueras de los roedores ciegos
en las proteínas invasoras de las bacterias
en los mármoles mohosos de los cementerios
en el nacimiento de galaxias
en la muerte de los universos
La vida feroz de los miserables de la tierra
La vida que destruye sus criaturas
con cataclismos de tierra y agua
con fríos inclementes, con calores poderosos
con manos asesinas, con guerras de supremacía

La vida de los hombres
como historia de sus palabras
Ruinas humanas, monumentos terrestres
no cesa la vida de adquirir formas
formas de vientos rizando lagos
de abismos submarinos con ciudades oscuras
de islas solitarias con vidas singulares
de minerales hirvientes, de lagunas bullentes
de gatos muertos inmediatamente olvidados
de tanta vida como días tiene el hombre

Vidas perniciosas junto a vidas malgastadas
vidas de santos, vidas de asesinos
vida de prostitutas, vida de maricones
vidas corrientes, vidas extraordinarias
carrusel vertiginoso de ejemplos multicolores
Vida en la muerte, en el jolgorio de la podredumbre
vidas incógnitas desaparecidas de toda historia
vidas frenéticas, vidas encaracoladas en la rutina
vidas idiotas, vidas deformes, vidas sicóticas
vidas de todos los días de todos los pueblos
vidas humanas con el sello del misterio

(Cambio de posición. Entra un brillo de copas)

Vidas de noche atrapadas de frío
Vidas del olvido arrastrando sus pasados
a las circunstancias ingobernables de sus presentes
Vidas de los que se regocijan en las imperfecciones
pretendiendo corazones puros
sociedades engarzadas en sus ombligos
Vidas de mujeres desnudas
siendo poseídas por las masas masturabantes de las grandes ciudades
Vidas naturales estupefactas frente al poder del artificio de las razones

Vidas duras de los que imponen sus decisiones
Vidas enfermas que se pudren en la esperanza
Vida de marineros anclada en sus terrores
Vidas afortunadas que mueren en la posesión de sus acciones

Notebook        

    Marasmos salinos

El zumo agrio de una sirena limonera
mezclado instantáneo y coetáneo
con la dulce sífilis de un  tiburón desollado
es la causa torrencial de la ronda del niño

Me lo dicen llorando amautas submarinos
en playas limeñas asfixiadas de erizos
Me lo dicen ebrios diaguitas del Atacama
en este desierto que ha secado hasta sus penas

Del océano, me dicen todos, proviene la sequía
“La química de la sal
exhausta de parir hipocampos sin estribos
ha engendrado polvo en la cintura de la espuma”

Y henos aquí
confiados en pantanos oxigenados
y dejando todas las luces prendidas

            18/1/99

Me duele el diente
El dolor colma la saliva de la sonrisa
Me aprieto el diente y se estira el dolor
Maldito el dolor de una carie de la vida

Me duele porque debe dolerme
No he seguido los ritos dentríficos
con la esperanza de un rito fantasma
Y estoy perdiendo el diente y la esperanza

Me mantiene con la boca abierta
el inerte olvido de los relojes
y el látigo acuciante de escribir la tumba abierta
Me mantengo para la gran huída

            Ahondemos

Ahondemos
Afilemos las pupilas de nuestros desfiladeros
Ahondemos las fisuras de nuestros tentáculos
que
c
_a
__v
___a
____n
el hoyo precipitado en los agujeros
Articulemos una paranoia de decisiones
Ahondemos el vacío para unir abandonos

El de la calle, el auroleado de único
ahonden el rictus de la desesperanza
estremezcan su boca con gárgaras de gritos
no abran su puerta si no caen en un pozo
ahonden la paradoja de Aquiles con ciencias exactas

Ahondemos juntos las danzas centrípetas
Separémonos para encontrarnos en los confines
Ahondemos la silueta carcelaria de nuestros designios
Con estrépito de hecatombes
con placer de estrella agonizando sus fulgores
ahondemos la cicatriz que hiende
el deseo de paraíso y el refrán de infiernos

Hablen el santo escéptico
que cuelga dioses de sus temores
el poeta que desconfía de la poesía
el fundador de lucros organizados
el filósofo que descubre donde poner sus manos
Que hable el que habla por sus bolsillos
el que aparenta ser medido por sus acciones
Que hablen las mujeres de pueblos masculinos
los propietarios de nacimientos inadecuados
los que no están a la altura de sus deseos
los miserables que hablen para saciar sus miserias
los degenerados por generación espontánea
los inconformes con sus semillas hereditarias
que hablen los que callan pero gritan en silencio
que hablen para ahondar la palabra
profundizar el surco donde se aran nuestras comunidades

Ahondemos, colega,
ahondemos el terror de la realidad fugitiva
ahondemos la razón que se pierde en el sueño
ensanchemos el horror de nuestros ojos vacíos
inclinemos la balanza con dados cargados
enfurezcamos de llanto nuestras gargantas secas
juntos pero ahondemos
la inmensa grieta que sobrecoje nuestros ojos

Con las palabras que nos atan a la tierra
ahondemos los túneles donde se encuentran los espejos
Enclavemos hitos eléctricos
donde la historia enseña el derrumbe
de los imperios de piedra
Prescindamos de instrumentos
cuando el fuego deba ser encendido
Ahondemos en la plena razón del engaño
Inpongamos la última deducción
como principio del fin de los axiomas
¡Lo sabemos todos
pero un santo silencio
impone una paz de cadáveres a los vivos!

Con las traiciones diarias a las promesas
con la paciencia cansada de los asnos resignados
con la embriaguez de un destino decidido
con la ignorancia soberbia de los destructores
con las manos sucias, la mirada limpia
con la culpa que detiene las voluntades
con lo oculto tras las cortinas
con las anclas, las cadenas, los cerrojos
con todo el ancho vendaval de arterias
ahondemos la distancia que profundiza la tumba
asolemos de culpas los felices cementerios
suprimamos la eutanasia de la lógica
mintamos seriamente la magnitud de nuestros deseos
desaparezcamos sin convicciones en los abismos de la duda

Ahondemos, cavernícolas avezados en religiones,
irritemos la llaga para consolar dolores
sin vergüenza, con temores, desnudos
como mandriles alimentándose de carroña
desadaptados, livianos, veloces
inconexos, espontáneos, imprevistos

Ahondemos la ira de la indiferencia
Ahondemos la plenitud de nuestros vicios
Ahondemos el habla de nuestros gestos mudos
Hablemos sin miedo de nuestros coágulos de hambre
hablemos con los puñales en las manos
disequemos la humedad de nuestras evasiones
pulcramente expongamos las várices del desaliento
sin prisa, titulemos nuestras noticias con hechos
Ahondemos la causa que motiva nuestras manos

Propongamos nuetra ira a un cónclave de iglesias
Sin prisa, repito, impongamos nuestras reglas a los relojes
lentamente condensemos la atmósfera de nuestras edades
aprendamos de la brevedad signos imperecederos
adaptémosnos quietos a los convulsivos climas
ahondemos las primicias de nuestros inicios
seamos lo debido en la incerteza de los seres

Hablemos claramente aunque duelan las amígdalas
Hablemos de los tiempos idos como perfectas profecías
Gritemos para exhalar nuestros gemidos
En la lejanía, todo es silencio

 

Día (Reñaca)

En la playa, el gentío
como televisores sintonizados por la arena
transmite la manera urbana
de pisoterar las voces y ocultar el silencio

Van a ser asados a “término medio”
estos cangrejos aceitados
remojados en sal
para que el dorado sea parejo

Cocidos, deambulan con sus llagas
al atardecer, para agregar el último ingrdiente
mucho alcohol sazonado en bulla
Así, se pierde el sabor del dolor
pero se encuentra la insipidez del olvido

Y agregando tiempo a esta preparación
luego de las incomodidades de la cocción
las caucásicas pieles de la urbanidad
morenas pululan
desdeñando a los caras pálidas
acabados de llegar

            Noche (Camino Viña – Valpo)

Si miras de lejos las luces de los cerros
verás que tu mirada
de pronto se topa
con la oscuridad inmensa
de la noche del oceano

En un lugar indefinido pero preciso
termina la luz humana
y comienzan los abismos
donde temores son razones

Entonces se comprende el calor de las manadas
y la condena sagrada de las soledades
Porque los solitarios absolutos
o son dioses desterrados
o lunáticos con cabezas pobladas de multitudes

Y de pronto también se sabe
que para llenar el universo
basta con dos manos entrelazadas

            Día (Viña)

Impenetrables los paisajes
el alma se descuelga del anzuelo de los ojos
como paisaje sin embargo indescriptible

Del mar, metáforas de soledades turbulentas
de los cerros, apéndices de esperanzas
de las aves, absurdas nostalgias de serpientes

Imprecisos, siempre, estos contornos de encierro
Inseguros, como la mano que aferra la memoria
Amplios, para no equivocarse con la coincidencia de la distancia
Vagos, como el alma
o la misma palabra lenta para cazarla.

            Noche (Valpo- Subida Ecuador)

La Fama, Hotel Cordillera, Lagos Presidente
Atrás, en la subida,
viejas casonas atónitas con la “pubertad”
pesarosa de algarabías
sometidas al vulgo chillón de la diversión

Bajando, los automóviles del regreso
como ascensores que rechazan el riel
ascienden con su cuota de jornadas agotadas

La luna acontece, de pronto,
con un brillo ausente
como los perros echados rumiando su hambre
como el ojo blanco de uun cíclope impávido

Sin embargo y sobre todo
el triste andamio de mis conjeturas
prevalece en este ambiente de fiesta vagabunda

            Noche (Gertrudis Echeñique/Renato Sánchez)

Apresurado por certeza
piso la noche para exprimir el misterio
La noche inmóvil
donde las consecuencias del día
tal vez puedan escudriñarse en las estrellas

Carecer de ideas
para que vayan surgiendo los ritmos de vida
En la noche es más fecundo
el vacío que cobija las entrañas
Tal vez un grito, un golpe
una audacia de púgil para sorprender el silencio
Cualquier aspaviento da mejores resultados
que una búsqueda reflexiva de respuestas

Noche domesticada por electrones
sin la furia oscura del fuego
Aquí me permito la esperanza de los días
rectifico los laberintos
para que cesen las incertidumbres
de los pasos perdidos

            Noche (Parque Araucano)

Es cierto: la noche cae
y se levantan los brazos iluminados de la ciudad
No se oscurece
salvo en el cielo raso de sus jardines
No se detiene
salvo en turno anárquico de los vagos
Y está viva
aunque las plazas encementadas oculten sus raíces

Luz humana invadiendo el reino del arcano
Bosques de plásticos y hormigones establecen la conquista vegetal
Artificios de centellas
fundado por prófugos de las selvas
Geometras desbocados apaciguando sus distancias

Ciudad eléctrica fundada por velámenes y caballos
Se alza en el silencio sideral
como murmullo de luciérnagas
Sus habitantes no conocen sus dimensiones
sólo la  miden por el fruto de sus trabajo
Ciudad de noche
más definida, más agudos sus contornos

            Noche (Parque Bustamante-Pza. Italia)

Copa de estrellas
Mantel de estrellas
Pájaros glácticos gorjeando estrellas
Anillo de estrellas
Agua estrellada en los cerebros vacíos

¿Nacieron todas las estrellas?
¿Agonizan todas las estrellas?
¿Cuán lejos o cuán dentro estamos de las estrellas?
Palabra estrella, estrella de palabras

¿Adónde van las estrellas o ya llegaron?
Estrella de la mañana
Noche de estrellas
Estrellas exactas, medidas, viajeras
Ciego de las estrellas
Estrellas mensajeras
Circo de estrellas

Ha caído una estrella
Se acabaron las estrellas

            Noche (Carlos Antúnez)

Arde el sol
Se devora a si mismo como todos los solitarios
Furia del sol, llamarada de azar
Cataclismo de luz, cíclope enérgico

En la noche, el frío
nos recuerda que viajamos perdidos
en un universo oscuro
condenado a morir en la agonía de la luz

Se nos olvida el caos esencial
La luces de la noche se pierden en la ciudad
Los ojos no reflejan el pálido guiño de la luna
Vagabundos esperanzados durante el día
Perdidos inexorables en la noche

Recordemos una vez más
que el artificio construído por los niños de la humanidad
pende del equilibrio de telarañas de cristal

            Noche (Parque Balmaceda)

El fósil petrolero raja la noche
la triza, la divide, la perturba
la fractura, la tritura, la hace día

Coágulos de sangre negra vacilan por el aire
Ese ruido urticante de sus engranajes y poelas
atrofia los paseos, enloquece los relojes
muele el pensamiento, arruina los amores
prohibe las conversaciones, degenera los árboles

Tentáculos ingobernables de los pulpos de fierro
conducidos por narco dependientes de la gasolina
gerentes de papada viscosa
amas de casa con orificios vacíos
oficinistas de culos grasientos
muchachos con los genitales al volante
políticos del pueblo en modelos de aristocracia
pies pelados con el olor de los corrales

Sólo una poesía
puede callar esta vocinglería de acordeones

            Noche (Plaza Dinamarca)

Ensordezco frente a lo humano de la noche
El silencio se aparece acompañado de ladridos
y reduce sus poros a la tensión de mis tímpanos

Entonces, escucho:
“He aquí que soy el mensajero del misterio
Quien tenga oídos, que me escuche;
Aferrate a la vida
tanto como la muerte te lo permita
Recuerda que yo, la noche y ella
somo los mensajeros del misterio”

Y yo concluyo:
“Quien tenga paradojas en sus temores
comenzará en silencio
durante la noche
a preparar su corazón para Ella”

            Noche (Casa)

Comprendes que la niñez ha muerto
que el rostro bello de la infancia
es ahora una máscara
toda mueca para que los ojos que te ven
vean sonrisas y petulantes aspavientos

Tu rostro infantil, tu risa adolescente
(transparente como una mano abierta)
tu lugar definido
las cosas claras por desconocidas
el mundo propio, las distancias breves
esas miradas de las antiguas fotografías
nunca más serán recobradas
esa plenitud de ser perfecto
de vivir con los ojos cerrados
y sólo mirar las flores de los caminos

Pues bien, todo eso ha terminado
Terminó
Ahora, en la ciencia cierta de medir las palabras,
y atenuar el dolor de la duda
con mentiras tomadas por verdades
el melancólico proceso de acostumbrarse a la noche
año a año va desfigurando la cara niña
hasta que el espejo decida entre el olvido y el renacer

Tal vez es triste este autorretrato de reflejos
Pero es la historia de todos nosotros
De una perfecta ignorancia muda
pasamos a la fatua sabiduría de abrir la boca
o más afortunados, a una creencia que mitigue el abandono

No se miren al espejo
si en sus manos ha caído una fortografía
de tiempos lejanos

            Noche (Parque Araucano)

Aunque no lo creas
no estás mirando hacia arriba
¡estás mirando lo insondable
lo que carece de dirección
esa voraz distancia
en donde la luz es una vieja paralítica!

Engáñate y cree que es tu ojo el que confirma las velocidades
No permanezcas mucho rato al borde del vacío
Sonríe como sobreviviente de mil batallas
cuando las fauces del universo
intenten hincarte su cósmica incertidumbre

Mira las estrellas como el límite de tus persecuciones
Obedece el instinto de la piedra y permanece sereno
Que te conmueva la eternidad de lo que jamás caerá a tu camino
Pero firme en el puesto de vigía
promete menos amaneceres

Mira la nada sin fin que nuestras razones ocultan
No temas imponer una geometría de luciérnagas errantes
a este descomunal esfuerzo parido de la nada

Y aunque no seamos emisarios ni confidentes
entrega tu átomo al furor de las redenciones
o devuelve tu fuerza al útero del caos.

            Noche (Hdo. de Aguirre con Tobalaba)

Aunque todos los signos
proclamen la evidencia de la noche
Aunque todas las luces
reflejen la ausencia del sol
Aunque los oficios de la noche
señalen la certidumbre del horario
no es noche plena
mientras los rastros del día
como babosas fosforescentes desvaneciendose en la arena
agonizan en las voces de las últimas botellas

Por supuesto, la noche plena del noctámbulo imperfecto
puede encontrarse
cuando el alma oscura clama por un claro camino

            Noche (Vespucio con Vitacura)

Ciertamente hay distancias
Separaciones donde nuestra tristeza
es la única luz que diseña nuestra presencia
Ciertamente has estrellas
Hitos de nuestra incertidumbre
que nos dan la fuerza para continuar nuestras direcciones

Pero también hay soledades
que friamente se desvanecen a pesar de su abundancia
Son los vagabundos de su propio olvido
Son las alegorías funestas de lo prohibido
Es en la noche, cuando las ciencias solares
se abandonan al letargo de los laboratorios,
en este dominio eterno de tigres y faraones
donde van consumiendo sus iras
donde van arrojando sus tesoros
Sólo en el viento quedan rastros de tales ofrendas

            Noche (Cama)

¿Cuántos secretos puede acumular un hombre
sin que a su muerte se escriban como epitafios?
Mordaza y mortaja hiladas por el silencio
caen ambas en instantes fatales

            Día (Plaza de Molina)

Culpa y responsabilidad íntimamente unidas
aun cuando el sol provinciano de la mañana de año nuevo
confirme mi presencia como concatenación
de hechos ineludibles

Culpa de la sangre derramada por ancestros
que terminaron sus tiempoa
sin engendrar mis años
pero dejaron un cordón de coágulos
que reventaron en mi nacimiento
y definieron mi cielo
como un arrebolado ocaso de sufrimiento.

            Dia (Casa)

Puedo rendirme sin tregua
Puedo liberar la guerra
y quedar tendido bajo el pisoteo de los días

Arrojarme desde la jaula
a los límites de la certeza
dejar la risa sólo para comunicar placeres
no como mensaje mudo de participación
y soltar las iras con la voz seca de los brujos

¿Cuanto tiempo me queda para repartir mis naipes?
¿Puedo ocultar mi juego, ganar por abandono?
¿Cuántas dudas permiten las respuetas
antes de perderse en las preguntas precisas?
¿Cuánta juventud es necesaria
para construir ancianos felices con la muerte?
¿Cuánto afecto debe olvidarse
para amar de una vez y para toda la vida?

Entre poder, deber y querer
el nombre de mi distancia se juega sus direcciones

2000

            Noche de rabia y camino

...Y les digo
que pasaran galaxias
pasarán estampidas de luces
morirán los últimos hijos de los más sabios futuros
y el misterio incesante se derramará todas las noches.

Por ahora, los falos eléctricos hienden la noche
el enorme placer se acuna tras sus ventanas
donde habitantes ausentes se ocultan bajo tenues lámparas
Están vacíos, aunque luces indiquen labios
Luz anaranjada de soles cansados

Afuera, en el patio de los televisores,
voy en camino con el sonido de mis sesos
Partícipe y lejano como gaviota de suburbio
registrando el paisaje que impulsará las evocaciones

Es así como me inmiscuyo en lo que no me pertenece
de golpe, falaz, incierto, dejando la amplitud de mi mirada
adherida en los vidrios encendidos
Me llevo los restos de una cena
a la calle cierta donde proliferan mis imaginaciones.

Todo, hasta mi rabia de noche
hasta mi camino perfectamente distanciado,
sólo existe de acuerdo a la lógica del poema
Que importa que no ladren los perros
si un ladrido tiñe de perro la oscuridad del camino.

Ya les dije:
pasarán océanos de irrebatibles razones
Sin embargo, la noche será hasta mi muerte
el incesante mensaje del misterio.
Me reduzco entonces para trizarme de rabia
y expresar en pedazos el jadeo de la búsqueda

            ½ 2000

La pregunta es:
¿cuán prosaica puede ser la poesía
en este acuario indecente de noticias frescas?

Muy prosaica, por lo tanto
se deben escribir versos oscuros
para apagar cualquier intento de comprensión
que ilumine la aburrida tarea de iluminar
los candelabros propios

            IMAGINACION

Voy fechando cada movimiento
de los rastros que mis deseos incumplidos
dejan en el paisaje angustiado de la decepción

En otros días entonces abro los calendarios
enciendo el proyector y agrego las imágenes
y las voces que corrijen el fallido argumento
Me regalo un final feliz y de pasada
una manipulación placentera para relajar los esfínteres

            CESAR

Si llega la noche y el día no ha terminado
es porque mucho placer permanece
en la zona neutra de los deseos insatisfechos

Mucha electricidad que quiere ser descargada
bajo las ampolletas y sobre los sonidos
Se resiste el sueño para que la cloaca del inconsciente
no consume lo que la realidad del sol
negó a los oscuros pensamientos

Algo no ha terminado
Tal vez coitus interruptus de una infancia ciega
Alfo indefinible pero tenaz como una silueta de acordeones
Quizás un error de cirujanos en el corazón abierto
Quizás el ladrido de nuestros perros furiosos

            LOS DEMONIOS

Principal y permanente, el que bifurca
el del laberinto, ese que promete caminos
pero cierra el paso, ese que levanta la venda
pero tuerce el cuello, ese que entusiasma
pero consume de inmediato el ardor del fuego.

Secundario y caprichoso, el que duda
ese que lanza carnadas, pero mira al cielo
ese que reduce el espanto, pero mantiene la máscara
ese que vislumbra caminos, pero se oscurece en desvanes
ese que parece anfetamina, pero que no alcanza a aspirina.

Más contorno en la silueta, el que enrojece
el del temor, ese disparo atascado
en la pistola del verbo y el movimiento
el caos de voces en el silencio inoportuno
el del arrepentido a priori, esa crisálida enredada
en la cápsula del error y lo perfecto.

Esporádico por razón de ángeles
el que huye de la caricia
(go on)

            1:30 A.M.
Como caído
Como de pronto en la calle, sin historia
Como intersección de pasos perdidos
Se adivina sólo

            Las cero con veinte

Cercenado simplemente
Sacudido de cabeza
Mohín de desacuerdo
Simplemente una estafa sideral
del porte de un buque
Nada más a esta hora
Sólo acostarse
jurando que la orquesta te acompaña

            Las cero con cincuenta

Así no más
Medio insatisfecho en el desgaste
Y dale, duerme con campanillas
No más levantarse
mirar el reloj
darte cuerda en el ombligo
y jura que las puertas siguen abiertas

            Las Una con diecisiete

Medio inclinado
abotonándose la garganta
con nudos de saliva
De todos modos, simple
como extracción de pólipos
Contuso a la cama
herido en la mañana
con el fusil a la calle

 Torrentes de acetilcolina

  UNO
Parásitos de adrenalina
transparentes como linfa de embriones asustados
se están comiendo el temor de los engendros adultos
(Tomo el teléfono para iluminar la realidad)

Epidemia de miedo en las ascépticas sociedades
Se habla de animales superiores
mientras las minúsculas infecciones
destrozan las espinas cervicales de los seres que razonan
(¿Cuánto le debo a la realidad para que me pueble de imágenes?)

Los torrentes de vida envasados en frascos de farmacia
Los periódicos repiten los caprichos del amo
mientras la disolución de los cráneos acostumbrados
deja una real idea de cadáveres frescos
(Mis palabras son la respiración de mis células vitales)

Vacunas venenosas inoculadas en pieles vírgenes
Los niños son mayores antes que las erecciones
les indiquen la dirección de sus placeres
Los ancianos repiten las historias para que no los maten los electrones
(Por supuesto que estoy aquí, pero hablo desde lejanías)

            DOS
Un gris claro, como un desgarro de garganta
donde reside el grito hasta que el odio de la mirada
se confunde con la víctima y los silencios estallan,
el cielo de otoño representa una fina tristeza indecisa
a definirse como el agotamiento luego de las enfermedades vencidas
o la angustia permanente del hombre sano que duda de sus climas.

Pasan grises los cielos diarios de los hombres otoñales

            DOS Y MEDIO

Oh, el mismo rito una vez más
Las manchas negras en el horizonte blanco
en lucha con el azar para que un sentido
al final, cuando continúa la incerteza,
se presente a un gris ser tridimensional.

El primer impulso es desdeñar el rito
fluir con insolencias, atropellar con el diccionario
Y aquí estamos, en el rito,
cazando con gestos la palabra al vuelo
examinándola, enfrentándola a una moribunda
en el ataúd de su frase
Juntas oran para que el verbo no las abandone
Las llaman oraciones, tal vez por eso el rito
y la ofrenda gratuita de neuronas.

Oh, lo más difícil son los extremos de este altar
El comienzo, cuando las proteínas del murmullo
alertan al brujo que es hora de clamar.
El final es secreto

            TRES

Yo no voy a ir anotando ideas
para resumirlas en la noche y justificar el día
Torrentes de acetilcolina
en un cuerpo inerte alado de imágenes

Relámpago, destello del acero en la chispa de los goznes
Y acechando, agazapado como la amenza de mis comisuras,
truenos, descarga de violines de aluminio,
ascención de garras por témpanos violáceos
el fuego iracundo de los silencios del alma
un grito blanco, estrecho, rotundo
desvanece la escena, sube el telón
y la escenografía acostumbrada calma los desahogos

            CUATRO

Delirio de gorgonas y erección de penes y dilatación de vaginas
en el intercambio de instintos cuando se detienen los trenes
Secuencias pornográficas en vez de publicidad de cementerios
Arroyos de sudores uniendo glandes y pezones
El murmullo arde, conflagración de astutas obscenidades
y rígidas obligaciones en símbolo de rockeros narcotizados

Como avalancha de langostas libidinosas
la muchedumbre se sublima en una catarsis de consecuencias impunes
Una ciencia ficción declamada por sociólogos ladrones
reemplaza el discurso de los períodos menstruales
Los olores asfixiados por toda una generación de axilas adiestradas
recobran sus oxígenos y la fetidez sólo se soporta
porque se promete una ampliación del horario de las fornicaciones

Oh desbordante numen de la eriaza maleza de las ruinas!
Oh moderno ni de admiración ni alabanza
Pie de página solamente para desviarse del centro de las estrofas
Oh Poderoso, dame las palabras que yo daré las medidas
para que sean interpretados estos azares torrentosos
En la selva oficial del dolor bruñido por el palo
se alzará el orden de mis melancólicas sinfonías

Amores lúcidos lívidos contemplativos de la mano
solos y extraños mirando sus lejanías en vastas ruinas intactas
Paz de mar pájaro y pradera, paz de viento sol y trigo
Palabras apenas pronunciadas por un sopor de esperanza
Una lluvia tal vez como expresión de labios húmedos
Ciertamente un crepúsculo para que los ojos sepan de sus abismos

En la piel de la noche amores faltos se penetran
como tierras oscuras que invaden dominios de nieves
Consideraciones de otoño para este hecho de plena primavera
Aceite de muslos, trémolo de hímenes, unión de vencedores
Y un océano de silencio sobre este teatro abandonado
donde los amores inclinan su despedida al otro
como respeto y esperanza de un acto sin escenas (???)

            TORRENTE ABSTRACTO

Párpados amarillos
Fulgor de berenjenas azabaches
Una copa de cristal llorada por luces cenitales
La caída roja del cuerpo del vino
y luego una mesa de ébano
iluminada por la luna menguante de un piano nocturno

Pupilas violetas
Una sombra que cierra el sonido de una puerta abierta
Islas de luz en la neblina de los ceniceros
El guante lánguido de una oscura elegancia
y de lejos, como el nácar de un recuerdo,
un nocturno de piano llena la luna de amores en el ocaso

Labios azules
Copas vacías, vinos derramados
Cortinas lilas cierran la penumbra de la conversación
La noche invade como enredadera de precipicios
y como ecos caídos de los últimos celajes
las lunas de un piano entran a lo nocturno del silencio