
¡ Vaya curva !
Un día de mal tiempo por una carretera comarcal, un conductor ve de pronto a una extraña chica haciendo auto-stop. Nunca había recogido a nadie pero algo dentro de él que no sabe explicar le hizo parar.
Recogió a la chica. Tenía un algo de misterioso y espiritual que le hizo sentirse muy bien. Intentó hablar con ella pero ella tan sólo le dijo una cosa: "Cuidado con la curva".
El conductor no supo bien a qué se refería la chica porque aunque la visibilidad tampoco era muy buena, la carretera no parecía peligrosa. La chica volvió a decir: "Cuidado con la curva". El conductor, más asustado por la chica que por la carretera, bajó considerablemente la velocidad. De pronto una curva cerradísima salió de entre la lluvia. El conductor dio un volantazo para evitar salirse de la carretera pudiendo salvar de milagro el terraplén.
Con un sudor frío y el coche cruzado en medio de la carretera el conductor miró asustado a la chica.
La chica no estaba. Ni en el coche ni en fuera de él. El conductor, aturdido, siguió hasta la gasolinera más cercana donde paró para tranquilizarse un poco.
Al contar su accidente al empleado de la gasolinera no habló de la chica por miedo a que le creyese loco. EL empleado le dijo que hacía dos años una chica que viajaba por esa carretera se mató en esa curva de una manera super misteriosa y que si bien él no se lo creía, en el pueblo contaban que había gente a la que se le había aparecido su espíritu antes de la curva para avisar del peligro.
El conductor le contó la historia a alguien de su entera confianza y le hizo prometer que no la divulgaría, pero esa persona se lo contó a su mejor amigo y éste se lo contó a su sobrino que te lo está contando a ti, así que no lo vayas contando por ahí.