Mayo 1, 1998

Los Cachorros del Poeta




"Cuidado Estados Unidos
que hay miles de cachorros 
del león español,
corriendo libres en Sudamérica".....Rubén Darío



Como cachorros indomables en un terreno inhóspito y hostil, los jugadores del Idolo del Ecuador sacaron un resultado que fue el fiel reflejo de la estratégia empleada por Ruben Insúa. Los partidarios del fútbol especulador, a lo Bilardo, dirán que Insúa acertó al poner 7 hombres en la labor de destrucción. Al César lo que es del César. En este partido el Poeta corrigió las fallas defensivas presentadas en los partidos anteriores, especialmente en los sectores laterales del campo.


A pesar que se arriesgó demasiado jugando con una línea de 3 en el fondo, apostando muchas veces a la trampa del fuera de juego, el desempeño de Noriega y Holguer Quiñonez fue crucial al momento de cubrirle las espaldas al Chino Gómez y Luis Capurro, respectivamente. El Mormón como siempre, ubicado en los lugares precisos, en los momentos oportunos. Tal fue el candado defensivo del campeón ecuatoriano, que los araucanos optaron por los tiros de larga distancia y centros al área chica, como únicos recursos ofensivos. Los chilenos no pudieron entrar al área amarilla jugando colectivamente, o desbordando con peligro por los laterales.


Claro, muchos opinarán que Barcelona careció de marca en el medio campo; que el Idolo permitió que Colo Colo elabore jugadas desde la circunferencia central, y que sus rivales avanzaran mucho con el balón en los pies. Sin embargo, la propuesta torera ofreció ventajas en esa zona del campo debido al planteamiento utilizado por el técnico. Se prefirió que Carabalí y Morales se confundan con los defensores, al ser ellos ubicados más atrás de lo acostumbrado. A todo esto, la labor de marca se vio beneficiada por la apatía que presentaban los chilenos en el primer tiempo.


Y llegó lo planificado por el Poeta! Hablar del primer gol de Barcelona, es hablar de la dupla de exportación del Idolo ecuatoriano. La ecuación Ascencio más Delgado, igual a gol canario, no tuvo mejor noche que la de Chile. Dado el esquema barcelones, el de Santiago fue un encuentro propicio tanto para la sorpresa y habilidad del Nico, como para la rapidez y contundencia de Agustín. El primer gol del Tin, supo a todo menos a casualidad!


Pero volvió el denominador común de Barcelona. Para hacer de este un partido que no se esconda en el tiempo, se tuvo que luchar contra la adversidad. Caso contrario, ni la victoria hubiera sido tan placentera. Fue en el segundo tiempo donde se vio la agresividad del Cacique. Los chilenos iniciaron la segunda fracción como una tromba, ayudados por un repentino desentendimiento de Barcelona en sus líneas defensivas. Comandados por un hombre de mil batallas como lo es Marcelo Barticciotto y el recién ingresado Contreras, Colo Colo parecía haberse adueñado de la clasificación. En 8 minutos, 2 goles, y los muertos chilenos cargaban arena. Estos dos goles fueron el resultado de la única fórmula efectiva apelada por el equipo chileno, los centros a la olla.


Momentos de apremio, la solución la tenía Insúa. Aunque Julio Rosero no es un jugador muy prolijo para distribuir el balón, las necesidades que tenía Barcelona hacían imperiosa la presencia del Emperador por el Coco Aires. A diferencia de los partidos anteriores, esta vez si resultó el cambio. Había que apagar el incendio, controlar la pelota y devolverle la calma al equipo. La calma, llegó antes de lo pensado. El Tin, agrandaba la leyenda. La dupla de exportación se volvió a juntar. Nico para Delgado, un gol, un grito, y los cachorros corrian libres por Sudamérica.


Y aunque alrededor del campo se veían gatos blancos, gatos negros, la historia de la Libertadores dirá que en el Monumental de Colo Colo, los únicos felinos fueron de color amarillo!


P.D.: Esta crónica te la dedico a tí Poeta, por emular como técnico, lo que hiciste en tantos años como futbolista.




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