LA INFOGUERRA


La psicoguerra utilizada por los aviones estadounidenses durante la Guerra del Golfo fue un preludio
de lo que puede ser la futura guerra en un mundo totalmente informatizado como hacia el que vamos.

Durante esta guerra los aviones norteamericanos interceptaban ondas iraquíes ( tanto radio como televisión ), las interferían, tapaban e incluso sustituían de tal forma que los espectadores las tomaban como auténticas, alterando la información para desalentar a la población.

Este puede ocurrir en un futuro pero a mayor escala. De hecho, ya se estudian desde hace años todas estas posibilidades de una guerra informática.

Un ejemplo de ésto sería el siguiente:

El ejercito recibe la orden de iniciar las hostilidades contra un país determinado. Inmediatamente, con un llamada a través del módem, se insertan virus informáticos en el sistema de control de la telefonía enemiga y se produce un fallo total del mismo, dejando al país sin comunicaciones telefónicas.

Después, se envían bombas lógicas; es decir, virus ya introducidos con anterioridad y con un mecanismo de tiempo, que se activan a la orden o en una fecha y hora determinadas. Pueden destruir los programas electrónicos del sistema ferroviario y de control del tráfico aéreo para que cientos de trenes sean enviados a lugares distintos de los previstos, así como centenares de vuelos se retrasen sin causa o por motivos desconocidos y el caos se apodere del transporte terrestre y aéreo.

Para asegurar una destrucción total, incluso física, de los circuitos, se introducen bacterias devoradoras en las redes informáticas del enemigo. Saboteadores hacen funcionar pequeños aparatos del tamaño de maletines que son capaces de crear impulsos electromagnéticos similares a los que originan las explosiones nucleares. Estas radiaciones bloquean los ordenadores del Banco Central, congelando el sistema financiero y causando su quiebra tan pronto como los ciudadanos comprueban espantados que sus propiedades y ahorros no están seguros.

Mientras tanto, aviones de psicoguerra y de guerra electrónica interfieren y perturban las comunicaciones por radio y televisión, ciegan radares y estaciones de escucha y dejan incomunicados a los oficiales y mandos del enemigo.

La televisión oficial emite discursos y mensajes de la máxima autoridad país del país que enfurecen y desorientan a los ciudadanos e incluso ofrece imágenes de éste en actitudes o actos claramente contradictorios a las ideas éticas y religiosas de sus gobernados.

Finalmente, cuando esta autoridad comprende la gravedad de su situación y se dispone a huir, comprueba aterrorizado en su ordenador personal que sus cuentas secretas en Suiza y otros paraísos fiscales han sido desvalijadas y sus saldos están en números rojos. El caos se apodera del país y los soldados pueden ocuparlo prácticamente sin pegar un tiro.

Pero la duda que surje ahora es si ¿ no son los países más industrializados los más vulnerables a
estos supuestos ataques informáticos ? Parece ser que sí. Sin embargo, ya se está estudiando la una defensa ante estas infoamenazas.

Albert Einstein dijo una vez referiéndose al peligro de una guerra nuclear: "no sé con qué armas se librará la Tercera Guerra Mundial, pero si sé que en la Cuarte se usarán piedras".


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