La Alcazaba

 

   Se encuentra situada al este de la ciudad y sobre una colina en la estribación occidental del monte de Gibralfaro. Sólo quedan vestigios de sus muros y algunas cerámicas. Fue difícil de tomar por las tropas castellanas que se enfrentaron a las musulmanas comandadas por el alcaide Hamet el Cegrí (la grafía correcta sería ce, según Canca Guerra), que hicieron una defensa casi numantina de la fortaleza que duró tres meses y once días. El 18 de agosto de 1487 ondeó el estandarte de los Reyes Católicos en la torre más hermosa de la ciudadela, llamada más tarde del Homenaje

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   La Alcazaba, como palacio fortificado, fue obra del rey granadino Badis ben Habús hacia la mitad del siglo XI, exactamente en el año 1057. Disponía de ocho puertas y ciento diez torres, numerosos edificios, jardines, baños, mezquita, etc. El cerco de murallas era triple y a la derecha existía u aún existe un paso cubierto por dos gruesos muros que intercomunicaba Alcazaba y Gibralfaro, que recibe el nombre de coracha. El primer cuerpo de murallas fue derribado en 1791 cuando se empezó la obra de la Aduana.

    La entrada al recinto se hace por una de las puertas primitivas que conserva todavía las originales hojas enchapadas de hierro. Ya en su interior, en la Torre de la Bóveda se encuentra una biblioteca reservada a los investigadores. El arco de entrada se hizo en unas reparaciones efectuada en el S. IV y reconstruido más tarde, y el de salida data del siglo XI. A continuación sigue la Puerta de las Columnas, llamada así porque sus arcos de entrada y salida arrancan de capiteles corintios apeados a su vez en trozos de grande fustes acanalados que debieron pertenecer a alguna construcción romana, quizá la del vecino teatro.

Llamada la Puerta de las Columnas porque sus arcos de entrada y salida arrancan de capiteles corintios apeados a su vez en trozos de grandes fustes acanalados que debieron pertenecer a alguna construcción romana, quizá la del vecino teatro.  

   Traspasada la puerta se llega a la que daba salida al antiguo recinto murado conocido como Corral de los Cutivos. Se llamó en tiempos Haza de la Alcazaba y hoy, paseos de Juan Temboury, a quien se debe la recuperación del monumento. Al final de una empinada cuesta se encuentra el Arco Cristo que da acceso a la plaza de Armas, desde la que se tiene una amplia vista al puerto. A continuación, la Puerta de Granada o de los Arcos, verdadero modelo de defensa medieval.

   En el palacio se encuentra instalado el Museo Arqueológico. Son hermosos los jardines, aunque pequeños, que reciben los nombres de Los Naranjos y de La Alberca. Este último recuerda el de Los Arrayanes de la Alambra. Tras este patio se encuentra un núcleo constituido por una serie de casas donde se cree que viviría la servidumbre palatina o los jefes de la guarnición. Contaba con sala de baños a la que suministraba el agua un pozo de más de 40m de profundidad situado en el recinto inferior, excavado en la roca y formado por arcos de ladrillos.

Son hermosos los jardines, aunque pequeños, que reciben los nombres de los Naranjos y de la Alberca. Este último recuerda el de Los Arrayanes de la Alhambra.

Museo Arqueológico

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     Fue instalado en el interior de la Alcazaba en los años 40. Su origen está en el museo Loringiano, del siglo pasado, propiedad del marques de Casa Loring. Tiene 35 vitrinas y varias salas donde se exponen los vestigios de los diferentes pueblos que se establecieron en Málaga. Las piezas del período prehistórico proceden de las riberas del Guadalhorce, de la cueva de las Grajas (Archidona), Bobadilla, cueva del Horno (Rincón de la Victoria). De la fenicia, valiosas piezas procedentes de la necrópolis de Trayamar (Algarrobo). Las de la época romana proceden de Córdoba, de la propia Málaga (Puerta Oscura), del faro de Torrox y de Valle de Abdalajís. El período mejor representado es el musulmán con piezas halladas e las excavaciones realizadas en la misma Alcazaba, en su mayor parte cerámicas.