Y no es que me parezco al "pocho" Harb por tratar de jactarme al haber intuido que Sotelo iba a marcar el gol de Barcelona. Solamente puedo decir, que se repite la historia con el criticado paraguayo. Para esto tenemos que recordarmos de los inicios de jugadores como Marcelo Trobbiani, Rubén Insúa, y el propio Carlos Alejandro Alfaro Moreno, quienes fueron duramente criticados por la prensa al tener un comienzo dubitativo con el Idolo. Ahora, este tipo de jugadores son los que se convirtieron en caudillos no solo por su calidad y técnica, sino por coraje, garra y una gran dosis de personalidad. Me acuerdo que tanta fue la crítica que recibió el "Palomo" Usuriaga, que el colombiano se llenó de enjundia y anotó uno de los mejores goles de Barcelona a nivel internacional, el gol del empate del Idolo ante el Olimpia, en el mismísimo estadio Defensores del Chaco.
La historia se repite con Gustavo Angel Sotelo. El guaraní, a pesar que todavía no presenta todo su potencial, partido a partido ha venido levantando su nivel de juego. Lastimosamente, los hinchas y un cierto grupo de periodistas malsanos, esperan que él se transforme de la noche a la mañana en el jugador número 10 que desea Barcelona. Señores, la pregunta es: Cuándo el Cerro Porteño, el Olimpia y la propia selección paraguaya han tenido un armador neto en los últimos tiempos? El fútbol paraguayo actual se ha caracterizado por tener volantes de apoyo con exquito toque como Gamarra, el "Toro" Acuña, y el propio Sotelo, mas no por armadores con el olfato goleador de Roberto Cabañas y Romerito.
Sobre el partido, Insúa tuvo una visión clara de lo que el equipo tenía que hacer. Barcelona creó una barrera (Carabalí y Rosero) delante de los defensas centrales, la cual se encargó de impedir que los caleños del América entren con peligrosidad al área de las 18 yardas. El Idolo esperó a su adversario bien por el centro de la cancha. Por otro lado, el peligro inminente siempre estuvo por el sector de los laterales. Gómez y Capurro fueron muy irregulares por sus respectivos carriles. Adelante, Sotelo generó un juego interesante controlando los tiempos del partido en los momentos oportunos. El "paragua" nos hizo recordar, con algunos de sus pases, los inicios del Rubén Insúa en Barcelona.
Sin embargo, lo único que no compartimos con el "poeta" son sus cambios de jugador. Hasta el momento, el argentino no ha podido justificar convincentemente una substitución. Al tratar de asegurar el partido metiendo a Montaño por el "Pepo" Morales, el equipo perdió una posición clave en el medio campo. Con esto no estamos tratando de decir que el Pepo es un jugador imprescindible. En el ajedrez de Barcelona, el puesto que ocupa Morales dentro del campo de juego es fundamental. Con su salida, la zona media tambalea ya que al tratar Rosero de ocupar su lugar, se pierde un hombre de destrucción delante de la defensa. Por desgracia, el "Emperador" para lo único que sirve es para eso, para destruir y no para abastecer al volante de ataque y a la delantera. A Rosero le contamos al menos 8 pases errados, la mayoria en el segundo tiempo. En consecuencia, el ataque se quedó sin un enlace con el medio sector.
A todo esto, terminamos la primera ronda de la copa con un rendimiento irregular, el cual nos deja como satisfacción el hecho de haberle ganado por primera vez a los "Diablos Rojos" del América en el Monumental, y de sacarles un empate historico en base a la ya acostumbrada garra Barcelonista. La copa continúa, y aunque nos va a tocar "bailar con la más fea", ya que personalmente considero al Colo-Colo chileno como uno de los mejores equipos en Sudamérica, el juego del Idolo aparenta una tendencia a la mejora.