El sector forestal ha sido una de las actividades más dinámicas de la economía uruguaya en los últimos veinte años. Las plantaciones de especies madereras (eucaliptos, pinos, etc.), la creciente industrialización de los productos que se registra actualmente y el desarrollo de los servicios conexos (transporte, viveros, etc.) constituyen los elementos visibles de esa realidad productiva que resultaba impensable para los uruguayos hasta fines de la década de los ochenta.
La aplicación de la denominada Ley Forestal (Ley 15.939, de 27.12.1987) permitió sentar las bases para el desarrollo del sector productor de madera en Uruguay. Fue a partir de aquel año que se abrió la posibilidad de explotar rentablemente una extensa superficie de suelos que resultaban menos aptos para las tradicionales actividades agrícola - ganaderas de este país. Ese impulso se suma a las características del clima uruguayo, especialmente favorable para el rápido crecimiento de varias especies madereras de gran demanda en el mercado mundial. Ambas circunstancias ambientaron una sostenida expansión del área forestada que pasó de aproximadamente 31 mil hectáreas en 1988 a 714 mil hectáreas en la actualidad.
Las principales especies plantadas son eucaliptus (65% de la superficie total) y pinos (28%). Las plantaciones forestales bajo proyecto, según los términos de la Ley Forestal, se concentran en los departamentos de Rivera (18,6% del total), Tacuarembó (15,8%), Paysandú (14,3%), Río Negro (13,5%) y Lavalleja (10%).
En 2006, Uruguay exportó productos y subproductos del sector forestal por valor de US$ 252,3 millones. El rápido crecimiento de las ventas al exterior del sector forestal puede apreciarse si consideramos que en el año 2000 sólo se había exportado por valor de U$S 85,2 millones. Madera para pulpa (29,2% del valor total), astillas de madera (27,3%) y productos de papel y cartón (25,5%) fueron los principales produtos exportados en 2006.
El comienzo de las exportaciones de celulosa y el desarrollo sostenido de otros proyectos de tratamiento de la madera deberían permitir la continuación de ese proceso expansivo de las exportaciones en los años venideros.