Análisis técnico.

¿Debería comprar hoy? ¿Cuáles serán los precios mañana, la próxima semana, o el próximo año? ¿Sería fácil invertir si nosotros supiéramos las respuestas a éstas preguntas en apariencia muy simples? ¡Ay, si usted está leyendo este artículo con la esperanza de que el análisis técnico tiene las respuestas a estas preguntas, siento tener que desfraudarlo pues no lo hace! Sin embargo, si usted está leyendo este artículo con la esperanza de que el análisis técnico mejorará su inversión, tengo una buena noticia. ¡Así lo hará!

Algo de historia.

El término "análisis técnico" es un nombre sonoro complicado para un acercamiento muy básico a invertir. Simplemente sepa que el análisis técnico es el estudio de los precios a través de los gráficos que son la herramienta primaria.

Las raíces del análisis técnico lo podríamos encontrar en la Teoría de Dow, desarrollada alrededor de 1900 por Charles Dow. Proviniendo directamente o indirectamente de la Teoría de Dow, estas raíces incluyen tales principios como la naturaleza del trading de precios, precios que descuentan toda la información conocida, confirmación y divergencia, volumen que refleja cambios en precio, y soportes/resistencias. Y por supuesto, el Dow Jones Industrial ampliamente seguido como índice es una descendencia directa de la Teoría de Dow.

La contribución de Charles Dow al análisis técnico no puede subestimarse. Su enfoque con los fundamentos de los movimientos de los precios de acciones dio lugar a un método completamente nuevo de analizar los mercados.

El elemento humano.

El precio al que cotiza una acción representa un acuerdo general. Tenemos el precio en el cuál alguien está dispuesto a comprar y por supuesto otro precio al que alguien está dispuesto a vender. El precio al que un inversor deba comprar o vender depende principalmente de sus expectativas en el futuro de la acción. Si él espera que el precio de la acción deba subir, él la comprará; si el inversor espera que el precio pueda caer, él la venderá. Estas opiniones tan simples son la causa de un gran desafío para intentar conocer la dirección que tomarán los precios, porque el precio representa expectativas humanas. Como todos nosotros conocemos, los humanos no somos fácilmente cuantificables ni predecibles. Este simple hecho impedirá que cualquier sistema informático trabaje de forma consistente y efectiva.

Porque los humanos estamos envueltos en factores emocionales, podemos estar seguros de que las decisiones de inversión tomadas en todo el mundo están basadas también en criterios puramente emocionales. Nuestras relaciones con la familia, con nuestros vecinos, nuestros jefes, el tráfico, nuestro ingresos anuales, mensuales, y nuestros éxitos y fracasos anteriores, todo influirá en nuestra confianza, en nuestras expectativas y por supuesto en nuestras decisiones.

Además los precios de las acciones están determinados por personas de las más diversas variedades; grandes magnates de las finanzas pero también por amas de casa, estudiantes y huelguistas, doctores, abogados, personas muy ricas y multitud de pequeños ahorradores. Todo un aglomerado humano. Esta diversidad y a la vez garantías de participantes en el mercado hacen del mismo mercado un elemento impredecible y excitante.

Análisis fundamental.

Si nosotros fuéramos todos totalmente lógicos y pudiéramos separar nuestras emociones de nuestras decisiones de inversión, entonces el análisis fundamental cuya determinación de los precios se basa en posibles ganancias futuras, trabajaría magníficamente. Y desde este punto de vista habría que esperar que si todos siguieran las mismas expectativas completamente lógicas, los precios sólo cambiarían cuando los informes trimestrales se dieran a conocer o cuando surgieran noticias nuevas y no conocidas. Los inversores analizarían "pasó por paso" todos los datos fundamentales en un esfuerzo de encontrar valores infravalorados.

Esto constituiría una "teoría del mercado eficaz" en el que los precios actuales que marcaran las acciones representarían todo lo que es conocido sobre la acción en un momento dado. Esta teoría concluiría con que es imposible de prever precios, desde el principio en el que los precios ya reflejan todo lo que actualmente es posible conocer sobre la acción.

El futuro puede encontrarse en el pasado.

Si los precios están basados en expectativas del inversor y si somos conscientes que no es posible saber más del valor de una compañía que sus propios ejecutivos y que además incluso los mayores especialistas en análisis fundamental que incluso están especializados en sectores y compañías muy concretos, y que recogen y manejan una cantidad de información imposible ya ni de obtener para determinados inversores y no digamos tampoco de los conocimientos necesarios para efectuar su interpretación, entonces si conociendo todos estos datos para una acción determinada se debería tomar una determinación de vender (a través del análisis fundamental) se vuelve menos importante el estudio del análisis fundamental sabiendo qué otros inversores descubren estos mismos motivos en sus gráficos y toman las decisiones de vender al mismo tiempo que los fundamentales y sin necesidad de manejar toda esta información anterior. Aunque para algunos no parezca inteligente conocer las causas "fundamentales" que nos motivarían para vender lo cierto es que si puede ser una decisión inteligente.

El análisis técnico es el proceso de analizar los precios históricos de una acción en un esfuerzo para determinar precios futuros probables. Esto se hace comparando el precio actual de la acción (es decir, las expectativas actuales) con el precio histórico de la misma y compararlo para predecir un resultado razonable. El técnico devoto podría definir este proceso como el hecho de que la historia se repite mientras para otros les bastaría decir que nosotros debemos aprender del pasado.

La rueda de la ruleta.

 Podemos afirmar como cierto que sólo una minoría de técnicos puede de forma consistente y con precisión determinar los precios futuros. Sin embargo, aunque usted sea incapaz de prever precios con precisión, el análisis técnico podrá utilizarlo para reducir sus riesgos de una forma consistente y mejorar sus ganancias.

La mejor analogía que podríamos encontrar sobre cómo el análisis técnico puede mejorar su inversión es compararlo con una ruleta. Sin embargo uso esta analogía con reserva, puesto que los jugadores no tendrían posibilidades de prever los resultados (aunque consideramos que muchos inversores, invierten en Bolsa de una manera muy similar a un juego de azar si encontraríamos una analogía muy apropiada).

"Hay dos veces en la vida de un hombre cuando él no debería especular: cuando él no puede permitirse el lujo de especular y cuando él puede."

Un casino gana dinero en una ruleta, no sabiendo qué número saldrá próximamente, pero inclinando ligeramente las desigualdades a su favor por "probabilidades".

Semejantemente, cuando un inversor compra una acción, él no sabe en que dirección se inclinará el precio. Pero si él compra una acción cuando está en una tendencia de los precios y se adelanta al final de la misma, no estará jugando, estará invirtiendo inteligentemente, pues habrá mejorado sus probabilidades para conseguir unas ganancias. Sin embargo todavía muchos inversores compran acciones sin intentar controlar las probabilidades (a modo de juego en la ruleta). El objetivo del análisis chartista es identificar las tendencias de los precios y adelantarse a ellas. El análisis chartista propiamente dicho se basa en el estudio a través de un gráfico de las formaciones de precios, que dan lugar a variaciones en la dirección de su tendencia, cómo se produce el cambio en la misma y cuál puede ser su posible evolución futura. El objetivo es intentar sacar provecho de este movimiento, con la menor posibilidad de error en la decisión de inversión.

Contrariamente a la creencia popular, usted no necesita saber lo que el precio de una acción marcará en el futuro para ganar dinero. Su meta simplemente debe ser mejorar las probabilidades de conocer el movimiento que seguirá el precio para aprovecharlas a su favor. Aun cuando su análisis sea muy simple o complejo pero que le permitan determinar tendencias a largo, intermedio o a corto plazo del precio de la acción, usted habrá ganado una mayor "probabilidad de acertar" que usted no tendría sin el análisis técnico.

Considere el chart de Merck & CO. en la Figura 1 donde la tendencia va claramente hacia abajo de una manera muy obvia y no hay ninguna señal que nos aconsejara realizar una inversión. Sin embargo la compañía puede tener grandes perspectivas de ganancias y un futuro alentador, pero a la vista del gráfico apenas si tendría sentido comprar acciones hasta que en el gráfico no observemos alguna evidencia técnica en el precio que nos indique que la tendencia actual está cambiando.

Figura 1.

 

Comercio automatizado.

Si nosotros aceptamos el hecho que las emociones humanas y expectativas juegan un papel apreciable en el establecimiento de los precios de las acciones, nosotros también debemos admitir que nuestras emociones juegan un papel en nuestra toma de decisión. Muchos inversores intentan eliminar sus propias emociones a la hora de invertir usando los ordenadores de forma que tomen las decisiones por ellos. El concepto de un ordenador inteligente a similitud de la película 2001 una odisea en el espacio, estaría llegando.

Los sistemas informáticos pueden ayudarnos a eliminar nuestras emociones de nuestras decisiones. El ordenador también es útil para determinar lo que ha pasado históricamente bajo diversas condiciones y ayudarnos a perfeccionar nuestras técnicas de inversión. Nosotros estamos analizando un asunto menos lógico (emociones humanas y expectativas), por lo que debemos tener especial cuidado de que nuestros sistemas informáticos no nos lleven a pensar que nosotros estamos analizando un factor con completa lógica.

Esto no implica que no podamos afirmar que los ordenadores son maravillosas herramientas para realizar el análisis técnico, es más nos resultarían indispensables. En mi opinión, el software del análisis técnico ha conseguido nivelar la balanza igualando las posibilidades a favor del inversor medio. Pero no permita que el software le haga creer que se mueve en mercados lógicos y predecibles como nuestro software de análisis técnico nos podrían hacer creer.