Mayo 13, 1998

Bolívar Aró en un Mar Amarillo





Que si se debió ganar el partido contra Bolívar en La Paz; o que si el "Tarzán de Bonzai" De Avila le quedó debiendo al equipo, sería lamentarnos por hechos que solo sirven para la anécdota. Ahora, Barcelona fue superior tácticamente a su rival por haber presentado un sistema que aunque fue estratégicamente defensivo, nunca pecó de mezquino con el fútbol.


Una vez más la línea en el fondo con Montanero, Quiñonez, Noriega, Chino Gómez y Capurro, estos últimos un poco más adelantados en relación a los primeros, brindó seguridad al arco de Cevallos. En el medio, un Carabalí prolijo en la labor de hostigamiento, y Pepo Morales con una noche en que nos hizo olvidar las irregularidades de ha presentado en algunos partidos.


Washington Aires.........bien gracias! El Coco fue el punto más bajo del campeón ecuatoriano. Arriba, un Anthony De Avila que entró con el "santo de espaldas" y Agustín Delgado, quien sigue en su carrera ascendente hacia el estrellado internacional. El Pitufo, a pesar de no haber estado en su noche, hizo gala de esfuerzo y motivación. Si no supieramos de la calidad del colombiano, esas tres acciones claras de gol ya le hubieran costado su cabeza.


Por otro lado, la superioridad del Idolo se dio en proporción a las ventajas ofrecidas por el equipo boliviano. Los de La Paz carecieron de variantes ofensivas. Bolívar abusó de los tiros de larga distancia, aprovechando el efecto que ejerce sobre el balón el factor altura. Tampoco tuvieron marca en el medio sector. Quien más se benefició de esto último fue Marcelo el Pepo. Al haber espacios vacios en el medio campo, Morales pudo dar rienda suelta a una de sus características principales: Crear ideas ofensivas.


Así como Barcelona, Bolívar también careció de un armador neto. El ingreso de Ochoaizpur en el segundo tiempo, resolvió temporalmente este problema. El equipo del Libertador comenzó a abrir la cancha, dando oportunidad a los debordes, hecho que permitió el momentario 1 por 0 a los 73 minutos en favor del equipo de casa. Para los que anotan, golpe de cabeza de Sergio Joao que sorprendió a la defensa y al arquero Cevallos.


No obstante,este enfrentamiento no hubiera sido escrito por el Idolo, si la angustia no se hibiera hecho presente. La expulsión de Noriega por reclamos al árbitro, además de dejar al equipo con 10 hombres, le cambió el libreto a Insúa. Se vislumbraba el ingreso de Ascencio por el Pipa De Avila; pero al salir el Pavo Noriega, se tuvo que ingresar a un hombre de defensa como Frickson George en reemplazo del Pitufo. De esta manera crecía la angustia y se reducía el poder ofensivo.


La semifinal por un momento le sonreía al Bolívar. El partido iluminaba el nombre del equipo local, hasta que las sombras del astillero oscurecieron el estadio Hernán Siles y todo lo que brillaba en favor de los dueños de casa. Agustín Delgado aguardaba con cautela y George que metía la pelota en el espacio donde nacen las estrellas. Minuto 79, el resultado final se anunciaba por sí solo. Barcelona empata con una entrada fantasmagórica del Tin Delgado.


Los minutos que faltaban ya tenían un dueño. Insúa aguantó, se insinuó; pero al final, nos dejó un sabor agradable por lo expuesto...................desagradable por el resultado.




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