Mayo 27, 1998
Ganar con Garra o Ganar Goleando................
La Paradoja de la Satisfacción!
"Soñé pana, que Frickson George celebraba de rodillas el triunfo
y que el Chino Gómez marcaba un gol".....Mi amigo Jairo Vasconcellos.
Con estas palabras proféticas le dabamos la bienvenida al segundo capítulo de esta aventura llamada cuartos de final, la cual tuvo mas bien sabor a partido intrascendente por el campeonato nacional entre Barcelona y algún colista de la tabla.
Y no es que queremos menospreciar al Bolívar de la Paz con una actitud ostentosa y prepotente, ahora, en que la dicha y los triunfos sonrien al Idolo del Ecuador. Sin embargo, lo exhibido por el conjunto boliviano no fue algo digno de estas instancias de la Toyota Libertadores. El equipo paceño tenía la obligación de echar toda la carne en el asador, principalmente desde el minuto 10 del primer tiempo, cuando el Nico Ascencio abrió el marcador en favor del Idolo con un certero golpe de cabeza, tras centro del Chino Gómez. No obstante, Bolívar ni se inmutó; los visitantes parecían haberse resignado a perder la batalla antes de pelearla. Fue así como el partido se convirtió en un monopolio futbolístico donde Barcelona controlaba a su antojo los destinos del encuentro.
Para esto, habrá que resaltar la labor creativa de Marcelo Morales. Es evidente que cuando existen espacios vacíos y el Pepo no está comprometido en la función de marca, este se convierte en el repartidor de pelotas que necesita el campeón. Como muestra, el cuarto gol de Barcelona y segundo de Ascencio. Pelota recuperada por Morales a la altura del medio campo, pase en profundidad que sorprende a la defensa y arquero visitante, y el Nico que se escabulle entre ellos para definir en el minuto 74.
A pesar que en el libreto el equipo canario aparece con un medio campo netamente defensivo con 3 hombres de corte, el tener a Carabalí y Rosero como volantes de contensión ha permitido que el Pepo juegue más en función de armador. Este triángulo en el medio sector amarillo, le ha dado buenos resultados al equipo en muchas ocasiones.
Por otro lado, tal fue el dominio del Idolo del Astillero y la apatía de los visitantes, que hasta los defensas tuvieron participación en el ataque. Capurro, Montanero, Rosero y Chino Gómez se dieron tiempo para generar oportunidades de gol. Luis Capurro acarició con la pelota el vertical; Rosero y el Chino, no perdonaron. Gran presentación de Luis Gómez en este duelo. No solo hizo el segundo gol (minuto 31) al sombrerear al arquero después de aprovechar una jugada del Pipa, pero contribuyó con el primero y fue muy regular a lo largo de los 90 minutos. A todo esto, sale una pregunta. No sería más productivo ver a un Chino de volante derecho?
Por ultimo, el tercer gol nos hizo recordar un partido en el Atahualpa, allá por octubre del 92, en el cual Rosero fusiló de la misma forma a la Liga de Quito. Esta vez el Emperador aprovechó un centro de Frickson George, mal rechazado por un defensa boliviano. Así como en el 92, Julio César lanzó un misíl desde fuera del área que penetró cerca del ángulo superior izquierdo. Minuto 51, una joya para el recuerdo. Rosero se acordó de patear!
En definitiva, se ganó y se ganó bien. Sin embargo, faltó algo! Al termino del partido los fantasmas de las glorias pasadas merodeaban el Monumental. Somos inconformes, o ya nos acostumbramos a ganar con vertigo?
Como que hizo falta el sabor a garra, temple y corazón típico de las epopeyas más memorables del Idolo del Ecuador. Esperemos que dicho sabor no haga falta en el próximo plato de la Libertadores...............el Cerro Porteño.